La fotosíntesis es el proceso mediante el cual las plantas generan sustancias orgánicas partiendo del dióxido de carbono y agua en presencia de clorofila, siendo ésta la encargada de captar la energía solar. La palabra fotosíntesis tiene origen griego y se compone de photo, que significa luz; syn, que es sinónimo de “con”; y thesis, que equivale a conclusión o posición.
La fotosíntesis fue descubierta hace más de 200 años, luego que el químico, físico y teólogo británico Joseph Priestly publicara, en 1977, un trabajo en el que hizo referencia al papel depurador que tiene la vegetación en el planeta. De esa investigación se cita textualmente la siguiente conclusión de Priestly: “Por estos descubrimientos estamos seguros de que los vegetales no crecen en vano, sino que limpian y purifican nuestra atmósfera”.
Proceso de Fotosíntesis
El proceso de la fotosíntesis consta de una sucesión de pasos enzimáticos que-de acuerdo a los científicos-son de asombrosa complejidad. Lo primero que ocurre es la captación de la energía solar que procede del sol, a través de una cantidad infinita de pigmentos, de los cuales se destaca la clorofila. Esta molécula llamada clorofila posee un átomo de magnesio que se ubica de modo tal que los fotones solares puedan ser captados en pequeñas organelas que se encuentran presentes en las todas las células vegetales, y que son denominados como cloroplastos.
Los fotones son los encargados de proporcionar la energía que se necesita para que las plantas conviertan las moléculas inorgánicas: dióxido de carbono generado como desecho de la respiración y el agua absorbida del medio ambiente gracias a sus raíces, en moléculas orgánicas, siendo la más habitual la glucosa. A raíz de este fenómeno se libera también oxígeno molecular.
De modo gráfico, el conjunto de estas reacciones se sintetiza en esta ecuación: 6 CO2 (dióxido de carbono) + 6 H2O (agua) + luz = C6H12O6 (glucosa) + 6 O2 (oxígeno).
Fotosíntesis y energía solar
La energía que proviene del Sol transformada en luz (energía lumínica) se transforma a través de procesos metabólicos de la fotosíntesis en energía química, que se encuentran almacenadas en las moléculas orgánicas.
Claro está que los animales no pueden llevar a cabo el proceso de la fotosíntesis, por lo que se ven en la obligación de consumir directamente estas moléculas, a partir de la ingesta de vegetales o de otros animales que se hayan nutrido de vegetales. La degradación de las moléculas orgánicas devuelve al medio ambiente el agua y el dióxido de carbono, ambos necesarios para el inicio del ciclo completo.
Fase luminosa
Ahora bien, el proceso de la fotosíntesis se lleva a cabo en dos fases, una fase luminosa; en la que participa la luz solar y de la que ya hemos hablado anteriormente. Se produce en los tilacoides del cloroplasto, que son sacos aplanados inmersos en una solución que corresponde al nombre de estroma. La clorofila capta la luz solar y ésta rompe la molécula de agua, separando el hidrógeno del oxígeno. Este último se libera a la atmósfera y la energía que no se utiliza se almacena en moléculas especiales llamadas ATP.
Fase oscura
Esta fase se llama así porque precisamente no necesita de la luz solar para llevarse a cabo. Este proceso ocurre en el estroma del cloroplasto y obedece a que el hidrógeno resultante de la fase anterior se suma al dióxido de carbono , o que hace que se genere la producción de compuestos orgánicos gracias a la energía almacenada en molécula ATP. Tras la formación de glucosa a través de otras reacciones químicas, se forma el almidón y otros carbohidratos.
Importancia de la fotosíntesis
Se puede decir que cada ser vivo del planeta depende en una cierta parte de las plantas verdes, de allí la gran importancia que tiene la fotosíntesis. Las plantas expulsan oxígeno y atraen el dióxido de carbono gracias a la luz del día, mientras que en horas de la noche ocurre todo lo contrario; pues liberan dióxido de carbono y absorben oxígeno. Aunque parezca muy simple, hay que resaltar que gracias a este proceso es posible la vida en todo el planeta.
Fotosíntesis y oxígeno
Como ya lo sabemos, el oxígeno no sólo es necesario para la respiración celular, sino también pulmonar de todos los organismos, y gracias al proceso de la fotosíntesis tenemos la garantía de que cada ser vivo en la Tierra dispone del oxígeno necesario para vivir.
El rol de las plantas
Además de producir oxígeno, las plantas mantienen el equilibrio de los gases de la atmósfera. A través de la fotosíntesis tanto el oxígeno respirado como la combustión pueden reemplazarse, lo que impide el aumento del dióxido de carbono que resulta perjudicial a la larga. Aunado a esto, claro está que las plantas son la base alimenticia de millones de organismos vivos. ¡Cuídalas!
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