Enero 2018 23
Quercus coccifera
El Quercus coccifera, conocido comúnmente como coscoja, es un arbusto perennifolio que mantiene su verdor durante todo el año. Pertenece a la familia de las Fagáceas. En función del lugar, recibe diversos nombres populares, entre ellos: Coscoja, Matarrubia, Carrasquilla, Chaparro y Granatilla.

La coscoja es una especie adaptada a condiciones mediterráneas, con alta tolerancia a la sequía y a suelos pobres. A continuación se describen sus características, hábitat, reproducción, cultivo, usos y ecología.
Descripción y características
Quercus coccifera es un arbusto o arbolito perenne que puede alcanzar tres metros o más de altura en condiciones favorables. Presenta una corteza lisa y grisácea, y una copa amplia acompañada de un tronco corto y grueso. Por su porte, se le suele llamar arbolito; su aspecto mediterráneo lo hace decorativo y especialmente adecuado para jardines, roquedales y proyectos de paisajismo xerófilo. No posee púas peligrosas y, en general, no es tóxico. Sus frutos no suelen verse como elementos que ensucien el suelo; además, su longevidad puede superar los 100 años.
Forma y porte
- Forma y porte: puede desarrollarse como arbusto de porte compacto o como árbol de tamaño mediano, alcanzando a veces varios metros de altura; suele presentar ramaje espinoso o con hojas ligeramente lobuladas.
Hojas
Las hojas son de color verde oscuro, lustrosas por el haz y pálidas por el envés. Son duras, con bordes ondulados y dientes punzantes. El pecíolo es corto, midiendo entre 2 y 4 cm.
Flores

Las flores del Quercus coccifera son de color blanco-amarillento, discretas y de tamaño muy reducido (menor de 5 mm). Aparecen desde finales de marzo hasta mayo o junio. Las flores femeninas son menos llamativas y pueden presentarse solas o agrupadas en cabezuelas; de ellas se originan las bellotas. Por su parte, los amentos masculinos son colgantes y brotan junto con las hojas. Se agrupan en pares o tríos en las axilas de las hojas. En una misma población, no siempre las plantas producen flores de ambos sexos al mismo tiempo.
Fruto
Fructifica en verano-otoño, al siguiente año de la floración. El fruto es una bellota pequeña y puntiaguda, de color verde que va oscureciéndose hacia marrón a medida que madura. Es dura y rígida; al madurar adquiere un tono castaño y una cúpula empinada.
La bellota está protegida por una cáscara leñosa que rodea casi la mitad del fruto. Su superficie está cubierta de escamas pequeñas que pueden pinchar. El proceso de maduración tarda cerca de dos años y las bellotas suelen ser amargas. No contienen endospermo (albumen), pero poseen cotiledones gruesos.
Imagen de Jesús Cabrera. Licencia: Creative Commons 2.0.
Hábitat y distribución
El Quercus coccifera es nativo de la cuenca mediterránea, abarcando gran parte de Europa meridional, el norte de África y zonas de Asia occidental. En España se encuentra principalmente en la Península Ibérica y en las islas Baleares.

