¿Buscas plantas de gran floración? Las Delosperma son ideales para ti. La mayoría presentan hojas carnosas y tallos que pueden formar cubiertas rastreras o caer de las macetas. Sus flores, abundantes y de colores variados, pueden cubrir gran parte de la planta durante la temporada de floración.

Delosperma pertenece a la familia Aizoaceae y es originario del continente africano, con notable presencia en Sudáfrica. El nombre Delosperma proviene de términos griegos que se asocian a la floración y a la semilla, y se utiliza para describir la particularidad de sus flores. En la actualidad se describen más de 100 especies, entre las que se destacan Delosperma karooicum, Delosperma cooperi, Delosperma pruinosum y Delosperma tradescantoides.
Características destacadas y usos en el jardín: las Delosperma presentan hojas carnosas y tallos rastreros o colgantes, lo que las hace ideales para cubrir el suelo en rocallas, bordes y jardineras colgantes. Sus flores abundantes, de colores que van desde blanco hasta púrpura, pueden permanecer durante varias semanas en primavera y verano, según el clima.
- Delosperma cooperi
- Delosperma karooicum
- Delosperma pruinosum
- Delosperma tradescantoides
Características y usos en el jardín

Las Delosperma presentan hojas carnosas y tallos rastreros o colgantes, lo que las hace ideales para cubrir el suelo en rocallas, bordes y jardineras colgantes. Sus flores abundantes, de colores que van desde blanco hasta púrpura, pueden permanecer durante varias semanas en primavera y verano, según el clima.
Cuidados y cultivo
- Exposición: pleno sol para una floración óptima.
- Sustrato: drenante y arenoso; evitar suelos pesados o arcillosos.
- Riego: moderado; toleran bien la sequía. Deje secar la capa superficial entre riegos, reduciendo riegos en invierno.
- Temperatura: resistentes a altas temperaturas y a periodos de calor seco; algunas especies toleran heladas ligeras, pero en climas fríos conviene protegerlas.
- Propagación: esquejes de tallo en primavera o verano; también es posible dividir las matas y, en menor medida, sembrar a partir de semillas.
- Uso ornamental: ideales para cubiertas de suelo, rocallas, bordes y macetas o jardineras colgantes.
Características de las Delosperma
Las especies del género Delosperma presentan ramas que pueden alcanzar unos 15 cm de longitud cuando se despliegan. Sus hojas, de aproximadamente 1 cm de longitud, exhiben un tono verdoso intenso que llama la atención. En los extremos de los tallos florecen pequeñas flores de 1,5 cm de diámetro, con colores que van desde el amarillo y el blanco hasta el violeta, que brotan con mayor esplendor entre julio y septiembre.
Es importante manipular las plantas con cuidado, ya que los tallos portan espinas pequeñas que pueden pinchar.

Para un crecimiento adecuado, Delosperma debe situarse en semisombra; la luz solar directa puede dañar las hojas. No es aconsejable cultivarlas en climas con temperaturas por debajo de 6 °C, ya que podrían debilitarse o morir.
- Riego: toleran la sequía y requieren un riego moderado; evitar encharcamientos para prevenir la pudrición de raíces.
- Sustrato: prefieren suelos bien drenados; en macetas, utilice una mezcla para cactus o suelos arenosos.
- Propagación: se expanden fácilmente por esquejes de tallos o por división en primavera.
- Usos en el jardín: ideales como cubresuelos, en rocallas o bordes soleados, aportando color durante gran parte del año.
- Clima y mantenimiento: resisten bien la sequía y las temperaturas cálidas; en climas fríos pueden perder hojas, pero suelen rebrotar en primavera si el periodo de heladas es breve.
Pasos para el cultivo
Delosperma es un género de suculentas de crecimiento rastrero o compacto, apreciado por sus flores brillantes en verano. Se propagan con facilidad por esquejes (pencas o tallos) o por semillas; la propagación por esqueje suele ser más rápida y fiable.
