Se conoce como guayabo o guayaba a una planta pequeña perteneciente a la familia Myrtaceae. Existen alrededor de 100 variedades, entre árboles y arbustos, que se cultivan ampliamente para obtener su fruta comestible, denominada guayaba.

Su nombre científico es Psidium guajava y es de origen tropical, específicamente de las selvas americanas. Por ello, resiste muy bien las altas temperaturas, pero no tolera las heladas ni los ambientes fríos.
El guayabo es un árbol que suele hallarse con frecuencia en las granjas, ya que puede ser entrenado para producir frutos al alcance del vecindario. Por su tamaño relativamente compacto, puede cultivarse tanto en jardines pequeños como en patios amplios. Puede cultivarse en suelo o en recipientes amplios.
Quienes deseen cultivar esta planta y no dispongan de terreno pueden ubicarla en un espacio interior con suficiente luz natural. Lo fundamental es que reciba la iluminación adecuada. A continuación se presentan pautas básicas de cultivo y cuidado:
- Iluminación: la planta necesita buena exposición solar para fructificar; sitúala en un lugar que reciba varias horas de sol directo al día.
- Suelo y riego: elige un sustrato bien drenante; riega de forma regular, evitando encharcamientos, especialmente durante la época de fructificación.
- Macetas y trasplante: si se cultiva en recipiente, utiliza macetas amplias con buen drenaje y trasplanta a medida que la planta crece.
- Poda y manejo: realiza podas ligeras para mantener la forma y favorecer la producción de frutos; elimina ramas secas o débiles.
- Fertilización: aplica fertilizantes balanceados durante la temporada de crecimiento, siguiendo las indicaciones del producto.
- Uso y cosecha: la fruta es fresca, en jugos, mermeladas o postres; la cosecha se realiza cuando la piel cambia de color y la pulpa cede ligeramente al tacto.
CARACTERÍSTICAS del guayabo
El guayabo (Psidium guajava) es un árbol de porte mediano a grande. Su tronco puede ser recto, aunque en muchos ejemplares presenta torsión o bifurcaciones. La corteza es de tono gris y suele exhibir manchas claras. Generalmente alcanza alturas de 3 a 10 metros y un diámetro de tronco de hasta 60 cm. Es perenne, con pérdidas foliares estacionales en climas secos.

- Tallo y tronco
El tronco es robusto; la corteza es gris con manchas claras. En algunos ejemplares el tronco se presenta recto, mientras que en otros puede mostrar torsión o bifurcaciones. La madera es dura.
- Hojas
Las hojas son simples y de color verde brillante a pardo, de forma ovalada. Emiten un aroma agradable al rozarlas. Su disposición es opuesta y su tamaño típico oscila entre 4 y 9 cm de longitud.
- Flores
Las flores son blancas, de perfume agradable y con 4 o 5 pétalos. Nacen solitarias o en inflorescencias cortas en las axilas de las hojas. Contienen sépalos visibles en la base del cáliz y atraen a polinizadores como abejas.
- Fruto
El fruto, llamado guayaba, es una baya comestible de aproximadamente 8 cm de diámetro y forma ovoide. Su color varía entre verde y amarillo al madurar. La pulpa puede ser crema, naranja, blanco o rosa intenso y es muy jugosa. Las semillas son pequeñas y duras. Este fruto es apreciado por su sabor agridulce y por su valor nutricional, especialmente su aporte de vitamina C, fibra y antioxidantes.
HÁBITAT del guayabo
El guayabo, también conocido como guayaba (Psidium guajava), es un arbusto o árbol pequeño muy común en zonas tropicales y subtropicales. Es nativo de Centroamérica y del norte de Sudamérica, y se ha naturalizado en numerosas regiones del mundo gracias a la acción humana durante la era de la exploración y la colonización, que lo introdujeron en lugares como Estados Unidos, Australia, India, Egipto, Nueva Zelanda y China, entre otros.
En su forma silvestre, el guayabo demuestra una notable plasticidad climática. Puede desarrollarse en una amplia gama de escenarios, desde climas cálidos y semicálidos hasta secos, semisecos o húmedos, con precipitaciones entre 1,000 y 4,500 mm al año. Se encuentra tanto en ambientes despejados como en zonas cercanas a la costa o incluso en áreas elevadas, llegando a altitudes de hasta aproximadamente 2,000 metros sobre el nivel del mar.
Requiere principalmente luz solar plena y suele prosperar en regiones con estaciones bien definidas. En áreas de alta pluviosidad, puede verse afectado por diversas enfermedades y plagas. Un manejo sanitario adecuado, la selección de variedades aptas y prácticas culturales como la poda y la ventilación de la copa pueden mitigar los riesgos.
- Luz: requiere pleno sol para un crecimiento y fructificación óptimos.
- Suelo: bien drenado, tolera suelos de distinto tipo; preferible ligeramente ácido a neutro.
- Riego: demanda agua moderada; evitar encharcamientos y saturación del suelo.
- Altitud: desde el nivel del mar hasta aproximadamente 2,000 m sobre el nivel del mar.
- Distribución: presente en bosques tropicales y bordes de bosque; también se utiliza en agroforestería y en plantaciones comerciales.
Aunque es conocido por sus frutos comestibles, el guayabo ofrece beneficios ecológicos significativos: sus flores atraen polinizadores como abejas, y sus frutos sirven de alimento a aves y otros animales. En zonas degradadas o de suelo pobre, puede emplearse en programas de reforestación y manejo agroforestal debido a su rápido crecimiento y alta adaptabilidad.

