Entre las plantas ornamentales de interior, podemos encontrar a la Fatsia Japónica o más comúnmente llamada aralia. La Aralia es un género pequeño que reúne a 3 especies. Son arbustos del tipo perennes, originarios de Asia, sobre todo de Japón y de China. Aunque es habitual encontrarla en interiores, también se utiliza para ornamentar jardines y pórticos, donde puede llegar a alcanzar los 5 metros de altura. Su atractivo radica en sus grandes hojas de un llamativo color verde. Es una planta muy resistente que se adecua con facilidad a los climas frescos y fríos que son los que prefiere.
Características de la aralia
La aralia es un arbusto de hojas perennes, en forma de mata y poco ramificadas. Su tronco es leñoso y no muy desarrollado cuando la planta está colocada en ambientes de interior y en macetas, llegando a medir hasta 1,8 metros. En los jardines adquiere un mayor desarrollo y puede alcanzar los 5 metros de altura.
Las hojas de estas especies son grandes, palmeadas y profundamente lobuladas. Se encuentran sujetas a las ramas por un largo pecíolo, que en algunas ocasiones puede llegar a medir hasta 50 centímetros. Las hojas mantienen un color verde brillante a lo largo de todo el año. En algunos ejemplares pueden llegar a obtenerse tres tipos de hojas simultáneamente: cotiledones, hojas juveniles que se presentan puntiagudas y aserradas y, por último, unas hojas de forma similar a las adultas, pero de un llamativo color bronce.
Las flores de la aralia, aparecen en aquellos ejemplares cultivados en el exterior. Se presentan como inflorescencias color crema, en forma de penachos, compuestas por muchas pequeñas flores. De estas inflorescencias, luego del verano aparecerán unos frutos pequeños en forma de racimos de bayas que, inicialmente, son color verde y luego adquieren una tonalidad negra.
Hábitat y distribución de la Aralia
En Japón, la aralia es considerada en especie endémica, lo que habla de su robustez como planta. Con el tiempo, su cultivo se ha ido extendiendo a todo el mundo, para su aprovechamiento como planta ornamental. Tanto la aralia común – o Fatsia Japónica – como el resto de las variedades, cumplen el mismo fin.
La Fatsia Japónica crece en lugares al reparo de la luz directa del sol, prefiere los espacios sombríos y con un cierto grado de humedad. Esta planta es capaz de soportar heladas leves, pero siempre es conveniente protegerla de aquellas más rigurosas.
Cultivo y multiplicación de la Fatsia Japónica
La aralia es una planta que no quiere cuidados especiales. Su rusticidad permite que estas variedades se conviertan en finos ornamentos en espacios interiores sin que tengamos que dedicarles largas horas.
Con relación a la temperatura, estas plantas soportan un rango de temperaturas bastante importante, aunque el ideal para la Fatsia Japónica es de 21°C a 25°C. En los ambientes excesivamente calefaccionados, nuestras plantas pueden llegar a tener problemas, por lo que hay que procurarles un ambiente bien ventilado y luminoso.
La aralia requiere de cierto nivel de humedad, pero puede soportar períodos de sequía. En el caso de la japónica, rociar con regularidad las hojas con agua, ayuda a mejorar notablemente el semblante de la planta.
En verano la Fatsia Japónica debe ser regada, al menos dos veces a la semana. Durante las estaciones frías – otoño e invierno – el riego puede espaciarse, pero siempre teniendo la precaución que el sustrato de la planta se mantenga siempre húmedo. El drenaje del suelo debe ser medio, ya que el encharcamiento de agua provoca la pudrición de la planta, mientras que el drenaje excesivo y rápido hace que la aralia pierda paulatinamente sus hojas.
Para la preparación del suelo, en el cultivo de la aralia, es necesario tener en cuenta que el drenaje debe ser adecuado, es decir que no debe provocar encharcamientos ni drenar excesivamente rápido. Es importante proveerlo de una buena cantidad de materia orgánica y, si es posible, en los meses de primavera y verano, el suelo debe fertilizarse con algún fertilizante líquido, rico en nitrógeno. Esto ayuda a darle mayor luminosidad y brillantez a las hojas.
La Fatsia Japónica sólo requiere una poda de formación y de limpieza. Esta labor la realizaremos al inicio de la primavera y retiraremos aquellos tallos y ramas que se encuentren enfermos o más antiguos.
La reproducción de la aralia se realiza por medio de semillas. Para ello colocamos las semillas en bandejas de germinación, a una temperatura media de 20°C. Las semillas de la Fatsia Japónica germinan a los 25 días y una vez que han adquirido una altura adecuada, pueden trasplantarse a sus respectivas macetas.
Precauciones a tener en cuenta de la aralia
La aralia posee componentes cuya ingesta puede ser peligrosa, tanto de sus flores, frutos u hojas. Puede producir fuertes irritaciones y reacciones alérgicas.
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