Ocupa ambientes cálidos y secos, desde laderas rocosas y matorrales costeros hasta áreas de relieve interior. Prefiere suelos bien drenados y pobres, a menudo calcáreos o rocosos, y tolera la sequía estival y las altas temperaturas. Su porte suele ser arbustivo o arbóreo, y forma matorrales densos o bosques abiertos en paisajes mediterráneos. Con frecuencia participa en comunidades de gariga o garriga, junto a otras plantas resistentes a la sequía.
- Distribución geográfica: presente en la región mediterránea occidental y oriental, incluidas las costas de España, Francia, Italia y los Balcanes, así como en el Magreb y en algunas zonas de Oriente Medio.
- Condiciones del hábitat: suelos pobres y bien drenados, expuestos al sol; inviernos templados y veranos cálidos o muy secos. Acepta sequías prolongadas y se desarrolla mejor en suelos calcáreos o rocosos superficiales.
- Patrones de vegetación: forma matorrales densos o bosques abiertos; puede dominar el sotobosque en condiciones adecuadas y suele asociarse a otras plantas resistentes a la sequía, como lentiscos y salvias mediterráneas.
Reproducción
Para la multiplicación de Quercus coccifera se utilizan principalmente semillas recién recogidas en otoño. También puede hacerse en primavera con semillas que hayan pasado por un proceso de estratificación. En estos casos conviene conservar las semillas en turba húmeda a una temperatura de 2 °C durante 1–2 meses, lo que facilita la superación de la dormancia y mejora la germinación.
La dispersión primaria de las bellotas se realiza por gravedad, es decir, por caída desde la copa. La dispersión secundaria o activa es llevada a cabo por animales que almacenan o consumen las semillas, entre ellos roedores y ciertas aves córvidas, especialmente el arrendajo (Garrulus glandarius).
Las bellotas se recolectan directamente del árbol, a mano, o se recogen del suelo cuando han caído de forma natural. También pueden desprenderse del árbol al golpear suavemente con una vara. Esta tarea puede resultar algo difícil debido a la densidad de las ramas y a la disposición de la copa.
- Siembra y germinación: tras la estratificación y la selección de semillas viables, sembrar en sustrato ligero y bien drenado a una profundidad de aproximadamente 2–3 cm. Mantener el sustrato húmedo, sin encharcar. En viveros o en la siembra al aire libre, la germinación suele ocurrir en la primavera siguiente y puede tardar varias semanas o meses, dependiendo de las condiciones.
- Cuidados iniciales: colocar las plántulas en lugar con luz difusa y protección frente a heladas. Evitar sequías prolongadas y mantener un sustrato ligeramente ácido o neutro, según el tipo de suelo disponible.
- Transplantes y establecimiento: cuando las plántulas alcancen 15–20 cm, trasplantarlas a envases mayores o al lugar definitivo. Realizar trasplantes por la mañana o en días nublados para reducir el estrés y proteger las raíces.
- Notas ecológicas: Quercus coccifera es una especie típica de los matorrales mediterráneos. Su propagación por semillas es la vía más eficaz para su establecimiento; las bellotas deben recogerse frescas y evitar almacenarlas prolongadamente a temperaturas inadecuadas, pues la viabilidad disminuye con el tiempo.
Cultivo y cuidados
El Quercus coccifera es una especie de hoja perenne que se adapta con facilidad a condiciones mediterráneas. Puede desarrollarse en suelos rocosos y secos. Prefiere suelos calizos, pero tolera con eficacia los suelos silíceos. Se adapta a climas cálidos y templados, así como a periodos de baja humedad. Es tolerante a heladas suaves o moderadas, lo que amplía las zonas donde puede cultivarse.
- Condiciones del sustrato y plantación: se adapta a suelos pobres y bien drenados; evita suelos saturados o compactados. Aunque prefiere sustratos calizos, tolera otros tipos de suelo siempre que haya drenaje adecuado.
- Riego: es de crecimiento relativamente lento y tolera la sequía. En climas muy cálidos o con veranos secos regar de manera profunda y espaciada, evitando encharcamientos y un exceso de riego que favorezca hongos.
- Abonado: requiere un abonado ligero con compost maduro o estiércol bien descompuesto, preferentemente en primavera u otoño. Evitar fertilizantes con alto contenido de nitrógeno que fomenten un crecimiento excesivo y menos resistente a la sequía.
- Poda y formación: en plantas jóvenes se recomiendan podas ligeras de formación. Para el mantenimiento, la poda se realiza al final del invierno para aclarar la copa y eliminar ramas dañadas o mal ubicadas. Las podas intensas para reducir el desarrollo o rejuvenecer ejemplares grandes pueden hacerse de forma progresiva y no deben dañar la estructura de la planta.
- Propagación: se multiplica por semillas (bellotas) o por esquejes. Las bellotas requieren estratificación fría para mejorar la germinación; la siembra puede hacerse en otoño o primavera. Los esquejes semileños pueden enraizar con tratamiento hormonal y sustrato húmedo y bien drenado.
- Usos en jardinería: es apto como seto espeso, borde ornamental o en agrupaciones, gracias a su hoja perenne y a su resistencia a la sequía. Ideal para jardines mediterráneos, xerófilos, taludes y muros de contención.
- Plagas y enfermedades: puede verse afectado por hongos en condiciones de alta humedad o estrés hídrico, y por algunas plagas como cochinillas o escarabajos. Mantener buena circulación de aire, drenaje adecuado y monitorear de forma regular ayuda a prevenir problemas.
Con estos cuidados, el Quercus coccifera ofrece un porte estructural y ornamental durante todo el año, adaptándose bien a jardines mediterráneos y a entornos de baja demanda de agua.
Usos y propiedades
Entre sus usos, el Quercus coccifera presenta aplicaciones medicinales. Este uso se debe al ácido cuercitánico que contiene, un tanino astringente recomendado para el tratamiento de hemorragias provocadas por metritis y fibromas uterinos. Asimismo, se utiliza para hemorroides o fisuras anales y contra la blenorragia.
La corteza se empleó históricamente en curtidurías de pieles y para teñir lanas de negro. La madera se aprovecha principalmente como combustible y para carbón; sin embargo, debido a la escasez de ejemplares de gran tamaño, su uso para estos fines es limitado.
El fruto, al ser amargo, no tiene un aporte significativo; rara vez se destina a alimentar al ganado.
Notas históricas: el Quercus coccifera alberga cochinillas (Kermes) que históricamente se han utilizado para extraer tinte carmín, un pigmento natural valioso en textiles y artes decorativas.
Ecología y regeneración: Quercus coccifera muestra una notable capacidad de regeneración tras incendios forestales. Tras el fuego, sus raíces emiten abundantes brotes que crecen con rapidez, favoreciendo la estabilización del suelo y la recuperación de la cubierta vegetal. Esta cualidad lo convierte en una especie clave para la protección contra la erosión y para proporcionar refugio a numerosas especies de fauna.
Asimismo, desde la perspectiva ecológica, el Quercus coccifera desempeña un papel relevante en los ecosistemas mediterráneos: actúa como refugio y fuente de alimento para aves y mamíferos, contribuye a la biodiversidad local y mantiene servicios ecosistémicos como la retención de agua y la protección del suelo.
Distribución y rasgos generales
Distribución y rasgos generales: es una especie arbustiva o de porte relativamente bajo, típica de matorrales espinosos en suelos pobres de la cuenca mediterránea. Es tolerante a la sequía, a suelos pobres y a condiciones costeras. En condiciones óptimas puede alcanzar entre 2 y 4 metros de altura, y ocasionalmente superar esa cifra en ambientes muy favorables. Sus hojas perennes, con bordes espinosos, y su denso porte ofrecen refugio y alimento a numerosas especies de fauna mediterránea.
Árboles ornamentales
Los árboles ornamentales son plantas cultivadas por la hermosura de su floración, follaje, tronco o por el atractivo de sus frutos. Existe una amplia variedad de especies y usos, y se emplean para enriquecer jardines, plazas, avenidas, parques y otros proyectos paisajísticos.

Fisalis
El fisalis, del género Physalis peruviana L., es una especie de planta perteneciente a la familia de las Solanáceas. En distintas regiones recibe varios nombres populares, tales como uvilla, tomate silvestre, agua y manto, alquequenge y tomatillo.

Es originario de América del Sur y fue introducido en Europa desde la época de la Colonia. Prospera en una amplia gama de climas, desde templados hasta subtropicales y tropicales. En la actualidad se cultiva en regiones de climas cálidos, como el sur de España, así como en otros países mediterráneos y tropicales.
En resumen, el fisalis aporta micronutrientes, fibra y compuestos antioxidantes que pueden complementar una dieta saludable. Como con cualquier alimento, su beneficio real depende de la cantidad consumida, de la variedad de la dieta y del estilo de vida general. Si tienes condiciones médicas o tomas medicación, consulta a un profesional de la salud antes de hacer cambios significativos en tu alimentación.
CARACTERÍSTICAS DEL FISALIS
La planta es herbácea, de porte bajo a mediano, que suele alcanzar entre 0,6 y 1,5 metros de altura.
La fruta está rodeada por una envoltura papirácea llamada linterna, que protege el fruto y facilita su manejo durante la cosecha.

Las frutas son bayas de color amarillo anaranjado al madurar y miden aproximadamente entre 0,8 y 2,5 cm de diámetro.
El fruto es comestible y se consume fresco o procesado; es común en ensaladas, postres, salsas, mermeladas, jugos y conservas, así como en preparaciones dulces y de repostería.
FRUTO

