Los cipreses son árboles bastante populares y que tienen unas características muy conocidas. Estas coníferas son de silueta definida y que tienen forma de cilindro y por lo general, están muy relacionados con las viejas culturas del Mediterráneo. Ciertamente, hay muchos modelos de ciprés y cada uno de ellos, cuenta con unas peculiaridades determinadas pero en este artículo vamos a centrarnos en el general para que así, sepas todos los detalles que hay alrededor del mismo. ¿Te animas a saber un poco más sobre éste?
¿Cuáles son las características generales del ciprés?
Si entramos a hablar de los detalles que tienen los árboles como el ciprés, deberíamos comenzar por el tipo de denominativo que se le da en algunos libros. Caracterizado por ser el “árbol del cementerio” en algunas regiones, también podemos encontrarlo en numerosos jardines y parques a todo el alrededor.
Los cipreses son árboles de hoja perenne que forman parte del grupo de las coníferas, las plantas superiores vivas más antiguas del planeta y que ciertamente, seguirán mucho tiempo entre nosotros según los múltiples estudios que ha habido sobre la planta. La rectitud que tiene el árbol durante todo el año es una de las fuerzas mayores y lo que más se hace notar. Por otro lado, es interesante que se sepa también que en el Mediterráneo se encuentran los que tienen la tonalidad de sus hojas más oscuras.
Unos veinte metros de altura es lo que puede llegar a medir un ciprés. El tronco es por lo general recto y es lo que le expone esa firmeza aunque contiene una corteza delgada que le da lugar a algunas fisuras. Las hojas son muy pequeñas, con forma de escama y se encuentran alineadas de forma opuesta las unas con las otras.
Las flores son bastante bonitas y a menudo nos hemos encontrado con coleccionistas de estos colores. El ciprés florece a finales de invierno y sabe distinguir perfectamente entre modelos masculinos y femeninos. Por último como ya hemos advertido, el número de especies es bastante grande y se conocen de 16 a 25 en total o incluso más.
El hábitat del ciprés
Si pasamos a hablar del hábitat del ciprés podemos decir que es un árbol que se encuentra por muchas regiones diferentes. No obstante, dependiendo del tipo de especie de la que hablemos, estamos ante un modelo de ciprés u otro distinto. Se cultivan de manera comercial en Sudáfrica, Nueva Zelanda y África oriental aunque también podemos ver algunos ejemplares en espacios como jardines europeos o en Asia junto a los templos.
¿Cómo debemos de cuidar un ciprés?
Si tenemos en cuenta la fuerte comercialización que llevan teniendo los cipreses durante años, es interesante que sepamos de qué forma tenemos que cuidar un ciprés y cuál es el tipo de mimo al que lo tenemos que someter para que todo salga adecuadamente. Los cipreses son árboles agradecidos pero siempre y cuando sepamos qué es lo que tenemos que hacer con ellos y contener paciencia.
Las situaciones muy soleadas y secas son las que más favorecen al buen crecimiento del ciprés. No suelen ser muy amigos del frío y mucho menos de las nevadas y si tenemos en cuenta que estamos ante un árbol cuya flor se da a finales del invierno, es interesante que sepamos al máximo de sus cuidados para que todo salga bien.
Los cipreses no obstante, tienen una buena adaptación a los suelos secos y en épocas bajas de agua no suelen echar de menos el riego o carencias de ésta. Por elegir, prefieren los de naturaleza suelta y arenosa pero tal y como hemos reconocido antes, tienen un amplio abanico de terrenos en el que están cómodos y no suelen echar de menos nada por el estilo.
Grandes curiosidades del ciprés
Después de saber el tiempo que lleva con nosotros el ciprés y que además en algunos casos, puede alcanzar hasta los 300 años de vida, las historias de un árbol como el ciprés son de lo más interesante y a menudo nos encontramos con una buena colección de anécdotas que merece la pena reconocer.
Una de las más interesantes y comentadas es el hecho de que el ciprés sea un árbol que está en los cementerios esto (aunque la información no se ha probado de manera oficial) se ha comentado siempre asociado a los antiguos persas, ya que ellos lo veneraban con la idea de vencer la muerte y ser fuertes ante cualquier circunstancia al respecto. La conexión con la vida durante mucho tiempo también está relacionada con que estamos ante una planta que puede tener casi 300 años de vida.
Los cipreses siguen siendo por tanto, un árbol interesante y que gusta comentar y también una especie que lleva en el planeta los años suficientes como para que sigamos investigando cada detalle de la misma.