Passifloraceae 3
Maracuyá
Maracuyá, parcha, parchita y chinola son los nombres populares de una fruta originaria de las zonas tropicales de Centro y Suramérica, especialmente de la región amazónica, con alta probabilidad de origen en Brasil.
El término maracuyá fue incorporado a las lenguas europeas a través del portugués, derivado de la palabra guaraní mburucuja, que significa “hamaca de dípteros”. Este nombre hace referencia a los insectos que suelen rodear la fruta para alimentarse de su dulce néctar, lo que refleja la relación ecológica entre la planta y su entorno.
El sabor característico y la versatilidad culinaria de su fruto, junto con el atractivo ornamental de sus flores, han impulsado su cultivo en diversas regiones fuera de América. Actualmente, la maracuyá se siembra con éxito en países como Estados Unidos e Israel, así como en el archipiélago malayo y la Polinesia. También ha sido introducida y adaptada con buena aceptación en Hawái, Australia, varias islas del Pacífico Sur, Kenia, Uganda, Sri Lanka, India y Sudáfrica, gracias a su capacidad de crecer en climas tropicales y subtropicales.
La planta es una enredadera o bejuco trepador que puede alcanzar hasta 9 metros de altura en condiciones climáticas favorables. Sin embargo, su longevidad suele ser limitada, generalmente no superando los diez años. Su tallo es rígido y fibroso, lo que le permite sostenerse al trepar sobre otras plantas o estructuras. Las hojas son alternas, perennes y de un intenso color verde oscuro, que contribuye a su atractivo visual.
Durante las etapas iniciales de crecimiento, la maracuyá presenta hojas enteras, no lobuladas, que evolucionan hacia hojas trilobuladas a medida que la planta madura. Esta característica es común en las enredaderas del género Passiflora. Además, sus raíces suelen ser superficiales, lo que requiere un suelo bien aireado y con buen drenaje para un desarrollo óptimo.
Características de la Maracuyá
El maracuyá es un fruto aromático notable por su cáscara dura y lisa que, al madurar, adquiere una textura rugosa característica. Su forma puede variar entre redonda y ovalada, con un tamaño que oscila entre 4 y 10 cm de diámetro. En el interior, contiene una pulpa viscosa de color amarillo intenso, repleta de pequeñas semillas negras comestibles.
El sabor de la maracuyá combina notas dulces con un toque ácido, lo que le confiere un perfil gustativo refrescante y complejo, muy apreciado en la preparación de jugos, postres y salsas. Además, su aroma es intenso y fragante, lo que contribuye a su popularidad en diversas culturas culinarias.
Esta fruta pertenece a la familia Passifloraceae y se cultiva principalmente en regiones tropicales y subtropicales de América, como Brasil, Colombia, Perú y Ecuador, aunque hoy en día también se encuentra en otras zonas cálidas del mundo. La maracuyá no solo destaca por su sabor, sino también por su valor nutricional, ya que es rica en vitamina C, fibra dietética y antioxidantes.
Flor
La flor del maracuyá destaca por su singularidad y belleza. Presenta un color blanco predominante, acompañado de tonos rojizos, aunque existen diversas variedades que varían desde un rojo intenso hasta un azul pálido o morado. Sus dimensiones oscilan entre cinco y diez centímetros, lo que le confiere una apariencia llamativa y delicada.
Su exótica belleza no ha pasado desapercibida, pues fue elegida como Flor Nacional de Paraguay, donde simboliza la riqueza natural del país. Una de las variantes más emblemáticas es la flor de color violeta púrpura, que tiene una gran relevancia durante la Semana Santa cristiana debido a su asociación simbólica.
De hecho, la apariencia única de esta flor llamó la atención de los conquistadores españoles, quienes, impresionados por sus características, la denominaron fruto de la pasión. Este nombre hace referencia a una interpretación simbólica de los órganos reproductores de la flor, que se relacionaron con los elementos de la pasión de Cristo, un motivo por el cual el término se mantiene vigente en varios países de habla hispana.
