A la col de Bruselas o repollo de Bruselas, se le denomina científicamente Brassica oleracea. De la variedad Gemmifera, se caracteriza por su pequeño tamaño, que oscila entre los 2.5 y 4 centímetros. Es familia del brócoli y del repollo, y su peculiar nombre se debe a la prominencia de su cultivo en la capital de Bélgica.
Se describió por primera vez en el siglo XIX, específicamente en el año 1821, en las cercanías de Bruselas, con el nombre vulgar de «Choux de Bruxelles».
Hoy es sembrada en distintos países de Europa, Asia y América, entre ellos Holanda, Italia y Francia. Se cosecha también en Estados Unidos, China, Rusia, India y Corea, naciones que figuran como las principales productoras de col de Bruselas en el mundo.
CARACTERÍSTICAS DE LA COL DE BRUSELAS
La col de Bruselas deriva de las coles rizadas. Pertenece a la familia de las Crucíferas. Es un pimpollo que brota en el tallo de la planta, y se recoge cuando su textura es firme. Es de un color verde, aunque también hay variedades rojas y moradas.
El tallo puede alcanzar un metro, y las hojas se desarrollan sobre él, con una forma oval o redondeada.
En las axilas de las hojas “nacen” unas yemas que progresan creando unos cogollitos de múltiples hojitas solapadas-unas contra otras-que vienen a ser las coles de Bruselas. Cada planta puede llegar a producir entre 20 y 40 coles.
La col de Bruselas cubre su ciclo en dos años. En el primero brotan las coles en las yemas axilares, y en el segundo florean de un lindo tono amarillo, y se van uniendo en racimos, en el extremo del tallo.
A medida que avanza en tamaño, va tamizando todo el tronco de la planta. Las pequeñas se sujetan a él por una base o tallo corto y engrosado, al que se unen una cantidad de hojitas llanas que le van dando una forma redondeada u ovalada a la col.
Las hojas que cubren el núcleo central pueden exhibir en el borde un color amarillento, mientras que las exteriores resguardan y protegen a la yema terminal y a las hojas más jóvenes. Algunas tienen un sabor intenso y dulzón, y otras un marcado gusto acre o amargo.
VARIEDADES
Existen muchas clasificaciones que van a depender del tamaño, sabor, color o fecha de recolección. En función de este último aspecto, se logran las coles precoces, que se recolectan antes de los 150 días de sembradas; las intermedias, que se acopian entre los 150 y los 180 días, y las tardías, que se recolectan después de los 180 días.
También se conocen las variedades estándares o híbridas. Las primeras se identifican por ser más grandes y de mejor sabor, mientras que las segundas son más uniformes. Entre estas destacan las diversidades más usuales: sonearlyhalftall, noisette, bedford, welland, welland, citadel, Rampart, fortress y zidfasolt.
USOS EN LA COCINA
El uso principal de la col de Bruselas es el consumo humano. En Europa, específicamente, no falta como plato invernal.
Se prepara cocida en agua, y es guarnición predilecta de carnes, pollos, embutidos y otros ricos platillos.
Se estila realizar uno o dos cortes en forma de X en la base de la col, y luego quitar las hojas superficiales o en mal estado, que suelen desprenderse con facilidad.
Hay recetas muy sencillas y sabrosas para aprovechar la col de Bruselas. Se suele comer hervida con sal, pimienta y mantequilla, a la parrilla, salteada o asada con aceite de oliva y jugo de limón, y guisada con mantequilla, sal y ajo. En cualquiera de estas variantes sabe deliciosa.
Sirve para elaborar sopas, cremas, gratinados, granos y muchas otras recetas. Lo ideal es comerla cocida, nunca cruda.
PROPIEDADES DE LA COL DE BRUSELAS
La col de Bruselas es muy estimada por su gran valor nutritivo. Es rica en hidratos de carbono. De hecho se estima que cada 100 gramos contenga 35,7 kilocalorías. Su aporte de agua también es bastante considerable (90 gramos) y, como si fuera poco, dota al organismo de proteína vegetal, vitamina E, ácido fólico, carotenos, tiamina, potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro, zinc, yodo y selenio.
Igualmente, la col de Bruselas posee un alto contenido de vitamina C, vitamina K, ácido cítrico, antioxidantes, fibra y folatos, que intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, y en la formación de anticuerpos.
Si bien es cierto que no es fácil determinar en qué medida un alimento influye o no en el riesgo de sufrir un tipo de cáncer, algunos estudios aseguran que el fitoquímico de la singrina que posee la col de Bruselas, ayuda destruir el progreso de células precancerígenas que se reproducen en la mama, ovario, estómago, vejiga y colon.
BENEFICIOS y propiedades de la Col de Bruselas
Por todas sus propiedades, la col de Bruselas previene la anemia, otorga una sensación de saciedad, evita el estreñimiento, protege el sistema inmunológico, evita las patologías cardíacas, elimina toxinas y regula el funcionamiento de la glándula tiroidea.
Esta hortaliza también ayuda a conciliar el sueño, mejora el agotamiento físico y mental, cuida la salud de los ojos y actúa como un potente diurético natural.
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