En el mundo existen poco más de 300 mil especies de plantas vasculares. Tienen tejidos lignificados para conducir agua y minerales por todo su «organismo». Se componen de raíz, tallo y hojas. En este grupo se ubican las Pteridófitas, las cuales se multiplican por esporas, y las espermatófitas que se subdividen en gimnospermas y angiopersmas. Las primeras son unisexuales y las segundas hermafroditas. Se les conocen también como plantas superiores o cormófitas.
No se han descubierto datos que revelen con exactitud cuándo surgieron o cómo evolucionaron las plantas vasculares. No obstante, hay indicios que han orientado a muchos estudiosos a plantearse diversas hipótesis sobre ese aspecto.
Se han encontrado restos fosilizados de meiosporas triletas con paredes delgadas, característica de las plantas vásculares, en capas de tierra del cámbrico, provenientes del antiguo bloque continental “Gondwana”. Sin embargo, los vestigios de plantas con órganos vasculares más desarrollados, al parecer se hallaron en el silúrico, hace unos 420-430 millones de años.
Los fósiles detectados eran de Cooksonia, un género de planta que ya no existe. Se dice que fueron de los primeros en originarse en la Tierra. Contaban con una anatomía vascular bastante simple, compuesta de ejes verticales ramificados y divididos en dos, una estructura de esporas terminales, y tubos de circulación de fluidos.
Órganos fundamentales de las Plantas Vasculares
En el desarrollo del embrión, la raíz es lo primero que se forma. Rompe las cubiertas de las semillas y crece empujada por la fuerza de la gravedad. La raíz está compuesta por cuello, región desnuda, zona pilífera, zona de crecimiento y cofia o piloriza.
En las plantas vasculares las raíces se ubican debajo de la superficie del suelo. Pueden ser aéreas o de aireación, es decir, que van creciendo sobre el suelo o sobre el agua.
Las cuatro funciones primordiales de una raíz son la absorción de agua y nutrientes inorgánicos, el anclaje del cuerpo de la planta a la tierra y su soporte, el almacenamiento de alimentos y nutrientes, y finalmente la reproducción vegetativa y competencia con otras plantas.
El tallo, otro órgano característico de las plantas vasculares, se desarrolla en sentido inverso de la raíz, venciendo la fuerza de la gravedad. Está compuesto por yemas y hojas, y mantiene a las flores y frutos lejos del suelo, para que éstos tengan mejor crecimiento, aunque hay ciertos casos que el tallo se encuentra subterráneo, ejemplo tubérculos, bulbo, entre otros.
La función del tallo es de brindar sostén y conducción. De hecho, ésta es la característica principal de estos organismos: toman el protagonismo del sistema de conducción.
Sistema de circulación
El sistema de circulación es el responsable del flujo de líquidos y nutrimentos por todo el organismo, conectando las hojas con las raíces y viceversa. Este sistema está conformado por un tejido especializado interconectado con las hojas, raíces y tallo, que se denomina Xilema y Floema.
Las plantas vasculares poseen dos tejidos de transporte. Uno de ellos es el Xilema, cuyo «trabajo» es trasladar el agua de las raíces a brotes y hojas, además de llevar algunos nutrientes. A nivel etimológico, la palabra xilema se deriva del vocablo griego xylon, que se traduce como madera. El término fue introducido en 1858.
El floema es el otro tejido vegetal de transporte de estas plantas. Se encarga de los compuestos orgánicos solubles fabricados durante la fotosíntesis, y conocidos como fotosintatos. Se trata particularmente del azúcar sacarosa, que va a través de éste hacia el resto de las partes de la planta. Este proceso se denomina translocación.
Tejidos Fundamentales en las Plantas vasculares
- Epidermis: Es una capa de células que cubre las hojas, flores, raíces y tallos de las plantas. Conforma el límite entre la planta y el entorno externo. La epidermis cumple varias funciones: Evita la pérdida de agua, regula el intercambio de gases, secreta compuestos metabólicos y (especialmente en las raíces) absorbe el agua y los nutrientes minerales.
- Esclerénquima: Es el tejido que hace que la planta sea dura y rígida. Sirve para el soporte de la traqueofita. Sus paredes celulares consisten en celulosa, hemicelulosa y lignina. Las células esclerénquima son las principales células de soporte en los tejidos vegetales.
- Colénquima: Está compuesta de células alargadas con paredes engrosadas irregularmente. Proporcionan apoyo estructural, particularmente en el crecimiento de brotes y hojas. El tejido de Collenchyma compone cosas como los filamentos elásticos en los tallos de apio. Las células de Collenchyma usualmente están vivas y sólo tienen una pared celular primaria gruesa compuesta de celulosa y pectina.
- Meristemos: Los tejidos meristemáticos dan lugar a varios órganos de la planta y mantienen a la planta en crecimiento. Hay tres tipos de tejidos meristemáticos: apicales (en las puntas), intercalares (en el medio) y laterales (en los lados).
- Parénquima: Constituye el tejido de «relleno» en las partes blandas de las plantas. Forma, entre otras cosas, la corteza y la médula de los tallos, la corteza de las raíces, el mesófilo de las hojas, la pulpa de las frutas y el endosperma de las semillas.
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