Perteneciente a la familia Sapindaceae, que incluye unos 150 géneros y 2 mil especies de árboles, el rambután es una fruta dulzona muy peculiar y agradable al paladar, conocida botánicamente como Nephelium lappaceum.
Es “pariente” cercano del Liche y posee una consistencia similar a la de la uva. Debido a su rareza, el rambután ha recibido distintos nombres en el mundo. En Francia, por ejemplo, se le conoce como ramboutanier. Los alemanes prefieren llamarlo ramboetan, en la India lo apodan ramboostan, en China shaotzu o chomchom, en Vietnam vaithieu, y en Centroamérica mamón chino.
A pesar de su extraña apariencia, el rambután es muy fácil de consumir. Solo se debe partir a la mitad y retirar el hueso central, para degustar lo dulce y nutritivo de esta fruta.
Características del rambután
Externamente el rambután es de un color marrón, que casi llega al púrpura, y su pulpa es de un blanco vidrioso, casi traslucido. Es sumamente jugosa y puede llegar a ser muy dulce, como el litchi, o medianamente ácida.
La piel se asemeja a la de un erizo por la cantidad de pelos, ondulados y erguidos, que muestra cuando está recién recolectado o marchito. En su interior se halla una semilla marrón, de dos a tres centímetros de longitud y venenosa.
El rambután no es muy grande. Mide de 4 a 5 centímetros de diámetro, y su peso oscila entre los 30 y 40 gramos.
Generalmente nace en racimos de 10 a 20 rambutanes, cubiertos por unas espinas suaves
Origen del Rambután
Este ejemplar es originario del continente asiático, específicamente de Indonesia, Malasia, Thailandia, Vietnam, India, Sri Lanka y Filipinas.
El vocablo “Rambután” proviene del malayo “rambut” que quiere decir pelo, y hace alusión a las largas espinas que lo conforman.
Variedades de rambután
Existen muchos tipos de rambután, pero las más comercializadas con See Matjan, Seelengkeng y See Konto.
El Seematjan proviene de un árbol de corona abierta y larga, con ramas flexibles. Se caracteriza por su color rojo oscuro y sus espinas de-al menos-dos centímetros de largo.
El Seelengkeng nace de un árbol de crecimiento lento con corona caída. Tiene forma ovoide, mide tres centímetros y posee espinas finas y suaves. Su “carne” es brillante, dura y moderadamente dulce.
El Seekonto viene de un árbol con corona amplia, de rápido desarrollo. Es elipsoidal, aplanado y puede alcanzar los cinco centímetros. Sus espinas son gruesas y cortas, y la pulpa es opaca, de una tonalidad blanca, casi llegando a gris. Su textura es tosca y seca.
Además de estas tres variedades, se conocen la Lebakbooloos, la Seematjan besar, la Seematjan ketjil, la Seenjonja, la Sectangkooweh y la Maharlika.
El árbol
El árbol del rambután es perenne y puede medir de 10 a 12 metros de altura, existiendo ejemplares que llegan a los 20 metros, después de los 25 años de edad.
El tronco es ramificado con una corteza de color café oscuro, irregular y estriado. En general la corona suele ser densa y redondeada.
Posee hojas alternas y pinnadas, de 10 a 30 centímetros de longitud, con tres u 11 divisiones. Las flores son pequeñas, de dos milímetros de diámetro, y su tonalidad varía entre blanco, rosado o blanco verdoso.
Plantación
El árbol del rambután tiende a crecer más sanamente en lugares de pleno sol, por lo que es recomendable sembrarlo en áreas planas, poco humedecidas. Se puede cultivar para reemplazar árboles muertos de cacao, ya que sirve de sombra a esos ejemplares.
Suele ser macho, pero siempre hay alguno que crece hermafrodita. Éstos son capaces de producir frutos a partir de los cuatro o seis años de edad. Un ejemplar adulto puede dar hasta 400 kilos de frutos por año.
Propiedades y beneficios del rambután
El rambután además de ser una fruta exótica, es un alimento plenamente saludable, pues dota al organismo de innumerables beneficios por sus múltiples propiedades.
Es usado en Malasia e Indonesia como una medicina complementaria para el tratamiento de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.
El rambután tiene un importante contenido de hidratos de carbono y proteínas, que aumentan la energía y previenen la hinchazón en el cuerpo.
Es sumamente rico en vitamina C, lo cual favorece la absorción de hierro y cobre, permitiendo además la eliminación de los llamados radicales libres.
También contiene vitamina B y ácido fólico, importantes para la formación del colágeno y el fortalecimiento de los huesos y dientes.
Como si fuera poco, el rambután se compone de ácido gálico, un compuesto esencial para combatir las células que producen el cáncer.
Es rico en agua, por lo que además de saciar la sed, elimina residuos de los riñones. Su alta dosis de fibra, beneficia la digestión.
Pero el rambután no solo tiene propiedades que actúan favorablemente en el mejoramiento de la salud. Este fruto contiene elementos que son aprovechados en el campo estético para fomentar el crecimiento del cabello.
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