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Arbustos 77

Flor de Jamaica

Flor de Jamaica

Es originaria de las zonas tropicales y subtropicales de África; no obstante, es muy apreciada en América.

Flor de Jamaica

Se distingue por su porte exótico y pertenece a la familia Malvaceae. Su nombre científico es Hibiscus sabdariffa. Recibe también los nombres comunes flor de Jamaica, agrio de Guinea y rosa de Abisinia.

PROChristian Frausto Bernal (licencia)

Este arbusto ha despertado el interés de numerosos investigadores debido a sus compuestos que confieren cualidades alimenticias y medicinales. Gracias a ello, se cultiva y utiliza en diversas regiones del mundo. Sus calices rojos se emplean para preparar refrescos, infusiones y jarabes. Existen numerosas variedades que se adaptan a climas áridos, subtropicales y montañosos.

En África y el Caribe, la flor de Jamaica también se aprovecha como colorante natural y en preparaciones cosméticas tradicionales.

  • Usos culinarios y bebidas: Los calices rojos se utilizan para preparar tés, infusiones, refrescos y jarabes; también se incorporan en mermeladas, salsas y colorantes alimentarios.
  • Propiedades nutricionales y medicinales: Contiene vitamina C, antioxidantes y flavonoides; se investiga por posibles beneficios para la salud, como apoyo digestivo y potencial efecto sobre la presión arterial. No sustituye tratamiento médico.
  • Cuidados y cultivo: Prefiere climas cálidos y suelos bien drenados; requiere exposición al sol y riego regular. La cosecha de los cálices se realiza cuando adquieren un color rojo intenso y se secan para su uso.

DESCRIPCIÓN Y CARACTERÍSTICAS

La planta es herbácea o arbustiva y puede comportarse como perenne en climas cálidos, o anual en regiones más frías. Su altura típica es de 1 a 3 metros.

Requiere exposición directa al sol durante varias horas al día. Es semileñosa, con un sistema radicular poco profundo y de distribución amplia.

Las hojas miden alrededor de 15 cm de largo y se disponen de forma alterna a lo largo del tallo. Pueden ser trilobuladas o pentalobuladas.

Flor de Jamaica Características, tipos, cultivo, usos, hábitat Arbusto

La flor es axilar y de gran tamaño, con una corola que puede ser blanca, amarilla o rosada, y con la base de color roja. Tiene forma acampanada, es autofecundante y está compuesta por cinco pétalos. Su diámetro típico oscila entre 8 y 10 cm.

Uno de los rasgos más distintivos de esta planta es el cáliz, de tono rojo vino y con una longitud de 5 a 8 cm. Está formado por cuatro o cinco sépalos que se fusionan en la base y se superponen en sus extremos, adoptando una forma cónica. También existe un epicáliz análogo, con sépalos separados y de menor tamaño.

El fruto es una cápsula que se divide en cinco sectores; en cada sector se encuentran tres o cuatro semillas de color marrón. El fruto queda protegido por el cáliz.

Variantes morfológicas

  • Variedad de tallos ramificados: presenta múltiples ramas y un cáliz jugoso, con un desarrollo más extendido de la planta.
  • Variedad de tallos erguidos: tallos erectos, sin ramas, a veces con espinas y con una fibra notable; suele resultar más compacta y resistente ante condiciones extremas.

HÁBITAT

La flor de Jamaica (Hibiscus sabdariffa) prospera en climas cálidos y con estaciones secas marcadas. Es una especie de fácil cultivo que puede adaptarse a una amplia gama de suelos, siempre que exista un drenaje adecuado. Sin embargo, su rendimiento es mayor en suelos rojizos y poco profundos.

Factores clave para su desarrollo:

  • Temperatura y luz: requiere temperaturas elevadas y pleno sol; tolera bien la sequía, pero no soporta heladas.
  • Riego: aunque tolera la sequía, un riego regular durante la floración favorece la producción de capullos y flores comestibles.
  • Suelos: prefiere suelos con buena estructura, bien drenados y ligeramente ácidos a neutros (pH ~5.5–6.5); se adapta desde suelos ligeros hasta moderadamente pesados.
  • Ubicación y altitud: cultivo de pleno sol, en zonas cálidas y bajas; puede tolerar alturas moderadas siempre que las temperaturas sean adecuadas y no haya heladas prolongadas.
  • Propagación: se multiplica por semilla; el crecimiento es rápido desde la siembra.

USOS

La flor de Jamaica, obtenida de Hibiscus sabdariffa, presenta una amplia variedad de usos gracias a su contenido de ácidos cítrico, tartárico y málico, así como a sus compuestos antioxidantes como las antocianinas. A continuación se detallan algunos de sus usos principales:

  • Colorante y pigmento. Sus cálices y pigmentos se emplean para teñir textiles, cosméticos, perfumes, medicamentos, artesanías y alimentos; en la industria se valoran sus tonalidades rojas y rubíes, y su uso es especialmente destacado en Alemania y Francia, entre otras regiones.
  • Producción de aceite. De las semillas se extrae un aceite comestible; las semillas también se consumen tostadas como aperitivo o molidas para enriquecer recetas.
  • Alimentación. Los cálices se utilizan para preparar helados, compotas, gelatinas, aderezos, jaleas, dulces, licores y conservas. Las hojas jóvenes se consumen en ensaladas. En algunas culturas se fermenta la flor para obtener una bebida fermentada que acompaña carnes rojas y guisos, o se consume como licor ligero en climas cálidos; en regiones caribeñas y africanas se la conoce con nombres como Agua de Jamaica, carcadé o chicha de saril, según la zona.
  • Decoración y ornato. Por su vistoso color y forma, se utiliza para adornar espacios, jardines y eventos, aportando un toque tropical y exótico.
  • Medicina y beneficios para la salud. Se le atribuyen propiedades antihipertensivas, diuréticas, antiparasitarias y laxantes. Contiene antioxidantes, como las antocianinas, comparables a las del arándano y el vino tinto, que contribuyen a la protección celular. Su consumo más difundido es en infusión, fría o caliente; también se valora como remedio para aliviar malestares de resacas. La infusión presenta un tono rojo intenso debido a las antocianinas. En distintas regiones recibe nombres variados: Agua de Jamaica (América), carcadé (África), Shandy Sorrel (Caribe) y chicha de saril (Panamá).
  • Nutrición animal y usos de la fibra. La flor y la planta también se aprovechan en la alimentación de aves y como fertilizante orgánico; además, la fibra del tallo puede emplearse para fabricar cuerdas o tejidos simples, o contribuir a la elaboración de compost y artesanías.

CULTIVO

Jaec (licencia)

Por sus propiedades medicinales, su sabor agradable y su color intenso, la flor de Jamaica se cultiva con éxito en diversas regiones del mundo. Se reproduce principalmente por semilla; la germinación de las semillas permite obtener plántulas aptas para trasplante. Su sistema radicular no es muy profundo, por lo que requiere suelos bien drenados y riegos regulares. Evite el encharcamiento, ya que el exceso de humedad favorece la aparición de nematodos, gusanos nematodos que atacan las raíces y las debilitan.

La flor de Jamaica no tolera climas fríos. En climas templados se cultiva a menudo como planta anual; puede alcanzar hasta 1,5 m de altura y, para favorecer la ramificación, se poda una vez que llega a ese tamaño. La cosecha comienza cuando las inflorescencias maduran. Su ciclo de vida suele ser de 6 a 7 meses. En regiones tropicales y cálidas, la planta puede producir durante varias temporadas si se mantiene bajo condiciones adecuadas. Se recomienda sembrar en julio en zonas donde la temporada de lluvias o el verano favorezcan el desarrollo; de este modo, la cosecha viable suele darse entre diciembre y enero. En otras latitudes, adapte el calendario a la estación local y a las temperaturas.

La planta se adapta a una gran diversidad de suelos, siempre que haya buen drenaje. Su labranza no es exigente. Aunque la plantación puede ser estacional, su producto está disponible a lo largo del año si se realizan cultivos escalonados y un manejo adecuado de riego y nutrientes. El cáliz seco, que es la principal materia prima para infusiones y preparaciones, puede conservarse aproximadamente un año si se almacena en lugares oscuros, frescos y bien ventilados.

  • Requisitos de suelo y riego: suelos drenantes, pH ligeramente ácido a neutro (aprox. 5,5–6,5); riegos regulares evitando encharcamiento.
  • Propagación y manejo: propagación por semilla; trasplante cuando las plántulas midan 10–15 cm; espaciamiento de 1–1,5 m entre plantas y 1,5–2 m entre hileras.
  • Cosecha y procesamiento: recoger los cálices cuando las inflorescencias se vuelvan rojas y firmes; secar al sol o en deshidratadora hasta obtener el cáliz seco; almacenar en lugares ventilados.
  • Usos y almacenamiento del producto: el cáliz seco se utiliza para infusiones y tés; almacenar en envases opacos para evitar la pérdida de color y aroma.
Arbustos, Malvaceae

Goji

Goji

Con el nombre de goji se conoce a una especie de arbusto fanerógamo perteneciente a la familia de las solanáceas y a la clase Magnoliopsida. Pertenece a la misma familia vegetal que los pimientos, los tomates y las patatas. Se considera originario de China y Mongolia, en las regiones cercanas al Himalaya. Sin embargo, fue introducido en Europa y está establecido allí desde hace tiempo.

