El geranio proviene del Geranium y se trata de un grupo de 422 especies de plantas diferentes que suelen ser utilizadas en la jardinería debido a su delicioso aroma y atractivo florecer característico de esta especie en particular.
Estas plantas de exterior tienen colores muy vivos y flores bonitas. Florecen durante el verano y su resistencia es bastante alta, por lo que se pueden cultivar en balcones, terrazas o jardines, aunque es posible mantenerlas en interiores con los cuidados necesarios, que necesitan especialmente de un lugar muy luminoso y alejado de calefacción.
Existen muchas variedades (422 conocidas hasta ahora) y cada año se descubren nuevas especies, aunque las más conocidas son: el geranio de hojas de hiedra, el geranio con hojas aromáticas, la gitanilla, el geranio real y el geranio común.
De esas especies, el geranio real es el mejor para cultivar en interior y alcanza entre los 0,50 y 1,50 metros de altura.
Historia del Geranio
El geranio es parte del gen pelargonio. Geranio es el nombre botánico adecuado de los genes separados que contienen a los cranesbills en común. Ambos géneros pertenecen a la familia de las geraniáceas, la cual originalmente incluía a todas las especies en un género, el geranio, pero que posteriormente fueron separadas en dos géneros distintos por Charles L’Héritier en el año 1789. Las primeras especies de pelargonio cultivadas fueron las conocidas con el nombre “pelargonium triste”, nativas de Sudáfrica. Los cranesbills componen al género geranio con 422 especies de plantas anuales, bianuales y perennes que se distribuyen por todas las regiones templadas del mundo y en las montañas de las zonas tropicales, pero en especial en la parte oriental del Mediterráneo.
Se puede distinguir al geranio y al pelargonio debido a que el primero tiene fotos simétricas, mientras que el segundo cuenta con pétalos irregulares o manchados.
¿Cuáles son las características generales del Geranio?
Los geranios son plantas muy buenas para decorar un jardín debido a su color y atractivo aroma, además de una excelente apariencia. Esto se debe a unas características generales que las convierten en plantas únicas.
• Resistencia al clima: los geranios soportan muy bien condiciones complicadas del clima, en especial aquellas recién cultivadas. Las lluvias y vientos fuertes no suelen afectar a estas especies, salvo que estén mal cuidadas o que las condiciones sean muy extremas.
• Floración tardía: pueden florecer tanto en primavera como en invierno, aunque crecen especialmente bien en verano.
• Aromas: su aroma y follaje son algunas de las características que destacan a estas plantas. Tienen aromas variados que van desde durazno, rosa, limón y moscada hasta una flor de geranio con un particular aroma a citronela.
• Follaje: como mencionamos, su follaje es otra razón para su alta popularidad. Muchas de las especies cuentan con hojas aterciopeladas cubiertas de manchas oscuras mientras que otras destacan por su follaje festoneado.
• Condición del suelo: pueden tolerar una ausencia ocasional del agua y se adaptan muy bien a suelos de arcilla adicionados con materia orgánica, aunque las mejores condiciones para los geranios son suelos porosos y aireados.
Los cuidados del Geranio
Los geranios son plantas que no requieren de muchos cuidados y gracias a su composición genética tienen flores que no paran de crecer. La plantación se debe realizar en primavera y comienzan a florecer desde ese primer mes de primavera hasta en verano.
Se recomienda plantarlas al sol cuando no hace mucho frío, por lo que la etapa ideal es una vez finalizado el invierno, aunque si tu región es más fría, puedes esperar un poco más. Tienen que plantarse con un mantillo especial para plantas floridas, y en el momento de plantación hay que incorporar un abono de retraso que, con su forma de canicas o dados, se hunde en el mantillo colocado.
Una vez hecha la plantación, hay que hacer un riego abundante y luego una vez por semana. Tras finalizar la primavera, habrá que regar los geranios tres veces por semana y, en las épocas más cálidas a diario. Para que florezcan mejor, se recomienda añadir abono líquido en la segunda agua de riego, todo lo que dure la primavera o los primeros tres meses de plantación si comienzas a plantar un mes después.
Estas plantas son sensibles al óxido que, sin poner en riesgo su vida, altera su follaje, dando manchas antiestéticas. Para evitar esto, hay que regar siempre en el pie, nunca en la región de las hojas o pétalos.
Cuando las flores se marchitan hay que quitarlas para prolongar al máximo posible la floración.
Puedes ahuyentar a los mosquitos dejando jardineras con geranio oloroso de aroma a melisa, albahaca y limón en el borde las ventanas de la habitación donde estén.
En caso que decidas colocar geranios en interiores, puedes hacerlo en el balcón o terraza, pero siempre en una región que esté protegida con una lona de invernadero. Las habitaciones donde puedan llegar a estar no tienen que ser muy oscuras y no deben estar bajo calefacción muy fría.
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