- Elección de la propagación: Elija esquejes sanos de la planta madre o semillas de flores recogidas. Los esquejes de 5–7 cm de longitud suelen enraizar con rapidez. Si utiliza esquejes, deje que la base cicatrice 24–48 h antes de plantar para reducir el riesgo de pudrición. Si emplea semillas, siérvelas en primavera para favorecer la germinación.
- Sustrato y maceta: Utilice una maceta con drenaje y una mezcla bien drenante. Una opción típica es 40–50% arena gruesa, 30–40% mantillo maduro o compost descompuesto y 10–20% tierra de jardín. Adapte la mezcla según disponibilidad, manteniendo un sustrato que permita secados rápidos entre riegos.
- Plantación: Para esquejes, inserte la base en la mezcla de sustrato hasta cubrirla ligeramente, aproximadamente 1–2 cm de profundidad. Para semillas, distribúyelas en la superficie o cúbrelas ligeramente con 0,5–1 cm de sustrato. Mantenga la humedad inicial sin encharcar.
- Riego y humedad: Regue con moderación. En verano, la planta puede requerir riegos de 2–3 veces por semana en climas muy cálidos; en climas templados, 1–2 veces por semana puede ser suficiente. Deje secar la capa superior entre riegos para evitar la pudrición de raíces. En otoño e invierno reduzca notablemente el riego; cada 2–3 semanas suele ser suficiente, dependiendo de la temperatura y la humedad ambiental.
- Luz, temperatura y ubicación: Prefiere pleno sol y temperaturas cálidas. Es adecuada para jardineras en terrazas, rocallas y parterres. En climas fríos, protéjela ante heladas fuertes o cultívala en interior durante el invierno; muchas especies toleran bajas temperaturas, pero requieren protección.
- Fertilización y cuidados: Aplica un fertilizante balanceado para suculentas cada 6–8 semanas durante la temporada de crecimiento (primavera—verano). Evita fertilización excesiva que promueva un crecimiento excesivo de hojas a expensas de la floración. Mantenga el sustrato relativamente seco entre riegos.
- Poda y limpieza: Pode ligeramente para mantener la forma y fomentar la ramificación. Retire flores marchitas para favorecer una floración continua y evitar la formación de semillas no deseadas. Si las ramas se alargan demasiado, recórtelas para mantener un aspecto compacto y saludable.
- Ubicación y soporte: Sus ramas pueden volverse colgantes; por ello conviene ubicar las plantas en macetas elevadas, jardineras altas o lugares con apoyo para evitar daños al regarlas o por el peso de la planta.
En general, las delosperma requieren pocos cuidados más allá de los básicos: buena iluminación, sustrato bien drenante y riegos controlados. Cuando se cultivan adecuadamente, ofrecen una cobertura atractiva, resistencia a la sequía y una floración prolongada durante el verano.
Otros aspectos de interés sobre las Delosperma
Las especies del género Delosperma suelen presentar una alta resistencia a plagas y hongos comunes en jardinería, lo que facilita su cultivo y reduce la necesidad de tratamientos específicos. Además, destacan por su notable adaptabilidad a distintos tipos de suelo.
A continuación se detallan algunos aspectos prácticos para su cultivo y mantenimiento:
- Adaptabilidad del sustrato: toleran suelos de textura franca, pedregosos, pobres o arenosos, siempre que el drenaje sea adecuado. Esto las hace ideales para jardines de roca, macizos bien drenados o cubiertas de suelo.
- Ritmo de crecimiento y floración: con condiciones adecuadas, crecen con rapidez y pueden llenar una maceta en menos de un año. Producen flores coloridas que suelen permanecer durante varias semanas en verano y, en climas templados, pueden repetirse las floraciones a lo largo de la temporada cálida.
- Propagación: su reproducción es sencilla. Se pueden multiplicar por esquejes, por división de matas o, en algunas especies, por semillas, lo que facilita ampliar el jardín de Delosperma.
- Mantenimiento y riego: son plantas de baja exigencia hídrica; requieren riego moderado y pueden tolerar periodos de sequía entre riegos, sobre todo en verano. Un sustrato bien drenado previene la pudrición de raíces.