El fruto es pequeño, de color naranja-amarillento y de tamaño comparable al de un tomate. Cuando madura permanece envuelto por una membrana tipo velo, formada por cinco sépalos que lo protegen frente a insectos, aves, patógenos y condiciones climáticas adversas.
Se trata de una baya esférica y carnosa, con sabor entre ácido y dulce. Mide aproximadamente entre 1,25 y 2 cm de diámetro y pesa entre 4 y 7 g.
La madurez se identifica cuando la envoltura adquiere un tono beige o café claro. Los frutos se conservan mejor si se mantiene esta cobertura. Una de sus virtudes es que pueden mantenerse a temperatura ambiente tras la cosecha. Si no se exponen directamente al sol, pueden permanecer alrededor de 25 días sin sufrir daños significativos.
- Utilidades culinarias: se consume fresco, en postres, ensaladas, salsas dulces y caldos; también se utiliza para mermeladas, glaseados y como decoración aromática en repostería.
- Conservación: se almacena en refrigeración para prolongar su vida útil; a temperatura ambiente, puede durar varias semanas, dependiendo de la variedad y de las condiciones.
- Consejos de cultivo: prefiere climas templados, suelos bien drenados y pleno sol. Requiere poda ligera para mantener la forma y facilitar la circulación de aire; conviene protegerse contra plagas como araña roja y hongos.
- Notas culturales y curiosidades: originario de regiones sudamericanas; en el mercado se conoce también como uva de capucha o golden berry. Su velo característico facilita su identificación incluso cuando está inmaduro.
CULTIVO DEL FISALIS
El fisalis se cultiva mejor en suelos con buena estructura, drenaje adecuado y textura franco-arenosa. Prefiere un pH ligeramente ácido a neutro, entre 5,5 y 7,0. Cuando es posible, es recomendable un alto contenido de materia orgánica para mejorar la fertilidad, la retención de humedad y la aireación del suelo.
Es un arbusto que se adapta bien a regiones templadas y a alturas medias. Desarrolla un buen crecimiento en zonas ubicadas entre 1.800 y 3.600 metros sobre el nivel del mar, donde recibe buena luminosidad. Las condiciones óptimas incluyen temperaturas diarias de 13–18 °C, precipitaciones anuales de 1.000 a 2.000 mm y humedad relativa de 70–80%. En América del Sur, se cultiva de forma comercial en países como Venezuela, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador.
- Ubicación y manejo del sitio: ubicar las plantas en áreas con exposición solar plena o parcial, protegidas de vientos fuertes para evitar la desecación de flores y frutos.
- Suelo y riego: preparar un suelo suelto y bien drenado; mantener riegos regulares para evitar estrés hídrico y encharcamiento.
- Espaciado y soporte: espaciado de 0,5–0,75 m entre plantas, y uso de tutores o espalderas para apoyar las ramas y facilitar la cosecha.
- Fertilización: aplicación de materia orgánica y un plan de fertilización equilibrado (N-P-K) según análisis de suelo y fase de desarrollo de la planta.
- Protección de cultivos: manejo integrado de plagas y enfermedades, con especial atención a plagas comunes como ácaros y pulgones; evitar prácticas que dañen polinizadores y fauna benéfica.
- Cosecha: recolectar las bayas cuando alcancen el color característico y la madurez de la fruta, cuidando de no dañar las ramas.
PROPIEDADES DEL FISALIS
El fruto del fisalis es un aporte interesante para una nutrición equilibrada. Aunque no siempre recibe la atención que merece, sus componentes nutritivos y bioactivos pueden favorecer la salud cuando se incorpora en una dieta variada.
- Nutrición y calorías: es bajo en calorías, lo que lo hace adecuado para dietas de control de peso. Aporta fibra dietética que favorece la saciedad y la salud digestiva.
- Vitaminas y carotenoides: contiene vitaminas A, C y del complejo B, además de carotenoides que contribuyen a la protección de las células frente al estrés oxidativo.
- Minerales y proteínas: aporta fósforo, hierro y calcio en cantidades útiles para una alimentación equilibrada. Aunque no es una fuente abundante de proteína, aporta pequeñas cantidades de proteínas dentro de una dieta variada.
- Propiedades antioxidantes: entre sus compuestos se hallan flavonoides y otros antioxidantes que ayudan a neutralizar los radicales libres y pueden apoyar la salud ocular y la respuesta inmunitaria.
- Salud cardiovascular y digestiva: la combinación de fibra y antioxidantes puede favorecer la salud cardiovascular y la regularidad intestinal cuando se consume como parte de una dieta rica en frutas y verduras.
- Usos tradicionales y consideraciones terapéuticas: históricamente se ha utilizado en algunas culturas con fines terapéuticos, como ayudar a calmar molestias bucales y favorecer la depuración corporal. Estos usos están respaldados por tradiciones más que por evidencia clínica concluyente; no deben sustituir tratamientos médicos.
- Diabetes y efectos diuréticos: se ha sugerido que puede ser apto para personas con diabetes cuando se integra en un plan alimentario controlado. También se le atribuyen efectos diuréticos suaves, lo que podría interesar en contextos de retención de líquidos. Su consumo debe adaptarse a las indicaciones de un profesional de la salud, especialmente en casos de diabetes, problemas renales o próstata agravados por la retención de líquido.
En resumen, el fisalis aporta micronutrientes, fibra y compuestos antioxidantes que pueden complementar una dieta saludable. Como con cualquier alimento, su beneficio real depende de la cantidad consumida, de la variedad de la dieta y del estilo de vida general. Si tienes condiciones médicas o tomas medicación, consulta a un profesional de la salud antes de hacer cambios significativos en tu alimentación.
USOS DEL FISALIS
Además de sus aportes nutricionales, el fisalis ofrece múltiples posibilidades en la cocina. Sus frutos frescos se consumen como postre o aperitivo, gracias a su sabor agridulce que armoniza bien con dulces, quesos y especias suaves. También se utiliza para decorar tortas y pasteles, aportando color y un toque exótico, y es frecuente como acompañamiento de quesos.
A nivel gastronómico internacional, se valora como una fruta exótica y versátil. Aunque su aspecto exterior recuerda a un tomate miniatura o cherry, su color es dorado o amarillo y su sabor es agridulce. El fruto está rodeado por una envoltura papirácea, una membrana delicada que lo protege y le concede un aspecto distintivo. Se puede consumir tal cual o en preparaciones como almíbar.
En la cocina se utiliza en una variedad de preparaciones: jaleas, helados, mermeladas, salsas y ensaladas. Su ligereza y aroma lo hacen compatible tanto con platos dulces como salados, y su color dorado aporta elegancia a la presentación.
Para la decoración de arreglos y presentaciones, el fisalis es especialmente valorado: sus diminutos frutos, envueltos por una membrana que recuerda una linterna, aportan un efecto visual delicado y ornamental a platos y arreglos culinarios.
Consejos prácticos
- Selección: elegir frutos de color dorado o amarillo uniforme, sin manchas ni signos de deshidratación. Evitar frutos blandos o con olores desagradables.
- Almacenamiento: conservar refrigerados en bolsa perforada; pueden mantenerse varios días. Para una conservación más prolongada, se pueden congelar.
- Preparación: lavar con cuidado antes de usar. Si se desea una presentación más limpia, quitar la envoltura externa (caliz); para usos decorativos, conservarla para realzar la estética.
NOTAS CULTURALES Y MERCADOS
En diversas regiones de América Latina y el Mediterráneo, la uvilla y el tomatillo tienen valor agroalimentario local, con mercados que valoran tanto su sabor único como su versatilidad en preparaciones tradicionales y modernas.
Quercus petraea
El roble pertenece al género Quercus, que agrupa alrededor de 600 especies. Todas ellas pertenecen a la familia Fagaceae y se clasifican en varios subgéneros, entre los que se cuentan Erythrobalanus, Cerris, Sclerophyllodrys y Oersted. En algunas clasificaciones modernas, el subgénero Oersted agrupa diversas especies de robles; entre ellas se encuentran Quercus alba, Quercus robur y Quercus petraea, que serán objeto de este apartado.

