En las selvas subtropicales de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay existe un arbusto muy apreciado por sus cualidades, su nombre científico es Eugenia uniflora, pero vulgarmente se la conoce como pitanga o grosella. Las características de esta planta han motivado que, en determinadas regiones de Asia como Filipinas, Sri Lanka, Samoa y China, se haya desarrollado el cultivo de esta planta.
Descripción de la pitanga
La Eugenia uniflora o pitanga es un arbusto cuya altura no suele superar los 7,5 metros de altura, pertenece a la familia de las myrtaceas y crece fundamentalmente en los climas subtropicales de América del Sur, sin embargo, dadas sus propiedades, su cultivo se ha extendido a otras regiones de climas similares, fuera de América.
Presenta ramas delgadas y sinuosas con un follaje compuesto por hojas perennes. La conformación de las hojas es peciolada, sencilla y de forma ovoide o alargada. Florece en primavera, pero también llega a tener una nueva floración en verano. Las flores son blancas y aparecen solitarias o en pequeños ramilletes de 3 o 4 ejemplares, poseen 4 sépalos libres y y 4 pétalos imbricados. 50 estambres de color blanco con anteras amarillas.
El fruto de la pitanga
Dedicamos un capítulo especial al fruto de esta planta, ya que es muy apreciado. Estos frutos crecen rápidamente y aparecen inmediatamente después de la floración. A medida que el fruto crece hasta lograr su madurez, va cambiando de colores comenzando por el verde, luego el amarillo, rojo y hasta alcanzar un morado intenso.
La cáscara del fruto de la pitanga es delgada y ligeramente ácida y protege una pulpa de un color rojo intenso con un sabor muy agradable. Los frutos son recogidos de la planta de pitanga cuando han llegado a un grado de madurez que al tocarlos se desprenden con facilidad. Cosecharlos en el momento adecuado es muy importante, ya que, si se retira de la planta antes de tiempo, al comerlo, el fruto presenta un ligero sabor resinoso.
Su fruto se consume, habitualmente, espolvoreado con un poco de azúcar, esto ayuda a librar su jugo, el cual es abundante.
Cultivo
Como ejemplar representante de los climas subtropicales de América, requiere de abundante sol. Los fríos extremos, menos a los 3°C pueden deteriorar la planta hasta matarla. Para plantar las pitangas se deben utilizar semillas nuevas, que germinan al mes de plantadas. Si las semillas poseen más de 4 semanas, las posibilidades que éstas germinen son mucho menores. Puede utilizarse el método de injertos y esquejes para lograr nuevas plantas.
La pitanga no es muy demandante de agua y nutrientes, pero se ha comprobado que a mayor cantidad de agua y humedad los frutos aumentan de tamaño y son más saludables. A medida que aumentamos el riego y el uso de fertilizantes naturales, la planta nos devolverá frutos excelentes y más jugosos.
Propiedades y usos
Esta planta posee la enorme virtud que tanto sus frutos como sus hojas pueden ser utilizados con distintos fines. La belleza de sus frutos y sus flores ha convertido a la pitanga en un arbusto con fines ornamentales en numerosos jardines.
Los frutos de la pitanga, además de su exquisito sabor que permite consumirlos solos, son utilizados para la elaboración de mermeladas, jaleas y jugos. En la provincia de Corrientes, en la República Argentina, se elaboran, a partir de este fruto, bebidas espirituosas como el aguardiente, pero también se ha comenzado a desarrollar una producción industrial de vinagres a base de pitanga. En la industria del perfume y la cosmetología, este fruto gana, cada día, más consideración. Rico en vitamina A, calcio, fósforo y hierro. Estudios recientes, en la Universidad de Erlangen, Alemania han descubierto que el cineol, uno de los componentes de la pitanga, es un poderoso antiinflamatorio de los tejidos pulmonares, lo que convierte a esta planta en un aliado para aquellos pacientes que sufren de Epoc.
En las regiones donde se cultiva, las hojas son secadas a la sombra y luego utilizadas como un gran sustituto del té, para preparar infusiones, que se caracterizan por su sabor suave y perfumado.
Actualmente se encuentra en estudio la elaboración de un jugo de pitanga a partir de la pulpa de los frutos y de sus hojas, que actúa como antiinflamatorio en encías. El mismo se utiliza en forma de gárgaras y ha dado resultados alentadores en esta etapa de prueba.
Aunque el consumo de los frutos y el uso, en términos generales descritos, de la pitanga no está muy extendido, las potencialidades de esta planta han motivado que se le haya comenzado a prestar más atención, extendiéndose su cultivo a regiones donde era totalmente desconocida. La pitanga es un muy interesante aporte que la flora de América está incorporando al mundo.