Variedades de Maracuyá
Existen numerosas especies dentro de la familia de las pasifloras que producen maracuyá, aunque se destacan principalmente tres variedades por su relevancia comercial y características distintivas.
- Passiflora edulis f. flavicarpa: Esta variedad produce frutos de color amarillo intenso y es una de las más abundantes y comercializadas a nivel mundial. Es especialmente apreciada por su sabor dulce y su alto contenido de jugo, lo que la convierte en la base de muchas bebidas y productos derivados.
- Passiflora edulis f. edulis: Conocida por su fruto más pequeño y de tonalidad morado púrpura, esta variedad es muy demandada en mercados occidentales, especialmente en Estados Unidos, debido a su color vibrante y sabor más ácido y aromático. Este maracuyá es valorado tanto para consumo fresco como en la elaboración de jugos y postres.
- Passiflora ligularis: Popularmente llamada granadilla, esta variedad presenta un fruto de color naranja intenso o dorado, salpicado con pequeñas manchas blancas. Su pulpa es dulce y suave, con una textura diferente a las otras variedades, siendo muy apreciada en la gastronomía local de países andinos.
Todas estas variedades comparten un proceso común: inicialmente sus frutos son de color verde y, a medida que maduran, adquieren sus colores característicos, momento en el cual alcanzan su máximo sabor y están listas para el consumo. La maduración no solo afecta el color, sino también el aroma y la textura, factores clave para determinar la calidad del maracuyá.
Propiedades del Maracuyá
El maracuyá es una fruta que destaca por su riqueza en nutrientes, lo que le confiere múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Entre sus principales beneficios destacan:
- Fibra: Tanto las semillas como la pulpa del maracuyá contienen un alto contenido de fibra dietética y agua, lo que favorece el tránsito intestinal y ayuda a combatir el estreñimiento. Además, la fibra contribuye a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre, promoviendo la salud cardiovascular y metabólica.
- Antioxidantes: El maracuyá es una fuente importante de vitaminas A y C, potentes antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres en el organismo. Esto fortalece el sistema inmunológico, protege las células del daño oxidativo y puede reducir el riesgo de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.
- Flavonoides: Estos compuestos bioactivos presentes en el maracuyá tienen propiedades antiinflamatorias y cardioprotectoras. Los flavonoides contribuyen a mejorar la circulación sanguínea y a prevenir enfermedades del corazón mediante la reducción de la inflamación y el estrés oxidativo.
- Hierro: El maracuyá contiene una cantidad significativa de hierro, un mineral esencial para la formación de glóbulos rojos y la prevención de la anemia. Su consumo regular puede ayudar a mantener niveles adecuados de este mineral, especialmente en personas con riesgo de deficiencia.
Además de estos nutrientes, el maracuyá aporta otros minerales como potasio y magnesio, que ayudan a mantener el equilibrio electrolítico y la función muscular. También contiene pectina, una fibra soluble que contribuye a una mejor digestión y a la regulación del colesterol.
Beneficios de la Maracuyá
- Al ser un alimento bajo en calorías y grasas, la maracuyá es ideal para incluir en dietas orientadas a la pérdida de peso saludable.
- Su consumo contribuye a regular la presión arterial y a mantener niveles adecuados de colesterol, favoreciendo la salud cardiovascular.
- Gracias a sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, ayuda a aliviar dolores musculares y cefaleas, además de promover la relajación para combatir el estrés.
- Posee efectos calmantes que resultan beneficiosos para personas que padecen ansiedad, insomnio o artritis reumatoide.
- Actúa como un diurético natural, facilitando la eliminación de toxinas y apoyando el buen funcionamiento del sistema urinario.
- Es especialmente recomendado para deportistas y personas con fatiga o depresión, ya que su contenido de carbohidratos y azúcares naturales proporciona un aumento de energía y mejora el estado de ánimo.
- Contiene compuestos con propiedades antibacterianas que ayudan a proteger el organismo contra diversas infecciones.
