El nenúfar es una planta acuática perteneciente a la familia de las Nymphaeaceae, que tiene su origen en los lagos de África y en algunos países de Asia. Sus tonalidades y formas son muy diversas y llamativas.
Conocida popularmente como lirio de agua, esta hermosa planta tiene una característica resaltante, y es que cuenta con dos tipos de hojas. Unas se hallan debajo del agua, y las segundas flotan en la superficie. Sus raíces pueden llegar a medir 4,5 metros, por lo cual es factible que esta planta se desarrolle en aguas de considerable profundidad.
Sus grandes hojas, parecidas a una lámina, protegen a los peces y ayudan a controlar el crecimiento excesivo de algas.
Su nombre científico es Nymphaea, aunque muchos suelen referirse a ella como ninfea.
El nenúfar generalmente florece en el verano (entre los meses de mayo y septiembre), y lo más común es que dure entre cuatro y cinco días. Una curiosidad es que durante el primer día, expide una fragancia muy similar a la del brandy.
Al ser tan exóticas, no es de extrañar que cientos de personas utilicen las flores del nenúfar para decorar sus albercas y estanques.
Hay quienes las regalan para expresar la pureza de sus sentimientos.
Los nenúfares eran considerados por los egipcios como símbolos sagrados, debido a que la flor tiene la particularidad de abrirse durante el día para recibir al sol, y cerrarse durante la noche. Por esa razón, creían que se trataba de un culto a este astro.
Cultivo de la planta de nenúfar
El nenúfar se puede dar en lagos, charcas, lagunas, arroyos o pantanos de corriente lenta. Existen poco más de 1.700 variedades de esta planta, que agradan por sus colores y exquisito aroma.
Quienes deseen cultivarla, deben elegir áreas de aguas tranquilas, donde reciba suficiente luz solar, para que se forme adecuadamente.
La profundidad necesaria para la plantación de los diferentes tipos de nenúfar debe oscilar entre los 20 centímetros y 1 metro.
Las aguas cálidas son ideales para el nenúfar, pero realmente se le puede ver en distintos climas. Para sitios de climas templados, lo mejor son los nenúfares perennes, que suelen florecer en otoño. Las de clima tropical, pierden sus hojas en invierno.
Las macetas seleccionadas deben tener unos 30 centímetros de diámetro, con agujeros para que pueda absorber el agua. La tierra debe enriquecerse previamente con fertilizantes bajos en nitrógeno, para luego colocar cuidadosamente las raíces.
Al momento de colocar el envase en el agua, se debe procurar que la tierra no entre al estanque, pues se debe mantener limpia. Posteriormente, se debe cubrir la maceta con 2,5 cm. de piedras de río, cuidando siempre de dejar espacio para el brote.
Se sugiere cambiar ocasionalmente el sustrato, ya que su amplia necesidad de nutrientes lo exige. Además, en invierno, es fundamental extraer las hojas que se van estropeando.
Cuidados para lucir una bonita planta
La primera recomendación es mantener al nenúfar alejado de las aguas contaminadas con materia orgánica en descomposición. Por ello, se debe revisar constantemente y retirar de la planta las hojas muertas y demás desechos que causen mal olor.
Se debe vigilar la salud de las raíces, puesto que de éstas depende la formación completa de la mata, y suelen ser muy delicadas.
También se debe tener sumo cuidado con las plagas que atacan al lirio de agua. Los pulgones, los escarabajos y una gran variedad de hongos, pueden causar la muerte de la planta.
Más DE las características del nenúfar
Los nenúfares se forman a expensas del rizoma, un tallo carnoso que vive entre los materiales acumulados en el fondo de las aguas.
Las hojas se caracterizan por tener una forma circular y un buen tamaño, con una profunda escotada que se extiende hasta la inserción del pecíolo con la parte planta (limbo).
Al igual que las flores, las hojas son flotantes y se dan directamente del rizoma, al cual se unen por largos pecíolos.
Las flores suelen ser bastante grandes, y están cubiertas de pétalos. En el centro se hallan los pistilos y los estambres. Pueden darse de color marfil, blanco puro, rojo, crema, rosa, cobrizo, carmesí o en amarillo.
En nenúfares, se utiliza semilla para propagar las especies naturales, y para la formación de nuevas variedades. Las semillas maduran bajo el agua y posteriormente se sueltan de la planta y salen a la superficie, donde flotan por algún período de tiempo, hasta que se hinchan para germinar en el fondo.
Una mata con múltiples beneficios
Estas plantas pueden ofrecer beneficios a los seres humanos. En ginecología, puede ser utilizada para preparar infusiones que sirven en el lavado contra enfermedades como la gonorrea, cáncer de útero, y leucorrea.
La raíz o el rizoma puede ser empleado para fabricar enjuagues bucales, así como para aplicarse en infecciones de la faringe o abscesos.
Igualmente, juega un gran papel sanador en la piel inflamada o quemada, y úlceras. El nenúfar además funciona como astringente. La decocción de la raíz sirve para casos de diarrea.
Por último, es un excelente sedante, que se recomienda para los casos de insomnio y nerviosismo.
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