Los arboles constituyen uno de los recursos más importantes de la naturaleza. Cuidarlos y protegerlos debe ser tarea de todos, pero son muchas las personas que día a día los destruyen mediante la tala indiscriminada. La tala de árboles es el proceso mediante el cual se trozan los árboles, induciendo así a la deforestación y – consecuentemente – a daños al medio ambiente y a la diversidad, pues los árboles aportan incontables beneficios para los ecosistemas y proveen al ser humano el oxígeno vital para la vida.
La tala de árboles conlleva a la destrucción de los bosques, lo cual constituye una de las grandes calamidades del globo terráqueo. Es un problema para la “salud” del mundo y aunque las acciones emprendidas para aplacarla han logrado discretos resultados, no se consigue modificar la propensión de esta negativa actividad. La catástrofe ambiental ocasionada por la tala induce a pérdidas ambientales inapreciables y, en ocasiones, con una improbable posibilidad de reparación o recuperación.
Más que de tala de árboles se debe hablar de bosques, ecosistemas y todo lo que en sí perturba, porque es la única forma de entender que la tala sin control es un atentado ecológico que no sólo afecta a un área en específico, sino a todo el planeta. En especial, porque es una práctica que se ejerce globalmente, con perjuicios a más de 10 millones de hectáreas de bosques.
CAUSAS DE LA TALA DE ÁROLES
Una de las razones por las que se practica la tala de árboles es la necesidad de conseguir madera para fabricar muebles, carreteras, viviendas y objetos utilitarios o decorativos. También se recurre a ella para obtener la madera que se emplea como leña o combustible para fuegos industriales y domésticos, y para forjar más extensiones de tierras para el cultivo o el resguardo del ganado.
Si bien las actividades mencionadas son promovidas por el hombre, es de hacer notar que los incendios y las plagas, también intervienen para que los árboles mueran o se sequen.
CONSECUENCIAS
Es de gran valor destacar las consecuencias de la tala de árboles porque, como hemos dicho, es un problema que de una u otra forma afecta a todo ser viviente. Las más recurrentes son: erosión de los suelos, rotura de la cadena alimenticia en el ecosistema, cambios climáticos, escasez de las lluvias y efecto invernadero. De igual modo la pérdida de biodiversidad se correlaciona ordinariamente con la tala de árboles.
La tala de árboles representa la muerte de los mismos y es un daño trágico cuando toca bosques centenarios. Como si fuera poco, la tala indiscriminada destruye los grandes depósitos naturales de carbono que eliminan el CO2 del ambiente y purifican el aire.
Se dice que los bosques son el pulmón del planeta, y protegen una biodiversidad nativa, por lo que su eliminación provoca la desaparición de variedades que se encuentran en peligro de extinción. Al mismo tiempo, las localidades ven evaporados sus recursos para sobrevivir.
Nuevas investigaciones han confirmado que la tala de árboles afecta considerablemente el porcentaje de lluvia y contribuye a la aparición de fenómenos climáticos. Su acción perjudicial en el suelo, la selva y la energía solar es igualmente digna de mencionar. En infinidad de países es un acto ilegal, con repercusiones altamente delicadas, pero a pesar de ello sigue ocurriendo y el ecosistema se sigue quedando sin árboles.
LA TALA DE ÁRBOLES EN LA ACTUALIDAD
En los últimos 25 años la tala de árboles en los bosques disminuyó a la mitad. El porcentaje anual de merma de selvas a causa de este fenómeno pasó de 0,18% en los 90´s a 0,08% en los últimos 5 años. Cada día aumentan las naciones y organismos ambientales que perfeccionan su trabajo forestal y agrandan así, las áreas protegidas.
El caso europeo llama la atención. Su área selvática aumentó, poseyendo en 2016 un tercio más que hace un siglo atrás. Lo mismo se ha producido en Cuba, con un incremento de casi 30% en las últimas décadas, y en Rusia donde las áreas boscosas se han ampliado desde 1961.
En los países subdesarrollados los bosques se reducen anualmente, mientras que en los industrializados se reconquistan, transformándose en bosques de atractivo turístico y recreacional.
En las naciones más desarrolladas se producen otros ataques, entre ellos la lluvia ácida, la cual complica la conservación de los bosques. Sin embargo, se busca controlar esta situación a través de la solicitud de ciertos requisitos para el uso de combustibles, y la limitación en la aplicación de altos contenidos de azufre.
La tala de árboles de la pluviselva tropical ha recibido una mayor vigilancia que los bosques secos tropicales, los cuales se están perdiendo por la implementación de técnicas para su adecuación como tierras de cultivo.
Toma conciencia y protege los árboles. Participa en campañas ambientalistas y todos unidos podremos reducir al máximo esta acción que contribuye a acabar con la vida en este planeta, nuestro planeta.
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