Conocida comúnmente como “oreja de elefante”, “paleta de pintor” o “corazón de Jesús”, debido a su diseño natural, el caladium es una planta de atractivos colores. Sobre una base verde combina gran cantidad de patrones. Algunas hojas adoptan tonos carmesí, marfil o rosa e incluso forman dibujos desordenados.
El caladium pertenece a la familia de las Araceaes, que tienen estrecha vinculación con los géneros Alocasia, Xanthosoma y Colocasia. Investigaciones indican que estos ejemplares son oriundos de Guayana y Brasil, específicamente de las selvas tropicales. También de algunos territorios próximos a Sudamérica y Centroamérica.
El responsable de describir al caladium por primera vez, fue el religioso y botánico francés, Étienne Pierre Ventenat, quien publicó la información recabada en la Magasin Encycloplédique. En sus estudios se refirió específicamente a una especie: Caladium Bicolor, a la cual se conoce popularmente como “corazón de cabrito”.
Características del caladium
El caladium es una variedad herbácea y perenne, compuesta por un tubérculo, cuyo funcionamiento es similar al de una raíz, pues almacena nutrientes y está dotado de yemas en la parte superior. No cuenta con tallo aéreo y sus hojas con radicales. Es decir, nacen del tubérculo.
Se estima que la planta crezca al menos 90 cm si se encuentra en estado silvestre, especialmente en climas secos de selvas abiertas. Sus hojas se organizan en largos pecíolos y miden unos 15 cm de largo por 45 de ancho.
Produce elementos que suelen ser confundidos con una flor. Pero son brácteas. Es decir, hojas enrolladas sobre sí mismas, que se asemejan a las calas. Por lo general, lucen blancas o verdes, con cierta amplitud hacia el extremo, pero terminando en punta encorvada. Aunque perfumadas, no se les suele dar valor ornamental.
Especies más conocidas
Existen diversos tipos de caladium, ideales para tener en casa o en el jardín. No obstante, existe una advertencia en todos los casos: Se parecen a la planta de ocumo, por lo que algunas personas la consumen. Tome en cuenta que hacerlo podría generar un edema de las vías respiratorias, al menos 10 minutos después de la ingesta:
- Caladium bicolor: La más extendida y conocida entre las variedades de esta planta. Sus hojas son verdes y presentan venas blancas y rojas. Sus espatas están pintadas de amarillo. Son oriundas de las Indias occidentales y existe diversidad de híbridos a partir de esta especie.
- Caladium hortulanum: Sus hojas tienen la particularidad de ser tan sensibles como el papel. Sus patrones son inestables.
- Caladium humboldtii: Su tamaño es bastante reducido y sus hojas están jaspeadas de color blanco.
cuidados del caladium
El caladium no es un elemento natural fácil de cuidar, pero sí muy llamativa para cualquier espacio del hogar. Preste atención a estas recomendaciones, para garantizar un adecuado desarrollo:
- Luz: Dado que se trata de una planta selvática, prefiere que el sol no le dé directamente. Aunque, sí requerirá buena iluminación para las venas de sus hojas.
- Temperatura: Un ambiente óptimo ronda los 15 ºC a 20 ºC, es decir, no puede ser un frío invernal, pero sí puede tolerar algunas bajadas. Es importante que permanezca en un sitio con buena ventilación, evitando las corrientes de aire.
- Madurez: La alcanza durante el verano y sus hojas empiezan a caer para el otoño, época durante la cual será necesario mantener el tubérculo en un sitio caliente, con temperaturas que no bajen de 15 ºC, sin riego.
- Humedad y riego: Este proceso se retoma durante la primavera y el verano. Si bien el riego debe ser constante, el jardinero verificará que la tierra esté seca entre un regaderazo y otro. Lo ideal es que la maceta no esté en contacto constante con el agua, más que la cantidad que el jardinero está suministrando.
- Suelo: El caladium debe trasplantarse cada año. Sin embargo, no existen recomendaciones muy elaboradas en este sentido. Frecuentemente, se menciona la necesidad de contar con un sustrato a base de turba, cuya reacción sea ácida. De igual forma, conviene mezclarlo con arena para garantizar un buen drenaje.
más atenciones
- Abono: Este proceso se realiza entre la primavera y el verano, al menos una vez cada dos semanas. En este sentido, un fertilizante líquido, mezclado con el agua de riego será de utilidad. Procure que este tenga fósforo, potasio, nitrógeno, manganeso, cobre y hierro, cada uno muy necesario para el crecimiento del caladium.
- Poda: Este ejemplar no lo requiere, pero es esencial retirar las hojas secas. Si permanecen en la planta, pueden provocar la aparición de enfermedades parasitarias. De igual forma, el utensilio para cortar las resequedades debe ser previamente desinfectado antes de entrar en contacto con el caladium, para no infectar los tejidos.
- Enfermedades: Revise con detenimiento las hojas del caladium, pues es una planta susceptible al pulgón, un áfido muy común. En este sentido, es mejor emplear productos químicos para su eliminación. Puede adquirirlos en viveros o tiendas de botánica.
- Veneno. Una particularidad del caladium es que resulta altamente venenosa, por lo que debe mantenerla alejada de niños y mascotas. Aunque se trate de un elemento decorativo, no debe subestimarse.
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