Quercus petraea, conocido comúnmente como roble albar o roble pedunculado en distintas regiones, es una especie representativa de los bosques templados de Europa y parte de Asia occidental. Es un árbol caducifolio de porte medio a grande, con copa amplia y madera de gran durabilidad. Sus hojas son simples y alternas, de contorno oblongado o ligeramente ovalado, con bordes finamente serrados y una textura relativamente áspera por encima; la cara inferior suele ser más pálida. Las bellotas maduran en un año y, a diferencia de algunas especies cercanas, suelen presentar un pedúnculo corto o casi ausente.
- Hábitat: bosques mixtos y bosques templados, en suelos neutros o calcáreos, desde el nivel del mar hasta montañas bajas o medias.
- Distribución: Europa occidental y central, con presencia en zonas templadas de Asia occidental; frecuente en bosques, parques y alineaciones forestales.
- Características de la madera y usos: madera dura y estable, muy valorada para muebles finos, carpintería de alta calidad y tonelería; también empleada en restauración y mobiliario expuesto.
- Ecología y valor ambiental: sus bellotas constituyen alimento para aves y mamíferos; la especie favorece la biodiversidad y la estructura de bosques mixtos, ofreciendo refugio y alimento a numerosos organismos.
- Identificación y diferencias con especies afines: se distingue por hojas de mayor robustez y una base de la hoja menos acentuada que en otras especies de roble, así como por el pedúnculo de las bellotas, que tiende a ser corto en Quercus petraea.
Características del Quercus petraea
El Quercus petraea, conocido en muchos lugares como roble sésil, es el árbol nacional oficial de Irlanda y es nativo de Europa. Es una especie monoica (con flores masculinas y femeninas en la misma planta), anemófila (la polinización se realiza por el viento) y, en general, eminentemente alógama, ya que la reproducción sexual se produce mayoritariamente por polinización cruzada entre individuos genéticamente distintos.
Es muy común en zonas montañosas, donde forma bosques altos. Se desarrolla en suelos bien drenados, relativamente poco profundos y con acidez moderada. Es una de las variedades distintivas de los robledales de tierras altas.
El Quercus petraea es caducifolio, es decir, pierde sus hojas cada año. Puede alcanzar de 30 a 40 metros de altura. Tolera la sombra, por lo que puede regenerarse en bosques sombreados, y es una especie longeva, con registros de vida de 800 años o más.

Su copa es amplia y regular, ovalada o redondeada. Al ser abierta, permite la entrada de la luz al sotobosque y facilita que arbustos como campanillas azules y primaveras crezcan bajo su dosel. El tronco presenta corteza grisácea o plateada, con grietas pronunciadas en los ejemplares viejos.
Hojas
Las hojas son alternas, simples y caducas. Miden entre 5 y 21 cm de largo por 2 a 15 cm de ancho. Son de color verde oscuro en la cara superior y más pálidas con cierta pubescencia en el envés. Presentan bordes ligeramente lobulados o crenados y contorno aproximadamente ovalado. El pecíolo es de unos 2,5 cm y se ensancha hacia la base formando una ligera cuña. Las hojas carecen de ventrículo.
Flores
Las flores femeninas aparecen en primavera, solitarias o agrupadas axilares, sobre ramitas o proyecciones cortas, y no son colgantes. Las flores masculinas se agrupan en espigas. Las flores muestran diferencias de color: las masculinas suelen ser verdes y las femeninas rojizas. Forman agrupaciones de brácteas que recuerdan a capullos.
Fruto
Después de la polinización, las flores femeninas se transforman en bellotas, semillas brillantes contenidas dentro de una cúpula de madera con escamas gruesas y parduzcas. Las bellotas son ovoides y, cuando están maduras, adquieren un color dorado; inicialmente son verdes y maduran en otoño, cayendo al suelo posteriormente.

El Quercus petraea llega a producir semillas a edades relativamente avanzadas, entre 40 y 100 años. La abundancia de las cosechas varía según el árbol, la población, la región y el año.
Ecología y usos
Las bellotas constituyen una fuente importante de alimento para aves, mamíferos y otros herbívoros, especialmente durante el otoño e invierno. La madera de roble sésil es dura, resistente y muy apreciada en carpintería, tonelería y construcción; se utiliza para muebles, suelos, barriles y estructuras expuestas a la intemperie. En los bosques, Quercus petraea forma comunidades estables con otras especies y contribuye a la biodiversidad y la resiliencia ante incendios y sequías. Sus raíces ayudan a la estabilidad del suelo en zonas montañosas.
Distribución y hábitat
Quercus petraea se distribuye por gran parte de Europa y algunas áreas de Asia occidental, especialmente en bosques templados de tierras altas y colinas. Prefiere suelos bien drenados, profundos pero no excesivamente, con acidez moderada, y tolera condiciones climáticas diversas, desde humedades moderadas hasta sequías puntuales. Suele formar bosques mixtos con otras especies de robles y fagáceas, adaptándose a una amplia gama de altitudes, desde zonas bajas hasta aproximadamente 1.000–1.500 m en regiones montañosas.
- Tipo de hoja: caducas, alternas, simples, con bordes ligeramente lobulados o crenados.
- Polinización: por viento (anemógama); flores masculinas y femeninas en la misma planta (monoico).
- Fruto: bellotas; maduran en otoño y caen al suelo para dispersión.
- Uso humano: madera dura y resistente; valor histórico en carpintería y tonelería.
- Importancia ecológica: alimento de fauna y componente clave de bosques templados.
Clasificación del Quercus petraea
Existe una gran variedad de robles, pero sobre esto se han generado fuertes controversias. Además, existen problemas taxonómicos originados por los habituales hibridismos que suceden entre ellos mismos y con otras especies. Una de las clasificaciones establece que el Quercus está subdividido en 2 subgéneros: Euquercus y Cyclobalanopsis. El subgénero Euquercus ha sido separado a su vez en 4 grupos: Rubrae, Protobalanus, Cerris y Quercus.
El Quercus petraea, como su nombre indica, pertenece al grupo de los Quercus, conocidos también como robles blancos europeos.
Usos variados
El roble Quercus petraea aporta una de las maderas más duras y duraderas, apreciada a lo largo de los siglos. Hasta mediados del siglo XIX se empleó como materia principal en la construcción naval.
En la actualidad, su madera se utiliza en una variedad de aplicaciones de alto rendimiento:
- Construcción y carpintería estructural: vigas y elementos constructivos, así como pavimentos de alta resistencia.
- Muebles y acabados: mobiliario de calidad, revestimientos y detalles decorativos.
- Cooperage y envejecimiento de bebidas: barriles para vino y otros productos; la madera aporta sabor, aroma y profesional envejecimiento en la crianza de bebidas alcohólicas.
- Leña: combustibles de alta densidad y buen poder calorífico para uso doméstico e industrial.
Historias históricas señalan que las bellotas del roble también han sido utilizadas como alimento. En diversas culturas, se recolectaban para ser procesadas y molidas para obtener harina, que se empleaba en la elaboración de pan y otros productos. Este uso alimentario se fue reduciendo con la expansión de la agricultura del trigo hace aproximadamente 10.000 años.
Por tradición popular se atribuyen también propiedades medicinales al Quercus petraea. Tanto la corteza como las hojas y las bellotas han sido empleadas para aliviar molestias como diarrea, inflamaciones y ciertos problemas renales. Estas prácticas provienen de usos tradicionales y no cuentan con evidencia clínica concluyente; no deben sustituir la atención médica profesional.
Plantas medicinales
Se denomina plantas medicinales a aquellas empleadas para la prevención, alivio o curación de malestares o enfermedades en seres humanos y/o animales. Se puede utilizar la planta entera o porciones de ella, como el tallo, hojas, flores, frutos, cortezas y raíces.

