Conocido comúnmente como falso pimiento o árbol de pirul, el Schinus molle puede vivir un siglo. Durante este tiempo, este árbol de 15 metros de altura ofrece un sinnúmero de usos medicinales.
Presente en los suelos brasileños, uruguayos, argentinos y peruanos, forma parte de la familia Anacardiaceae.
Su tronco tiene una complexión fuerte, se ramifica y muestra una coloración castaña bastante opaca. Está surcado por estrías y es irregular al tacto. Puede alcanzar los 30 cm de grosor, se distingue por su amplia resistencia en áreas donde muchas especies mueren. En esencia, el árbol de pirul tolera las altas temperaturas y el calor.
características del árbol de pirul
El árbol de pirul es una variedad de crecimiento acelerado, que mantiene su follaje verde sin importar la época. Posee una copa dilatada que alcanza los tres metros de ancho. Sus ramas cuelgan como si se tratase de lágrimas «mecida»s por el viento. Por ello, es altamente decorativo.
Su corteza destila una resina muy fragante. En cuanto a sus folios, hay que decir que son paripinnados con una extensión de 25 a 30 cm. Estos se subdividen de 14 a 30 folíolos, semejantes a una lanza. Sus bordes son aserrados.
Entre abril y junio aparecen sus flores organizadas en espigas dilatadas, con abundantes ramificaciones. Son diminutas, de un tono níveo y verde, y pueden ser bisexuales o unisexuales. Expiden un fuerte olor y se sienten como un chicle al entrar en contacto con la piel. Dará frutos desde junio hasta septiembre.
Los botánicos que cultiven el árbol pirul tendrán que esperar una década para que florezca por primera vez. Después lo hará cada año.
Esta especie suele dar frutos de tonos rosas, desde junio hasta septiembre. Sus semillas son pequeñas esferas recubiertas en una película carmesí y fina.
cultivo
Puede crecer en terrenos áridos o semiáridos. No obstante, es poco exigente con la clase de suelo. Soporta aquellos pesados o compactos. En cuanto al clima, precisa que sea húmedo, parcialmente húmedo o tropical subhúmedo. Le perjudican los climas de -5ºC.
Se le encuentra al margen de los senderos, en terrenos pedregosos, agrícolas o escarpados. Es tolerante a vientos salobres, así como a ventiscas fuertes o sequías.
Razones para cultivar el Árbol de pirul
Por su desarrollo acelerado, es una excelente opción para reforestar. Aunque sean plantaciones agroforestales o mixtas, se recomienda plantar el árbol de pirul cuando tenga entre 30 y 50 cm de alto. Eso sí, siempre que su follaje sea frondoso. Se le puede plantar manteniendo una distancia básica de ocho a diez metros entre un ejemplar y otro. Por ello, ha de buscarse áreas espaciosas alejadas de edificaciones o construcciones bajo tierra.
Cuidados del árbol de pirul
Los escasos cuidados que exige, convierten al árbol de pirul en una gran opción para los novatos. Cuando el ejemplar es joven, la poda será para darle forma y eliminar las ramas que estén bajas. En ejemplares maduros, se poda para mantenerlos saludables, quitando las ramas u hojas que lo desluzcan. También es prudente retirar la corteza durante la primavera, pues favorecerá su desarrollo.
En las áreas podadas se evidenciarán brotes a los escasos días. Una sugerencia es remover esos brotes una vez al año, al acabar el lapso de sequía. Esto se realiza si el crecimiento se ha ralentizado. En todo momento las podas deben ser comedidas.
El árbol de pirul necesitará un riego espaciado y un buen drenaje. Será innecesario recurrir a fertilizantes. Respecto a la luz, tiene que recibir la luz de relleno o estar a sombra parcial.
Reproducción del árbol de pirul
Se reproduce fácilmente mediante semilla cuando cuenta con suficiente agua y los suelos son idóneos. Tras estar expuestos a los rayos UV, los frutos se cortan con lija para remover la capa que los protege. Inmediatamente han de sembrarse en cajas rellenas de arena, para almacenarse a 4ºC.
Les llevará alrededor de 35 días retoñar. Puede acelerarse apelando a la inmersión con hormonas. Al alcanzar los 15 centímetros de alto, será el momento de trasplantarlo. Para ello se combina materia orgánica, arenisca y tierra.
Reacción ante enfermedades o plagas
Muestra resistencia frente a termitas. Sin embargo, le afectan las cochinillas, cigarras o pulgones. De igual manera, la conocida “agalla del pirul” provoca la pérdida de sus hojas. También absorben la savia de las ramificaciones más nuevas. Se evidencia por la aparición de escamas blanquecinas.
Sus usos
Al árbol del pirul se le reconocen variados dotes medicinales. Por ejemplo, sus folios se emplean ante males a nivel respiratorio. Mientras que sus flores pueden contrarrestar dolencias como reumatismo, en la ciática o malestares musculares.
Para enfermedades bucales se puede masticar su resina, como hacen los peruanos. Por otra parte, su corteza tiene propiedades antiinflamatorias y mitigan dolores asociados con enfermedades de transmisión sexual. Por si fuera poco, su resina funge como repelente cuando se frota contra la dermis
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