La azalea es un arbusto que se caracteriza por la gran cantidad de flores que produce, todas de colores muy agradables y que conforman matas muy llamativas. Existe una gran variedad de estas plantas. 1000 especies silvestres y más de 10 mil hibridaciones desarrolladas por el hombre, pasa su comercialización. Pertenecen al género Rhododendron y de éste se desprenden 2 subgéneros conocidos como Pentanthera y Tsutsusi. Todas las azaleas son parte de la familia de las Ericáceas. Son originarias de la cordillera del Himalaya y de la zona de Nepal, pero, en la actualidad se encuentra extendida en todo el mundo. Estados Unidos cuenta con los mayores cultivares de azalea del mundo.
Características de la azalea
Por su enorme cantidad de variedades, la azalea es un arbusto que puede ser perenne o caducifolio. El tamaño de los arbustos varía según la especie. Los de menor altura no superan los 10 a 20 centímetros, mientras que la variedad conocida como Rhododentron arboreum llega a medir 30 metros de altura.
En la azalea, las hojas se disponen como si fueran un espiral. Su forma y tamaño también está vinculado a la especie que se trate. Existen hojas de azalea muy pequeñas y otras de grandes dimensiones que pueden superar el 1 metro de longitud. Algunas variedades de azalea se caracterizan por poseer el envés de la hoja cubierto con un tipo de vellosidades o escamas.
La floración, que es lo que hace a la azalea una planta muy apreciada, puede presentarse de diversas maneras. Una de ellas es con grandes racimos de flores, y la otra, que puede llegar a confundirse con esta forma, es con flores en el extremo de sus ramas, pero dado que producen una gran cantidad de estas ramas, las flores pueden confundirse con racimos. En los Alpes, crecen variedades de azaleas que se caracterizan por poseer flores muy pequeñas. En las algunas regiones tropicales, la azalea crece como una epífita, es decir como una planta cuasi parásita que se monta sobre otra para desarrollarse. La floración de la azalea dura un período de tiempo muy corto, pero de una asombrosa vistosidad.
La toxicidad de la azalea
Todas las plantas que integran el género Rhododentron, incluyendo los 2 subgéneros de azaleas, contienen tanto en el polen como en el néctar, una toxina que se denomina Grayanotoxina, es sumamente venenosa para los seres humanos. De hecho, la miel que producen las abejas a partir de estas flores no es apta para el consumo humano. Es por eso que debe evitarse la colocación de colmenas en zonas donde existen cultivos de azaleas. El resto de la planta – tallos y hojas – son también tóxicos.
Cultivo y cuidados de la azalea
Las ericáceas, familia a la cual pertenece, son plantas que obtienen su mejor desarrollo en suelos de pH ácido, los más óptimos son aquellos que cuentan con un registro de 4,5 a 5,5. Otra característica que debe tener el suelo donde serán cultivadas las azaleas, es que cuenten con un buen drenaje y con un alto contenido de materia orgánica, esto debido a que sus raíces son fibrosas.
En las regiones donde el suelo no es lo adecuadamente drenado o posee una alta salinidad, que impediría el crecimiento de la azalea, se pueden utilizar parterres elevados, a los cuales podemos añadirle un compost conformado a partir de cortezas de pino.
Para garantizar una correcta floración, es necesario tener la precaución que el botón principal de la raíz se encuentre al nivel del suelo, evitando que esté demasiado enterrado, de lo contrario, crecerá sin problemas, pero no florecerá.
El riego es fundamental en esta planta. Debe mantener, de manera permanente, la humedad de suelo. El riego debe ser abundante en épocas de floración. Un aspecto a tener en cuenta al momento de regar una planta de azalea, es que debe evitarse el uso de las denominadas aguas duras, con alto contenido de salinidad. Esto provocaría que, paulatinamente, las hojas se vayan poniendo amarillas.
En los ejemplares que han sido cultivados en macetas, éstas pueden colocarse sobre un plato con agua para garantizar una buena humectación del suelo. Lo mismo ocurre con la humedad del ambiente. Para que estas plantas crezcan saludables hay que evitar los ambientes secos, en todo caso se puede pulverizar la planta con agua. El agua no puede estar demasiado fría.
En la costa oeste de los Estados Unidos, se encuentran cultivos a gran escala de azalea que conforman importantes explotaciones comerciales. Desde allí, se distribuyen a distintos lugares del mundo. El uso de plantas de azalea silvestre ha caído, prácticamente, en desuso y en la actualidad se utilizan variedades híbridas que van adaptándose a los requerimientos del mercado.
Deja una respuesta