Ajedrea
La ajedrea, también conocida como satureja, es un arbusto muy aromático perteneciente a la familia de las Lamiáceas. En algunas regiones se le llama hisopillo, hierba olivera, tomillo real o albahaca de tomillo. Aunque su origen no está del todo claro, se cree que es oriunda del Mediterráneo, especialmente de las zonas templadas y cálidas del sur de Europa, donde se cultiva ampliamente. En los jardines domésticos es muy apreciada, destacando una variedad de sabor suave que se utiliza tanto en recetas tradicionales como en cocinas modernas.

CARACTERÍSTICAS GENERALES
La ajedrea es una planta perenne de porte medio, semileñosa y subarbustiva, que se mantiene siempre verde. Su altura suele situarse alrededor de 50 cm. Su aroma es intenso y picante, característico de las hierbas mediterráneas.
- Altura y estructura: porte compacto y ramificado, con una apariencia arbustiva que no se vuelve leñosa con facilidad.
- Hojas: hojas pequeñas, opuestas, oval-lanceoladas, de color verde oscuro y superficie lisa. Miden entre 1 y 2 cm de longitud y unos 5 mm de ancho; están cubiertas por diminutos vellos.
- Textura y aroma: la textura de las hojas es suave al tacto y, al machacarlas, emiten un aroma picante y fresco.
- Flores: las flores nacen en racimos; son blancas o violáceas y de tamaño reducido. Florecen desde finales de la primavera y pueden durar hasta el otoño.
Usos y cultivo: la ajedrea se emplea principalmente en la cocina para sazonar carnes, aves, pescados, guisos y salsas, aportando un toque mediterráneo. También se utiliza en infusiones y como planta aromática ornamental en macetas y jardines. En cultivo doméstico, prefiere pleno sol y suelos bien drenados; es relativamente resistente a la sequía y requiere riegos moderados.
CULTIVO DE LA AJEDREA
La ajedrea no es una planta difícil de cultivar y se adapta bien a jardines y huertos culinarios. Entre las variedades, la Satureja hortensis (ajedrea dulce) es la más demandada para condimentar platos, gracias a su aroma suave y sabor ligeramente mentolado con un toque picante. Es excelente para acompañar legumbres, patatas, quesos y platos en conserva.
Requiere suelos bien drenados y una exposición solar moderada. Prefiere climas templados y puede tolerar cierta sequedad una vez arraigada, pero no soporta encharcamientos prolongados.
La ajedrea se puede sembrar en recipientes o directamente en el suelo del jardín. Si se cultiva en macetas, use sustrato ligero y un contenedor con buen drenaje; para plantas establecidas, una profundidad de al menos 20 cm favorece un desarrollo robusto.
El mejor momento para cosecharla es durante la floración o justo antes, cuando el aroma y el sabor están más intensos. Recoge tallos no fibrosos, de unos 8-12 cm de longitud; para conservar mejor los aceites esenciales, cosecha en horas de la mañana y en días secos. Las hojas pueden secarse en un lugar sombreado y ventilado o congelarse para un uso prolongado.
Consejos prácticos:

- Poda ligeramente después de la cosecha para favorecer la ramificación y una producción continua.
- Evita riegos excesivos; deja que la capa superior del sustrato se seque entre riegos.
- Si la planta envejece, renueva con esquejes o plantas jóvenes cada 2-3 años para mantener la producción y el aroma.
- Para secar, recoge antes de la floración y cuelga los tallos en manojos en un lugar oscuro y bien ventilado.
TIPOS
La ajedrea es un género de plantas aromáticas que agrupa unas treinta especies de hierbas y arbustos, nativas de las zonas templadas del hemisferio norte. Entre ellas destacan tres variedades ampliamente conocidas por su uso culinario y su aroma característico:
- Ajedrea común o ajedrea de huerto o jardín (Satureja hortensis). Es la más popular en la gastronomía, gracias a su aroma suave y delicada dulzura. Es anual o de crecimiento herbáceo y suele alcanzar entre 10 y 20 cm de altura. Requiere sol pleno y suelo bien drenado; se utiliza fresca o seca para condimentos.
- Ajedrea de monte o Satureja montana. Crece en matas bajas, es perenne y densa, con un aspecto vigoroso. Sus hojas son más coriáceas y su sabor es más intenso que el de la ajedrea común, lo que la hace especialmente apreciada en platos que requieren notas fuertes de hierbas.
- Ajedrea cítrica o Satureja citriodora. Destaca por su aroma a limón y por la corola de sus flores, que presenta dos labios. Es apreciada para infusiones y como aderezo ligero que aporta un toque cítrico a recetas de pescado y ensaladas.
REPRODUCCIÓN
La ajedrea se reproduce de forma relativamente sencilla. Puede propagarse por semillas, estacas o hijuelos. Cada método sigue un proceso específico que se resume a continuación:
- Semillas. Cuando la reproducción se realiza por semillas, éstas deben recogerse de plantas sanas, de buen aspecto y con abundante floración. La siembra se realiza preferentemente en almácigas, bancales preparados o recipientes; la siembra directa no es recomendable. Las plántulas tardan alrededor de tres semanas en brotar y pueden trasplantarse cuando alcancen unos 7 cm de altura.
- Estacas. Es el método más utilizado. Requiere seleccionar estacas adecuadas: tallos fuertes y bien desarrollados, con un año de edad y una longitud de 10 a 15 cm. Una vez enraizadas, se trasplantan a su lugar definitivo. Es recomendable realizar la propagación en otoño o invierno.
- Hijuelos. Si se forman hijuelos alrededor de la planta madre, se separan y se plantan como nuevos arbustos. Cada planta madre puede generar unas 30 hijuelos al año. Los sustratos deben ser aireados y con buen drenaje; situarlos en lugares soleados, pero sin exposición excesiva. No es necesario regar en abundancia; basta mantenerlos ligeramente secos.
Consejos prácticos: para aumentar las probabilidades de éxito, evite trasplantar durante periodos de heladas o estrés hídrico y mantenga un riego suave y constante durante las primeras semanas tras el trasplante.
USOS
La ajedrea se utiliza como hierba aromática tanto fresca como seca en la cocina. Se emplea para realzar guisos de carne, cremas, sopas y pastas, y, por su carácter digestivo, también aparece en ensaladas. Además, se incorpora en preparaciones de charcutería y encurtidos.
Goza de gran prestigio como acompañante de legumbres y carnes, especialmente de pollo y pavo. Posee un sabor intenso que, durante la cocción, se atenúa, aportando un toque delicado y muy agradable.
En la medicina tradicional se le atribuyen propiedades antiflatulentas, reconstituyentes, aperitivas y astringentes. Sus aceites esenciales pueden presentar efectos estimulantes. En algunas tradiciones se sostiene que favorece las defensas y reduce la fatiga mental; también se ha asociado al alivio del asma y de la bronquitis. En determinadas regiones se la emplea para repeler insectos y para favorecer la circulación sanguínea.
Las infusiones de sus hojas ejercen acción antiespasmódica y se emplean en el tratamiento de la diarrea, infecciones y trastornos gastrointestinales. También se utilizan como antisépticos bucales y para lavados en molestias cutáneas.
- En la cocina: añadirla al inicio de la cocción para liberar su aroma en guisos de carne, legumbres y aves; utilizarla con moderación para evitar dominancia del sabor.
- En la mesa: espolvorear hojas frescas picadas en ensaladas, sopas o quesos para un toque aromático.
- En conservas: aportar sabor característico en preparaciones de encurtidos y embutidos.
- Infusiones y usos tópicos: preparar infusiones para uso interno como suave antiespasmódico y, en forma de enjuague bucal o lavado, para molestias cutáneas.
ALMACENAMIENTO Y SECADO
Su aroma se intensifica al secarse, por lo que es habitual desecarla para uso posterior. En climas templados puede cultivarse todo el año; en zonas frías conviene cultivarla en interior o en macetas para protegerla de las heladas. Es una compañera ideal en huertos de hierbas y en bordes aromáticos.
Para conservar los aceites esenciales, desecar recogiendo tallos antes de la floración y colgarlos en manojos en un lugar oscuro y bien ventilado. Las hojas pueden secarse en un lugar sombreado y ventilado o congelarse para uso prolongado.
Oreja de elefante
La oreja de elefante (Alocasia) pertenece a la familia Araceae. Es una planta de hojas grandes y llamativas, originaria de Asia, que se cultiva en muchas regiones del mundo. Prefiere climas cálidos y puede prosperar tanto a pleno sol como en sombra parcial, lo que la convierte en una opción atractiva para interiores y exteriores.

Además de su valor ornamental, es útil conocer sus necesidades de cultivo, reproducción y cuidados para mantenerla saludable y exuberante en distintas condiciones. A continuación se presentan aspectos clave sobre su clasificación, características, cultivo y mantenimiento.
Clasificación y nombres
Otros nombres comunes de la oreja de elefante incluyen Colocasia, Marquesa, Alocasia, Manto de Santa María, Ñame de Canarias y Taro de jardín. Estas denominaciones pueden variar según la región y la especie cultivada. Se adapta tanto al cultivo en suelo como en macetas, y, con los cuidados adecuados, es una planta relativamente resistente.

Antiguamente, se relacionaba la oreja de elefante con el género Colocasia. En la nomenclatura botánica actual, también se utiliza el nombre Alocasia para referirse a un conjunto de especies afines dentro de la familia Araceae.
Características de la oreja de elefante
Como se indicó al inicio, la oreja de elefante es una planta de hojas excepcionalmente grandes. Pueden alcanzar hasta 1,5 metros de longitud. Tienen una base amplia que se estrecha hacia la punta, formando casi un triángulo. La mayor parte de las hojas son de color verde, aunque algunas presentan destellos morados o bronces y nervaduras destacadas.