Goji

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Arbustos, Solanaceae

Algodón

Algodón

La planta de algodón es una de las más cultivadas a nivel mundial gracias a la calidad de la fibra vegetal que produce. Se utiliza para textiles de gran suavidad y durabilidad, y también para una diversa gama de productos en salud, cosmética y gastronomía, entre otros.

Algodón

El algodón se cultivó originariamente en la India, de donde se difundió hacia otras regiones alrededor del año 1500 a. C. En la actualidad, Asia concentra la mayor producción y consumo de esta fibra; sin embargo, también se cultiva en África, Europa y América. En el continente americano, Estados Unidos, Brasil y México figuran entre los grandes productores, y algunos países andinos han incrementado su participación en los últimos años. En particular, Perú ha aumentado su producción, aunque no es el mayor productor de la región.

La planta de algodón pertenece al género Gossypium, de la familia Malvaceae. Aunque existen varias decenas de especies de Gossypium, solo unas cuantas se cultivan para la fibra textil. Las cuatro especies más importantes para la producción de fibra son:

  • Gossypium hirsutum — la especie más cultivada a nivel mundial; se adapta a una amplia gama de climas y etapas de desarrollo, y está presente en América Central, el Caribe, México, Norteamérica y África.
  • Gossypium barbadense — conocida como algodón Pima o Sea Island; fibra excepcionalmente suave y resistente; cultivada principalmente en Sudamérica y el Caribe, con presencia en otras regiones.
  • Gossypium arboreum — cultivo tradicional en el sur de Asia, especialmente en India y áreas próximas; suele llamarse algodón arbóreo debido a su tipo de crecimiento.
  • Gossypium herbaceum — originario de África y Asia; se cultiva en la Península Arábiga y otras zonas de África y Asia.

Sostenibilidad y retos

Algodón Características, cultivo, usos, aplicaciones medicinales Árbusto

Impacto ambiental y prácticas agrícolas: el cultivo del algodón está asociado a un alto consumo de agua y al uso de pesticidas y fertilizantes en muchos sistemas de producción. En respuesta, se han desarrollado prácticas más sostenibles, como el riego por goteo, la rotación de cultivos, el manejo integrado de plagas y la adopción de algodón orgánico. En algunas regiones, se han introducido variedades transgénicas como el algodón Bt que han contribuido a reducir la cantidad de pesticidas, aunque ello también plantea desafíos de manejo de plagas y resistencia.

En la industria textil, la fibra de algodón se valora por su biocompatibilidad, durabilidad y capacidad de teñido. La demanda actual se orienta cada vez más hacia enfoques sostenibles, incluyendo algodón orgánico y mezclas con fibras recicladas, que buscan reducir el impacto ambiental a lo largo de la cadena de suministro.

Características del Algodón

El algodón

El algodón es un arbusto de crecimiento rústico que se adapta a condiciones adversas. Resiste la sequía y las bajas temperaturas, e incluso puede desarrollarse en zonas de montaña. En condiciones adecuadas, su altura habitual no supera los tres metros.

El tallo es recto y de textura lisa, con ramas de desarrollo mixto: algunas fructíferas y otras vegetativas. De estas ramas emergen hojas caducas de color verde oscuro, con bordes lobulados.

Las flores nacen en racimos pequeños, de tres a siete unidades. Su coloración varía entre amarillo pálido y blanco, con una mancha púrpura en la base interna en algunas variedades.

La parte más interesante de la planta son sus frutos: cápsulas ovaladas que albergan las semillas. De estas cápsulas brotan las fibras textiles del algodón, las cuales miden aproximadamente entre 20 y 45 milímetros de longitud, dependiendo de la especie y la variedad. La cápsula es verdosa y se oscurece al madurar; su peso aproximado es de 10 gramos.

Cultivo del algodón

El algodón se reproduce a través de semillas. En climas templados, la siembra se realiza en primavera y la cosecha se recoge en otoño o al finalizar la temporada de sequía, según la variedad y las condiciones locales. En muchas regiones, el cultivo se plantea como un ciclo anual. Durante la fase de germinación y las primeras etapas de desarrollo es crucial vigilar la aparición de plagas o enfermedades para evitar pérdidas significativas.

La temperatura adecuada para la germinación de las semillas de algodón se sitúa alrededor de 20 °C o más. Tras la siembra, es necesario regar de forma regular para mantener el sustrato húmedo, evitando encharcamientos. Se recomienda un suelo bien drenante, preferentemente franco o ligeramente arenoso, enriquecido con materia orgánica y con un pH cercano a 6–7, que favorece la absorción de nutrientes.

La planta requiere luz solar directa para desarrollarse de manera óptima; la sombra prolongada debilita el crecimiento y reduce la producción. Al inicio del verano, la planta florece; tras la polinización, la flor se transforma en fruto (la cápsula o boll) que madura y se abre para liberar las fibras del algodón.

La recolección de la fibra puede realizarse a mano en pequeños plantíos o mediante maquinaria en explotaciones de mayor escala. Las cosechadoras mecánicas permiten desprender las fibras de las cápsulas y recoger la fibra en contenedores, lo que agiliza el proceso y reduce pérdidas.

Procesamiento y obtención de fibras

Procesamiento y obtención de fibras: tras la cosecha, el algodón pasa por un proceso de desmotado para separar la fibra de las semillas y de las impurezas. En la industria, la desmotación se realiza en máquinas desmotadoras (gin) y la fibra resultante se somete a limpiezas adicionales para eliminar restos vegetales. Posteriormente, las fibras se hilan para obtener hilos mediante procesos de torcido y estirado. Estos hilos se utilizan para tejer telas y fabricar prendas.

Etapas clave:

  • Siembra y germinación: las semillas germinan en suelos cálidos; vigilar plagas y enfermedades desde el inicio.
  • Desarrollo y floración: la planta crece, florece y se forman las cápsulas que almacenan las fibras.
  • Cosecha: recolección de las fibras, ya sea manual o con maquinaria, para minimizar pérdidas.
  • Procesamiento: desmotado, limpieza y hilado para obtener hilos listos para tejido.

Usos del algodón

El algodón es una fibra natural apreciada por su suavidad, transpirabilidad y versatilidad. Sus propiedades lo acercan a numerosos sectores: desde prendas de vestir hasta aplicaciones industriales, pasando por productos de uso cotidiano y derivados de sus semillas. A continuación se presentan usos representativos, organizados por áreas.

  • Textil: la fibra de algodón se emplea para confeccionar ropa y textiles en general, gracias a su comodidad, durabilidad y capacidad de absorción.
  • Cosmético: las fibras y fibras cortas de algodón se utilizan en productos de belleza y cuidado de la piel, como discos desmaquillantes y toallitas faciales, así como en tratamientos cosméticos.
  • Salud: se emplea como material de curación para limpiar y proteger heridas y para la elaboración de gasas y apósitos estériles.
  • Gastronomía: de las semillas se obtiene un aceite comestible, conocido como aceite de algodón, utilizado en la cocina de algunas regiones y en la industria alimentaria.
  • Agronomía: los subproductos de la semilla, como la torta de algodón, se emplean como fertilizante y como fuente de proteína en la alimentación animal; el aceite obtenido de las semillas tiene usos culinarios e industriales.
  • Industria: la fibra de algodón sirve como materia prima para lonas, textiles industriales y productos de protección y cobertura, como carpas, entre otros usos.
  • Química: la fibra de algodón se utiliza en la fabricación de papel moneda en diversos países, gracias a la resistencia de sus fibras; también encuentra aplicaciones como material absorbente e ingrediente en ciertos procesos químicos.

Aplicaciones medicinales

El algodón (Gossypium spp.) ha sido utilizado tradicionalmente con fines terapéuticos. Ya sea en infusión a partir de las hojas o en cataplasma elaborado con las semillas trituradas, estas preparaciones se han empleado para aliviar diversas dolencias.

Infusión de hojas: se obtiene de las hojas y se utiliza para:

  • Fiebre
  • Diarrea
  • Flatulencias
  • Estimulación del parto (solo bajo supervisión médica; no debe intentarse sin indicación profesional)
  • Propiedades diuréticas
  • Apoyo en hepatitis según uso tradicional
  • Estimulación de la producción de leche materna
  • Descongestión de las vías respiratorias

Cataplasma de semillas: con las semillas trituradas se prepara una pasta que se aplica externamente para aliviar:

  • Heridas superficiales de la piel
  • Dolor de cabeza
  • Problemas de hemorroides (aplicación externa)

Preparación y uso seguro

  • Infusión de hojas: Coloque una cucharada de hojas secas por cada taza de agua caliente. Déjese reposar 5–10 minutos, cuñe y beba 1–2 tazas al día, ajustando según tolerancia. Evite dosis excesivas.
  • Cataplasma de semillas: Triture las semillas hasta obtener una pasta espesa. Mezcle con agua tibia o un poco de aceite vegetal y aplique sobre la piel limpia. Mantenga la cobertura durante 20–30 minutos o según indicación. Retire y enjuague la zona.

Precauciones: Las preparaciones pueden provocar irritación cutánea o reacciones alérgicas en personas sensibles. No se debe usar para inducir el parto sin supervisión médica ni en embarazadas de forma no controlada. Si se presentan irritación, enrojecimiento, malestar o fiebre, suspenda su uso y consulte a un profesional de salud.

Arbustos, Malvaceae

Cayena

Cayena

La cayena es el nombre común de los pimientos picantes del género Capsicum (principalmente Capsicum annuum). Son plantas originarias de las Américas tropicales y subtropicales, y hoy se cultivan en todo el mundo en climas cálidos para uso culinario y, en algunas culturas, con fines medicinales.

