Conocida también como “fresa del bosque”, la frambuesa es uno de los principales frutos de Europa, muy aprovechado en la gastronomía del centro y norte de dicho continente. Deriva del frambueso o sangüeso, que crece de forma silvestre en países de climas templados.
La frambuesa (Rubusidaeus) pertenece al género Rubus, el mismo de la familia de las rosas (Rosáceas), que incluye poco más de dos mil especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles.
Característica de la frambuesa
La frambuesa es redonda, pequeña y cónica, con una base que no excede los 20 centímetros de diámetro. La piel que la recubre es de textura aterciopelada. En frutos jóvenes luce entre roja, amarilla y verde, pero al alcanzar la madurez, se “viste” de un hermoso rojo intenso.
Se conforma de drupas o granos redondeados que simulan a los de una piña, aunque mucho más pequeños.
Su pulpa es aromática, de un sabor agridulce, muy interesante al paladar. Contiene diminutas semillas que son casi imperceptibles al degustarse.
La frambuesa tiende a fructificar a finales de verano o a principios de otoño. Este ejemplar del bosque tiene un cierto parecido a la zarzamora, pero es de menor tamaño, y tiene una consistencia mucho más blanda.
Se puede consumir cruda o en mermeladas, jaleas, bebidas, tartas, aderezos, ensaladas y otra infinidad de preparaciones. Se suele conseguir al natural, procesada y congelado, en los supermercados.
Origen
La frambuesa se cultiva en grandes cantidades en Europa, pero se dice que es originaria de Grecia. Desde allí se extendió a Italia, Países Bajos, Inglaterra y América del Norte.
En la actualidad la frambuesa silvestre tiene presencia en Alaska, Asia, Hawái, Europa y el Norte y Sur de América.
Se estima que se producen poco más de 400 mil toneladas al año, siendo Rusia, Estados Unidos, Serbia, Polonia y Chile los principales exportadores.
Variedades de frambuesas
Existen diversos tipos de frambuesa, cuya forma, color y tamaño varían según su cultivo, tiempo de fructificación y tratamientos. Muchas de ellas se siembran en plantaciones híbridas para mejorar su sabor y aspecto.
La frambuesa roja deriva en gran parte del frambueso selvático (Rubusidaeus), y una de las más conocidas es la bífera. Madura en otoño y primavera, y se diferencia del resto por su valor ornamental. La unífera también es común, y se da una sola vez al año, en julio.
Otras variedades de habitual cosecha son la frambuesa silvestre (Rubusstrigosus), el frambueso negro (Rubus Occidentales) y la frambuesa púrpura (Rubusneglectus).
Cabe destacar que los ejemplares silvestres siempre tendrán mejor sabor y aroma que los cultivados. Sin embargo, suelen ser más escasos.
El frambueso
El frambueso puede medir dos metros de altura. Pertenece a la familia de las Rosáceas y su nombre científico es “RubusIdaeus”. Es considerado un ejemplar oportunista, pues va tomando los espacios de otras espacies a medida que progresa su desarrollo.
Su ciclo es bianual. Florece y fructifica desde el segundo año de vida. La parte que lo hace muere y es reemplaza por nuevos retoños.
Los tallos del frambueso suelen ser leñosos, erectos y de una tonalidad rojiza. Tienen ramas que cuelgan y poseen espinas.
Las flores de este ejemplar son pentámeras, pequeñas y de color blanco. Tienen ovarios múltiples, estambres y pistilos visibles. Suelen brotar en ramilletes en la parte axilar de las hojas viejas.
Lo único que necesita para crecer son suelos profundos, frescos, ricos en nutrientes y con buen drenaje.
Beneficios y Propiedades de la frambuesa
La frambuesa posee una gran cantidad de fibra, que regula el tránsito intestinal.
También es fuente importante de vitamina C, ácido cítrico, ácido elágico, flavonoides, potasio, magnesio y calcio.
Su aporte en vitamina C tiene una acción antioxidante complementada por el ácido elágico y los flavonoides. Esta vitamina ayuda a prevenir las infecciones, la pérdida de visión, las cataratas y el glaucoma. De igual manera, favorece la formación de colágeno, huesos, dientes y glóbulos rojos, así como la absorción de hierro de otros alimentos.
Otros componentes como el ácido fólico, el potasio y el magnesio intervienen en la generación del impulso nervioso para la actividad muscular y el buen funcionamiento de intestino.
Usos gastronómicos de la frambuesa
La frambuesa es un fruto delicado, que requiere una minuciosa conservación. Lo ideal es refrigerarlo a baja temperatura, para que pueda mantenerse durante tres días, si está crudo. Congelado o en preparaciones como postres o salsas, tiende a durar más.
Su sabor y aroma la convierten en el ingrediente predilecto de una gran cantidad de recetas de postres, pero también de elaboraciones saladas como carnes rojas y aderezos.
Con la frambuesa fresca se pueden preparar cremas y toping que sirven para “bañar” crepes, pudines, pasteles, helados y tartas. También es apta para compotas, zumos, granizados, quesillos, rellenos de empanadillas y más.
A partir de este alimento también se pueden obtener deliciosos licores. Lo importante es su manipulación. Asegurándose de que esté limpia y sin restos de materia química, puede dar para mucho. La creatividad es lo único que se necesita para aprovechar sus propiedades para la cocina.
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