Desde tiempos remotos, la buena preparación de los alimentos ha sido considerada un arte. Por eso se oye hablar del arte culinario. Muchos son los ingredientes y productos que se conjugan en la inventiva y práctica gastronómica, siendo el cilantro uno de los de mayor uso a nivel mundial, por el potente sabor que le imprime a las comidas. Dependiendo de la región, es conocido como culantro, coriandro, anisillo, cilandro y perejil chino o japonés.
Su nombre científico es Corian drumsativum, que proviene de la palabra latina coriandrum, del griego korios, que significa chinche, nombre de un conocido insecto, que emana un olor similar al fruto de la planta cuando aún está verde.
El cilantro corresponde a la familia de las Umbelíferas u Opiáceas, y es la única especie dentro del género Coriandrum. Tiene un sabor fuerte y un aroma penetrante y agradable. Es bastante versátil, pues se aprovechan sus hojas, frutos, raíces y semillas.
En esencia, todas las partes de la planta son comestibles, pero son sus hojas frescas y las semillas secas las que más uso tienen, principalmente en las zonas mediterráneas, orientales, caribeñas, italianas y latinoamericanas.
ORIGEN del Cilantro
El cilantro es una de las primeras plantas utilizadas como condimento y medicina. Se cree que procede del Mediterráneo Oriental y del Oriente Medio.
Sus granos se hallan entre las especias más antiguas, pues hay registros de que eran cultivados en Egipto hace poco más de 3.500 años. Se menciona en el papiro de Ebers y su nombre aparece dos veces en la Biblia.
En la actualidad, se puede encontrar en toda Europa y también en países como China, India y Turquía, así como en el continente latinoamericano, donde fue introducida por los españoles.
CARACTERÍSTICAS del Cilantro
El cilantro es una planta anual herbácea, que mide de 40 a 70 cm de altura. Es una hierba rica en aceites, con un alto valor nutricional.
Los tallos del cilantro son largos y delgados. Su fruto es de olor suave y sabor picante. En él se encuentran dos semillas que se utilizan enteras o molidas, para saborizar aceites y vinagres. También se pueden ingerir secas, y aunque son muy aromáticas, su sabor es distinto al de la hoja; levemente anisado y dulce. Se recomienda molerlas porque son bastante duras.
El cilantro posee dos clases de hojas. Las superiores, abundantes y divididas, y las inferiores, muy parecidas al perejil. Destacan por su color verde intenso y su forma de abanico. A medida que ascienden en la planta, se van tornando más plumosas.
Las hojas del cilantro son muy demandadas en Tailandia y en países de Latinoamérica. Por ejemplo, son un componente tradicional del ceviche de pescado en Perú.
Las flores se desarrollan en verano y tienen forma de sombrilla. Son pequeñas, blancas y crecen agrupadas en umbelas.
CULTIVO DEL CILANTRO
La siembra de cilantro no requiere de suelos especiales. Se da bien en terrenos flojos y permeables.
Se recomiendan climas templados, aunque se ha comprobado que resiste bastante bien el frío.
Progresa a media sombra o a pleno sol. A veces puede necesitar estacas para sostenerla, debido al peso de la planta con sus flores y semillas.
Es posible cultivar cilantro en huertas familiares o en macetas, así como en patios o balcones. Es muy usado en jardines para controlar biológicamente las plagas, ya que posee una acción repelente a los insectos.
REPRODUCCIÓN
La reproducción del cilantro es por semillas sembradas directamente al suelo. Los trasplantes no son convenientes para este tipo de hierbas.
La temporada propicia para la siembra es en noviembre y diciembre. Se debe considerar una distancia de 10 cm entre plantas y de 30 a 40 cm entre surcos; y una profundidad que duplique el diámetro de las semillas. La planta suele germinar de 7 a 14 días.
USOS, propiedades y beneficios
Se ha conservado a lo largo de la historia su uso más común, el de condimento para las comidas. Se utiliza toda la planta: la parte aérea, las flores y los frutos.
Es muy estimado para condimentar ensaladas, salsas, sopas, cremas, platos a base de pollo y pescados, y hasta postres. Es, junto al perejil, una hierba muy apreciada en las cocinas de muchas ciudades del mundo.
Lo ideal es consumirlo fresco, y se aconseja añadirlo a las comidas al retirarlas del fuego, porque es bastante sensible al calor y pierde su aroma.
Aunque se puede cocinar y usar deshidratado, pierde fácilmente su sabor. Se puede emplear crudo, finamente picado y diseminado sobre los alimentos, incluso para decorar los platillos.
También tiene propiedades medicinales. Desde tiempos antiguos, se ha utilizado para facilitar la digestión, evitar flatulencias y estimular el apetito.
Es rico en fibra dietética, por lo que ayuda a bajar el colesterol y los niveles de azúcar. También es antiespasmódico
Como si fuera poco, es aprovechado en terapias aromáticas y para la fabricación de algunos cosméticos.
Lo mejor, es que es extremadamente fácil de plantar y reproducir, incluso en un pequeño rincón del hogar.
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