¿Por qué llamarlas así, plantas de interior? Porque es allí donde crecen, en el interior de las casas, oficinas u otros ambientes bajo techo. No importa si reciben luz directa o indirecta, aire natural o acondicionado, no están en áreas abiertas ni absorben los nutrientes del medio, sin embargo siguen siendo naturales y hermosas. Con frecuencia son escogidas para decorar o bien para purificar el aire de determinados espacios.
Cuidados, Luz y temperatura
Una vez que se decide sembrar o adquirir una planta de interior, deben estudiarse factores como la humedad, la temperatura, el tipo de maceta a utilizar, la luz, fertilizantes y no menos importante, el control de plagas. Aunque todos estos elementos variarán según la planta seleccionada, es propicio saber que existen requerimientos mínimos comunes que se deben manejar.
En principio, la mayor parte de las plantas de interior son de origen tropical, así que deben permanecer en una temperatura de entre 15 y 25 grados centígrados, y contar con 50% o más de humedad.
Además, como todas las plantas necesitan luz para completar su proceso de fotosíntesis, unas más que otras (directa o indirectamente), es recomendable informarse acerca de sus características para ofrecerle las mejores condiciones. Hay algunas que, por ejemplo, deben obligatoriamente colocarse cerca de una ventana, para que pueda ser “abrazada” a los rayos del sol. Otras, en tanto, pueden permanecer en penumbras, pero bajo estricta vigilancia.
Plantas de interior más comunes
Entre las plantas de interior de uso más habitual se encuentra la columnea, original del centro y sur de América. Es de tallos flexibles y colgantes, por lo que suele colocarse en cestas suspendidas en el techo o en macetas altas. Se alimenta de la luz indirecta y necesita de poca agua, especialmente durante su fase de floración. Por cierto, sus flores son hermosas, de colores amarillo, naranja y rojo. La humedad es su más grande aliada.
La azalea es otra de las favoritas por sus llamativas y vistosas flores. Puede llegar a florecer durante todo el año si se le brindan los cuidados necesarios. Esta especie en particular debe ser regada frecuentemente con agua descalcificada, preferiblemente agua de lluvia, ya que la cal puede llevarla a la muerte. La luz debe impregnarla, pero no directamente. Es aconsejable sembrarla en una maceta de barro, que ayuda a sujetar sus raíces al tiempo que favorece el drenaje.
En las civilizaciones primitivas, plantas de interior y ornamentales como las azaleas, gozaban de gran estima, y en algunas culturas -como las orientales- su cultivo era permitido solo a las personas adineradas. Por suerte eso ha cambiado.
Otras plantas de interior
De la China proviene otra de las plantas de interior mayormente utilizadas: la gardenia. Sus flores son muy parecidas a las rosas y han sido inspiración de poetas y cantores, tanto por su belleza como por su aroma. Este arbusto puede alcanzar los dos metros de altura, debe mantenerse en un ambiente y tierra húmedos, pero no exponerse a las bajas temperaturas. El perfume de la gardenia permanece en el lugar aun después de cortada la flor.
El crotón de la India es también espectacular. Debe regarse cada tres días y sus hojas deben limpiarse con un paño húmedo cada cierto tiempo. Es enemiga del calor y de la luz solar directa. Pero ello no debe ser impedimento para tenerlas en interiores, donde aportan alegría a través del característico color de sus hojas.
Otras plantas de interior solicitadas con frecuencia son el palo de agua, la calatea, la violeta africana y los palmitos.
Plantas de interior bellas y resistentes
Al igual que otros organismos, toda planta de interior amerita atenciones y condiciones básicas para subsistir. Sin embargo, una parte de ellas necesita poco para vivir, por lo que pueden llegar a ser las preferidas de quienes amando su cultivo no cuentan con el tiempo suficiente para ocuparse de tantos detalles. A continuación se mencionan algunas de ellas:
- El jade: Es un arbusto pequeño, vive muy bien en suelos reducidos y se conforma con la luz indirecta.
- La sanseviera o lengua de suegra: No hay que regarla todos los días pues resiste a la sequia y hasta le hace bien a su apariencia.
- La zamioculca: Esta belleza tropical además de lucir en cualquier rincón del hogar, crece con muy poca luz.
- El aloe vera: Solo necesita luz y agua de vez en cuando, aunque también se adapta a la sombra.
- El espatifilo: Sus decorativas flores blancas la hacen predilecta en interiores, y como se lleva bien con la humedad es especial para los cuartos de baño.
- El ficus: Necesita ambientes iluminados pero no con sol directo. Alcanza una altura que lo hace ver elegante en salas y comedores.
- El árbol del caucho: Debe ser podada entre tiempos y cada dos o tres años ameritara ser cambiada de maceta.
- El bambú de la suerte o dracaena: Ya es una planta de interior predilecta en los hogares. Solo necesita de agua y de luz filtrada (indirecta).
- El filodentro: Agradece los ambientes húmedos y no requiere tanta luz para vivir.
- La tradescantia: Es ideal para cestas o macetas colgantes donde luce sin igual al recibir buena luz. En la sombra también resiste, pero cambia el color atractivo de sus hojas y flores.
Estas plantas de interior no son las únicas que pueden acoplarse a los espacios poco ventilados. También puedes tomar como opciones la flor de porcelana, hiedra, aglaonema, aspidistra, diefembaquia, cheflera y las cintas, entre muchas otras especies que tienen en común la flexibilidad en el consumo de luz y agua. Escoge la que más te guste y embellece tus estancias.
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