Gran parte de la alimentación del ser humano se basa en el consumo de plantas, ya sean sus hojas, frutos, tallos o raíces. Sin embargo, no todas son aptas, pues hay una gran variedad de plantas venenosas que pueden llegar a ser mortales para la persona, incluso para algunos animales.
Las plantas venenosas o tóxicas, como también se les llama, tienen componentes que afectan el buen funcionamiento del organismo. Comer una planta venenosa puede causar enfermedades muy serias como intoxicación o alergias, e incluso puede detonar la muerte.
Así como existen plantas venenosas que no se pueden comer nunca por la cantidad de alcaloides que contienen, hay otras que en cierta etapa de su desarrollo son aptas para la ingesta. De hecho, hay algunas que al ser despojadas de ciertas partes de su estructura, pueden ser utilizadas, pero es preciso conocerlas para prevenir los riesgos.
Muchas de las plantas venenosas son ornamentales, por lo que es normal verlas sembradas en jardines o terrazas. No obstante, es necesario que las personas sepan identificarlas para evitar emergencias sanitarias, por el contacto o ingesta de las mismas.
Componentes de las plantas venenosas
Las plantas venenosas contienen una serie de componentes que causan daño al organismo, ya sea de forma externa o interna. Aquí están los principales:
- Alcaloides: por lo general están presentes en las raíces, tallos y hojas de las plantas venenosas. Existen alrededor de unos cinco mil tipos, los cuales varían entre un vegetal y otro.
- Glucósidos: se activan en la planta con la acción de las enzimas. Existen los glucósidos cianogenéticos, que producen cianuro de hidrógeno, un potente veneno que al contacto con la persona bloquea su sistema respiratorio. Este grupo abarca la amigdalina, sambunigrina, vicianina, linimarina, lotoaustralina, trifoliína e hidrangerina. Asimismo, están los glucósidos cardíacos, cuyo efecto va directo al corazón. Algunos de estos glucósidos son los digitálicos, oleandrina, corolinina, heleborina, asclepiadina y evonimina.
- Taninos: son ingredientes de sabor amargo, astringente y polifenólicos, que las plantas venenosas producen para como defensa contra los depredadores. Consumir unos 100 mg al día puede causar problemas estomacales.
- Saponinas: estos glicósidos presentes en las plantas venenosas producen espuma al mezclarse con el agua, de allí que utilicen las plantas donde está presente como jabones naturales. Al ser consumidas ocasiona afecciones estomacales.
Las plantas venenosas más peligrosas
Entre las plantas venenosas más letales se encuentran:
- Adelfa: Aseguran que es la más venenosa. Hasta la miel que se extrae de ella es capaz de matar a una persona. Su principal componente es la oleandrina.
- Cicuta: Es tan potente que quien sobrevive después de haberla consumido puede llegar a sufrir de amnesia. En las raíces contiene cicutoxina.
- Regaliz americano: Es la planta de donde brotan las famosas semillas llamadas peonias, muy utilizadas para hacer collares y pulseras. Sin embargo, al romper esta pepita el veneno que contiene paraliza la síntesis de las proteínas, función vital de las células.
- Acónito común: Esta planta contiene una sustancia llamada aconitina que es muy peligrosa. El consumo de 1 mg es suficiente para matar a una persona de unos 80 kilos.
- Manzanillo de la muerte: Todo el árbol es venenoso, y una persona se puede ver afectada tan solo con inhalar el olor del aserrín, produciéndole entre otros síntomas, una tos y hasta bronquitis.
Plantas tóxicas en la cocina
Existen ciertas plantas venenosas que deben ser procesadas o consumidas en una cantidad específica, para que no hagan daño en el organismo. De lo contrario, producen efectos secundarios. Entre las más conocidas están:
- Nuez moscada: Contiene miristicina, una sustancia peligrosa. Se debe consumir en mínima cantidad y si es procesada o pasada por el fuego mejor. Una cucharadita de nuez moscada causa vómitos, taquicardia y hasta podría inducir un estado de coma.
- Ruibarbo: Por lo general se utiliza la raíz de esta planta para preparar infusiones que ayudan en ciertas molestias del cuerpo. Sin embargo, las hojas de la mata presentan sales de ácido oxálico, que producen convulsiones y llevar al coma.
- Cerezo: Tanto las hojas como las semillas de esta planta son perjudiciales para la salud porque tienen glucósido cianogénico. En este grupo también entran el durazno, la ciruela, el almendro y el damasco y hasta la manzana.
- Frijol: No se pueden comer crudos porque contienen linamarina, un glucósido cianogénico muy dañino.
- Papa: Aunque es un tubérculo muy empleado en la cocina, cuando se consume verde resulta tóxico porque entre sus componentes se encuentra el glicoalcaloide solanina, que causa problemas digestivos severos.
Efectos negativos
No todas las plantas venenosas causan el mismo efecto. Algunas actúan sobre el sistema nervioso bloqueando sus funciones y ralentizan el ritmo del corazón, mientras que otras atacan el estómago produciendo vómitos hasta el punto de deshidratar el cuerpo. Sí se hace un lavado a tiempo, no generan mayores complicaciones.
Otras plantas producen efectos negativos de forma externa, como picazón y quemaduras en la piel con sólo tocarlas. Para evitar cualquier roce con las ramas se deben tener ciertas precauciones al momento de su recolección y evitar cualquier contacto directo con la piel.
Usos de las plantas venenosas en la medicina
Así como hay plantas venenosas que siendo procesadas pueden ser empleadas en la cocina, también hay otras que se utilizan en la medicina natural para curar dolencias o como sanadoras de muchos males.
La mata de ricino es una de ellas. El aceite que se extrae de las semillas de la planta es muy preciado para limpiar los intestinos, estimular el sistema inmunitario, actúa como antibacteriano y antiviral. Sin embargo, una vez que se saca el aceite de las semillas sólo queda una sustancia llamada ricina, que puede ser letal si se consume, porque bloquea el metabolismo celular. La persona sufre de vómitos, convulsiones y poco a poco le van fallando los órganos hasta morir.
También la nuez de la India se vende como un producto muy efectivo para adelgazar. No obstante, este efecto viene por ser un potente purgante, y sus semillas son tóxicas. El consumo de la planta sin ser procesada, produce vómitos, diarrea, debilidad en los músculos y taquicardia hasta llevar a la muerte. Y al contacto con la piel causa irritación cutánea.
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