Cayena

La cayena se utiliza fresca, seca o en polvo (polvo de cayena). Sus frutos alargados suelen cambiar de color a medida que maduran, pasando de verde a amarillo, naranja o rojo, según la variedad. Su sabor picante se debe a la capsaicina, compuesto responsable de la sensación de calor en la boca.

Nota: En algunas regiones, el término cayena se emplea coloquialmente para referirse a plantas distintas; sin embargo, en este artículo nos referimos específicamente al pimiento picante Capsicum annuum.

Usos y aplicaciones

La cayena

La cayena ofrece múltiples beneficios y aplicaciones en distintos ámbitos: culinario, cosmético, medicinal, ornamental y ganadero. A continuación se describen los usos más comunes, así como precauciones a considerar.

  • Uso culinario: Se emplea para aportar picante y sabor en guisos, salsas, marinados y caldos. La capsaicina, principal compuesto activo, puede estimular el apetito y el metabolismo, pero su consumo debe ser moderado, especialmente en personas con gastritis, úlceras o en ayunas.
  • Cosmética y cuidado personal: En cosmética se utiliza en productos para el cabello, la piel y la higiene. Pueden emplearse extractos o infusiones diluidas para favorecer la circulación en el cuero cabelludo y aportar brillo; no se deben aplicar directamente sobre la piel sensible, ojos o mucosas. Existen productos comerciales que incorporan cayena o extractos picantes; para el uso casero, conviene diluir y realizar pruebas de tolerancia.
  • Tratamiento tradicional y relajación: Las flores de la cayena se utilizan para preparar infusiones que, en algunas tradiciones, ayudan a relajar y a promover el sueño, y pueden aliviar molestias leves del sistema respiratorio cuando hay expectoración. No se recomienda su consumo durante el embarazo o la lactancia y debe moderarse su ingesta conforme a indicaciones profesionales.
  • Uso en la melena y cuidado capilar: Las flores o su extracto pueden emplearse para dar brillo, suavidad y vitalidad al cabello. Se pueden aplicar en geles capilares o como complemento directo, evitando el contacto con los ojos y la piel sensible.
  • Ganadería: En algunas regiones se utiliza la cayena como complemento alimenticio para bovinos y caprinos, por su aporte de sabor y posibles beneficios digestivos. Su uso debe ser supervisado por un veterinario y administrado en dietas adecuadas para evitar irritaciones estomacales o desequilibrios nutricionales.
  • Productos comerciales y medicina naturista: Existen productos derivados de la cayena en la medicina naturista, como lociones, champús y cápsulas. La eficacia y seguridad varían según la formulación; su uso no debe sustituir tratamientos médicos cuando sean necesarios, y debe realizarse bajo indicaciones profesionales.

Advertencia: ciertas prácticas tradicionales mencionan cocimientos de la raíz para irritaciones oculares. Estas preparaciones pueden provocar irritación grave y no se recomiendan. En caso de irritación ocular, consulte a un profesional de la salud y evite aplicar sustancias picantes cerca de los ojos.

La cayena, botánica y cultivo

La cayena es un arbusto perenne de la familia de las Solanáceas, cultivado principalmente por sus frutos picantes. En condiciones adecuadas de clima y manejo, puede florecer durante todo el año. En la mayoría de los ambientes, su altura oscila entre 0,6 y 1,5 metros; en plantas vigorosas o con buena exposición solar puede superar ese rango.

Presenta hojas alternas, de verde intenso y lustrosas, con bordes ligeramente aserrados. Su porte es compacto y erguido, con ramificación que facilita la entrada de luz al interior de la planta.

Cayena Características, usos, reproducción, cuidados Árbusto, planta

Las flores son hermafroditas y de forma acampanada. Según la variedad, pueden ser simples o dobles. Se agrupan en las axilas foliares, formando inflorescencias o apareciendo solitarias. Las flores tienen estambres prominentes y un pistilo central; son de corta duración (aproximadamente 1 día), pero la planta mantiene una floración continua a lo largo de la temporada.

Los frutos son cápsulas alargadas que, al madurar, pueden presentar colores que van desde el rojo intenso, pasando por rosado o escarlata, hasta naranja, amarillo o blanco, según la variedad. Un fruto típico mide entre 2 y 10 cm de longitud. En muchas variedades la planta es productiva; cuando fructifica, contiene varias semillas en su interior. En algunas variedades la producción puede ser abundante y constante.

El tallo es erecto y ramificado; en plantas adultas adquiere un aspecto leñoso. Las raíces son relativamente superficiales, por lo que la cayena necesita buena iluminación y un suelo con drenaje adecuado. Es sensible al exceso de humedad y al encharcamiento, lo que favorece enfermedades radiculares.

  • Hábitat, cultivo y cuidados: Prefiere climas cálidos y templados, con sol pleno. Requiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Riegos moderados y constancia en la fertilización durante el crecimiento. Poda ligera para mantener la forma y facilitar la recolección.
  • Propagación: Se recomienda por semilla o por esquejes; la siembra se realiza en primavera y la germinación suele ocurrir en 7–14 días, dependiendo de la temperatura.
  • Uso y sabor: Los frutos picantes se emplean en gastronomía para salsas, guisos y conservas. La intensidad del picante depende de la variedad y del grado de madurez; la capsaicina es la principal molécula responsable del picor y tiene usos en gastronomía y cosmética a pequeña escala.
  • Notas de seguridad y manipulación: Al manipular frutos frescos conviene usar guantes para evitar irritación de la piel y ojos; evitar el contacto con mucosas y lavar bien las manos tras el manejo.
  • Plagas y enfermedades: Puede verse afectada por ácaros, pulgón o mosca blanca; prevenir con prácticas culturales y, si es necesario, aplicar productos adecuados. Evitar el encharcamiento para prevenir pudrición de raíces.

En la cocina, la cayena se valora por su aroma y su intensidad. Se puede usar fresca, seca o en polvo para aportar color y calor a sopas, salsas, adobos, encurtidos y guisos. El grado de picante se mide en unidades Scoville; a mayor concentración de capsaicina, mayor picor. Para manipularlas, es recomendable retirar las semillas si se desea menor intensidad. Los aceites esenciales de la cayena se emplean en preparaciones aromatizadas y extractos culinarios.

La cayena en jardinería

La cayena es muy apreciada en jardinería por su resistencia, adaptabilidad y desarrollo vigoroso. Sus cualidades ornamentales la convierten en una opción versátil para embellecer diferentes entornos. Se utiliza con frecuencia tanto en espacios domésticos como en áreas públicas: residencias, plazas, parques y avenidas, donde realza el paisaje.

El colorido de sus flores y del follaje aporta un atractivo estético que perdura a lo largo de varias estaciones. Cuando se planta a corta distancia entre sí, las plantas tienden a formar coberturas densas y entrelazadas. Con podas adecuadas, es posible obtener setos naturales y bardas vivas que delinean distintos ambientes y aportan estructura y color al jardín.

Aplicaciones y pautas de cultivo:

  • Sol y sustrato: requiere sol pleno y un suelo bien drenado. Aunque tolera suelos moderadamente fértiles, evita encharcamientos y humedades prolongadas.
  • Riego y nutrición: riego regular pero moderado; deja secar la capa superficial entre riegos. Aplica compost o un fertilizante equilibrado durante la primavera y el verano.
  • Poda y forma: realiza podas de mantenimiento para mantener la forma y favorecer una densidad uniforme. Las podas ligeras tras la floración estimulan nuevos brotes.
  • Propagación: se multiplica fácilmente por semillas o esquejes. Las semillas germinan mejor en temperaturas cálidas y pueden demorar entre 6 y 12 semanas en brotar; con esquejes, la propagación es más rápida.
  • Usos decorativos: ideal para bordes, macizos, setos bajos y jardineras colgantes. Las cayenas en macetas pueden crear composiciones de color muy llamativas durante el verano.
  • Precauciones: las hojas y frutos pueden irritar la piel y mucosas; usar guantes al manipular y evitar el contacto con la cara. Mantener fuera del alcance de niños y mascotas.
  • Plagas y manejo: puede verse afectada por pulgón, ácaros y trips. En caso necesario, emplea métodos orgánicos (jabón potásico) o productos específicos, siguiendo las indicaciones del fabricante.

En combinación con otras especies, la cayena ofrece grandes posibilidades para crear jardines dinámicos y coloridos, siempre que se respeten sus necesidades de sol, drenaje y poda.

Reproducción de la cayena

La cayena (Capsicum annuum) se reproduce principalmente por semillas, aunque también es posible utilizar estacas, acodos e injertos. Este cultivo admite obtener distintas variedades en un mismo patrón, una característica muy valorada en la jardinería moderna. De hecho, se han realizado numerosos avances para mejorar la floración y la calidad de las plantas, lo que ha permitido ampliar la oferta de variedades con combinaciones de colores y una belleza destacada.

Si prefieres la reproducción por semillas, que es la opción más común, observa estas pautas: prepara una maceta o bandeja con sustrato ligero y bien drenante, realiza una siembra superficial (aprox. 0,5–1 cm) y cubre ligeramente. Mantén la humedad constante y una temperatura entre 20 y 25 °C para favorecer la germinación. Al brotar, aclimata las plántulas a la luz, colocándolas en luz indirecta o semisombra. Una vez que las plántulas estén firmes, puedes dejarlas en la misma maceta o trasplantarlas a un tiesto o en el huerto.