- Seguridad para niños y mascotas: en general no son tóxicas y no producen frutos peligrosos. No obstante, conviene evitar la ingesta de cualquier parte de la planta y, si hay niños o mascotas curiosas, optar por variedades con espinas mínimas o consultar opciones aptas para uso en vivienda.
- Desprendimiento de hojas y limpieza: las hojas caídas son escasas y, en cultivo adecuado, no requieren limpieza frecuente del jardín. En ambientes secos puede haber desprendimiento puntual de hojas, que se retira fácilmente.
- Resistencia a heladas y ubicación: muchas especies toleran heladas ligeras, pero en climas muy fríos es recomendable situarlas en lugares protegidos o cultivarlas en macetas para moverlas al interior durante el invierno.
Plantas duraderas
La longevidad es una de las virtudes más destacadas de Delosperma. Estas suculentas pueden permanecer en el jardín durante décadas, y en condiciones óptimas pueden superar las tres décadas de vida. Esta durabilidad las convierte en opciones muy valoradas tanto para jardines particulares como para proyectos paisajísticos en zonas de interés turístico.
Las macetas destacan en espacios interiores y exteriores. Requieren un sustrato ligero y drenante, y una exposición plena al sol. Aunque las flores más comunes son violetas y blancas, también se observan tonalidades atractivas como púrpura y fucsia, que aportan color durante la temporada de floración.
- Resistencia al calor y la sequía: tolera climas soleados y riegos moderados; un riego escaso es suficiente una vez establecida la planta.
- Fácil de cultivar: requiere drenaje adecuado, buen sustrato y poda ligera para mantener la forma y evitar estiramientos.
- Uso ornamental: ideal como cobertura de suelo, bordes de caminos, rocallas y en macetas para terrazas y balcones.
- Colores y variedades: flores que van del violeta al blanco, con tonos púrpura y fucsia; algunas variedades presentan hojas o tallos con tintes rojizos.
- Propagación: se multiplica fácilmente por esquejes de tallos o por división de matas, lo que facilita rellenar áreas o propagar plantas en otros maceteros.
En climas cálidos y soleados, Delosperma ofrece no solo color y longevidad, sino también una opción de bajo mantenimiento que ayuda a reducir labores de riego y mantenimiento. Su versatilidad la convierte en una elección popular para jardines contemporáneos y de turismo.
Usos de las delosperma
Las delospermas son plantas ornamentales apreciadas por su crecimiento rasante, flores vistosas y buena tolerancia a condiciones de cultivo difíciles. Su principal valor en jardinería es estético y práctico: cubren rápidamente el suelo y reducen el crecimiento de malezas, lo que las hace ideales para jardines de roca, techos verdes y bordes bajos.
La especie más común es Delosperma cooperi, nombrada en honor al botánico James Graham Cooper (1830–1902).
Con ellas se puede formar un césped abundante y densamente cubierto. En algunas localidades se las conoce como la alfombra rosa, por el color intenso de sus flores que suelen cubrir casi toda la superficie plantada. En invierno, las hojas pueden adquirir un tono rojizo, lo que incrementa su atractivo estético. Son especialmente adecuadas para entornos urbanos debido a su resistencia y bajo requerimiento de riego.
- Usos en paisajismo: cobertura de suelos, rocallas, jardines de roca, bordes y como planta para cubrir terrazas y balcones en climas cálidos.
- Cuidados básicos: requieren suelo bien drenante, exposición a pleno sol y riego moderado; son tolerantes a la sequía. Se propagan fácilmente por esquejes o división de matas; evitar el riego excesivo para prevenir la pudrición de raíces.
- Variantes y colores: existen numerosas variedades y cultivares con flores que van desde tonos rosados y magenta hasta blancos y amarillos; la floración suele ocurrir en primavera y verano, según el clima.
- Consideraciones ambientales: son resistentes a la mayoría de plagas y se adaptan a climas cálidos y templados; pueden no tolerar heladas intensas en inviernos fríos, dependiendo de la especie y la variedad.























