¿Buscas plantas de gran floración? Las del género delosperma son ideales para ti. La mayoría tienen hojas gruesas que generalmente cuelgan de las macetas. Los tallos son adornados por unas preciosas flores de diversos colores que pueden abarcar casi todo el arbusto.
Las delosperma pertenecen la familia Aizoaceae, y son originarias del continente africano, específicamente de Sudáfrica. El término se deriva de las palabras griegas delos (abierto) y sperma (semilla). En la actualidad hay registros de la existencia de más de 100 especies, entre ellas karooicum, cooperi, pruinosum y tradescantoides.
Características de las delosperma
Las especies del género delosperma poseen ramas que llegan a medir 15 centímetros centímetros de largo, cuando cuelgan. Sus hojas tienen apenas un centímetro de longitud y la intensa tonalidad verdosa, llama la atención de inmediato. Los extremos son adornados por unas pequeñas flores amarillas, violetas o blancas, de un centímetro y medio de diámetro, que brotan con más esplendor entre julio y septiembre.
Se debe tener especial cuidado con la manipulación de las delosperma, ya que los tallos cuentan con pequeñas y molestas espinas.
Para que crezcan y se desarrollen adecuadamente, deben permanecer en semisombra, pues el sol directo podría dañar las hojas. No es apropiado cultivarlas en territorios con temperaturas por debajo de los seis grados centígrados, pues podrían debilitarse hasta morir.
Pasos para el cultivo
El cultivo puede ser por esquejes (pencas o tallos) o por semillas, que se pueden conseguir dentro de las flores.
Para sembrar una delosperma, prepara una maceta con 50% de mantillo de hojas, 40% de arena gruesa y 10% de tierra de jardín. Coloca ahí el esqueje o la semilla (a profundidad de unos 20 centímetros), y luego riega.
Estas plantas deben recibir riegos constantes durante el verano, unas dos o tres veces a la semana. Ellas mismas «avisan» cuando necesitan agua, pues sus hojas se arrugan cuando la tierra está seca. Durante el invierno o primavera, es preciso disminuir el suministro del líquido. Cada 15 días será suficiente, pero aún así conviene prestar atención a sus señales.
En general, las delosperma no requieren de muchos cuidados, sólo los básicos. Un abono con fertilizante cada dos meses, le cae bien y mejora su apariencia.
Ten en cuenta que sus ramas llegan a quedar suspendidas de las macetas, por lo que te sugerimos ubicar este tipo de arbustos en sitios altos para que no sufran daños.
Otros aspectos de interés sobre las delosperma
Las especies del género delosperma no son blanco de bichos, plagas y hongos comunes en la jardinería, así que no debes preocuparte por ello. Otro punto a su favor, es que estas plantas son capaces de adaptarse a casi cualquier tipo de suelo: de textura franca, pedregoso, pobre, seco, arenoso, etc.
Asimismo, el ritmo de crecimiento de las delosperma es bastante rápido, por lo que es casi seguro que en menos de un año ya tengas tu maceta llena de muchas hojas verdes y flores vivaces. También, es de fácil reproducción, por lo que puedes crear tu propio jardín de delospermas. Siempre que el área de siembra esté bien drenado, se mantendrán por mucho tiempo.
Por otro lado, si en tu hogar hay mascotas o niños, podrás tener la certeza de contar con plantas inofensivas. Las pequeñas espinas no causan heridas, tampoco es tóxica y no expulsa bayas que puedan ser consumidas por perros o chicos. Al mismo tiempo, no tendrás que limpiar seguido tu jardín de hojas secas.
Plantas duraderas
La longevidad es otra de las grandes virtudes de las delosperma, ya que pueden perdurar en tu jardín entre 30 y 100 años. Sí, leíste muy bien. Sin duda, esta característica las convierte en plantas predilectas para viviendas y lugares de interés turístico.
Las macetas lucen muy bien tanto en espacios internos como en los externos. Aunque las flores violetas y blancas son las más comunes, se han visto otros tonos muy atrayentes como púrpura y fucsia.
Usos de las delosperma
Algunas delosperma tienen la particularidad de poseer en sus componentes el alucinógeno dimetiltriptamina, un componente que se usa en la preparación de algunos medicamentos.
La especie más común de esta planta es la “cooperi”, que recibe su nombre en honor al botánico James Graham Cooper (1830-1902).
Con ella es posible forman un césped abundante y denso. En ciertas localidades se le llama la alfombra rosa, por el matiz de sus hermosas flores que suelen cubrir casi toda la superficie de plantación. El invierno sus hojas toman un color rojizo, que la hace mucho más atractiva. Para entornos urbanos es excelente.
Estas plantas que se hallaban sólo en África, se han logrado expandir por los cinco continentes, debido a su fácil cultivo y pocos cuidados. En algunas culturas de América, son tratadas con mucho respeto porque se les relaciona con la feminidad y la abundancia. Más allá de eso, sólo es habitual su uso ornamental, por lo que no es conveniente ingerirla en tés u otras infusiones.
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