La pingüica es un arbusto que crece, fundamentalmente, en el sur de los Estados Unidos de América, y en casi todo el territorio de México. En este último país se la conoce como manzanita, debido a sus frutos redondos, pequeños y que asemejan a una manzana. Esta planta sirve como alimento a diversas especies del reino animal debido a su fruto y el consumo humano está ubicado en la elaboración de mermeladas a partir del fruto. Su nombre científico es Arctostaphylos pungens y pertenece a la familia Ericaceae.
¿Cómo es la pingüica? sUS CARACTERÍSTICAS
Este arbusto es de tallos erectos y llega a medir entre 1 y 3 metros de altura. La corteza que recubre sus tallos es muy característica debido a su color rojo y su textura lisa. Las ramas de la pingüica son cortas y de ellas parten hojas coriáceas, de color verde brillante. Su forma es ovalada y lanceolada. Alcanzan a medir 4 centímetros de largo y llama la atención sus hojas nuevas que presentan una apariencia lanosa.
Las inflorescencias de esta planta presentan racimos esféricos, constituidos por numerosas flores, mientras que su fruto es una drupa globosa deprimida, lisa, de aproximadamente 5 a 8 milímetros, carnosa y comestible. Madura al final de la primavera o a finales del verano. Cuando madura es de color amarillo, pero este color se torna rápidamente a café rojizo. Los frutos permanecen entre uno y dos meses en la planta.
La pingüica crece, sobretodo, en suelos que se caracterizan por ser secos, pocos profundos, cargados de grava y arena y con un pH ácido. Para obtener una mayor cantidad de nutrientes y agua, esta planta establece relaciones simbióticas entre sus raíces y algunas variedades de hongos con los que comparte el suelo. Debido a los incendios forestales, en las áreas de donde son habituales, las semillas, para poder germinar, deben ser escarificadas.
Usos y propiedades de la pingüica
La pingüica es una planta que, habitualmente, sirve como alimento a muchas especies silvestres de animales que comparten su hábitat. En algunas poblaciones de México, se recolectan sus frutos para la elaboración posterior de mermeladas. A pesar que su uso data de antes de la llegada de los conquistadores a América, no existe un cultivo sistematizado de este arbusto, por lo que se carece de estudios profundos que permitan establecer las propiedades reales de la planta.
En México, la planta es utilizada debido a las propiedades diuréticas que se le atribuyen. Es recomendado su consumo, en infusiones a partir de sus raíces, hojas o frutos, para aliviar los síntomas producidos por enfermedades de tipo renal. También es recomendada, dentro de la medicina popular mexicana como eficaz tratamiento para diarreas, reumatismo, hidropesía e inflamaciones de diversos tipos.
Papel de la pingüica en el ecosistema
La pingüica o manzanita desempeña un papel importante al inicio de la sucesión como restauradora y retenedora del suelo en sitios erosionados y como alimento de la fauna silvestre. De manera natural esta planta prospera en sitios pedregosos o con afloramiento de roca madre, en donde produce hojarasca y a la larga forma suelo para el establecimiento de otras especies. En California se ha observado que las especies arbustivas funcionan como nodrizas de otras especies arbóreas, tal es el caso de Juniperus sp. y Pinus monophylla, al mejorar el suelo y mejorar el microclima a nivel del suelo, lo que favorece la sobrevivencia de las plántulas de estas especies.
La pingüica constituye una especie clave que debe ser considerada para el manejo de las áreas forestales, tanto por su respuesta a los incendios forestales, como por su papel en la posible recuperación o restauración de áreas degradadas. Su estrategia ecológica, basada en una producción abundante de frutos, su dispersión por una gran variedad de mamíferos y aves, así como por las corrientes de aguas superficiales, la germinación fuego-dependiente, y la propensión a causar incendios intensos en su entorno, le permiten desplazar a otras especies en muchos lugares de México.
Si el manejo de las áreas de transición, orientado al uso del fuego para propiciar el crecimiento de pastos, continúa como hasta ahora, es probable que esta especie continúe incrementando su densidad y extensión. En ausencia de fuego su reemplazo podría tardar hasta 50 años, por lo cual podría ser conveniente, en caso de buscar sustitución por especies arbóreas, realizar su extracción mediante prácticas mecánicas, pero sin el uso del fuego para el control de los desperdicios. Dada la importancia ecológica de la pingüica, por su capacidad para sobrevivir en sitios con suelo escaso, por la generación de sustrato y por su papel clave para la alimentación de varias especies de vida silvestre, es importante encauzar esfuerzos, por parte del sector forestal, para desarrollar sistemas de manejo de esta valiosa especie.
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