Conocida como flor de la pasión, maracuyá o burucuyá, la pasionaria es una planta trepadora, típica de los climas tropicales y subtropicales de América. Su cultivo se extiende por Centroamérica y por la mayoría de los países de América del Sur. Sus frutos y sus flores son apreciados y se les adjudica propiedades medicinales como sedante natural. También, a partir de sus frutos se elaboran mermeladas y conservas muy apreciadas por su delicado sabor. Su nombre científico es Passiflora caerulea. Existen, aproximadamente, 450 especies de este género.
Conociendo a la pasionaria, sus características
Se considera a la pasionaria como una enredadera, con características leñosas. Si dispone de árboles cerca o algún tipo de soporte, la pasionaria puede llegar a trepar hasta los 20 metros de altura.
Sus hojas son alternas y palmadas. En general presentan cinco lóbulos, aunque algunas variedades pueden presentar 7 lóbulos. Miden unos 10 a 18 cm de longitud y ancho. En la base de cada hoja, esta planta presenta un zarcillo flagelado y enroscado de 10 cm de largo. Estos zarcillos son los que le permiten asirse de otras plantas y soportes para trepar.
La flor es compleja y con características muy particulares que la destacan por su belleza. Mide unos 10 cm de diámetro, posee 5 sépalos y pétalos que son de apariencia similar, blancuzcos y sobre montados a partir de una corola de filamentos azules o violáceos, 5 estambres verde amarillentos, 3 estigmas purpúreos. En las regiones de climas tropicales, la pasionaria florece durante todo el año.
El fruto de la pasionaria es una baya oval de color naranja amarillenta. Mide 6 cm de largo por 4 cm de diámetro, En su interior, junto a una abundante pulpa, contiene numerosas semillas. Para muchos mamíferos y aves, los frutos de la pasionaria constituyen su principal alimento, de esta manera contribuyen a esparcir sus semillas.
Usos y propiedades de la pasionaria
Los flavonoides que contiene la pasionaria producen un efecto sedante sin crear estados depresivos, por eso es recomendada para todo tipo de afecciones vinculadas con el sistema nervioso. Para ello se prepara una infusión a partir de plantas secas de pasionaria.
Los laboratorios han desarrollado diversos medicamentos, a partir de la pasionaria, que cumplen un rol sedativo, aunque se considera que entre sus propiedades está la de mejorar el sistema circulatorio.
El fruto de esta planta puede consumirse solo como cualquier otra fruta, aunque su sabor es un poco desabrido, de allí que muchos prefieran disfrutarlo en zumos. En algunas regiones se elaboran mermeladas a partir del fruto. Es rico en vitaminas A, b y C y su bajo contenido graso lo hace apto para aquellas dietas destinadas al tratamiento del colesterol.
Cultivo de pasionaria
El cultivo de esta planta puede hacerse tanto por acodos como por semillas. Para hacerlo de esta última manera, debemos tener en cuenta algunos pasos para lograr plantas saludables, con frutos y flores de excelente calidad.
Algunos especialistas recomiendan adquirir semillas certificadas, que pueden comprarse en viveros. Pero, recordemos que también podemos obtener las mismas a partir de los frutos, en cuyo interior son abundantes.
El primer paso que debemos dar es cubrir las semillas con agua. De esta manera las ablandaremos, facilitando la germinación. Es conveniente dejar bajo el agua, las semillas, 3 o 4 días. Transcurrido este tiempo, debemos lavar bien las semillas para eliminar la capa mucilaginosa que se ha formado durante el tiempo que estuvieron sumergidas en el agua. Como acción complementaria, podemos tratarlas con un fungicida.
Plantaremos nuestras semillas, una vez tratadas, en un semillero, colocando encima de ellas una fina capa de tierra. Luego regamos de forma adecuado y colocamos el semillero en un lugar con sombra y cuidando de mantener la humedad de la tierra de manera constante.
Las semillas de pasionaria comenzarán a germinar unos 20 días después de plantadas. Cuando las plántulas tengan una altura de 10 cm podemos trasplantarlas a su lugar definitivo. Para esta labor, retiramos las plántulas del semillero y las colocamos individualmente en una bolsa apta para plántulas, colocando un poco de fertilizante orgánico.
El suelo donde estarán de manera definitiva nuestras plantas de pasionaria, debe ser previamente trabajado para eliminar hierbas y malezas. Haremos un pequeño agujero donde colocaremos fertilizante orgánico y colocaremos las plantas, cubriendo sus raíces. Los suelos más adecuados son aquellos profundos, bien drenados y con abundante materia orgánica.
Riego y poda
La pasionaria necesita un volumen anual de 800 a 1500 litros. Si este no es provisto por el régimen anual de lluvias, debe ser completado por acciones de riego. Recordemos que estas plantas necesitan conservar, de manera permanente, una humedad adecuada del suelo.
La poda del maracuyá se realiza eliminando las ramas inferiores, hasta un metro de altura. Con el tiempo podemos ir dejando sólo algunas ramas principales, favoreciendo los brotes trepadores.
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