En climas cálidos, esta grama forma una cubierta densa con una tonalidad verdosa muy llamativa. Los especialistas la identifican como Axonopus compressus, aunque en la población general se la conoce como grama bahiana o brasilera.
Harry Rose (licencia)
En el ámbito de la botánica y la jardinería, esta especie se ha vuelto muy popular por su resistencia al tránsito frecuente de mascotas y personas. Bien establecida, cubre el suelo de manera uniforme y puede alcanzar una altura de entre 15 y 20 centímetros. Su inflorescencia puede elevarse entre 30 y 50 centímetros.
- Luz y suelo: tolera pleno sol a sombra parcial y se adapta a suelos bien drenados; prefiere suelos fértiles y moderadamente húmedos.
- Riego y mantenimiento: requiere riego regular para evitar desecación; para césped compacto, la siega mantiene la altura entre 2 y 4 cm.
- Propagación y crecimiento: se reproduce principalmente por estolones; puede dividirse para renovar parches.
- Resistencia y uso: soporta tráfico moderado y se recupera con rapidez; tolera sequía moderada una vez establecida.
- Estética y cuidado estacional: mantiene un color verde intenso y una textura suave al tacto; en climas templados puede verse afectada por heladas ligeras, pero se recupera con facilidad cuando las condiciones mejoran.
Características y distribución
La grama bahiana es una especie fanerógama perteneciente a las gramíneas. Es adecuada para climas cálidos y se ha convertido en una opción popular para áreas de cultivo de gomeros y palma de aceite, así como para las cercanías de manglares, donde su rápido crecimiento forma una cubierta suave y decorativa.
Además de su apariencia, la grama bahiana tiende a suprimir el desarrollo de malezas gracias a su densidad de cobertura. Por ello, su mantenimiento suele exigir menos tiempo y esfuerzo que otros tipos de césped, especialmente en zonas de alto tráfico.
Entre sus características destacadas se halla su rápida recuperación ante periodos de estrés, sequía o deterioro. Sin embargo, para mantener un color verde intenso y un aspecto uniforme, conviene enriquecer el suelo con nutrientes, especialmente hierro, que ayuda a prevenir la clorosis y mejora el tono general.
- Clima y ubicación: Se adapta a climas cálidos y húmedos y se desarrolla mejor con buena iluminación solar; crece mejor bajo pleno sol, aunque tolera sombra moderada.
- Tipo de suelo y nutrición: Prefiere suelos bien drenados, fértiles y con pH ligeramente ácido a neutro (aprox. 5.5–6.8). Requiere aportes regulares de nitrógeno y potasio; el hierro suplementario favorece un verde más intenso, especialmente en suelos con deficiencias.
- Riego y corte: Requiere riegos profundos y espaciados para promover un desarrollo radicular sólido; evitar encharcamientos. Mantener la altura de corte entre 2 y 4 cm para preservar densidad y uniformidad.
- Apariencia y mantenimiento estético: Su crecimiento rápido y densidad elevada generan una cobertura homogénea que minimiza la aparición de hierbajos y manchas; en climas cálidos, ofrece un aspecto muy decorativo durante la mayor parte del año.
- Control de plagas y manejo sostenible: En manejo del jardín, su densidad facilita la supresión de malezas; ante plagas o enfermedades, recurrir a prácticas de manejo integrado y usar productos selectivos cuando sea necesario.
Otras consideraciones: para un manejo óptimo, evite cortes muy bajos que estresen la planta. Mantenga una altura de corte moderada y programe riegos que favorezcan la densidad sin propiciar encharcamientos.
¿Cómo se cultiva la grama bahiana?
La grama bahiana presenta exigencias lumínicas relativamente flexibles. Puede desarrollarse en pleno sol, en sombra parcial o en áreas con iluminación directa suave; sin embargo, la intensidad de la luz influye en la densidad, el color y la rapidez de recuperación tras la siega. En climas cálidos, se obtiene un mejor rendimiento con una buena exposición solar.
Harry Rose (licencia)Respecto al suelo, la grama bahiana se adapta a suelos arenosos o pesados, siempre que estén bien drenados. En cuanto a la acidez, conviene mantener el pH entre 4.5 y 7.0. Si el pH sale de este rango, el césped puede presentar clorosis y menor absorción de nutrientes.
El agua para riego debe ser de alta calidad y baja salinidad. Una ventaja es que tolera inundaciones puntuales, siempre que el drenaje esté asegurado y no persistan encharcamientos.
Para saber si se está regando adecuadamente, verifique que la capa superficial del sustrato permanezca humedecida hasta una profundidad de aproximadamente 2 cm. Este umbral favorece el desarrollo de raíces profundas y un césped vigoroso. También puede valerse de un medidor de humedad del suelo o realizar pruebas simples con el dedo.
Las sequías reducen su vistosidad y salud general. En épocas cálidas y secas, aumente la frecuencia o la profundidad de riego para mantener la planta en buen estado. Como guía, es preferible realizar riegos profundos y menos frecuentes que riegos superficiales y frecuentes, para promover un sistema radicular robusto.
- Luz y exposición: la grama bahiana tolera desde pleno sol hasta sombra parcial; para un color y densidad óptimos, priorice la exposición solar cuando sea posible.
- Suelos y pH: prefiere suelos bien drenados, ya sean arenosos o pesados; mantenga el pH entre 4.5 y 7.0.
- Riego y calidad del agua: use agua de buena calidad y baja salinidad; evite el riego excesivo que provoque estancamientos.
