Su facilidad de cultivo le ha dado una popularidad innegable, sin contar la capacidad que tiene de ofrecer flores hermosas y radiantes durante todo el año. El kalanchoe es, sin duda, una planta idónea para la decoración de espacios interiores y exteriores. Con colores exóticos como el rojo, fucsia, naranja y amarillo, y unas hojas carnosas que le ayudan a dosificar el agua, se ha convertido en la favorita de decenas de agrarios que alteran las horas de luz para simular la primavera y provocar una floración permanente. Cualquier lugar iluminado es apto para ella, pero en los jardines rocosos luce más esplendoroso.
El origen del kalanchoe podría estar en Madagascar u otras regiones tropicales de África. Su nombre científico es Kalanchoe blossfediana. Pertenece a la familia Crasulaceae, que agrupa a más de 125 especies en todo el planeta. Se le conoce también como hoja de aire, oreja de burro, siempre viva, hojerilla, ojansín, planta de Goethe y dulcamara.
Características del kalanchoe
La mayoría de los kalanchoes son arbustos perennes. No suelen exceder el metro y medio de altura, a excepción del Kalanchoe beharensis que puede alcanzar los 6 metros.
Se da muy bien en climas cálidos. De manera natural florece entre enero y abril, y reflorece en otoño. Las flores son grandes umbelas que se producen mediante el crecimiento de células en el área interior de los pétalos, que las “obligan” a salir.
Las hojas son verdes con manchas castañas o violetas. Son redondeadas, alternas y tienen una cubierta cérea. Los tallos se desarrollan firmes y erectos con un metro de grosor.
Iluminación y riego del KALANCHOE
El kalanchoe debe recibir por lo menos 12 horas de luz al día, cuidando siempre de no exponerlo a los rayos directos del sol. Las áreas secas son las más beneficiosas para él. En épocas de frío soporta entre 15ºC y 18ºC. Las heladas y las temperaturas más bajas lo perjudican.
El riego del kalanchoe debe ser abundante en verano y escaso en invierno. Se debe prestar atención a la sequedad de la tierra, ya que ese es el principal indicio de que requiere o no un poco más de frescura.
Colocar agua directamente en las hojas no es recomendable. Lo ideal es crear un ambiente húmedo de forma indirecta, situando la maceta sobre un cuenco o un plato mojado.
Se debe secar el compost entre riego y riego, y proporcionarle un drenaje adecuado para que desaparezca el agua sobrante.
Cuidados del kalanchoe
Durante la etapa de florecimiento, se le debe abonar con un fertilizante líquido añadido en el agua de riego, cada 15 o 20 días. De esta manera, las flores serán más duraderas.
También conviene eliminar frecuentemente las hojas y flores dañadas, para garantizar que la planta permanezca saludable por mucho más tiempo. Asimismo, conviene podar las partes viejas que van quedando cerca del suelo para que puedan rejuvenecerse.
Después de la floración, se le debe cambiar de maceta a una de mayores dimensiones.
En caso de notarse podredumbre en la base de los tallos, se debe reducir la humedad y proveer más ventilación.
Multiplicación
La técnica más fácil para promover la multiplicación del kalanchoe es por esqueje. Se debe hacer en primavera, usando brotes de unos 7 u 8 centímetros. Luego de cortarlos, se debe esperar a que cicatricen. Esto ocurre en un lapso de dos a tres días. Pasado ese tiempo, se deben plantar en un suelo con arena y en un sitio que le proporcione una temperatura regular de entre 18ºC y 20ºC. Cuando hayan salido las raíces, se debe proceder al trasplante de manera individual, preferiblemente con una tierra especial para cactus.
Si se quiere, se puede intentar reproducir con las semillas, tratando de mantenerlas bajo techo a una temperatura de 20ºC.
Posibles enfermedades
El kalanchoe puede sufrir varias enfermedades bacterianas como las agallas o cecidias que son protuberancias formadas por la planta como respuesta al ataque de hongos, insectos y artrópodos. También puede desarrollar afecciones virales u otras generadas por la presencia de pulgones o cochinillas que causan la caída de las flores. Lo mejor en estos casos, es solicitar la asesoría de un especialista para la aplicación de químicos insecticidas acordes a las características de la planta.
Lo que sí es normal, es que presente una rugosidad o coloración roja en las hojas durante el invierno. Lo que habría que hacer en estas situaciones, es quitar cuidadosamente las piezas perjudicadas.
Muchas personas se quejan de no lograr la floración. Para que eso suceda, se debe colocar en un sitio fresco en el invierno, con una temperatura mínima de 10ºC y, en primavera, pasarla a un suelo fértil con un aumento progresivo del riego, y de luz solar. Eso hará que florezca. Como dijimos, el personal agrario emplea técnicas especiales para hacer que este proceso ocurra todo el año.
Beneficios y propiedades del KALANCHOE
En países de América Latina, Asia y África es común que se aproveche el kalanchoe como medicina tradicional, puesto que se ha comprobado que contiene propiedades terapéuticas.
Puede ayudar a las personas que sufran de abscesos y tumores, hipertensión, diarrea, inflamación, cólico o heridas profundas. Igualmente, calma los síntomas de esquizofrenia, pánico o miedo.