USOS
El guayabo es una planta de gran versatilidad. Cada una de sus partes puede ser aprovechada: la madera, las hojas y la fruta se emplean en diversas aplicaciones.
Madera
La madera presenta un tono rojizo en su interior y es adecuada para la construcción de muebles y viviendas. También se utiliza en la elaboración de artesanías, botes, pisos, puentes y como leña. La corteza contiene taninos, que se emplean para teñir el cuero.
Hojas
Las hojas del guayabo se emplean para teñir fibras naturales y, por sus componentes, presentan propiedades antimicóticas útiles en el tratamiento de ciertos hongos.
Fruta
La fruta, conocida como guayaba, es muy apreciada por su aporte de nutrientes y vitaminas beneficiosas para la salud. Destacan su alto contenido de vitamina C y minerales como calcio, hierro y magnesio. Además, contiene proteínas, ácidos grasos, flavonoides, carbohidratos, carotenoides y aceites aromáticos que enriquecen su perfil nutricional y la hacen atractiva al paladar.
Puede consumirse en su forma natural y prepararse de diversas maneras: jugos, compotas, conservas, mermeladas, dulces, bocadillos y otros productos derivados.
Además de su valor nutricional, la guayaba se utiliza en la medicina tradicional para combatir parásitos intestinales y diarrea. También se le atribuyen efectos calmantes y depurativos, y se la emplea como complemento en dietas para la anemia.
PROPIEDADES NUTRICIONALES Y SALUD
La guayaba, conocida popularmente como guayabo, presenta un perfil nutricional destacado que la convierte en una fruta valiosa dentro de una dieta equilibrada. Su fibra favorece la saciedad y la salud digestiva, mientras que su aporte de vitaminas y minerales apoya diversas funciones del organismo. Aunque se le atribuyen múltiples beneficios, estos deben entenderse dentro de un marco de dieta global y estilo de vida saludable.
Entre sus componentes principales se encuentran:
- Fibra dietética para la salud intestinal y la sensación de saciedad.
- Vitamina C para el refuerzo del sistema inmunológico y la acción antioxidante.
- Vitamina A y carotenoides, beneficiosos para la salud visual y la piel.
- Vitaminas del complejo B (B3 y B6), que participan en el metabolismo energético y el funcionamiento del sistema nervioso.
- Potasio y otros minerales que contribuyen al equilibrio hidroelectrolítico y la función muscular.
En términos de salud, la ingesta regular de guayaba puede colaborar en el mantenimiento de un peso saludable y en la nutrición general. Su riqueza en vitamina C y en antioxidantes puede apoyar la protección frente al estrés oxidativo, y su aporte de fibra favorece la digestión y la regulación intestinal.
Sobre afecciones específicas, la guayaba no sustituye tratamientos médicos ni reemplaza la dieta recomendada por un profesional para condiciones como la diabetes, afecciones tiroideas o problemas digestivos. Su consumo debe formar parte de una dieta variada y supervisada si se padece alguna condición crónica.
Consejos prácticos: se puede consumir madura o verde (en preparaciones específicas), fresca, en batidos, ensaladas o postres. Para conservar más nutrientes, es preferible consumirla poco después de la compra o conservarla en refrigeración. Si se utiliza en conservas o preparados cocidos, intentar minimizar el tiempo de cocción para preservar vitaminas hidrosolubles.
Cultivo
El guayabo es una planta de cultivo relativamente sencillo y puede propagarse por semillas, injertos, retoños y esquejes. Con un manejo adecuado, es posible obtener cosechas abundantes.
La mejor época para iniciar el cultivo es la primavera. Plantar en otras estaciones puede alargar el establecimiento y, en muchos casos, requerir un periodo de aproximadamente ocho meses para obtener una planta productiva.
Se adapta bien a suelos alcalinos y con drenaje deficiente, pero es preferible elegir suelos fértiles, ricos en materia orgánica y con drenaje adecuado. El guayabo necesita un sustrato que conserve la humedad sin mantenerse encharcado; la presencia de materia orgánica mejora la retención de agua y la estructura del suelo.
Las temperaturas óptimas para su crecimiento oscilan entre 15 y 30 °C. En rangos fuera de este rango, el desarrollo se ralentiza y la planta puede tardar más en entrar en producción.
Para la fertilización, conviene realizar un análisis del suelo y diseñar un plan de aportes de nutrientes acorde a las necesidades de la planta. Un programa equilibrado que favorezca el crecimiento vegetativo sin descuidar la floración y la fructificación suele generar mejores rendimientos. Evite excesos de nitrógeno, que pueden favorecer un crecimiento excesivo de hojas a expensas de las frutas.
Para darle una formación adecuada, puede practicarse una poda formativa cuando el árbol alcance entre 20 y 50 cm de altura. En general, lo ideal es eliminar solo las ramas que no conformen la estructura deseada, promoviendo un tronco recto y una copa equilibrada. A partir de los primeros años, pueden realizarse podas anuales o cada dos años para mantener la forma, retirar ramas muertas o enfermas y favorecer la ventilación interior de la copa.
- Riego y drenaje: Mantenga una humedad regular durante las fases de crecimiento y desarrollo de frutos, evitando encharcamientos que puedan provocar pudrición de las raíces.
- Formación y mantenimiento: Realice poda formativa en las etapas adecuadas y luego podas de mantenimiento para conservar la estructura, eliminar madera muerta y mejorar la iluminación interior de la copa.
- Nutrición y control de plagas: Aplique un programa de fertilización equilibrado según el análisis de suelo y vigile plagas comunes; evite desequilibrios que afecten la cosecha.