La propagación por estacas, acodos e injertos se utiliza especialmente en la horticultura avanzada y en producción comercial. A continuación se detallan las pautas clave:

  • Estacas: toma esquejes de madera semirrígida de 7–12 cm con 2–3 yemas, elimina las hojas inferiores y enraíza en sustrato húmedo con hormona de enraizamiento. Mantén alta humedad y evita el encharcamiento. Enraizan en 2–4 semanas; trasplanta cuando presenten raíces fuertes.
  • Acodos: el acodo permite que una rama desarrolle raíces mientras continúa unida a la planta madre. Una vez formadas las raíces, se separa la nueva planta para trasplantar.
  • Injertos: el injerto puede emplearse para combinar una variedad deseada con un patrón resistente o con características específicas, especialmente en cultivos comerciales. Requiere técnica y condiciones controladas para un buen éxito.

Consejos prácticos: en climas templados, la reproducción suele realizarse mejor en primavera o verano, cuando las temperaturas y la humedad favorecen el enraizamiento y el crecimiento. En climas fríos, conviene llevar las propagaciones a interiores o a un invernadero. Independientemente del método, las plantas suelen crecer con rapidez si reciben un riego adecuado, buena iluminación y nutrición regular. En general, desde la siembra hasta una planta productiva transcurren varias semanas, o incluso meses; la germinación de semillas aparece entre una y dos semanas en condiciones óptimas, y la floración y la producción de frutos requieren más tiempo.

Cuidados de la cayena

La cayena crece con facilidad y rapidez sin requerir cuidados complejos. Requiere poco riego y, si bien tolera distintos niveles de luz, rinde mejor a pleno sol. Por su origen tropical, no soporta las bajas temperaturas ni las heladas; en climas fríos conviene cultivarla en interiores o en invernadero y protegerla de corrientes de aire frío.

Para un manejo saludable, vigile la presencia de plagas como pulgones, mosca blanca y araña roja. Aunque la cayena es relativamente resistente, las hormigas pueden favorecer ciertas plagas al proteger a los pulgones; mantenga el cultivo limpio y tome medidas de control si observa infestaciones.

Riego y sustrato: tolera periodos de sequía breves, pero conviene mantener el sustrato uniformemente húmedo durante la temporada de crecimiento. En suelo o en maceta, asegúrese de un drenaje adecuado y use sustratos ligeros y bien drenantes. Evite el encharcamiento, que favorece las enfermedades de las raíces.

Fertilización: la cayena no requiere grandes aportes de fertilizante. Un aporte ligero de compost o un fertilizante equilibrado cada 4–6 semanas durante el crecimiento estimula la producción de frutos. Evite excesos de nitrógeno, que fomentan un crecimiento vegetativo excesivo a expensas de la fructificación.

Poda y manejo: la poda ayuda a mantener la planta compacta y facilita la cosecha. Pode ramas débiles o cruzadas para promover un crecimiento más sano y una mayor producción de frutos. Realice podas de formación a finales del invierno o principios de la primavera, antes del incremento de la actividad vegetativa.

Cosecha: recoja los frutos cuando alcancen el color característico de la variedad (por ejemplo, de verde a rojo intenso). Córtelos con cuidado para evitar dañar ramas y asegúrese de dejarlos maduros para maximizar el sabor y el picante.

Reconocida a nivel mundial

La cayena se cultiva en numerosas regiones del mundo, tanto en interiores como en exteriores. Sus plantas florecen con frecuencia, exhibiendo flores y vainas en desarrollo que maduran a menudo en tonos que van del verde al rojo intenso, lo que las hace atractivas para la jardinería y el paisajismo.

En climas cálidos, como en Venezuela, es una planta muy común en jardines y entornos urbanos, donde aporta color y aroma. También se utiliza como planta ornamental en patios y balcones, y puede cultivarse en macetas grandes con buena exposición solar.

La flor de la cayena es especialmente apreciada por su elegancia y por atraer polinizadores como abejas y mariposas, lo que favorece la biodiversidad del jardín. Esta cualidad ornamental, combinada con su valor culinario, ha contribuido a su popularidad en la jardinería doméstica.

La cayena ofrece usos culinarios muy variados. Sus frutos picantes se emplean para preparar salsas, adobos, marinados, caldos y platos tradicionales de diversas regiones. El polvo de cayena, obtenido al secar y moler los frutos, es un condimento básico en muchas cocinas mundiales y aporta un toque de picante y color.

  • Uso culinario: Los frutos picantes se incorporan en salsas, guisos, marinados y platos regionales de América, África y Asia. El picante puede variar según la variedad y la maduración.
  • Cuidados y cultivo: Prefiere sol pleno y suelos fértiles y bien drenados. El riego debe ser regular, evitando encharcamientos. En climas templados se cultiva como planta anual; en climas cálidos puede comportarse como perenne. La germinación de las semillas suele ocurrir entre 7 y 14 días.
  • Propagación y variedades: Se propaga principalmente por semilla, aunque también se puede emplear esqueje en algunas variedades ornamentales. Existen cultivares ornamentales con frutos alargados y colores que van del rojo al amarillo y anaranjado.
  • Aspecto ornamental y paisajismo: La planta produce flores blancas y frutos alargados que aportan color durante varias semanas, aptos para jardinería en macetas, cercos y parterres. Requiere protección contra heladas en zonas de clima templado.
  • Notas culturales y seguridad: En ciertas tradiciones culinarias y festividades, la cayena simboliza energía y vitalidad; su uso en la cocina y su cultivo conectan a comunidades a través de la gastronomía local. Al manipular frutos picantes, conviene usar guantes y lavarse las manos para evitar irritaciones en la piel o en los ojos.
Arbustos, Malvaceae

Quercus coccifera

Quercus Coccifera

El Quercus coccifera, conocido comúnmente como coscoja, es un arbusto perennifolio que mantiene su verdor durante todo el año. Pertenece a la familia de las Fagáceas. En función del lugar, recibe diversos nombres populares, entre ellos: Coscoja, Matarrubia, Carrasquilla, Chaparro y Granatilla.

Quercus Coccifera

La coscoja es una especie adaptada a condiciones mediterráneas, con alta tolerancia a la sequía y a suelos pobres. A continuación se describen sus características, hábitat, reproducción, cultivo, usos y ecología.

Descripción y características

Quercus coccifera es un arbusto o arbolito perenne que puede alcanzar tres metros o más de altura en condiciones favorables. Presenta una corteza lisa y grisácea, y una copa amplia acompañada de un tronco corto y grueso. Por su porte, se le suele llamar arbolito; su aspecto mediterráneo lo hace decorativo y especialmente adecuado para jardines, roquedales y proyectos de paisajismo xerófilo. No posee púas peligrosas y, en general, no es tóxico. Sus frutos no suelen verse como elementos que ensucien el suelo; además, su longevidad puede superar los 100 años.

Forma y porte

  • Forma y porte: puede desarrollarse como arbusto de porte compacto o como árbol de tamaño mediano, alcanzando a veces varios metros de altura; suele presentar ramaje espinoso o con hojas ligeramente lobuladas.

Hojas

Las hojas son de color verde oscuro, lustrosas por el haz y pálidas por el envés. Son duras, con bordes ondulados y dientes punzantes. El pecíolo es corto, midiendo entre 2 y 4 cm.

Flores

Quercus Coccifera  Características, cultivo, cuidados, hábitat Planta

Las flores del Quercus coccifera son de color blanco-amarillento, discretas y de tamaño muy reducido (menor de 5 mm). Aparecen desde finales de marzo hasta mayo o junio. Las flores femeninas son menos llamativas y pueden presentarse solas o agrupadas en cabezuelas; de ellas se originan las bellotas. Por su parte, los amentos masculinos son colgantes y brotan junto con las hojas. Se agrupan en pares o tríos en las axilas de las hojas. En una misma población, no siempre las plantas producen flores de ambos sexos al mismo tiempo.

Fruto

Fructifica en verano-otoño, al siguiente año de la floración. El fruto es una bellota pequeña y puntiaguda, de color verde que va oscureciéndose hacia marrón a medida que madura. Es dura y rígida; al madurar adquiere un tono castaño y una cúpula empinada.

La bellota está protegida por una cáscara leñosa que rodea casi la mitad del fruto. Su superficie está cubierta de escamas pequeñas que pueden pinchar. El proceso de maduración tarda cerca de dos años y las bellotas suelen ser amargas. No contienen endospermo (albumen), pero poseen cotiledones gruesos.

Imagen de Jesús Cabrera. Licencia: Creative Commons 2.0.

Joan Simon (licencia)

Hábitat y distribución

El Quercus coccifera es nativo de la cuenca mediterránea, abarcando gran parte de Europa meridional, el norte de África y zonas de Asia occidental. En España se encuentra principalmente en la Península Ibérica y en las islas Baleares.

El Quercus Coccifera

Ocupa ambientes cálidos y secos, desde laderas rocosas y matorrales costeros hasta áreas de relieve interior. Prefiere suelos bien drenados y pobres, a menudo calcáreos o rocosos, y tolera la sequía estival y las altas temperaturas. Su porte suele ser arbustivo o arbóreo, y forma matorrales densos o bosques abiertos en paisajes mediterráneos. Con frecuencia participa en comunidades de gariga o garriga, junto a otras plantas resistentes a la sequía.