La maracuyá se consume generalmente cruda, sin necesidad de cocinarla ni retirar sus semillas, lo que facilita su ingesta directa una vez abierta la fruta. Además, es un ingrediente versátil que se emplea en una amplia variedad de preparaciones, como ensaladas de frutas, mermeladas, batidos, jugos naturales y postres. Entre estos últimos, destaca el pie de parchita, una receta tradicional muy apreciada en numerosos países por su sabor único y refrescante.
Pasiflora
Passiflora incarnata es el nombre científico de una planta trepadora perenne, caracterizada por su rápido crecimiento y su capacidad para adaptarse a diversos climas. Pertenece al género Passiflora, cuyo nombre proviene del latín passio (pasión) y floris (flor), haciendo referencia simbólica a la “flor de la pasión”. Esta planta es conocida popularmente como pasiflora, flor de la pasión, parchita, pasionaria y maracuyá, entre otros nombres regionales.
Además de sus múltiples aplicaciones en la salud y la cosmética, la Passiflora incarnata es muy valorada en la jardinería ornamental por la belleza única y exótica de sus flores, que presentan una estructura compleja y colores vibrantes que atraen a polinizadores como abejas y mariposas. Sus flores pueden variar en tonalidades que van desde el blanco hasta el azul intenso, con detalles lilas y púrpuras, lo que añade un toque distintivo y elegante a cualquier espacio verde.
Esta planta también es conocida por sus frutos comestibles, llamados maracuyás o frutas de la pasión, los cuales son apreciados tanto por su sabor dulce y ácido como por sus propiedades nutritivas y medicinales. En la medicina tradicional, la pasiflora se utiliza para tratar problemas de ansiedad, insomnio y otros trastornos nerviosos, gracias a sus compuestos naturales con efectos sedantes y relajantes.
Su cultivo es relativamente sencillo, ya que prefiere suelos bien drenados y exposición solar parcial o directa, lo que la hace una opción atractiva para jardineros aficionados y profesionales que buscan plantas de rápido desarrollo y alto impacto visual.
Características de la Pasiflora
La pasiflora es una planta trepadora que puede alcanzar hasta ocho metros de longitud, destacándose por sus múltiples bifurcaciones que le permiten extenderse y cubrir grandes áreas. Sus hojas presentan una forma palmeada, divididas en varios lóbulos segmentados en finos óvalos, lo que le confiere un aspecto delicado y ornamental.
Una de las características más distintivas de la pasiflora son sus grandes y vistosas flores, que emiten un aroma agradable y atraen a polinizadores como abejas y mariposas. Estas flores están compuestas por cinco pétalos que pueden variar entre tonos crema y rojo intenso, acompañados de filamentos de color púrpura que crean un contraste visual impactante. En el centro de la flor se disponen los estambres y estigmas, elementos reproductivos que permiten la formación del fruto.
Además de su valor estético y ecológico, algunas especies de pasiflora poseen frutos comestibles, conocidos comúnmente como maracuyá o fruta de la pasión, que son apreciados por su sabor dulce y propiedades nutricionales.
Fruto de la Pasiflora
El fruto de la pasiflora es ovalado, brillante y presenta una piel inicialmente verde que se torna amarilla al madurar. Su pulpa es rojiza, carnosa, jugosa y comestible, con numerosas semillas negras recubiertas por una capa gelatinosa. Este fruto es muy valorado en la gastronomía para la preparación de jugos, batidos, postres, aderezos para ensaladas, mermeladas, licores y otras elaboraciones culinarias, gracias a su sabor dulce y ligeramente ácido.
Además de su atractivo sabor, el fruto de la pasiflora posee importantes propiedades medicinales, al igual que la planta y sus flores. Su bajo contenido en grasas lo convierte en un alimento ideal para dietas destinadas a la pérdida de peso. También es apreciado por su aporte nutricional, ya que contiene una gran cantidad de minerales esenciales como calcio, hierro y fósforo, así como vitaminas A, B, C y niacina. Esta última es especialmente relevante porque contribuye a la regulación de los niveles de colesterol en el organismo.
Dependiendo de la región, este fruto es conocido con distintos nombres, siendo “parcha” y “maracuyá” los más comunes. Su versatilidad y beneficios para la salud lo han convertido en un ingrediente tradicional en muchas culturas, donde se utiliza tanto con fines alimenticios como terapéuticos.