- Establecimiento y mantenimiento: puede establecerse por semilla o por estolones; mantenga una altura de siega de aproximadamente 2.5–4 cm y no quite más de un tercio de la hoja en cada corte.
En síntesis, la grama bahiana es una especie resistente y versátil que, bajo manejo adecuado de luz, suelo, riego y mantenimiento, ofrece un césped denso, verde y atractivo durante la mayor parte del año.
Cuidados
Se aconseja abonar la gramínea aproximadamente cada seis meses, evitando un exceso de nitrógeno que favorezca un crecimiento descontrolado y la aparición de hongos. Es fundamental garantizar una adecuada disponibilidad de hierro, ya que la deficiencia de este micronutriente provoca clorosis y pérdida de color. Se pueden alternar aplicaciones de humus (fertilizante orgánico) con fertilizantes completos tipo NPK 15-15-15; evite dosis elevadas de nitrógeno durante las épocas cálidas. En caso de incidencias fúngicas, el uso de fungicidas debe hacerse conforme a las indicaciones del fabricante y a la normativa local; en algunas regiones, productos como el carbendazim pueden estar restringidos. Acompañe cualquier tratamiento químico con buenas prácticas culturales, como mejorar la circulación del aire y reducir la humedad en la base de la planta.
Riego y manejo general: riegue profundamente y con menor frecuencia para promover un sistema radicular sólido. Prefiera riego temprano por la mañana y evite encharcamientos. Si el suelo tiende a compactarse, solicite aireación periódica para mejorar la penetración del agua y la oxigenación de las raíces.
Trasplante y estación adecuada: cuando bajan las temperaturas, sus hojas se vuelven pálidas y más quebradizas, por lo que no se recomienda trasplantar en esos momentos. Entre la primavera y principios del otoño puede ser el periodo óptimo para trasplantar o renovar la cobertura, ya que la planta permanece vigorosa y conservando su color por más tiempo. En climas cálidos, esa ventana puede desplazarse a finales de la primavera y principios del otoño.
- Corte y densidad: mantenga la siega entre 2,5 y 4 cm de altura; evite podas excesivas que debiliten la planta. Las siegas regulares favorecen una cobertura densa y uniforme.
- Control de plagas y hongos: vigile signos de plagas o manchas; favorezca la ventilación y evite la humedad estancada. Ante indicios de enfermedad, aplique tratamientos siguiendo las indicaciones del fabricante y, si es posible, consulte con un profesional.
- Establecimiento tras trasplante: si planta o reubica, realícelo en primavera; prepare un sustrato bien drenante y mantenga un riego constante durante el periodo de establecimiento. Evite pisar la zona recién trasplantada durante al menos dos a tres semanas.
- Consejos estacionales: en veranos muy cálidos, ajuste el riego para proporcionar riegos profundos y espaciados; en inviernos suaves, reduzca el riego para evitar encharcamientos, ya que la gramínea entra en reposo en condiciones frías.
Poda
La grama bahiana debe mantenerse corta para lucir uniforme y cubrir eficazmente el suelo.
Para mantener un césped compacto y estéticamente agradable, el podado se recomienda de forma regular, especialmente en primavera, aproximadamente cada cinco días. Durante esta estación conviene vigilar que la planta no crezca de forma descontrolada. Si es necesario reducir la altura, hágalo de manera gradual para evitar cortes irregulares y diferencias de nivel entre áreas.
Foto: Harry Rose (licencia).
Una ventaja de la grama bahiana es que se propaga con facilidad por semillas o por estolones. Bastará con trasplantar un ejemplar sano para que la cobertura se extienda por toda la superficie.
- Altura de corte recomendada: manténgala entre 3 y 5 cm, ajustando según el uso, la temporada y las condiciones climáticas.
- Siembra o trasplante para cobertura rápida: la propagación por estolones suele ser más eficaz en climas cálidos que la propagación por semilla.
- Evite recortes excesivos: no retire más de un tercio de la altura en un solo corte para evitar debilitar la planta y favorecer el estrés.
- Riego y mantenimiento: mantenga una humedad adecuada sin encharcar; permita que el sustrato seque ligeramente entre riegos para evitar enfermedades.
Usos más frecuentes
Por sus características, la grama bahiana se presenta como un tapiz denso y suave al tacto. Su crecimiento rápido y su capacidad para formar cubiertas uniformes la hacen especialmente versátil para distintos escenarios.
En áreas de pastoreo, la grama bahiana es una de las opciones preferidas para ampliar la cobertura de los pastizales, ya que ofrece buen rendimiento de forraje cuando se maneja adecuadamente la carga animal, el riego y el control de malezas.
Además, se utiliza ampliamente en jardines, parques recreativos y zonas residenciales, gracias a su valor ornamental y a su fortaleza ante el desgaste. Su color verde intenso y su densidad permiten crear superficies uniformes y estables, idóneas para tránsito peatonal y actividades al aire libre, al tiempo que contribuyen a la reducción de la erosión del suelo.
- Pastoreo y producción de forraje: forma una cobertura densa que facilita el manejo de cargas en sistemas de pastoreo sostenibles.
- Jardines y parques: se emplea como césped ornamental por su apariencia y resistencia; requiere riego y cortes regulares para mantener su calidad.
- Control de erosión y estabilización de suelos: la densidad de sus raíces ayuda a estabilizar suelos en taludes y pendientes, reduciendo la erosión.
- Rehabilitación de áreas degradadas: resulta útil para recuperar superficies afectadas por uso intensivo o suelos pobres, acelerando la revegetación.