  • Distribución geográfica: presente en la región mediterránea occidental y oriental, incluidas las costas de España, Francia, Italia y los Balcanes, así como en el Magreb y en algunas zonas de Oriente Medio.
  • Condiciones del hábitat: suelos pobres y bien drenados, expuestos al sol; inviernos templados y veranos cálidos o muy secos. Acepta sequías prolongadas y se desarrolla mejor en suelos calcáreos o rocosos superficiales.
  • Patrones de vegetación: forma matorrales densos o bosques abiertos; puede dominar el sotobosque en condiciones adecuadas y suele asociarse a otras plantas resistentes a la sequía, como lentiscos y salvias mediterráneas.

Reproducción

Para la multiplicación de Quercus coccifera se utilizan principalmente semillas recién recogidas en otoño. También puede hacerse en primavera con semillas que hayan pasado por un proceso de estratificación. En estos casos conviene conservar las semillas en turba húmeda a una temperatura de 2 °C durante 1–2 meses, lo que facilita la superación de la dormancia y mejora la germinación.

La dispersión primaria de las bellotas se realiza por gravedad, es decir, por caída desde la copa. La dispersión secundaria o activa es llevada a cabo por animales que almacenan o consumen las semillas, entre ellos roedores y ciertas aves córvidas, especialmente el arrendajo (Garrulus glandarius).

Las bellotas se recolectan directamente del árbol, a mano, o se recogen del suelo cuando han caído de forma natural. También pueden desprenderse del árbol al golpear suavemente con una vara. Esta tarea puede resultar algo difícil debido a la densidad de las ramas y a la disposición de la copa.

  • Siembra y germinación: tras la estratificación y la selección de semillas viables, sembrar en sustrato ligero y bien drenado a una profundidad de aproximadamente 2–3 cm. Mantener el sustrato húmedo, sin encharcar. En viveros o en la siembra al aire libre, la germinación suele ocurrir en la primavera siguiente y puede tardar varias semanas o meses, dependiendo de las condiciones.
  • Cuidados iniciales: colocar las plántulas en lugar con luz difusa y protección frente a heladas. Evitar sequías prolongadas y mantener un sustrato ligeramente ácido o neutro, según el tipo de suelo disponible.
  • Transplantes y establecimiento: cuando las plántulas alcancen 15–20 cm, trasplantarlas a envases mayores o al lugar definitivo. Realizar trasplantes por la mañana o en días nublados para reducir el estrés y proteger las raíces.
  • Notas ecológicas: Quercus coccifera es una especie típica de los matorrales mediterráneos. Su propagación por semillas es la vía más eficaz para su establecimiento; las bellotas deben recogerse frescas y evitar almacenarlas prolongadamente a temperaturas inadecuadas, pues la viabilidad disminuye con el tiempo.

Cultivo y cuidados

El Quercus coccifera es una especie de hoja perenne que se adapta con facilidad a condiciones mediterráneas. Puede desarrollarse en suelos rocosos y secos. Prefiere suelos calizos, pero tolera con eficacia los suelos silíceos. Se adapta a climas cálidos y templados, así como a periodos de baja humedad. Es tolerante a heladas suaves o moderadas, lo que amplía las zonas donde puede cultivarse.

  • Condiciones del sustrato y plantación: se adapta a suelos pobres y bien drenados; evita suelos saturados o compactados. Aunque prefiere sustratos calizos, tolera otros tipos de suelo siempre que haya drenaje adecuado.
  • Riego: es de crecimiento relativamente lento y tolera la sequía. En climas muy cálidos o con veranos secos regar de manera profunda y espaciada, evitando encharcamientos y un exceso de riego que favorezca hongos.
  • Abonado: requiere un abonado ligero con compost maduro o estiércol bien descompuesto, preferentemente en primavera u otoño. Evitar fertilizantes con alto contenido de nitrógeno que fomenten un crecimiento excesivo y menos resistente a la sequía.
  • Poda y formación: en plantas jóvenes se recomiendan podas ligeras de formación. Para el mantenimiento, la poda se realiza al final del invierno para aclarar la copa y eliminar ramas dañadas o mal ubicadas. Las podas intensas para reducir el desarrollo o rejuvenecer ejemplares grandes pueden hacerse de forma progresiva y no deben dañar la estructura de la planta.
  • Propagación: se multiplica por semillas (bellotas) o por esquejes. Las bellotas requieren estratificación fría para mejorar la germinación; la siembra puede hacerse en otoño o primavera. Los esquejes semileños pueden enraizar con tratamiento hormonal y sustrato húmedo y bien drenado.
  • Usos en jardinería: es apto como seto espeso, borde ornamental o en agrupaciones, gracias a su hoja perenne y a su resistencia a la sequía. Ideal para jardines mediterráneos, xerófilos, taludes y muros de contención.
  • Plagas y enfermedades: puede verse afectado por hongos en condiciones de alta humedad o estrés hídrico, y por algunas plagas como cochinillas o escarabajos. Mantener buena circulación de aire, drenaje adecuado y monitorear de forma regular ayuda a prevenir problemas.

Con estos cuidados, el Quercus coccifera ofrece un porte estructural y ornamental durante todo el año, adaptándose bien a jardines mediterráneos y a entornos de baja demanda de agua.

Usos y propiedades

Tomás Royo (licencia)

Entre sus usos, el Quercus coccifera presenta aplicaciones medicinales. Este uso se debe al ácido cuercitánico que contiene, un tanino astringente recomendado para el tratamiento de hemorragias provocadas por metritis y fibromas uterinos. Asimismo, se utiliza para hemorroides o fisuras anales y contra la blenorragia.

La corteza se empleó históricamente en curtidurías de pieles y para teñir lanas de negro. La madera se aprovecha principalmente como combustible y para carbón; sin embargo, debido a la escasez de ejemplares de gran tamaño, su uso para estos fines es limitado.

El fruto, al ser amargo, no tiene un aporte significativo; rara vez se destina a alimentar al ganado.

Notas históricas: el Quercus coccifera alberga cochinillas (Kermes) que históricamente se han utilizado para extraer tinte carmín, un pigmento natural valioso en textiles y artes decorativas.

Ecología y regeneración: Quercus coccifera muestra una notable capacidad de regeneración tras incendios forestales. Tras el fuego, sus raíces emiten abundantes brotes que crecen con rapidez, favoreciendo la estabilización del suelo y la recuperación de la cubierta vegetal. Esta cualidad lo convierte en una especie clave para la protección contra la erosión y para proporcionar refugio a numerosas especies de fauna.

Asimismo, desde la perspectiva ecológica, el Quercus coccifera desempeña un papel relevante en los ecosistemas mediterráneos: actúa como refugio y fuente de alimento para aves y mamíferos, contribuye a la biodiversidad local y mantiene servicios ecosistémicos como la retención de agua y la protección del suelo.

Distribución y rasgos generales

Distribución y rasgos generales: es una especie arbustiva o de porte relativamente bajo, típica de matorrales espinosos en suelos pobres de la cuenca mediterránea. Es tolerante a la sequía, a suelos pobres y a condiciones costeras. En condiciones óptimas puede alcanzar entre 2 y 4 metros de altura, y ocasionalmente superar esa cifra en ambientes muy favorables. Sus hojas perennes, con bordes espinosos, y su denso porte ofrecen refugio y alimento a numerosas especies de fauna mediterránea.

Arbustos, Fagaceae

Ajedrea

Ajedrea

La ajedrea, también conocida como satureja, es un arbusto muy aromático perteneciente a la familia de las Lamiáceas. En algunas regiones se le llama hisopillo, hierba olivera, tomillo real o albahaca de tomillo. Aunque su origen no está del todo claro, se cree que es oriunda del Mediterráneo, especialmente de las zonas templadas y cálidas del sur de Europa, donde se cultiva ampliamente. En los jardines domésticos es muy apreciada, destacando una variedad de sabor suave que se utiliza tanto en recetas tradicionales como en cocinas modernas.

Ajedrea

CARACTERÍSTICAS GENERALES

La ajedrea es una planta perenne de porte medio, semileñosa y subarbustiva, que se mantiene siempre verde. Su altura suele situarse alrededor de 50 cm. Su aroma es intenso y picante, característico de las hierbas mediterráneas.

  • Altura y estructura: porte compacto y ramificado, con una apariencia arbustiva que no se vuelve leñosa con facilidad.
  • Hojas: hojas pequeñas, opuestas, oval-lanceoladas, de color verde oscuro y superficie lisa. Miden entre 1 y 2 cm de longitud y unos 5 mm de ancho; están cubiertas por diminutos vellos.
  • Textura y aroma: la textura de las hojas es suave al tacto y, al machacarlas, emiten un aroma picante y fresco.
  • Flores: las flores nacen en racimos; son blancas o violáceas y de tamaño reducido. Florecen desde finales de la primavera y pueden durar hasta el otoño.

Usos y cultivo: la ajedrea se emplea principalmente en la cocina para sazonar carnes, aves, pescados, guisos y salsas, aportando un toque mediterráneo. También se utiliza en infusiones y como planta aromática ornamental en macetas y jardines. En cultivo doméstico, prefiere pleno sol y suelos bien drenados; es relativamente resistente a la sequía y requiere riegos moderados.

CULTIVO DE LA AJEDREA

La ajedrea no es una planta difícil de cultivar y se adapta bien a jardines y huertos culinarios. Entre las variedades, la Satureja hortensis (ajedrea dulce) es la más demandada para condimentar platos, gracias a su aroma suave y sabor ligeramente mentolado con un toque picante. Es excelente para acompañar legumbres, patatas, quesos y platos en conserva.