Hábitat y Distribución
La pasiflora es originaria del centro de América, especialmente de México y del sur de Estados Unidos, donde su hábitat natural se caracteriza por un clima tropical y subtropical. Debido a su adaptabilidad y facilidad de cultivo, esta planta se ha extendido a diversas regiones del mundo con climas similares.
Desde tiempos antiguos, la pasiflora ha estado presente en territorios del antiguo Imperio Inca, hoy Perú, y es común encontrarla en países como Brasil, las Antillas y otras zonas de América Latina. Su capacidad para crecer en diferentes tipos de suelos y climas cálidos la ha convertido en una especie muy valorada tanto por su belleza ornamental como por sus usos medicinales y alimenticios.
En la actualidad, la pasiflora se cultiva también en regiones de Asia, África y Europa, adaptándose con éxito a climas templados, siempre que se cuente con suficiente humedad y protección contra heladas severas. Este amplio rango geográfico refleja la importancia cultural y económica de la planta en diversas comunidades alrededor del mundo.
Beneficios de la Pasiflora
La pasiflora, además de ser un arbusto utilizado en la decoración de jardines, es ampliamente reconocida por sus propiedades medicinales naturales. Se emplea tradicionalmente para tratar el insomnio, las alteraciones nerviosas, problemas circulatorios e hipertensión arterial. Sin embargo, sus beneficios van más allá, abarcando diversas aplicaciones terapéuticas debido a su composición rica en flavonoides, alcaloides y otros compuestos bioactivos.
Entre las principales propiedades de la pasiflora destacan:
- Espasmolítico: Alivia las contracciones musculares involuntarias, lo que la hace útil para tratar calambres y dolores musculares relacionados con tensiones o estrés.
- Ansiolítico: Actúa sobre el sistema nervioso central, reduciendo los síntomas de ansiedad, nerviosismo y estrés, sin causar dependencia ni efectos secundarios graves.
- Calmante y sedante: Se utiliza como relajante natural para mejorar el descanso y la calidad del sueño, sin provocar depresión del sistema nervioso ni somnolencia excesiva. Gracias a su perfil de seguridad, puede emplearse incluso en niños bajo supervisión médica.
- Analgésico: Ayuda a aliviar diversos tipos de dolor, como cefaleas, molestias musculares, y dolores hepáticos o renales, sin causar irritación ni riesgo de adicción.
- Relajante del sistema nervioso: Posee un efecto equilibrado que no genera somnolencia ni disminución de la capacidad cognitiva, permitiendo realizar las actividades diarias con normalidad. Además, no induce estrés ni efectos rebote una vez que su efecto desaparece.
Adicionalmente, estudios preliminares sugieren que la pasiflora podría tener efectos beneficiosos en la regulación del ritmo cardíaco y en mejorar la circulación sanguínea, contribuyendo a la reducción de la presión arterial. Por ello, se recomienda su uso como complemento en tratamientos naturales para problemas cardiovasculares, siempre bajo supervisión médica.
Composición y Propiedades
La pasiflora es una planta reconocida por sus múltiples beneficios para la salud, los cuales se atribuyen a diversos compuestos presentes principalmente en sus hojas, flores y pulpa. Entre los componentes más destacados se encuentran:
- Calcio: Este mineral es fundamental para la función nerviosa y muscular, y se ha demostrado que ayuda a reducir la intensidad y frecuencia de las crisis de ansiedad, promoviendo un efecto relajante en el sistema nervioso.
- Vitamina C: Conocida por sus propiedades antioxidantes, la vitamina C contribuye a disminuir los niveles de estrés al proteger las células del daño oxidativo y mejorar la respuesta inmunológica.
- Niacina (Vitamina B3): Esta vitamina del complejo B tiene efectos calmantes y es esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso, ayudando a regular el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
- Alcaloides: Los alcaloides presentes en la pasiflora, como la harman y la pasiflorina, ejercen un efecto sedante y ansiolítico, favoreciendo una sensación de bienestar y felicidad.