Originaria de regiones tropicales, la oreja de elefante se cultiva como planta ornamental en interiores y en climas cálidos. Prefiere luz brillante indirecta, humedad elevada y un sustrato rico en materia orgánica. Sus cuidados básicos incluyen riego regular sin encharcar el sustrato y buena ventilación para evitar el exceso de humedad en el follaje.
Esta planta ostenta un tallo alargado, poroso y subterráneo, que actúa como su órgano principal. En la base se concentran las raíces y, hacia la parte superior, las yemas; tanto las hojas como las flores suelen brotar directamente de dicho tallo.
Rara vez florece la oreja de elefante. Por lo general, lo que se denomina flor es la caña que nace en la base de la hoja, de color blanquecino. Alrededor de ella se ubican unas espátulas que funcionan como escudos protectores.
La vara de color claro es la verdadera flor de la oreja de elefante, conocida como espádice. En la parte superior de esta varilla se desarrollan las flores masculinas con estambres, en el centro aparecen las flores estériles, y en la parte inferior se ubican las flores femeninas.
Cultivo y reproducción de la oreja de elefante
Los climas tropicales favorecen el crecimiento y la reproducción de la oreja de elefante. Cuando se cultiva en suelo, este debe estar húmedo y bien drenado. Puede plantarse a la sombra de árboles de mayor tamaño para aprovechar su protección frente al sol intenso. Lo ideal es enterrar un trozo de tallo de aproximadamente 15 centímetros que contenga al menos una yema; este fragmento debe estar seco. Para ello conviene dejarlo al aire libre durante dos o tres días. Este proceso se recomienda realizar en primavera.
Quien lo desee puede multiplicar la oreja de elefante en macetas mediante semillas o por medio de los hijuelos que brotan de las raíces. En pocos días las plántulas adquieren la fortaleza necesaria para desarrollarse, siempre que reciban riego regular y humedad ambiental adecuada.
Modos de propagación y cuidados prácticos:
- Propagación por semillas: las semillas deben sembrarse en sustrato ligero y mantener una temperatura cálida (aproximadamente 20–25 °C). Mantener el sustrato constantemente húmedo, sin encharcar, y proporcionar buena iluminación hasta la germinación. Tras la germinación, realizar trasplantes cuando las plántulas hayan desarrollado un par de hojas verdaderas.
- Propagación por rizomas o hijuelos: extraiga con cuidado la planta o la porción de rizoma que contenga al menos un ojo. Recorte si es necesario, permita que las superficies cortadas se sequen durante 1–2 días y luego plante en macetas o en el suelo, a una profundidad similar (aproximadamente 5–15 cm) con suficiente espacio para el desarrollo de las hojas. Mantenga un riego regular durante el establecimiento y un sustrato rico en materia orgánica.
Consejos de cultivo adicional: estas plantas prefieren suelos ricos y ligeramente ácidos a neutros, riego constante en períodos secos y exposición con sombra parcial o luz filtrada. En climas templados, la oreja de elefante puede cultivarse como planta anual o conservarse en macetas y protegerse en interiores durante las heladas.
Cuidados de la oreja de elefante
Lo ideal es que la planta se encuentre en un ambiente cálido, alrededor de 24 °C, para mantener el verdor de sus hojas y evitar que se quemen. No debe exponerse a la luz solar directa, ya que puede dañarse.
Por el tamaño de sus hojas, es recomendable ubicarla en espacios amplios que permitan su expansión y eviten que crezca en una sola dirección. Dado su desarrollo lateral, conviene situarla con distancia suficiente respecto a otras plantas y paredes que la limiten.
La planta necesita una ambiente con buena circulación de aire, pero sin corrientes fuertes que podrían doblar o partir sus ramas. Evite colocarlas junto a ventiladores o fuentes de calor intenso.
Para limpiar las hojas de la oreja de elefante, basta con rociarlas con agua o pasarles un paño limpio y ligeramente humedecido. Evite el uso de productos químicos que pueden dañar la superficie de las hojas.
Es importante saber que la oreja de elefante puede trasplantarse cada dos o tres años a una maceta de mayor tamaño para favorecer su expansión y un aspecto más exuberante. Este trasplante se recomienda realizar a finales del invierno; con la llegada de la primavera la planta se revitaliza. Al trasplantarla, prepare un sustrato rico en materia orgánica y con buen drenaje.
Riego y fertilización
Durante la fase de renovamiento y crecimiento activo, conviene fertilizarla con productos orgánicos cada tres semanas. Si el abono es líquido, dilúyalo en un poco de agua.
La oreja de elefante puede crecer bastante y, en condiciones adecuadas, puede alcanzar varios metros de altura e incluso superar los cinco metros.
El riego debe ser moderado: regar cada dos o tres días en climas cálidos y durante la temporada de crecimiento, dejando que la capa superior de sustrato se seque ligeramente entre riegos para evitar el encharcamiento y la pudrición de los tallos. En macetas, puede colocarse una base con un poco de agua para mantener la humedad del sustrato, evitando que la maceta quede sumergida en agua.
Advertencias: la savia de la oreja de elefante es tóxica si se ingiere y puede irritar la piel y los ojos; manipúlela con guantes y manténgala fuera del alcance de niños y mascotas.
Plagas
Las plagas afectan con poca frecuencia a la oreja de elefante, pero es necesario vigilarla. La savia que emanan sus tallos puede irritar la piel y los ojos al contacto; por ello, use guantes y evite manipularla con las manos mojadas.
Si las hojas se marchitan o amarillean, puede deberse a falta de humedad, riego inapropiado o estrés por calor. También pueden aparecer manchas por hongos si las condiciones son frías y húmedas.
Si aparecen manchas oscuras o presencia de insectos, podría tratarse de cochinilla. Para eliminarla, frote suavemente con un algodón humedecido en alcohol isopropílico al 70% o lave las hojas con agua y jabón suave. En casos moderados, repita el tratamiento cada 7–10 días. También pueden emplearse insecticidas específicos para plantas de interior, siguiendo siempre las indicaciones del fabricante. Mantenga la planta limpia y libre de polvo para disuadir plagas.
Sorbus aucuparia
El serbal de los cazadores, Sorbus aucuparia, es un árbol de la familia Rosaceae conocido por su floración decorativa y, sobre todo, por sus frutos, que atraen a las aves. El nombre específico aucuparia proviene del latín aucupor, que significa “cazar pájaros”, en alusión al uso histórico de las bayas para atraer a las aves. También recibe otros nombres como azarollo, capudre, pajarero o serbal silvestre.

Clasificación y nombres
Sorbus aucuparia. Familia Rosaceae. Comúnmente denominado serbal de los cazadores; otros nombres regionales incluyen azarollo, capudre, pajarero y serbal silvestre.
Descripción y rasgos principales
Es un árbol de hoja caduca que suele medir entre 6 y 12 m de altura, con una copa amplia. Sus hojas son pinnadas, formadas por 9 a 15 folíolos finamente aserrados. Las flores, de color blanco, se agrupan en panículas durante la primavera. Los frutos son bayas pequeñas, redondas, de color rojo‑anaranjado, que maduran a finales del verano o principios del otoño.
Distribución y hábitat
Es nativo de Eurasia templada. Crece en bosques claros, ribazos, setos y márgenes de cursos de agua; se adapta a suelos pobres y bien drenados y tolera climas fríos. Prefiere exposición solar o semi‑sombra para una mejor fructificación.
El Sorbus aucuparia, conocido comúnmente como serbal de los cazadores, es un árbol característico de los bosques templados de Europa y Asia. En la Península Ibérica se halla predominantemente en zonas montañosas y en elevaciones más frías, extendiéndose a lo largo de laderas, bordes de bosque y claros donde recibe buena luz. Esta especie se adapta a una amplia gama de hábitats, aunque suele prosperar en bosques mixtos y en zonas de borde o claros, con frecuencia junto a coníferas como los abetos y a árboles de hoja caduca como el roble. Prefiere suelos bien drenados, ligeramente ácidos o neutros, y una exposición de sol a semi-sombra, con humedad moderada. En estos entornos, la presencia del serbal de los cazadores contribuye a la diversidad de la comunidad vegetal y ofrece alimento estacional a la fauna a través de sus bayas rojas.
- Distribución: presente en Europa y Asia; en la Península Ibérica se localiza especialmente en áreas montañosas y frías.
- Tipo de hábitat: bosques mixtos, bordes de bosque y claros; a menudo asociado a coníferas y robles.
- Condiciones del suelo y exposición: suelos bien drenados, con pH ligeramente ácido a neutro; tolera desde pleno sol hasta semi-sombra, siempre que haya humedad moderada.
Variedades y características
Entre las variedades más conocidas del Sorbus aucuparia se encuentran Xanthocarpa, Fastigiata, Asplenifolia, Rossicamajor, Edulis y Pendula, entre otras.

- Xanthocarpa
- Fastigiata
- Asplenifolia
- Rossicamajor
- Edulis
- Pendula
En general, el Sorbus aucuparia es un árbol caducifolio de tamaño mediano que, en condiciones favorables, puede alcanzar los 30 metros de altura. No obstante, en los jardines no suele sobrepasar los cinco metros, ya que se poda periódicamente para mantener su forma y tamaño. Luce una corteza lisa de color grisáceo que, con el paso del tiempo, se agrieta. Su copa es de forma trasovada u ovoide. Su madera es de color blanco‑rosado, lustrosa, compacta y duradera; es una de las maderas más fuertes y resistentes.
Hojas
Las hojas crecen de forma alterna; son compuestas e imparipinnadas, con una longitud de 12 a 23 cm. Poseen de 9 a 15 folíolos oblongos lanceolados, de 2,5 cm de ancho por 6 cm de longitud. Forman de 5 a 7 pares. Sus bordes son aserrados; son tomentosas en el envés cuando son jóvenes y lampiñas en la adultez. Son verde oscuro por el haz y verde azulado por el envés.
Flores
Las flores aparecen a finales de la primavera, apiñadas en racimos y miden unos 8 mm de diámetro. Son hermafroditas, de color blanco, y poseen un aroma no muy agradable. Surgen en grandes corimbos terminales de 8 a 15 cm de diámetro, con aproximadamente 250 flores.

