El jacinto, conocido científicamente como Hyacinthus spp, es una planta bulbosa apreciada por su hermosa floración y su aroma exquisito. Pertenece a la familia Asparagaceae y es originaria de Asia Menor y los Balcanes. Esta planta puede alcanzar hasta 25 centímetros de altura y presenta hojas basales dispuestas en rosetas.
La espiga gruesa de sus flores contiene seis pétalos que se presentan en diversos colores como rosa, blanco, azul, lila y púrpura. Generalmente florece en primavera, aunque su floración puede forzarse en invierno para su uso como planta de interior.
Cultivo apropiado del jacinto
El jacinto se cultiva principalmente en jardineras y macetas, aunque también puede plantarse en grupos en el suelo del jardín. Para su cultivo en macetas, es fundamental contar con un compost y un sistema de drenaje adecuados. Se recomienda adquirir bulbos de jacinto anualmente, asegurándose de que tengan buen calibre, estén duros y libres de manchas o golpes.
Para plantar jacintos en el jardín, es necesario considerar que requieren una exposición solar considerable y un suelo suelto, rico en materia orgánica y con buen drenaje para evitar la pudrición de las raíces. Los bulbos deben plantarse con la punta hacia arriba, a unos 10 centímetros de profundidad, y con una separación mínima de 10 centímetros entre ellos. Aplicar fungicida sobre los bulbos puede ser beneficioso, pero debe evitarse el contacto con las flores y las hojas.
Cuidados necesarios para el crecimiento del Jacinto
El riego del jacinto debe ser frecuente pero con poca cantidad de agua para evitar el exceso de humedad que podría dañar el bulbo. Estas plantas agotan las reservas del suelo, por lo que no es recomendable plantarlas en el mismo lugar durante dos años consecutivos. Tampoco deben dejarse en el suelo de un año a otro.
El procedimiento adecuado para conservar los bulbos incluye cortar el tallo principal, dejar secar las hojas, extraer el bulbo, limpiarlo y dejarlo secar. Luego, debe guardarse en una caja con arena seca, con el ápice hacia arriba, en un lugar oscuro y fresco.
Para obtener flores espectaculares, es importante engordar los bulbillos que crecen alrededor de la planta. Estos deben cultivarse separados de los bulbos grandes, en un lugar que no esté a plena vista, para que puedan desarrollarse adecuadamente.
Jacinteros y su uso en el cultivo de jacintos
Los jacinteros son recipientes especiales que permiten el cultivo del jacinto utilizando solo agua. El bulbo se coloca de manera que no toque el agua, y las raíces crecen en el líquido. Se recomienda añadir una cucharada de sal común o un trozo de carbón vegetal al agua, que debe cambiarse cada quince días. El bulbo debe mantenerse en oscuridad durante 10 a 15 días para que brote.
Peligros a los que se ve expuesto el Jacinto
El jacinto puede verse afectado por diversas plagas y enfermedades. Uno de los problemas más comunes es la infestación por nematodos de los bulbos (Ditylenchus dipsaci), que causan hojas cortas y retorcidas con hinchazones de color pardo o amarillo. Para combatir esta plaga, es necesario destruir las plantas infectadas y evitar plantar en esa área durante dos años.
Otra amenaza es la mosca de los bulbos, cuyas larvas se desarrollan en el interior de los bulbos, causando su pudrición. Ante estos problemas, es recomendable consultar a un especialista en jardinería para obtener el fertilizante adecuado. Existen abonos orgánicos de alta calidad que pueden ser útiles en estas situaciones.