- Beta carotenos: Como precursores de la vitamina A, los beta carotenos poseen propiedades antioxidantes que contribuyen a la protección celular y también desempeñan un papel en la reducción del estrés oxidativo.
Además de estos compuestos, la pasiflora contiene flavonoides y otros fitocompuestos que potencian sus efectos relajantes y pueden ser útiles en el tratamiento de trastornos del sueño, ansiedad leve y otras afecciones relacionadas con el sistema nervioso. Por ello, es común su uso en infusiones y suplementos naturales destinados a mejorar la calidad del descanso y el equilibrio emocional.
Contraindicaciones
Por precaución, los expertos desaconsejan el consumo de pasiflora durante el embarazo y la lactancia. Aunque esta planta contiene pocos alcaloides, posee compuestos que pueden resultar potencialmente tóxicos en dosis elevadas, pudiendo causar contracciones uterinas que representen riesgos para el desarrollo del feto. Asimismo, no se recomienda su administración en exceso a niños menores de seis años, debido a la sensibilidad de su sistema nervioso.
En caso de someterse a una cirugía, es fundamental suspender el consumo de pasiflora al menos dos semanas antes del procedimiento. Esto se debe a que la planta actúa sobre el sistema nervioso central y podría interferir con la anestesia o afectar la recuperación postoperatoria.
Además, se debe evitar la ingesta simultánea de pasiflora con medicamentos sedantes y ansiolíticos sintéticos, como lorazepam, fenobarbital, clonazepam, entre otros. La combinación puede potenciar los efectos depresores del sistema nervioso, aumentando el riesgo de somnolencia excesiva, desorientación o incluso intoxicación. Por esta razón, las personas sensibles a los sedantes deben abstenerse de conducir vehículos o manejar maquinaria pesada durante al menos dos horas después de consumir pasiflora.
Historia de la Pasiflora
Según relata la historia, el médico español Nicolás Monardes, originario de Sevilla, se sintió profundamente conmovido y culpable por la conquista del Perú realizada por Francisco Pizarro aproximadamente veinte años antes. En busca de un símbolo que reflejara la supuesta bendición divina sobre ese acontecimiento, Monardes exploró las cordilleras peruanas hasta descubrir la flor de pasiflora.
Al observarla, interpretó en su estructura una fuerte representación de la crucifixión de Cristo: la corola de la flor recuerda la corona de espinas, los estambres parecen simbolizar las cinco heridas del cuerpo de Jesús, los tres pistilos evocan los clavos de la cruz, y los pétalos representan a los apóstoles. Esta interpretación religiosa convirtió a la pasiflora en un símbolo de fe y esperanza.
Además, los Incas adoptaron el uso de la pasiflora en su cultura medicinal, preparando infusiones con sus hojas y flores para emplearlas como tranquilizantes y sedantes naturales. Este uso tradicional ha trascendido generaciones y en la actualidad la pasiflora sigue siendo reconocida por sus propiedades calmantes, utilizada en fitoterapia para aliviar el estrés, la ansiedad y problemas del sueño.
La pasionaria
Conocida como flor de la pasión, maracuyá o burucuyá, la pasionaria es una planta trepadora típica de los climas tropicales y subtropicales de América. Su cultivo se extiende por Centroamérica y por la mayoría de los países de América del Sur. Sus frutos y flores son apreciados por sus propiedades medicinales como sedante natural. Además, a partir de sus frutos se elaboran mermeladas y conservas muy valoradas por su delicado sabor. Su nombre científico es Passiflora caerulea y existen aproximadamente 450 especies de este género.
Conociendo a la pasionaria, sus características
La pasionaria es considerada una enredadera con características leñosas. Si cuenta con árboles cercanos o algún tipo de soporte, puede llegar a trepar hasta los 20 metros de altura.
Sus hojas son alternas y palmadas, generalmente con cinco lóbulos, aunque algunas variedades pueden presentar hasta siete. Miden entre 10 y 18 cm de longitud y ancho. En la base de cada hoja, la planta presenta un zarcillo flagelado y enroscado de 10 cm de largo, que le permite asirse de otras plantas y soportes para trepar.
