Conocida en muchas regiones del mundo como ananá o ananás, la piña es una planta tropical proveedora de un fruto muy apreciado y de una importante comercialización mundial, tanto para su consumo fresco como en conserva. Luego del plátano, la piña es la fruta tropical de mayor producción del mundo, constituyendo la base de la economía de muchos países, sobre todo de Centro y Sudamérica. La piña es una integrante de la familia de las Bromeliáceas y su nombre científico es Ananas comosus.
Descripción de la piña, Sus características
La mayoría de las especies integrantes de la familia de las Bromeliáceas son plantas epífitas, es decir que para crecer necesitan utilizar a otros vegetales como soporte sin ejercer una parasitosis nutricional sobre ellos, pero éste no es el caso de la piña. El ananá es una planta vivaz y terrestre.
Esta planta tropical se presenta como una roseta basal de hojas bastante rígidas, sésiles y lanceoladas. En sus bordes se pueden observar espinas cortas. Miden entre 30 centímetros y 1 metro de largo y son levemente cóncavas, formando una suerte de canaleta que recoge el agua de lluvia, llevándola al centro de la roseta.
El tallo de la piña es de color rojizo y comienza a destacarse a partir de los 2 años de edad de la planta y puede alcanzar una altura de 1,5 metros. Posee unas axilas foliares de las cuales crecen pequeños retoños que, luego son retirados por los cultivadores para reproducir más plantas. Si los retoños no son retirados, facilitan una mayor producción de frutos en la planta.
A partir de los tallos, nacen unas espigas que serán las inflorescencias de la planta. El tallo de estas espigas se va engrosando debido a la presencia de varias docenas de flores de color violeta. Estas flores son hermafroditas.
El fruto de la piña
El fruto del ananá aparece como una pequeña baya que al poco tiempo de aparecer toma las características de un sincarpio, es decir que se fusiona con todos los elementos adyacentes de la baya. El tallo axial de la fruta va a convertirse en su corazón fibroso.
La conocida pulpa amarilla que presenta el fruto, que suele ser algo fibrosa y de sabor dulce, se forma a partir de las paredes del ovario junto a la base de la bráctea y los sépalos.
La “cáscara” tan particular del fruto de la piña, se forma a partir de la flor propiamente dicha que va transformándose en una cubierta dura donde se fusionan el ápice la bráctea con los 3 sépalos que, finalmente, dará forma a una piel dura y espinosa.
El aroma particular y tan característico del fruto de la piña se debe a la presencia de acetato de etilo.
¿Dónde se cultiva la piña?
El ananá es una planta emblemática de los climas tropicales. No es muy exigente respecto a los suelos, siempre y cuando posen un buen drenaje. Recordemos que estas plantas crecen en lugares con intensas temporadas de lluvia, pero el anegamiento del suelo puede provocar la pudrición de las raíces.
Para su fructificación, esta planta necesita de temperaturas relativamente altas, que superen los 24°C. y las superiores a los 30°C pueden afectar la calidad de los frutos debido a un exceso en el proceso metabólico.
Aunque no se ha logrado precisar la región de origen de la piña, se sabe que ha sido ampliamente conocida en las zonas tropicales de Sudamérica. Desde la cuenca conformada por Brasil, Paraguay y Argentina, se habría expandido su cultivo a Venezuela, el Amazonas y las Guayanas. Posteriormente a la conquista de América, su cultivo y explotación comercial se fue extendido a otras regiones tropicales del mundo.
¿Cómo se cultiva?
La piña es una planta que puede ser plantada en cualquier época del año, pero se recomienda hacerlo en otoño para favorecer su fructificación. La reproducción de estas plantas no se realiza, normalmente, mediante semillas, sino que se utilizan los retoños que nacen a partir del tallo central.
Los vástagos deben plantarse en hileras, separando una planta de otra por unos 40 centímetros, la misma distancia o mayor debe mantenerse entre las hileras. En una hectárea, la densidad de plantas se ubica entre 37.000 y 50.000 plantas, pero en los cultivos destinados a obtener frutos para exportación se llegan a plantar unos 80.000 ejemplares por hectárea.
Los frutos de la piña deben cosecharse una vez que están maduros ya que, una vez retirados de la planta, el crecimiento y maduración se detienen. La cosecha principal se realiza entre el comienzo del verano y el inicio del otoño. Luego de retirados los frutos, su conservación se realiza en cámaras con una temperatura controlada de 7 a 13°C y una humedad cercana al 85%.
El rendimiento de una hectárea con fines de comercialización y exportación se ubica en el 30%, esto significa que pueden obtener entre 15.000 y 20.000 frutos por hectárea. Cada planta de piña proporciona un solo fruto.
Producción
Del total de la producción mundial de piña, el 70% está destinado al consumo como fruta fresca dentro del propio país de origen. Esto debido a que una vez cosechada, la fruta tiene una vida que no supera las 4 semanas para ser consumida.
El resto es destinado a la elaboración de conservas de piña, jugos, yogures, mermeladas y hasta como fruta seca para postres y budines.
Costa Rica, seguida por Brasil y Filipinas son quienes encabezan el ranking en la producción mundial de piña.
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