Sechium edule, es el nombre científico con el que se conoce a la chayotera, una planta de la familia de las cucurbitáceas, cuyo fruto el chayote. Otras plantas de la misma familia, para que nos hagamos una idea, son el melón, la sandía y el pepino.
Esta planta es muy apreciada por su fruto, el chayote, al que se le adjudican importantes propiedades nutritivas. Es originaria de América y los principales centros de cultivo se encuentran en México, Costa Rica y Guatemala, pero su cultivo se extiende hasta Argentina. Fue durante la conquista española a América, que la chayotera pasó del otro lado del océano y en la actualidad podemos encontrar cultivos en Italia, India y China.
Características de la planta de chayote
Esta es una planta de las conocidas como rastreras o trepadoras, tiene características robustas en sus tallos y llega a medir hasta 10 metros de longitud. Sus hojas son lobulares y alcanzan los 20 cm, una de las particularidades de las hojas de la chayotera es que presenta en el anverso una tupida pilosidad que le otorga propiedades adherentes.
Las flores de la planta de chayote son unisexuales, siendo las masculinas de color amarillo claro y se presentan en agrupadas en inflorescencias racemosas, mientras que las femeninas son de color verde.
¿Cómo es el fruto?
El chayote, es decir el fruto de la Sechium edule, es similar a una pera grande. La tonalidad de su piel puede variar entre el verde oscuro y el amarillo pálido. Algunas especies de chayote pueden presentar espinas en su piel, por lo que, en México, los Aztecas la conocían con el nombre de calabaza espinosa.
La pulpa del fruto se presenta en una coloración blanquecina y en el centro posee una única semilla de forma plana y lisa, rodeada de una formación fibrosa.
Existen profundas diferencias de comportamiento en las plantas de chayotera, ya que las variedades que crecen de manera silvestre actúan en cuanto a sus frutos de manera diferente a las especies cultivadas. Estas últimas florecen en primavera y producen los frutos durante el verano, mientras que las silvestres florecen desde la primavera hasta el comienzo del invierno y muestra sus frutos desde fines del verano hasta los principios del invierno. Los frutos de las especies que crecen de manera silvestre son más grandes y de color verde más oscuros que sus familiares cultivadas.
¿Para qué se utiliza el chayote?
El cultivo de la chayotera es, fundamentalmente, por el uso que su fruto tiene en el consumo humano, su utilización como una hortaliza es común sobre todo en América Central, donde, como ya hemos mencionado, están los principales centros de cultivo.
El chayote se consume hervido o bien puede prepararse frito, de la misma manera que se hace con la mandioca. Se utiliza, también, como un espesante para la comida de los bebés.
En algunas regiones, no sólo sus frutos se consumen, la parte donde las raíces forman tubérculos, se consumen de manera similar a las patatas. Las hojas tiernas de la chayotera se pueden preparar en ensaladas.
Propiedades del chayote
El fruto de la chayotera es un excelente depurativo, fundamentalmente facilitando la micción, lo que permite una importante eliminación de toxinas a través de la orina. Se recomienda fortalecer el consumo de chayote ante cada cambio de estación para facilitar este proceso depurativo.
Este fruto posee una importante cantidad de minerales, sobre todo potasio y zinc, que favorecen la formación de enzimas y colaboran en los procesos metabólicos de proteínas e hidratos de carbono. El zinc en particular es un mineral importante en la formación de huesos y dientes, 100 g de chayote aportan los valores diarios requeridos de este mineral.
El chayote posee 7 de los 9 aminoácidos esenciales que el organismo necesita en el proceso de formación de proteínas. Recordemos que las proteínas intervienen, entre otras cosas, en la formación de enzimas, hormonas y neurotransmisores.
Cómo cultivarlo
Esta planta debe cultivarse en suelos que permitan un riego adecuado ya que necesita abundante agua, pero es aconsejable que el suelo posea un buen drenaje para evitar la acumulación del agua excedente.
Por su origen en climas tropicales, es importante que el cultivo de la chayotera se realice en lugares donde reciba abundante sol de la mañana y al ser una planta trepadora y rastrera, se aconseja que a su alrededor existan árboles de donde pueda asirse, además estos árboles le proporcionarán una sombra adecuada.
En su variedad silvestre, la reproducción se produce cuando el fruto cae al suelo y al descomponerse, sus semillas comienzan a desarrollar raíces. En cambio, para las variedades cultivadas, se seleccionan algunos frutos que deben guardarse en un lugar oscuro y húmedo. Esto provoca que nazcan yemas que darán lugar a hojas nuevas que son de fácil germinación una vez trasplantadas, sólo hay que esperar que alcancen los 20 a 25 cm para realizar esta tarea.