La flor es compleja y destaca por su belleza. Mide unos 10 cm de diámetro, con 5 sépalos y pétalos de apariencia similar, blanquecinos y montados sobre una corola de filamentos azules o violáceos, 5 estambres verde amarillentos y 3 estigmas purpúreos. En regiones de climas tropicales, la pasionaria florece durante todo el año.
El fruto de la pasionaria es una baya oval de color naranja amarillento, de 6 cm de largo por 4 cm de diámetro. En su interior, junto a una abundante pulpa, contiene numerosas semillas. Para muchos mamíferos y aves, los frutos de la pasionaria constituyen su principal alimento, contribuyendo así a esparcir sus semillas.
Usos y propiedades de la pasionaria
Los flavonoides que contiene la pasionaria producen un efecto sedante sin crear estados depresivos, por lo que se recomienda para afecciones vinculadas con el sistema nervioso. Se prepara una infusión a partir de plantas secas de pasionaria para este fin.
Los laboratorios han desarrollado diversos medicamentos a partir de la pasionaria que cumplen un rol sedativo, aunque también se considera que entre sus propiedades está la de mejorar el sistema circulatorio.
El fruto de esta planta puede consumirse como cualquier otra fruta, aunque su sabor es un poco desabrido, por lo que muchos prefieren disfrutarlo en zumos. En algunas regiones se elaboran mermeladas con el fruto. Es rico en vitaminas A, B y C, y su bajo contenido graso lo hace apto para dietas destinadas al tratamiento del colesterol.
Beneficios ambientales de la pasionaria
La pasionaria no solo aporta beneficios a la salud humana, sino que también juega un papel importante en los ecosistemas donde crece. Al ser una planta trepadora, contribuye a la biodiversidad proporcionando hábitat y alimento a diversas especies de fauna, especialmente aves y mamíferos, que dependen de sus frutos. Además, su capacidad para trepar y cubrir superficies ayuda a proteger el suelo contra la erosión.
Cultivo de pasionaria
El cultivo de esta planta puede realizarse tanto por acodos como por semillas. Para hacerlo de esta última manera, se deben seguir ciertos pasos para lograr plantas saludables, con frutos y flores de excelente calidad.
Algunos especialistas recomiendan adquirir semillas certificadas, disponibles en viveros. Sin embargo, también se pueden obtener de los frutos, donde son abundantes.
El primer paso es cubrir las semillas con agua para ablandarlas y facilitar la germinación. Es conveniente dejarlas bajo el agua durante 3 o 4 días. Pasado este tiempo, se deben lavar bien para eliminar la capa mucilaginosa formada durante el remojo. Como acción complementaria, pueden tratarse con un fungicida.
Las semillas tratadas se plantan en un semillero, cubriéndolas con una fina capa de tierra. Luego se riega adecuadamente y se coloca el semillero en un lugar sombreado, manteniendo la humedad constante del suelo.
Las semillas de pasionaria comienzan a germinar unos 20 días después de ser plantadas. Cuando las plántulas alcanzan una altura de 10 cm, se pueden trasplantar a su lugar definitivo. Para esta labor, se retiran del semillero y se colocan individualmente en bolsas aptas para plántulas, con un poco de fertilizante orgánico.
El suelo donde se establecerán definitivamente las plantas de pasionaria debe trabajarse previamente para eliminar hierbas y malezas. Se hace un pequeño agujero donde se coloca fertilizante orgánico y las plantas, cubriendo sus raíces. Los suelos más adecuados son aquellos profundos, bien drenados y con abundante materia orgánica.
Riego y poda
La pasionaria necesita un volumen anual de 800 a 1500 litros de agua. Si este no es provisto por el régimen anual de lluvias, debe completarse mediante riego. Es crucial que estas plantas mantengan una humedad adecuada del suelo de manera permanente.
La poda del maracuyá se realiza eliminando las ramas inferiores hasta un metro de altura. Con el tiempo, se pueden dejar solo algunas ramas principales, favoreciendo los brotes trepadores.