La abelia es un maravilloso arbusto de jardín que cautiva por su hermosa floración, que se extiende a lo largo de toda la primavera, el verano y hasta entrado el otoño. Pero lo más llamativo es que cuando sus flores se secan, los cálices y sépalos van adquiriendo un tono rosado que mantiene la belleza de la planta. El género de las abelias reúne a más de 70 especies, siendo la más popular la conocida como abelia x grandiflora, que en realidad es un híbrido a partir de 2 especies de abelia, la chinensis y la uniflora. Su cultivo se extiende a todas aquellas zonas donde los climas no son muy severos ya que no es muy resistente a heladas.
Descripción de la abelia: Sus características
Este arbusto puede alcanzar los 3 metros de altura, sin embargo, es común hallarlas de 1 a 1,5 metros. Según el clima donde se desarrollen, las abelias pueden ser hojas perennes o caducifolias. Las ramas interiores se muestran rectas y robustas, mientras que las externas suelen ser arqueadas y finas, con un leve movimiento pendular.
Las hojas de la abelia son ovaladas, pequeñas, suaves y de un verde brillante, siendo el haz más oscuro que el envés. Se presentan en la rama de forma alterna y debido a su tamaño, el follaje de la planta es ligero y bien aireado. No superan los 6 centímetros de longitud.
Las flores se caracterizan por un suave y agradable aroma. Son blancas o rosadas y delicadas en su forma. Se ubican en el extremo de las ramas en inflorescencias de 3 flores, cada una de ellas con 5 pétalos redondos y lobulados, su forma es acampanada. El fruto de la abelia es un aqueniforme, alargado y coronado por cáliz.
Origen y usos de la abelia
La mayoría de las especies que componen el género de la abelia son originarias de China y se cree que debemos su nombre a que fue introducida en Europa por un médico llamado Abel, no obstante ello, la abelia x grandiflora es un híbrido que tiene su mayor zona de cultivos en América, Europa y África y paradójicamente en mucha menor medida en China.
La abelia x grandiflora es un arbusto ornamental que se utiliza para decorar jardines y cercos. Dado que su floración es excepcionalmente larga, es muy apreciado su cultivo.
¿Cómo cultivar abelia?
Para cultivar estas plantas, es necesario hacerlo sobre suelos blandos, bien permeables y abonados. Siempre es conveniente, en los meses de primavera y otoño, dotar al suelo de avino orgánico.
La abelia puede cultivarse a pleno sol, allí donde los climas son templados. En el caso de las áreas de climas cálidos o muy cálidos, debemos procurar que el cultivo se realice en lugares donde la planta esté bajo la sombra o media sombra. Independientemente de cualquier tipo de clima, necesita estar a resguardo de los vientos, ya que estos la deterioran.
La reproducción se realiza a través de esquejes. Como es una planta ideal para conformar macizos, es conveniente preparar varios esquejes. Para prepararlos, debemos cortar una rama por debajo del quinto nudo. Luego quitaremos las hojas, dejando sólo aquellas de los dos primeros nudos. Una vez hecha esta tarea, procedemos a untar el extremo que irá enterrado, con hormonas de enraizamiento. Plantamos nuestros esquejes y cubrimos con tierra bien abonada y presionamos bien, luego procedemos a regar con abundante agua. Todo el proceso debe realizarse a finales de la primavera y principios del verano.
Cuidados
La abelia es una planta que no necesita de una poda regular. Pero sí podemos recurrir a ésta si queremos que mantenga una forma y un crecimiento determinado. También es conveniente, cada cierto tiempo proceder a una poda de rejuvenecimiento, de manera tal que nuestra abelia florezca con fuerza. La poda deberá realizarse siempre cuando la planta ha dejado de florecer, esto generalmente ocurre ya entrado el otoño y lo que haremos será eliminar las ramas más antiguas y aquellas que no se encuentren en buen estado. Para la poda usaremos un instrumento pequeño dado que las ramas son delgadas y fáciles de cortar.
Con respecto al riego, necesita un riego abundante durante el verano y más espaciado y moderado en invierno y primavera. Sin embargo, es una planta bastante resistente a la falta de agua.
El mayor cuidado que debemos observar con relación a estas hermosas plantas florales, es frente a las heladas. La abelia es una planta muy sensible a las bajas temperaturas, por lo que resulta conveniente cubrirlas en épocas de bajas temperturas.
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