También conocido como tarragón o dragoncillo, el estragón proviene de la familia de las Asteraceaes y está relacionado con el ajenjo (planta herbácea medicinal). Aunque en algunas localidades de Europa no se le da gran importancia debido a su desarrollo silvestre, en otras regiones es muy apreciado por sus múltiples usos culinarios.
El estragón (Artemisia dracunculus), es una planta que crece hasta alcanzar el metro de altura. Tiene hojas en forma de lanzas que se desprenden de unos tallos bastante finos, ramosos y con textura de estría. En la parte superior son de un color verde intenso, y en el inferior blancas. De él brotan también unas espigas de un tono amarillo verdoso.
En verano es cuando más bonito luce el estragón, porque “pare” unas lindas flores amarillas que se ven agrupadas en simpáticas bolas. Es una mata anual, que se da bastante bien en climas templados, especialmente en los de Europa y América, aunque su cultivo se ha extendido a casi todo el mundo, por sus aportes terapéuticos y gastronómicos.
Existen diversas variedades, pero el más común es el estragón francés, que se caracteriza por su suave aroma y su dulce sabor. Otro muy popular es el estragón ruso, pero a pesar de ser más resistente, es amargo y menos aromático.
Aplicaciones del Estragón en la cocina
El estragón entra en la clasificación de plantas aromáticas y sus hojas frescas son utilizadas para la preparación de aderezos y salsas. También se pueden secar y conservarlas en envases de vidrio para condimentar carnes, elaborar pepinillos a la vinagreta o proporcionarle su inigualable aroma a los aceites.
Se ha convertido en un ingrediente esencial de las famosas salsas bernese y tártara. Le aporta un toque suculento a las tortillas, guisos, mariscos y pescados. Mezclado con manteca, ajo, cebolla o coñac, brinda un sabor exquisito a vegetales crudos o cocidos.
Cultivo
Aunque tolera las temperaturas bajas, se debe proteger en invernaderos o con plástico cuando hay heladas muy fuertes.
La tierra donde se plantará el estragón debe prepararse con humus y abono. Cada mata debe estar a 30 centímetros de distancia, una de la otra, dispuesta en hileras.
No se debe abusar del riego porque las raíces pueden podrirse. La luz y el sol resultan fundamentales para su crecimiento, al igual que la fertilización.
Cuidados del estragón
El estragón debe recibir agua, al menos dos veces por semana durante el verano. La tierra seca es una señal de que necesita riego, por lo que se debe estar atento.
Hay que cuidar que el agua no quede empozada por mucho tiempo en la maceta o en la tierra del jardín donde se siembre, ya que esto debilitaría sus raíces.
Esta planta es muy generosa y generalmente no requiere de muchos cuidados. Se enferma muy poco, pero se debe prestar especial atención a la aparición de hongos, pulgones (bichos que se comen la savia) y nematodos (gusanos). Si esto sucede, se debe consultar a un especialista para que recomiende un buen producto ecológico que no cause daño al estragón y al organismo. Recordemos que se trata de una especie comestible.
Al igual que otras variedades, requiere de poda. Se sugiere cortarla en la superficie o a los laterales, cuidando siempre las raíces para que perdure por más tiempo.
Las ramas del estragón crecen muy boscosas, por lo que de vez en cuando conviene eliminar todas esas hojas y dejar solo la raíz para que crezca nuevamente desde cero.
El mejor momento para cultivarlo es en primavera, y para cosecharlo en el verano.
Otras atenciones
Los amantes de las flores también pueden disfrutar del estragón porque sus flores son muy pintorescas.
Una recomendación para lograr una planta de estragón boscosa, verde y duradera, es sembrarla cerca de otros árboles frutales, abonarla durante la primavera y arrancarla de raíz al finalizar esta temporada para dividirla y luego multiplicarla.
Quienes la utilizan para fines culinarios, tienen que saber que las hojas van perdiendo su sabor característico, por lo que es necesario ir plantando nuevos arbustos para obtener ramas frescas y nuevas.
Propiedades medicinales del Estragón
El estragón es muy útil en el área de la medicina natural. Muchos ungüentos hechos con sus hojas se aplican para calmar dolores menstruales, anorexia, hipo y falta de apetito. En forma de infusión también es muy provechoso.
Los especialistas hablan de propiedades medicinales tanto para humanos como para animales. Con la raíz se preparan tratamientos para sanar mordidas de perros y serpientes.
Se dice además que los cataplasmas con hojas y flores de estragón, colocados en un algodón o gasa, calma el dolor de muelas, que el té mejora los procesos digestivos, y que un baño en manos y pies reduce considerablemente las molestias generadas por la artrosis.
Dato curioso
Se cree que el nombre científico se deriva de la diosa griega Artemisa, hermana de Apolo. A esta mujer se le adjudican muchas virtudes curativas.
Existen dos variedades de estragón muy conocidas: la Artemisa dracunculus y la Artemisa dracunculus glauca.
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