Son árboles frutales todos aquellos que a partir del óvulo maduro de su flor producen frutos carnosos o secos, aptos para el consumo humano. En el interior de estos frutos se encuentran una o varias semillas y sus características varían según el tipo de árbol. Sin embargo, para hablar de esta clasificación es imperativo distinguir primero las partes de un fruto. Comencemos por decir que todo fruto carnoso tiene una capa llamada Exocarpo, conocida como piel o concha; seguida del Mesocarpo, que viene a ser la carne o pulpa; y finalmente el Endocarpio o hueso, donde se halla la o las semillas. Esta estructura tiene ligeras variaciones de acuerdo al fruto. En los hesperidios como la naranja, por ejemplo, hay materia carnosa entre el endocarpio y las semillas.
tipos de Árboles frutales
Aunque existen miles de árboles frutales, éstos pueden clasificarse en cuatro grandes grupos:
- Los que producen frutos tipo drupa carnosos, y encierran sus semillas en un hueso duro, entre ellos el cerezo, el ciruelo, el melocotonero, el mango y el olivo.
- Los productores de los llamados frutos pomo, también carnosos, pero que guardan sus semillas en un endocarpio coriáceo, como el manzano y el nisperero.
- Árboles frutales exóticos, con frutos tiernos y una estructura muy diversa. En este renglón entran los productores de cítricos como las mandarinas, los limones y las naranjas; las higueras y las papayas.
- Árboles con frutos secos que encierran en una dura cáscara su comida, tales como el avellano, el castaño, la haya y el roble, los cuales producen avellanas, castañas, hayucos y bellotas.
cultivo de árboles frutales
Para plantar árboles frutales debe estudiarse el terreno, asegurarse de que contará con el espacio suficiente para permitirle desarrollar sus raíces y favorecer el crecimiento de sus ramas, sin afectar aceras, calzadas o edificaciones. La distancia prudente es de uno a dos metros entre ellos y dichas construcciones, pero esto puede aumentar dependiendo de la frondosidad y característica del árbol.
En el caso de los árboles frutales enanos, que maduran a unos dos metros y medios de estatura, es más sencillo porque pueden ser cultivados en espacios más reducidos, garantizando el mantenimiento y su cosecha.
Otro punto importante a considerar es la luz, pues la mayoría de los árboles frutales necesitan luz solar directa durante al menos seis horas al día. Seguido de esto está el clima, ya que todas las especies requieren de las llamadas horas de frío para dar frutos en excelentes condiciones.
En cuanto a su poda, debe hacerse anual y no tiene por qué ser un trabajo complicado. Basta con limpiar y estilizar. En invierno puede hacerse mucho más fácil porque estarán sin mucho follaje. Se recomiendan tijeras bien afiladas y desinfectadas, para cortes limpios y saludables.
Es fundamental permanecer atentos al posible ataque de plagas. La sugerencia es implementar un buen programa de fertilización al momento del cultivo y a partir de allí garantizar el abono con altas dosis de nutrientes, con lo cual se prevendrá la aparición de microorganismos que puedan dañar la planta y sus frutos.
Sea para uso doméstico o comercial, es esencial solicitar la ayuda de especialistas o consultar textos que puedan orientar sobre los procesos para la plantación de cada una de las especies de árboles frutales y la posterior recolección de los frutos.
Árboles frutales Ideales para la casa
Poder tener árboles frutales en casa es una bendición. No faltará la comida y el espacio se verá mucho más lindo, con aromas muy agradables. No son procedimientos tan fáciles, pero tampoco imposibles. Algunas de las alternativas son:
- Aguacate: Crece alto y su sombra puede ser favorecedora en verano. Además, su fruto es delicioso, rico en fibras y grasas saludables, reduce el colesterol y sirve de antinflamatorio. Puede ser cultivado a partir del hueso del fruto. Se lava y con la ayuda de palillos se sostiene sobre un vaso con agua hasta tanto broten las raíces. Posteriormente se coloca en la tierra y surge el árbol.
- Manzano: Es compatible con las bajas temperaturas y para cultivarlo es necesario extraer las semillas del fruto. El procedimiento es simple: se colocan sobre una servilleta o toalla de papel, se envuelven y humedecen, se disponen luego en una bolsa plástica y se espera a que germinen. Al tener raíces pueden plantarse a unos 5 o 6 centímetros de la superficie. Tarda un poco, pero a la final crece.
- Melocotón: Para tener uno de estos bellos árboles frutales se amerita abrir su hueso y extraer la almendra que lleva dentro, sembrarla a unos 7 centímetros de profundidad y esperar a que crezca. Lo hace muy rápido.
- Limonero: “Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada” y también a aprovechar sus semillas para obtener nuevos árboles frutales. Las semillas deben lavarse, abrirse un poco, y colocarse en un pequeño envase con tierra y agua, y dejar pasar unos 15 o 20 días. Al crecer deberá ser trasplantada a una maceta o directamente al suelo.
- Cerezo: Cultivarlo lleva un poco mas de trabajo pero vale la pena. Hay que separar la pulpa del hueso, rasparlo un poco, colocarlo en un envase plástico cubierto por una toalla de papel previamente humedecida, introducir ese envase en el refrigerador o en una habitación fría, y aguardar a que germine. Cuando eso suceda podrá ser plantado en el jardín.
Datos curiosos
El coco es una drupa producida por una palmera, y la “carne” blanca que todos comen es en realidad la reserva alimentaria de su semilla, llamada endosperma.
La pomología es la ciencia que estudia los árboles frutales y todo lo referente a su cultivo.
El manzano es uno de los árboles frutales más antiguos del que se tiene conocimiento. En la religión católica representa el fruto del pecado.
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