Requiere suelos bien drenados y una exposición solar moderada. Prefiere climas templados y puede tolerar cierta sequedad una vez arraigada, pero no soporta encharcamientos prolongados.

La ajedrea se puede sembrar en recipientes o directamente en el suelo del jardín. Si se cultiva en macetas, use sustrato ligero y un contenedor con buen drenaje; para plantas establecidas, una profundidad de al menos 20 cm favorece un desarrollo robusto.

El mejor momento para cosecharla es durante la floración o justo antes, cuando el aroma y el sabor están más intensos. Recoge tallos no fibrosos, de unos 8-12 cm de longitud; para conservar mejor los aceites esenciales, cosecha en horas de la mañana y en días secos. Las hojas pueden secarse en un lugar sombreado y ventilado o congelarse para un uso prolongado.

Consejos prácticos:

Ajedrea Características, cultivo, tipos, reproducción, usos Arbusto

  • Poda ligeramente después de la cosecha para favorecer la ramificación y una producción continua.
  • Evita riegos excesivos; deja que la capa superior del sustrato se seque entre riegos.
  • Si la planta envejece, renueva con esquejes o plantas jóvenes cada 2-3 años para mantener la producción y el aroma.
  • Para secar, recoge antes de la floración y cuelga los tallos en manojos en un lugar oscuro y bien ventilado.

TIPOS

La ajedrea es un género de plantas aromáticas que agrupa unas treinta especies de hierbas y arbustos, nativas de las zonas templadas del hemisferio norte. Entre ellas destacan tres variedades ampliamente conocidas por su uso culinario y su aroma característico:

  • Ajedrea común o ajedrea de huerto o jardín (Satureja hortensis). Es la más popular en la gastronomía, gracias a su aroma suave y delicada dulzura. Es anual o de crecimiento herbáceo y suele alcanzar entre 10 y 20 cm de altura. Requiere sol pleno y suelo bien drenado; se utiliza fresca o seca para condimentos.
  • Ajedrea de monte o Satureja montana. Crece en matas bajas, es perenne y densa, con un aspecto vigoroso. Sus hojas son más coriáceas y su sabor es más intenso que el de la ajedrea común, lo que la hace especialmente apreciada en platos que requieren notas fuertes de hierbas.
  • Ajedrea cítrica o Satureja citriodora. Destaca por su aroma a limón y por la corola de sus flores, que presenta dos labios. Es apreciada para infusiones y como aderezo ligero que aporta un toque cítrico a recetas de pescado y ensaladas.

REPRODUCCIÓN

La ajedrea se reproduce de forma relativamente sencilla. Puede propagarse por semillas, estacas o hijuelos. Cada método sigue un proceso específico que se resume a continuación:

  • Semillas. Cuando la reproducción se realiza por semillas, éstas deben recogerse de plantas sanas, de buen aspecto y con abundante floración. La siembra se realiza preferentemente en almácigas, bancales preparados o recipientes; la siembra directa no es recomendable. Las plántulas tardan alrededor de tres semanas en brotar y pueden trasplantarse cuando alcancen unos 7 cm de altura.
  • Estacas. Es el método más utilizado. Requiere seleccionar estacas adecuadas: tallos fuertes y bien desarrollados, con un año de edad y una longitud de 10 a 15 cm. Una vez enraizadas, se trasplantan a su lugar definitivo. Es recomendable realizar la propagación en otoño o invierno.
  • Hijuelos. Si se forman hijuelos alrededor de la planta madre, se separan y se plantan como nuevos arbustos. Cada planta madre puede generar unas 30 hijuelos al año. Los sustratos deben ser aireados y con buen drenaje; situarlos en lugares soleados, pero sin exposición excesiva. No es necesario regar en abundancia; basta mantenerlos ligeramente secos.

Consejos prácticos: para aumentar las probabilidades de éxito, evite trasplantar durante periodos de heladas o estrés hídrico y mantenga un riego suave y constante durante las primeras semanas tras el trasplante.

USOS

La ajedrea se utiliza como hierba aromática tanto fresca como seca en la cocina. Se emplea para realzar guisos de carne, cremas, sopas y pastas, y, por su carácter digestivo, también aparece en ensaladas. Además, se incorpora en preparaciones de charcutería y encurtidos.

Goza de gran prestigio como acompañante de legumbres y carnes, especialmente de pollo y pavo. Posee un sabor intenso que, durante la cocción, se atenúa, aportando un toque delicado y muy agradable.

En la medicina tradicional se le atribuyen propiedades antiflatulentas, reconstituyentes, aperitivas y astringentes. Sus aceites esenciales pueden presentar efectos estimulantes. En algunas tradiciones se sostiene que favorece las defensas y reduce la fatiga mental; también se ha asociado al alivio del asma y de la bronquitis. En determinadas regiones se la emplea para repeler insectos y para favorecer la circulación sanguínea.

Las infusiones de sus hojas ejercen acción antiespasmódica y se emplean en el tratamiento de la diarrea, infecciones y trastornos gastrointestinales. También se utilizan como antisépticos bucales y para lavados en molestias cutáneas.

  • En la cocina: añadirla al inicio de la cocción para liberar su aroma en guisos de carne, legumbres y aves; utilizarla con moderación para evitar dominancia del sabor.
  • En la mesa: espolvorear hojas frescas picadas en ensaladas, sopas o quesos para un toque aromático.
  • En conservas: aportar sabor característico en preparaciones de encurtidos y embutidos.
  • Infusiones y usos tópicos: preparar infusiones para uso interno como suave antiespasmódico y, en forma de enjuague bucal o lavado, para molestias cutáneas.

ALMACENAMIENTO Y SECADO

Su aroma se intensifica al secarse, por lo que es habitual desecarla para uso posterior. En climas templados puede cultivarse todo el año; en zonas frías conviene cultivarla en interior o en macetas para protegerla de las heladas. Es una compañera ideal en huertos de hierbas y en bordes aromáticos.

Para conservar los aceites esenciales, desecar recogiendo tallos antes de la floración y colgarlos en manojos en un lugar oscuro y bien ventilado. Las hojas pueden secarse en un lugar sombreado y ventilado o congelarse para uso prolongado.

Arbustos, Lamiaceae

Berberis vulgaris

Berberis vulgaris

Las hojas, de color verde-olivo, pueden volverse purpúreas en otoño. Sus diminutas flores, de tono amarillo intenso, aparecen en racimos y confieren al conjunto un aspecto muy decorativo. Este arbusto es muy valorado en jardinería por su contraste entre hojas y floración, así como por las espinas que lo hacen apto para setos y vallados defensivos.

Su nombre científico es Berberis vulgaris y pertenece a la familia Berberidáceas. Es una de las especies que componen este grupo de angiospermas, es decir, plantas con flores. Comúnmente se la conoce como agracejo rojo o agracejo púrpura, y también se la denomina agracejo común.

Es nativa de Europa y Asia occidental y se ha naturalizado en varias regiones de clima templado. Prefiere suelos calizos y una exposición soleada. Se adapta bien a bordes de caminos, matorrales y setos ornamentales, y puede encontrarse desde el nivel del mar hasta aproximadamente 2.000 metros de altitud.

  • Usos ornamentales y culinarios: se emplea como arbusto de seto o de borde por su longevidad y resistencia. Las bayas rojas, que maduran en otoño, son comestibles aunque muy ácidas; se utilizan en mermeladas, jaleas y salsas, además de servir como colorante natural en preparaciones culinarias.
  • Propiedades y uso tradicional: la corteza y las raíces contienen berberina, un alcaloide con posibles propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, utilizado en algunas tradiciones herbales.
  • Notas ecológicas y consideraciones agrícolas: Berberis vulgaris es hospedante alterno de Puccinia graminis, el hongo responsable de la roya del trigo. Por ello, en zonas de cultivo cerealero se recomienda gestionar o eliminar esta planta para reducir el riesgo de propagación de la roya.

CARACTERÍSTICAS del Berberis vulgaris

El Berberis vulgaris es caducifolio y espinoso. Es un arbusto de tallo leñoso y rígido, que puede alcanzar hasta 3 m de altura. En la juventud la corteza es de color púrpura a pajizo, y con la edad tiende a volverse gris. Sus ramas presentan espinas simples o trifurcadas, que pueden medir hasta 35 mm de longitud; estas espinas son una versión de las hojas transformadas en los brotes.

Es originario de Eurasia y se ha difundido como planta ornamental y para setos en jardines debido a su colorido follaje y a la protección que ofrecen sus espinas. Sus frutos comestibles, de uso culinario en algunas culturas, también sirven de alimento para aves y favorecen la dispersión de las semillas.

Hojas

Las ramas pueden ser verticales o ligeramente encorvadas y surcadas. En las axilas brotan fascículos de hojas. Las hojas son caducas, elípticas, sésiles y lampiñas, con base atenuada y borde relativamente espinoso. Presentan un hermoso matiz púrpura que aporta atractivo ornamental.

Flores

La floración se produce en mayo. Las flores nacen solitarias o agrupadas en racimos, con 3 a 25 flores por tallo. Son pedunculadas, con brácteas ovadas triangulares y bordes enteros o denticulados. Cada flor mide de 4,5 mm de diámetro y presenta seis sépalos ovales y seis pétalos amarillentos o blancos, de hasta 4,5 mm de longitud.

