Las enredaderas son plantas ornamentales que se siembran para adornar determinados espacios, por lo atractivo de sus ramas y flores. Son perfectas para terrazas, balcones, paredes o cercados de parques y jardines pequeños.
Según el espacio donde se vayan a sembrar, es necesario saber qué tipo de enredadera se debe utilizar, porque cada especie tiene su manera de trepar, por lo que no todas funcionan igual en cualquier lugar.
Las enredaderas, también conocidas como trepadoras, son arbustos de climas cálidos y crecen siempre hacia arriba, en busca de claridad e iluminación natural. Dependiendo de la variedad, pueden necesitar apoyo para poder mantenerse en «pie». La mayoría son de tallos endebles y no se sostienen por sí solas.
Las enredaderas se dividen en herbáceas, que tienen tallos delgados y frágiles que se renuevan anualmente; y las leñosas, con tallos duros y ejes perennes.
Características de las enredaderas
Cada tipo de enredadera tiene características propias, que rigen la forma en la que trepan. Los órganos de los cuales se valen pare ello son los siguientes:
- Tallo. Pueden ser volubles o flexibles y se agarran de cualquier cosa para seguir creciendo.
- Raíces externas. Son pequeñas raíces que se van desarrollando al aire y se sujetan de algún soporte para seguir su expansión.
- Zarcillo o resorte. Engloba a las hojas, tallos o peciolos que usa la planta para trepar y crecer por la superficie.
Tipos de trepadoras
Dentro del inmenso mundo de las plantas, existen diversos tipos de trepadoras que se congregan en estos grupos.
- Autónomas. Se les llaman así porque no necesitan de ningún soporte para crecer. En sus tallos desarrollan raíces muy pequeñas que las ayudan a pegarse de las superficies. Ejemplo: Hedera hélix, Parthenocissus triscupidata, Ficus repens y Monstera deliciosa.
- Con zarcillo. Tienen una especie de gancho o zarcillo que les permite ensartars. Se enrollan una vez que los captan. Ejemplo: Passiflora caerulea, Clematis, Macfadyena uguiscati y Vitis vinífera.
- Enredaderas. Son las que tienen tallos flexibles y se agarran de un objeto para poder crecer, como tubos, alambres, palos o cualquier otro que les sirva de brazo. Ejemplo: Campsis radicans, Ipomoea purpurea, Thunbergia grandiflora, Trachelospermun jasminoides, Wisteria sinensis y Jasminun azoricum.
- Apoyantes. Carecen de órganos para agarrarse, por lo que necesitan de alguna superficie para hacerlo. Cuando están comenzando a desarrollarse es necesario ayudarlas y guiarlas en su expansión, colocándole algún soporte. Ejemplo: Bougainvillea, Jazminum humile, Jazminum mensyi, Jazminum officinale, Podranea ricasoliana y Plumbago capensis.
- Con espinas. Emplean esas espinas para engancharse de una superficie, y requieren ayuda para ser orientadas al principio de su desarrollo. Ejemplo: Rosales (algunas especies) y las Zarzas.
Cultivo de las enredaderas
Se pueden mezclar varios tipos de enredaderas en un mismo espacio, para hacerlo más interesante. Algunas de las que se pueden sembrar juntas son:
- Parra virgen, sus hojas toman una coloración roja bastante llamativa. Lo mejor que tiene, es que se adapta a la sequía y a las heladas. En pocos años pueden llegar a tapar por completo superficies de hasta 7 u 8 metros. No requiere de soporte. Ella misma se agarra de donde sea y de donde pueda, hasta llegar a la cima.
- Hiedra, es de hoja grande y se da muy bien en los espacios con sombra. Dura muchos años, debido a su resistencia. Para que se vea hermosa, se le debe proveer de un suelo húmedo todo el tiempo. Sus tonos blancos y amarillos son muy agradables a la vista.
- Campanillas, cuya flor es morada o azul, y se parece a una campana. Se da tanto en primavera como en otoño y tienen un significado muy especial: la esperanza. Sus hojas pueden ser dentadas u ovales.
- Dama de noche, que destaca por el penetrante aroma de sus flores. Puede alcanzar los 5 metros. Sus hojas son verdes y ovaladas y sus flores blancas. Su exquisita fragancia lo desprenden por la noche, cuando se abren para regalar todo su esplendor. Si el suelo tiene buen drenaje, no tendrá problemas para crecer. Eso sí, hay que considerar que su apariencia es un tanto desordenada.
Más de la siembra
A las enredaderas hay que podarlas cada cierto tiempo para que adopten una bonita forma, y cubran todo el espacio.
Cuando el crecimiento es guiado tarda un poco más, pero se da bastante bien si se hace de la manera correcta. Por lo general, las venden en macetas para ser trasplantadas al lugar donde se deseen expandir.
Las enredaderas que se desarrollan más rápidamente son las que brotan de semillas, y deben cultivarse en invierno.
Si alguna de estas plantas se siembra en matero, debe cuidarse su mantenimiento y ubicarla cerca de una estructura para que se enreden allí y busquen cómo crecer. No obstante, lo mejor es colocaras directamente en la superficie.
Cuidados y mantenimiento de las enredaderas
Como se dijo al principio, las enredaderas se utilizan como plantas ornamentales, y son muy empleadas para cubrir paredes o estructuras que no están en óptimas condiciones. Lo ideal es sembrarlas lejos de arbustos o árboles que también busquen la iluminación del sol.
Tampoco deben plantarse sobre la grama o césped, porque les tapa la luz natural, y mata la planta rastrera.
Alcanzarán un crecimiento óptimo, con ramas compactas en lugares con suficiente luz solar. Las que no reciben mucha claridad crecerán con hojas separadas y su efecto no será el mismo.
Es importante definir el lugar exacto donde se va a plantar la enredadera, pues una vez inicie su proceso de expansión, no podrá cambiarse de sitio.
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