La schisandra (Schisandra chinensis) es una de las plantas con más propiedades estimulantes, debido a su llamativo fruto que «agrupa» los cinco sabores conocidos: ácido, dulce, picante, salado y amargo. Más que por su apariencia, este espécimen es famoso por su baya roja, conocida como Wu Wei Zi, que al español se traduce como “la fruta de los cincos sabores”. Una vez que entra en la boca es posible experimentar progresivamente las distintas sensaciones.
Según expertos, la schisandra proviene del norte de China. Asimismo, se encuentra en las áreas limítrofes de Rusia y Corea. En la actualidad, su cultivo se ha esparcido por diversos sitios del mundo, especialmente en Europa, donde es habitual verla en parques y jardines. Sus bayas suelen alcanzar la madurez a finales del verano o a comienzos del otoño.
Características de la Schisandra
Se trata de una enredadera con fuerte aroma. Sus tallos son leñosos y pueden superar los ocho metros de altura, mientras que sus hojas tienen forma lanceolada y flores de un rosa intenso, que se «reúnen» en espigas.
Sin duda, el fruto de la schisandra es el elemento de mayor provecho, una vez que ha madurado. La tradición indica que se trata de una de las pocas hierbas que comprende los tres tesoros: Jing, Qi y Shen, que representan la “esencia, energía y espíritu”. En los últimos tiempos, su popularidad ha ido en aumento pues se le considera un sustituto de la cafeína.
De allí que es posible hallar a la schisandra en forma de cápsulas, gotas o té, siendo esta última la presentación más frecuente. Se le considera una sustancia adaptógena, que posee propiedades antioxidantes, que permiten al cuerpo estar en consonancia con su entorno medioambiental y emocional, según las necesidades del individuo.
Amplios beneficios
Investigaciones recientes señalan que la schisandra es capaz de mejorar las funciones de órganos vitales como el estómago, páncreas, riñón, pulmón, hígado y corazón. Asimismo, reduce considerablemente la fatiga y el cansancio. También se dice que aporta oros beneficios:
- Repara los tejidos: Debido a que sus semillas cuentan con un alto contenido de lignanos, vitamina C y E y aceites esenciales, pueden contrarrestar los efectos de enfermedades víricas, como la hepatitis, en el hígado reduciendo la incidencia de toxinas. De igual forma, actúa contra las consecuencias propias del alcoholismo.
- Estimula la psiquis: La ingesta de schisandra mejora la concentración y memoria, la capacidad de aprendizaje y disminuye la irritabilidad nerviosa. Ayuda al cerebro a adaptarse a los distintos estímulos externos otorgando claridad mental.
- Equilibra los fluidos: A la schisandra se le atribuyen la propiedad de regular los distintos tipos de fluido en el organismo, normalizando la micción, desapareciendo los calores nocturnos y aumentando la secreción de fluidos sexuales. En este sentido, se recomienda su ingesta para apoyar el vigor sexual en los hombres.
- Ayuda a recuperar energía: Dado que actúa muy similar al ginseng, es una alternativa para manejar la ansiedad y el estrés, sobre todo si estuvo sometido a una larga convalecencia. Sin duda, tiene efectos reparadores y tonificantes.
- Sana varias afecciones: Es posible que la schisandra se sugiera para tratar la dificultad para respirar, tos, diarrea, problemas digestivos y hasta para cuidar la vista.
Contraindicaciones de uso
Es importante evitar la toma de schisandra durante los primeros tres meses de embarazo o durante el periodo de lactancia. Tampoco se considera segura si el paciente utiliza antidepresivos, anticoagulantes o tranquilizantes con regularidad. Aunque parezca una obviedad, cabe mencionar que no debe mezclarse jamás con alcohol.
Si desea tomarla durante la noche, la fruta en sí misma o una infusión, no interferirán con su descanso, pues se trata de un adaptógeno y no un activador. No obstante, aquellos que combinan ginseng en su fórmula, los cuales se comercializan en jarabes y comprimidos, si son energizantes e interrumpirán su sueño.
Si usted experimenta una sobredosificación, lo sabrá porque se sentirá inquieto y le costará dormir. De igual manera, es posible que presente problemas gastrointestinales, pierda el apetito, tenga acidez o dolor de estómago. En casos extremos, algunos individuos manifiestan una reacción alérgica.
Cultivo de la Schisandra
La schisandra se emplea para la ornamentación de cercas, pérgolas, paredes o algún sitio que le proporcione soporte. Dado que es muy versátil, puede ser plantada en cualquier época del año, tomando en cuenta algunas recomendaciones:
- Drenaje: Es importante que cuente con un sistema efectivo para eliminar la humedad, pues es proclive a la pudrición de raíces. Igualmente, se recomienda mezclar la tierra con algo de hummus en el fondo del agujero de siembra.
- Riego: La Schisandra debe recibir abundante agua siempre cuidado que esta no se acumule y encharque el sustrato.
- Poda: En sus primeros tres años se requiere que la Schisandra crezca a sus anchas, expandiendo sus ramas en el suelo. Una vez finalizado el periodo, se escogerán los tallos más fuertes, tres cuando mucho, para fijarlos en el soporte vertical, que ayudará a orientar su crecimiento hacia arriba, aumentando la posibilidad de que aparezcan las bayas.
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