Alrededor de 360 y 400 variedades de plantas se ven «arropadas» bajo el género Lobelia. Se destacan por ser floridas, así como por estar repartidas en todo el planeta. Su cultivo está muy bien propagado en el continente americano, en especial en áreas del trópico o zonas templadas. Varias larvas se alimentan de ellas. Su cultivo es sencillo, perfecto para principiantes.
características de la Lobelia
Se distinguen por ser arbustos perennes contándose incluso algunas especímenes acuáticos. Pertenece a la familia de las Campanulaceae, se cultivan tanto en tiestos como directamente en el suelo. Posee folios simples, bordes dentados con callosidades menudas. Tienen un matiz verdoso suave, son aromáticas.
Ciertas especies cuentan inclusive con 3 metros de alto, pero las más comercializadas como decorativas no sobrepasan los 50 centímetros. Sus tallos son fibrosos en la parte baja, esbeltos y gozan de buena flexibilidad. Sus diminutas flores se agrupan en racimos terminales.
La inflorescencia de la lobelia es abundante, alargadas y su labio superior es más pequeño que el inferior. Las tonalidades varían conforme a la especie. Pueden ser azules, moradas, rojas o níveas, pero se caracterizarán por ser desiguales.
Es común que las flores de la lobelia oculten totalmente sus hojas. Entonces se podrá apreciar un manto floral, por esta particularidad muchos las colocan en ventanas o miradores durante la primavera. Pues es la temporada de su floración.
Cultivo
La lobelia precisa de una ubica a sombra parcial. Hay que protegerlas de los rayos UV en los momentos más calurosos del verano. Con la entrada de las fechas otoñales y el descenso de temperaturas, muchas acaban por marchitarse con rapidez.
- Riego: se hace con frecuencia. Sin embargo, debe de permitirse que seque la tierra entre riegos. De igual forma, habrá que evitar los encharcamientos en la bandeja inferior.
- Terreno: lo mejor será un abono fecundo combinado con arena y turba. Así la tierra será rica y gozará de un buen drenaje, como resultado la lobelia crecerá sana.
- Humus: en primavera-verano se hará quincenal acompañado del riego. Se apela a una versión líquida con cantidades módicas. Las mejores opciones incluirán fósforo, potasio, hierro, cobre, zinc, nitrógeno, magnesio, molibdeno y boro.
- Poda: la lobelia no requiere podado. Las labores de mantenimiento se dedican a retirar las ramas maltratadas para prevenir el desarrollo de enfermedades. Para ello se desinfectan a fuego o con ayuda de alcohol los implementos.
Reproducción de la lobelia
Se reproduce a través de sus semillas. Para la plantación en tiestos o semillero la época idónea es en las últimas fechas invernales. Se recomienda hacerlo en un compost compuesto por un humus fecundo y arenilla. Los piñones son diminutos se empujarán debajo del humus con ayuda de un madero plano.
El semillero de la lobelia permanece bajo sombra con temperaturas próximas a los 18ºC, con humedad constante hasta que germinen. Se puede cubrir con un cristal u hojas plásticas para conservar una temperatura óptima. De esa manera, la tierra tendrá la humedad por más tiempo, las hojas plásticas deben cambiarse a diario. Así se sacará el agua condensada que se formó encima del cristal o plástico.
Al germinar, se retira la cobertura y el semillero se ubica en un sitio luminoso (nunca directamente bajo el sol). Se retiran aquellos ejemplares de lobelia más frágiles, para que crezcan mejor los más robustos. Después de un trimestre podrán trasplantarse a tiestos o a la tierra dejando 10 cm entre ellos.
Plagas
Cuando las hojas de la lobelia se tornan amarillas o con motas pardas. Luego los folios se curvan, tiene una apariencia polvorienta y se marchitan. Acá se encontrarán pequeñas telarañas, síntomas de la presencia de las arañas rojas o ácaros.
Para remediarlo se debe incrementar la regularidad de las pulverizaciones. Para los casos más graves se reservan el uso de químicos. Los pulgones son otra plaga común en las lobelias. Para librarse de ellos hay que recurrir a pesticidas de los comercios especializados en cuidado del jardín.
¿Qué usos tiene?
La variedad inflata era muy usada por los primeros americanos como tratamiento contra bronquitis, pulmonía o tos. Para 1800 los expertos la aconsejaban como un eficaz vomitivo. Así limpiaban el estómago y erradican las toxinas presentes en el organismo.
De igual manera, esta planta ha destacado por sus cualidades como analgésico. La práctica también demuestra que se le puede emplear como laxativo o diurético. Por si fuera poco, la lobelia es efectiva en casos de tos de fumador. Con ella se puede desintoxicar por el consumo de alcohol.
Su versatilidad continúa pues se le utiliza para vencer la adicción al tabaco. Así como para superar abscesos, conjuntivitis, depresión o lesiones en la dermis. Sirve para bajar cuadros febriles, la inflamación de las amígdalas u otitis.
Su consumo se asocia con la mejora los casos de indigestión. Se emplea para relajar los músculos e incluso se estudia si es una respuesta eficaz para tratar el cáncer. Si tales pruebas dan un resultado positivo, podría tratarse con ella diversidad de cánceres.
Angina de pecho, edema pulmonar, rinitis, resfriado, enfisema y laringitis no escapan de sus cualidades curativas. También es una gran solución contra el asma pues la lobelia, su principio activo, tiene una eficacia indudable.
Este caudal increíble de beneficios para la salud justifica por qué la variedad lobelia chinensis es tan valorada en china. De hecho, en este país asiático se cuenta entre las 50 plantas esenciales de su medicina tradicional. Sin embargo, todo en exceso puede tornarse perjudicial.
En el caso del consumo de la lobelia, las cantidades exacerbadas en su consumo se consideran eventualmente tóxicas.
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