Fruto

Los frutos maduran de verano a otoño. Son bayas de aproximadamente 1 cm de diámetro que, al desarrollarse, adquieren color rojo o azul oscuro, frecuentemente con un botón rosa o violeta. Su forma, según la variedad, puede ser esférica o alargada, y poseen sabor ácido. Contienen vitamina C y se emplean en preparaciones culinarias. La recolección resulta dificultosa por la espinosidad de los tallos. Las bayas sirven de alimento a numerosas aves, que ayudan a dispersar las semillas.

Usos y cultivo

  • Usos ornamentales: por su follaje púrpura y las espinas, es común como seto o planta de interés estético en jardines y parques.
  • Usos culinarios: las bayas son comestibles y se emplean en mermeladas, jaleas y salsas; su acidez las hace útiles para equilibrar sabores dulces.
  • Propagación y cultivo: se puede propagar por semilla (que requiere estratificación) o por esquejes semileños en primavera. Prefiere suelos bien drenados y exposición de pleno sol, aunque tolera algo de sombra. Es resistente a sequía moderada y se adapta a suelos pobres.
  • Precauciones: las espinas facilitan el manejo, pero requieren cuidado durante la poda y la plantación para evitar accidentes.

DISTRIBUCIÓN Y HÁBITAT

Berberis vulgaris crece con frecuencia en espinares, en bosques aclarados y en praderas semiáridas sobre suelos calcáreos y pedregosos, principalmente en zonas elevadas de Europa, Asia y África. También se ha establecido con éxito en diversas regiones de Estados Unidos, donde prospera especialmente en climas templados, frescos y húmedos.

  • Hábitat característico: bordes de bosques, matorrales, setos y claros, con suelo bien drenado y de textura ligera a media.
  • Exposición: prefiere pleno sol; tolera algo de sombra, pero el desarrollo y la floración mejoran bajo buena iluminación.
  • Suelo y drenaje: adapta suelos calcáreos, neutros o ligeramente ácidos; tolera suelos pobres, siempre que drenen bien; evita encharcamientos.
  • Altitud y clima: nativo de regiones templadas de Europa, Asia y África; se naturaliza en climas frescos y húmedos como en varias áreas de América del Norte.

REPRODUCCIÓN

La reproducción del Berberis vulgaris se realiza por semillas y por esquejes.

  • Semillas: Se debe eliminar toda la pulpa de las semillas y sembrarlas en otoño o en primavera. Las semillas deben someterse a una estratificación fría de 2 a 6 semanas a una temperatura de aproximadamente 4 °C.
  • Esquejes: En la base del esqueje se recomienda aplicar ácido indol-3-butírico (IBA) a una concentración de unos 500 ppm para favorecer el enraizamiento. Conviene obtener estacas con hojas en primavera u otoño y enraizarlas bajo niebla. En invernaderos, para ciertos tipos selectos, se emplea la técnica de injerto; en otras ocasiones se recurre al acodo.

Cuidados básicos

El cultivo del Berberis vulgaris es relativamente sencillo. Es un arbusto resistente que se adapta a una amplia gama de suelos y a condiciones climáticas variables.

Este plantío prefiere exposición al sol directo, aunque tolera semisombra. En climas con veranos muy intensos, conviene situarlo en un lugar con algo de sombra durante las horas más calurosas para evitar un estrés excesivo.

No exige riego abundante; sin embargo, un riego moderado y regular, especialmente durante periodos de sequía, ayuda a mantener un crecimiento sano. El suelo debe drenar bien para evitar encharcamientos, ya que el Berberis no tolera el agua estancada.

La poda es una herramienta clave para mantener su forma y salud. Se recomienda realizar podas de mantenimiento anuales, preferentemente después de la floración, para estimular la ramificación y evitar un aspecto envejecido. En la poda, se deben eliminar ramas débiles, cruzadas o dañadas y, si es necesario, acortarlas ligeramente para mantener un porte compacto. Evite podar en exceso para no reducir la floración de la temporada siguiente.

  • Luz y ubicación: Prefiere sol pleno para un desarrollo óptimo de hojas, flores y frutos; tolera semisombra moderada.
  • Suelo y riego: Prefiere suelos bien drenados; evita suelos pesados y encharcados. Regar con moderación, dejando secar la capa superior entre riegos.
  • Poda y formación: Realizar podas de mantenimiento tras la floración; eliminar ramas muertas o cruzadas y dar forma sin eliminar demasiada madera.
  • Protección y plagas: Vigilar plagas habituales como áfidos, cochinillas y arañas rojas. En zonas con cultivo de cereales, tener en cuenta las regulaciones locales: Berberis vulgaris puede actuar como hospedante de hongos de roya; si es necesario, mantenga distancia de plantaciones cerealícolas o considérese la eliminación de plantas en zonas sensibles.
  • Propagación: Se multiplica por esquejes de madera joven o semi-leñosos a finales de la primavera o principios del verano; también por acodo o por estacas en sustrato húmedo. Trasplante con terreno bien preparado y, si es posible, en primavera para una mejor enraizamiento.

USOS

Las diversas partes de Berberis vulgaris se emplean en la industria alimentaria y farmacéutica. Entre las especies del género Berberis, esta es la más abundante y conocida; su fruto se utiliza principalmente como alimento. En la cocina se prepara cocido con arroz y, a menudo, se consume sin las semillas para evitar su textura áspera.

En la medicina tradicional, Berberis vulgaris ha sido utilizado en la medicina china y en las tradiciones medicinales de otros países a lo largo de los siglos. Sus propiedades medicinales se deben a varios alcaloides, destacándose la berberina. Este alcaloide ofrece múltiples efectos: antioxidantes, antiinflamatorios, hipoglucemiantes, hipotensores e hipolipemiantes.

En la práctica clínica actual, el extracto de berberina ha sido objeto de investigación por su actividad antimicrobiana y por su potencial en el manejo de trastornos metabólicos. No obstante, su uso debe ser supervisado por profesionales de la salud, ya que puede interactuar con ciertos fármacos y provocar efectos adversos en algunas personas.

Además de su valor medicinal, la planta se utiliza como ornamento por su floración colorida y por sus frutos vistosos. Es común plantarla en jardines, parques y arreglos paisajísticos. Las variedades caducas muestran un interés estético especial en otoño, cuando las hojas adquieren tonos rosa o rojo intenso antes de caer.

  • Alimentario y culinario: los frutos comestibles se consumen frescos o secos, se usan para mermeladas, jaleas y como condimento ácido en platos de arroz y guisos. En la cocina persa, se emplea para realzar el sabor de platos de arroz.
  • Medicinal y farmacéutico: la berberina y otros alcaloides se aprovechan por sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y metabólicas; se investigan usos para infecciones, diabetes y trastornos hepáticos, siempre bajo supervisión médica.
  • Ornamental y paisajístico: sus hojas, flores y frutos de colores vivos decoran jardines y parterres; las variedades caducas destacan en otoño por el cambio cromático de las hojas.

Propiedades químicas y usos farmacéuticos

La corteza y las raíces de Berberis vulgaris contienen berberina, un alcaloide de notable relevancia. La berberina y otros alcaloides presentes confieren a la planta propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias, además de efectos metabólicos como hipoglucemiantes, hipotensores e hipolipemiantes. En la medicina tradicional, y particularmente en la medicina china y otras tradiciones, estas sustancias se han utilizado durante siglos. En la práctica clínica actual, el extracto de berberina ha sido objeto de investigación por su actividad antimicrobiana y por su potencial en el manejo de infecciones, diabetes y trastornos hepáticos; sin embargo, su uso debe ser supervisado por profesionales de la salud, ya que puede interactuar con ciertos fármacos y provocar efectos adversos en algunas personas. En la horticultura y la jardinería, la berberina contribuye al pigmento de las partes de la planta y a la reputación ornamental del género.

Arbustos, Berberidaceae

Rosa

Rosa

Regalar flores es una expresión universal de afecto y aprecio, pero para transmitir el mensaje deseado, es fundamental elegir la flor adecuada. Entre todas las opciones, la rosa se destaca como la favorita indiscutible, pues simboliza el amor en todas sus formas y matices. Esta especie pertenece a la familia de las rosáceas, un grupo caracterizado por plantas espinosas y floridas que han acompañado a la humanidad durante milenios. Su origen se remonta al siglo XVI a.C. en la isla de Cnossos, Grecia, y curiosamente, la isla de Rodas debe su nombre precisamente a esta emblemática flor.

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Arbustos, Rosaceae

Caducifolio

Caducifolio

El término caducifolio se utiliza para describir el fenómeno natural mediante el cual las hojas de ciertas plantas, arbustos y árboles se desprenden de manera periódica en determinadas estaciones del año. Este proceso es una estrategia adaptativa que permite a las plantas conservar recursos durante condiciones ambientales adversas, como el invierno o las estaciones secas. En algunos países del Caribe, como Puerto Rico, estas especies también se denominan deciduas, término derivado del inglés “deciduous”.

La palabra caducifolio proviene del latín cadūcus, que significa ‘caduco’, ‘caído’ o ‘que cae’, haciendo referencia a la caída temporal de las hojas. Este fenómeno no solo ayuda a las plantas a reducir la pérdida de agua y protegerse de bajas temperaturas, sino que también juega un papel importante en su ciclo reproductivo. De hecho, muchas especies caducifolias florecen durante el período en que sus hojas ya han caído, lo que facilita la polinización al mejorar la visibilidad y el acceso a las flores por parte de polinizadores como insectos y aves.

