La Actinidia deliciosa, conocida también como kiwi, kivi, grosellero de la China, yang tao o kiwifruit, es un arbusto trepador perteneciente a la familia de las Actinidiáceas. Crece como una enredadera y produce un delicioso fruto comestible llamado kiwi.
Este ejemplar es originario de los bosques del río Yangtsé en la China, donde se utilizaba como una planta frutal ornamental, principalmente en la dinastía Ming, en el año 1200 DC.
Posteriormente, a mediados del siglo XX, fue introducida a Nueva Zelanda, donde la bautizaron como Kiwi.
Se presume que el término fue escogido por el parecido con el ave del mismo nombre, que también está cubierta de vellosidades.
Características de la Actinidia deliciosa
La Actinidia deliciosa integra al orden de las ericales, unas plantas leñosas que crecen en terrenos pobres o ácidos. Puede alcanzar los 9 metros de altura. Sus hojas son caducas, de 7 a 12 centímetros de largo, con un limbo grande, acorazonado y dentado.
Son de un color verde intenso, con un haz peloso de una tonalidad más clara en el envés. Las hojas jóvenes suelen estar cubiertas de lanas rojizas, mientras que las adultas carecen de ellas. Una de sus peculiaridades, es que se desprenden fácilmente, después de las primeras heladas.
La Actinidia deliciosa también posee fragantes flores, que llegan a medir de 2,5 a 5 centímetros de diámetro. Como es una especie dioica, sus flores son estaminíferas en las plantas masculinas y pistilíferas en las femeninas. Estas últimas producen polen estéril, por lo que es necesario juntarlas con las masculinas para la fecundación.
Tienden a surgir solitarias y- rara vez-en grupos de tres. Se forman en las axilas de las hojas, con cinco o seis pétalos blancos, que al abrirse quieren una tonalidad amarillenta.
Las yemas de la Actinidia deliciosa pueden ser mixtas, de madera o adventicias.
De jóvenes, los brotes suelen ser muy vellosos, con una tonalidad roja, especialmente cuando proceden de la semilla. Surgen con ese carácter trepador que identifica a la planta.
La raíz es gruesa y de un color rosáceo cuando procede de semillas finas, o marrón oscuro cuando deriva del clonal. Tiende a exigir abundante oxígeno, razón por la cual tiene un beneficioso desarrollo en texturas con bajo contenido de arcilla.
Características de los frutos
Los kiwis que provienen de la Actinidia deliciosa son frutos ovales, en forma de bayas, de unos 6,25 centímetros de largo y cinco centímetros de diámetro.
Poseen una peculiar piel delgada que recubre su pulpa, de una tonalidad verde parduzca, una textura áspera, y unos pelillos rígidos y cortos de color marrón.
Cuando los kiwis llegan a la madurez se desprenden muy fácilmente de su pulpa, que es firme, de color verde brillante, jugosa, y compuesta por unas diminutas semillas negras que se agrupan en el medio circularmente.
Su sabor es dulce con ligeros matices ácidos, que proporcionan una sensación muy refrescante al paladar. Es muy similar al de la grosella o la fresa.
Se caracteriza por poseer un alto contenido de ácido ascórbico, potasio, fósforo y otros minerales que aumentan las defensas del organismo, hasta el punto de conferirle propiedades preventivas contra enfermedades estacionales y cancerígenas.
Tipos de kiwi
Existen diferentes variedades de kiwi cultivables, pero las más importantes provienen de las tres especies primitivas: dos de Nueva Zelanda (Actinidia chiniensis y Actinidia deliciosa) y otra de Taiwan (Actinidia setosa).
Una buena planta de kiwi es vigorosa, rústica y productiva. Una de las clases más comerciales es la Hayward, variedad neocelandesa que se distingue por su gran tamaño y por su resistencia al almacenamiento. Se siembra en lugares cálidos porque no soporta el frío.
El kiwi Bruno es el segundo de mayor relevancia. Es mucho más grande y rico en vitamina C. Le siguen el Kiwi Abbot, que es dulce y aromático, el Summer Kiwi, el Kiwi Gold, el Allison y el Monty, que tienen un corto periodo de conservación en cámaras frigoríficas.
Usos
El kiwi se come principalmente como fruta fresca, pero también se utiliza como ingrediente para la preparación de mermeladas, conservas, granizados, salsas para carnes, galletas, tortas, batidos y en la infaltable ensalada de frutas. De igual manera, es considerado para la elaboración de diferentes licores y cócteles.
Por su forma y color, es moldeado y cortado para decorar platillos y hacer arreglos frutales.
Exigencias de la Actinidia deliciosa
Factores como la temperatura, el viento, humedad e insolación influyen en el desarrollo y producción de la Actinidia deliciosa.
No resiste las heladas primaverales, y las fuertes ventiscas pueden ocasionar daños mecánicos y fisiológicos en la planta (roturas en hojas, brotes y flores), y afectar el trabajo polinizador de las abejas. Lo ideal es situar los cultivos de Actinidia deliciosa en lugares provistos de abrigo natural.
Las raíces de la Actinidia deliciosa tienden a sufrir de asfixia, por lo que se recomienda plantarla en suelos profundos, bien drenados, ricos en materia orgánica, y de reacción neutra o ligeramente ácida.
Este ejemplar trepador no es tolerante a los suelos con capa freática poco profunda, ni a los contenidos elevados de arcilla o cal activa. Lo conveniente es recurrir a una mezcla compuesta por 65% de arena, 25% de limo y 10% de arcilla.
La fertilización no puede faltar durante el ciclo vegetativo de la planta. Se le debe proveer de magnesio y nitrógeno, seis semanas después del cuajado del fruto.
El riego debe cubrir las pérdidas de agua por la evaporación y transpiración que inician a partir de abril y se extienden hasta junio. Las necesidades hídricas varían entre los 60 y 120 litros de agua por planta, al día, dependiendo de la temperatura ambiente, y de la capacidad de retención del suelo.
Beneficios y propiedades del kiwi
El kiwi, fruto de la Actinidia deliciosa, es uno de los alimentos que más se emplean en las dietas depurativas, y para beneficiar el aparato digestivo.
Es sumamente rico en vitamina C, y uno de los pocos que contiene vitamina E. Sus propiedades antioxidantes protegen a las células de los radicales libres.
Lo recomiendan para apaciguar el nerviosismo, prevenir el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal.
Es conocido por su efecto laxante, su bajo aporte de calorías y sodio, y su elevada concentración de potasio y agua, componentes que ayudan a regular la presión sanguínea y a normalizar la presión arterial.
Sin embargo, el kiwi está contraindicado para aquellas personas que tienen un estómago delicado, predispuesto a síndromes diarreicos. Tampoco debería ser consumido por pacientes alérgicos a la encima proteolítica, presente también en las piña y en la lechosa.
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