El abeto es un árbol de la familia de las pináceas que se encuentra dentro de la colección de coníferas. Es uno de los más conocidos y de los que mayor número de información existe entre otras cosas, porque siempre ha estado vinculado a los grandes árboles que se usan para el festejo navideño o porque es de los que más gustan para la decoración de un jardín o parque exterior.
En este artículo queremos hablar del abeto como tal para que puedas conocer muchos más detalles sobre la especie y que, en el caso de que quieras hacerte con uno o una colección de éstos, puedas ir sabiendo qué es lo más interesante y cuáles son las garantías que este mismo ofrece.
¿Cuáles son las características principales del abeto?
Los verdaderos abetos se distinguen de los falsos (ha habido muchos estudios sobre esto que ha dado a conocer que efectivamente, hay muchos árboles de esta tipología que no son necesariamente ciertos) por un rasgo bastante sobresaliente y no es otro que la producción de resina olorosa. Dicho esto, todos aquellos abetos que aporten este material, son dignos de llamarse “abetos reales”
Todas las partes de los abetos (ramas, hojas, conos o troncos) sacan resina olorosa bastante en abundancia por lo que es bastante complicado tratar con estos tipos sin quedar impregnado de este material completamente viscoso.
Por otra parte es importante decir que los verdaderos abetos, al margen de la producción de resina, se distinguen por la posición de los conos, ya que en los primeros es erguida mientras que en los segundos es completamente pendular. Los conos son además, uno de los elementos más característicos de las coníferas y en los abetos suele ser casi lo principal a llamar la atención.
Las hojas de los abetos son de tipo acícula, pequeña, plana y bastante rígida. Estas características es lo que hace que sea bastante decorativa y que por lo general, el abeto guste bastante para los jardines o espacios abiertos.
El origen del abeto (como árbol de Navidad)
En las fichas que estamos realizando de árboles y plantas, nos gusta mucho hablar del origen de la plata que tenemos y en esta ocasión no iba a ser menos pero, a diferencia de cómo lo hacemos con el resto, en esta ocasión queremos informar del origen del abeto como árbol de Navidad es decir, por qué es el modelo más popular a la hora de decorar nuestra casa en estas fechas tan señaladas.
A pesar de que hay muchas teorías que acercan el abeto como árbol de Navidad a una idea yanqui, lo cierto es que estamos ante un interesante invento germánico. Según la leyenda, en el siglo VIII este árbol estaba considerado sagrado a razón de que Bonifacio predicó ante los druidas y al derribar un roble para que lo veneraran, lo único que quedó en pie fue un abeto.
Ante esta fuerza tan descomunal que se suponía que tenía el abeto por no haber caído, San Bonifacio quedó completamente impresionado y pidió a todos que el abeto fuese el árbol elegido para recordar al niño Jesús.
¿Cómo podemos cuidar un abeto?
Ya hemos comentado que un abeto es un árbol atractivo tanto por su forma como por las flores que da y esto ha hecho que cada vez más personas estén interesadas en el cuidado del mismo porque así, les durarán más años y además, podrán mantenerlo sano y fuerte durante mucho más tiempo.
Los abetos de mayor desarrollo requieren espacios que estén frescos y en algunos casos, bastante frías puesto que están acostumbrados a climas de hielos. Con independencia de su tamaño (existen muchas modalidades diferentes) estos árboles deben de vivir a cierta altura sobre el nivel del mar y normalmente, esta distancia tiene que estar por encima de los 700 m y hasta casi los 2000 siendo así, ideales para las zonas de montaña dónde el tiempo les será de gran beneficio.
Los terrenos profundos son los grandes aliados de los abetos así como también lo son los frescos. Debemos tener bastante materia orgánica en descomposición para su buen desarrollo aunque si están en naturaleza abierta, no habrá ningún problema en este aspecto. La mayoría de las especies agradecen tener una fuerte humedad constante en el terreno por tanto, es importante que puedan disponer de ésta en todo momento.
Como vemos un abeto no es tan complicado de cuidar y normalmente, tiene bastante adaptabilidad al clima y al suelo en que se encuentra pero, si queremos que no sufra y sobre todo que esté en las condiciones más óptimas que jamás te hayas planteado, es importante que atiendas a todos los consejos.
Una de las recomendaciones que te damos desde aquí con respecto al cuidado del abeto es que hables con alguien que haya tenido colección de estos árboles o que preguntes en las tiendas o comercios especializados en jardinería por las opciones que hay, ¡seguro que descubres más de un detalle que no sabías!
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