Árbol caducifolio en otoño

Ejemplos clásicos de plantas caducifolias incluyen árboles como el arce (Acer spp.), el roble (Quercus spp.) y el fresno (Fraxinus spp.), cuyas hojas cambian de color antes de caer, creando paisajes característicos en otoño. En regiones tropicales, la caducidad de las hojas suele estar vinculada a la estación seca, ayudando a las plantas a sobrevivir períodos prolongados de escasez de agua.

Este fenómeno contrasta con el de las plantas perennifolias, que mantienen sus hojas durante todo el año, adaptándose a diferentes condiciones ambientales. Comprender la caducidad foliar es fundamental para estudios ecológicos, prácticas agrícolas y manejo forestal, ya que influye en la dinámica de los ecosistemas y en la biodiversidad.

Bosque y selva caducifolia

El bosque caducifolio, también denominado aestisilva o estisilva, se localiza principalmente en las zonas templadas de Estados Unidos, Canadá, Rusia, China, Japón y Corea. Está compuesto mayoritariamente por árboles caducifolios, los cuales pierden su follaje durante el invierno para recuperarlo con la llegada del clima cálido o lluvioso, característico de las estaciones más húmedas.

Entre las especies más representativas de estos bosques se encuentran robles, arces, hayas, nogales y olmos. En el occidente europeo, el bosque caducifolio corresponde a la biocenosis típica del clima marítimo, donde la caída de hojas ocurre principalmente en otoño y, en ocasiones, se extiende al invierno.

Bosque caducifolio con árboles

Este tipo de bosque se caracteriza por un régimen pluviométrico bien distribuido a lo largo del año, lo que evita la aparición de períodos de aridez o temporadas excesivamente cálidas. Esta regularidad en las precipitaciones garantiza un ciclo hídrico continuo que favorece el desarrollo y la sostenibilidad de la vegetación.

Además del frío, las precipitaciones son tan abundantes que los árboles deben adaptarse a un exceso de agua, que en muchas ocasiones el suelo no puede absorber. Esta condición genera un ambiente saturado donde la transpiración y la absorción radicular se ven afectadas.

Las especies que habitan en el bosque caducifolio han desarrollado adaptaciones específicas para sobrevivir en este bioma. Por ejemplo, el Fagus (haya), el olmo y el abeto plateado poseen hojas con estructuras que facilitan la penetración del agua y la radiación solar de manera equilibrada. La caída de hojas en invierno, aunque representa una reducción en la capacidad de transpiración, es una estrategia para minimizar la pérdida de agua y protegerse de las bajas temperaturas.

Durante el período sin hojas, los árboles caducifolios retienen agua en sus tejidos para subsistir, logrando así sobrevivir a las condiciones adversas del invierno. Estas adaptaciones les permiten mantener un equilibrio hídrico y energético que asegura su crecimiento y regeneración en las estaciones siguientes.

Por otro lado, la selva caducifolia es un ecosistema caracterizado principalmente por su marcada estacionalidad en cuanto a la precipitación, lo que le confiere un aspecto distintivo en comparación con otros tipos de selvas. Esta selva, también conocida como bosque tropical seco, presenta una dinámica adaptativa en la que los árboles pierden sus hojas durante la temporada seca para conservar agua y minimizar el estrés hídrico.

Selva caducifolia en temporada seca

La temporada de lluvias, que generalmente dura entre cuatro y cinco meses, es el periodo en el que la vegetación se encuentra en plena actividad, con los árboles cubiertos de hojas y un crecimiento vigoroso. Por el contrario, durante la estación seca, que puede extenderse hasta ocho meses, la mayoría de los árboles caducifolios pierden sus hojas y entran en un estado de reposo. Durante esta fase, muchas especies florecen y producen frutos y semillas, adaptándose a las condiciones adversas y asegurando su reproducción.

En la selva caducifolia, la vegetación es densa y está compuesta por árboles que pueden alcanzar hasta 15 metros de altura. Entre los géneros más representativos se encuentran Bursera, Haematoxylon brasiletto, Lysiloma, Ipomoea, Cercidium (conocido comúnmente como «palo verde»), Ceiba, Beaucarnea y Yuca, entre otros. Estas especies están adaptadas al clima seco y poseen características como cortezas resistentes y sistemas radiculares profundos para acceder al agua subterránea.

Además, la selva caducifolia es un refugio importante para numerosas especies endémicas, que solo se encuentran en estas condiciones específicas. También es un espacio donde se han domesticado y cultivado tradicionalmente plantas agrícolas fundamentales para la subsistencia local, como el maíz y el frijol, que forman parte integral de la cultura y economía de las comunidades que habitan estas regiones.

Cuidados de las especies caducifolias

Es fundamental considerar que muchas especies caducifolias pierden sus hojas durante el otoño. La recolección de estas hojas debe realizarse al final de esta estación para evitar la acumulación excesiva y facilitar su aprovechamiento. Al mezclar las hojas caídas con otros materiales orgánicos, se puede obtener un abono natural de alta calidad, que puede ser utilizado durante los siguientes nueve a doce meses para enriquecer el suelo.

Estas especies prefieren suelos frescos pero bien drenados, ya que el encharcamiento puede dañar sus raíces. La poda se recomienda efectuar durante el periodo de crecimiento vegetativo, que generalmente abarca desde la primavera hasta el otoño. Realizar la poda en esta etapa favorece una mejor cicatrización y estimula un crecimiento saludable.

Cuidados de especies caducifolias

El abonado de los árboles caducifolios debe realizarse únicamente durante el periodo vegetativo, es decir, entre la primavera y el otoño. Durante el periodo de reposo, que ocurre entre el otoño y el invierno, no se recomienda aplicar fertilizantes, ya que el árbol reduce su actividad metabólica y no absorberá adecuadamente los nutrientes.

Estos árboles requieren suelos ricos en nutrientes para desarrollarse óptimamente. El trasplante es más efectivo si se realiza antes de la brotación, preferiblemente entre febrero y abril, cuando el árbol está en fase de reposo o inicio del crecimiento, lo que facilita su adaptación al nuevo lugar.

Al plantar otras especies bajo o alrededor de árboles caducifolios, es importante elegir plantas que toleren bien la sombra, especialmente durante el verano, cuando la copa del árbol está completamente cubierta de hojas. Además, dado que los caducifolios suelen absorber gran parte de la humedad del suelo, es recomendable que la tierra esté ligeramente seca para evitar problemas de exceso de humedad en las plantas acompañantes.

En resumen, el cuidado adecuado de las especies caducifolias implica una atención específica a su ciclo anual, adaptando prácticas como la poda, el abonado y el trasplante a las etapas de crecimiento y reposo, así como considerar las condiciones del suelo y la interacción con otras plantas en el entorno.

Ventajas y desventajas de los árboles caducifolios

Los árboles caducifolios, como el cerezo o el almendro, presentan la característica de perder sus hojas en determinadas estaciones, principalmente durante el otoño e invierno. Este proceso, aunque puede parecer una desventaja, ofrece varios beneficios importantes para la supervivencia y el desarrollo de la planta. Por ejemplo, la caída de hojas favorece la floración y mejora la polinización, ya que las flores quedan más expuestas y accesibles para los polinizadores.

Árbol caducifolio en invierno

Además, la pérdida de follaje en invierno reduce el peso sobre las ramas y disminuye la superficie expuesta al viento, lo que ayuda a prevenir daños estructurales como la rotura de ramas debido a la acumulación de nieve o hielo. También contribuye a conservar agua y energía, ya que durante las épocas frías y secas el árbol reduce su actividad metabólica para sobrevivir en condiciones adversas.

Sin embargo, este fenómeno también conlleva ciertas desventajas. La ausencia de hojas limita la capacidad fotosintética del árbol, lo que implica que su crecimiento se detenga temporalmente. Además, al caer las hojas, muchos animales que dependen de ellas como fuente de alimento pueden afectar la recuperación del árbol. En casos extremos, la pérdida excesiva de follaje, combinada con el ataque de herbívoros o plagas, puede debilitar gravemente al árbol y aumentar su vulnerabilidad a enfermedades, pudiendo incluso provocar su muerte.

Otro aspecto a considerar es que las hojas caídas en el suelo pueden convertirse en un hábitat propicio para el desarrollo de plagas y enfermedades, ya que la acumulación de materia orgánica favorece la proliferación de hongos y bacterias. Además, la descomposición de estas hojas puede generar olores desagradables y afectar la calidad del suelo si no se gestionan adecuadamente.

En resumen, aunque la caducidad de las hojas es un mecanismo adaptativo esencial para la supervivencia de muchas especies arbóreas, es importante tener en cuenta tanto sus ventajas como sus posibles inconvenientes para un manejo adecuado en jardinería y conservación ambiental.

Árboles, Arbustos

Papaya

Papaya

La papaya es una planta de tipo arbustivo, originaria de América Central. Su cultivo se extiende desde la República Dominicana hasta Argentina, abarcando gran parte de América Latina. Esta planta es especialmente valorada por sus frutos dulces y comestibles, que se utilizan tanto en la preparación de diversos platos y postres como para su consumo fresco. Además, su delicado sabor y textura la convierten en un ingrediente versátil en la gastronomía.

En las últimas décadas, el cultivo de la papaya se ha expandido significativamente en regiones de Asia y África, donde su consumo ha ganado gran popularidad debido a sus beneficios nutricionales y su adaptabilidad a diferentes climas tropicales y subtropicales. La papaya pertenece a la familia Caricaceae y su denominación científica es Carica papaya.

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Arbustos, Caricaceae, Frutales, Frutas
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