Frutos
Las flores fructifican hacia finales del verano, en los meses de septiembre y octubre. Producen frutos de color amarillo, naranja o rojo, dependiendo de la variedad, que permanecen sobre el árbol hasta el invierno. Se agrupan en densos racimos colgantes. En algunas especies, principalmente en las asiáticas, existen frutos rosados y blancos.
Los frutos son jugosos, carnosos y con forma de globo. Miden de 8 a 10 mm de diámetro. Aunque son consumidos por diversas especies de aves, son especialmente apreciados por mirlos y tordos, que contribuyen a la dispersión de las semillas a través de sus deposiciones. Este árbol aporta valor ecológico al ser sustento de larvas de múltiples lepidópteros y, por tanto, de la cadena alimentaria local.
Cultivo y valor paisajístico
El Sorbus aucuparia prefiere suelos fértiles y bien drenados y tolera una amplia gama de condiciones de sombra, aunque florece mejor a pleno sol. Es resistente a la contaminación y adecuado para usos en entornos urbanos. En paisajismo, se emplea como ejemplar aislado, en alineaciones y como componente de setos informales. Las variedades de porte columnar, como Fastigiata, son idóneas para espacios estrechos, mientras que las formas más arbóreas aportan sombra y color otoñal intenso.
La propagación se realiza principalmente por semillas, que requieren estratificación para germinar, o por estacas. En viveros también se emplea la propagación por injerto. El cuidado básico incluye poda de formación durante los primeros años y protección de la corteza para evitar lesiones. Su floración y frutos ofrecen interés estacional y valor ornamental sostenido, lo que lo convierte en una opción atractiva para jardines, parques y bordes de riberas.
- Luz: pleno sol; tolera semisombra.
- Suelo: drenaje excelente, bajo nivel de cal y fertilidad adecuada.
- Riego: regular, especialmente en seca y durante el establecimiento.
- Poda: no necesaria para mantenimiento; realizar solo para controlar crecimiento o eliminar ramas dañadas.
- Plagas y enfermedades: roya y barrenillos; vigilancia y medidas preventivas necesarias.
- Clima: tolera heladas de hasta -25 °C.
- Uso: ornamental en jardines y calles; frutos y flores mejoran el paisaje y proporcionan alimento a la fauna.
Reproducción
La reproducción del Sorbus aucuparia se lleva a cabo principalmente mediante semillas, aunque también puede propagarse por métodos vegetativos para obtener plantas idénticas a la madre o para desarrollar variedades concretas con rasgos deseables.
Propagación por semillas
- Recolección y preparación: las bayas maduran en otoño. Se extrae la semilla y se limpia de la pulpa; se deja secar ligeramente antes de la siembra.
- Eestratificación en frío: las semillas de Sorbus aucuparia requieren un periodo de dormancia que se rompe con estratificación en frío. Se recomienda estratificarlas en arena o turba ligeramente húmeda a temperaturas cercanas a 1–5 °C durante varias semanas a meses (aproximadamente 2–4 meses).
- Siembra y germinación: tras la estratificación, sembrar en bandejas o macetas con sustrato ligero y drenante, apenas cubiertas. Mantener la humedad y la iluminación adecuada. La germinación es lenta y puede tardar meses, e incluso más de un año si la semilla no recibe la estratificación adecuada.
- Cuidados de plántulas: mantener en lugar protegido y con buena iluminación, trasplantar a macetas individuales cuando tengan varios pares de hojas y estén lo suficientemente fuertes; finalmente trasplantarlas al exterior tras las últimas heladas.
Propagación vegetativa
- Retoños: suelen aparecer alrededor de la base; pueden separarse con cuidado, conservando algo de raíz, para obtener nuevas plantas en otro lugar. Esta vía conserva las características de la planta madre.
- Acodos: se puede practicar acodo terrestre (enterrando una rama flexible para que desarrolle raíces) o acodo aéreo (realizando una incisión y envolviendo la parte enterrada hasta que enraíce); una vez formada la planta, se separa de la madre y se traslada.
- Injertos: para obtener variedades cultivadas con rasgos uniformes, se pueden realizar injertos sobre portainjertos compatibles. Este método permite fijar características deseables como tamaño, forma o resistencia a ciertas condiciones climáticas.
- Estacas y esquejes: estacas de madera joven pueden enraizar en condiciones de alta humedad y temperatura moderada; las estacas tomadas en verano o primavera suelen enraizar mejor con el uso de una hormona de enraizamiento.
Usos
El Sorbus aucuparia, conocido comúnmente como serbal, se utiliza ampliamente en jardinería y paisajismo. Sus bayas aportan alimento a las aves durante el otoño e invierno, contribuyendo a la biodiversidad y al equilibrio del ecosistema urbano.
En el ámbito de la madera, este árbol ofrece una madera dura y elástica que se aprovecha en trabajos de tornería, ebanistería y artes decorativas ligeras. Su madera se valora por su durabilidad y facilidad de manejo en talleres.
Los frutos se emplean en repostería y conservas: mermeladas, compotas y jaleas, así como en la elaboración de licores y bebidas aromatizadas regionales. En algunas zonas se destilan o maceran para obtener aguardientes o licores que aprovechan el aroma de las bayas. Nota: las bayas crudas pueden irritar el sistema digestivo y deben consumirse cocidas o procesadas.
Además de estos usos, el serbal es una opción valiosa en jardines urbanos por su tolerancia a suelos pobres y a la polución, su floración blanca en primavera y su follaje ornamental, que aporta interés visual durante varias estaciones.
Cersis Siliquastrum
Conocido popularmente como Árbol del Amor, Árbol de Judas, Árbol de Judea, Pata de vaca, Algarrobo o Ciclamor, Cercis siliquastrum es un árbol ornamental especialmente atractivo por sus flores de color rosa-lila. Este delicado tono contrasta con el marrón oscuro de la madera de su tronco. Donde sea que se plante, embellece el entorno.

Nombres comunes y simbolismo
El Cercis siliquastrum ha sido objeto de numerosas leyendas que explican el origen de sus nombres comunes. Se dice que Judas Iscariote se ahorcó en un árbol de este género, de ahí el nombre Árbol de Judas. También se ha comentado que su procedencia de Judea dio lugar al calificativo Árbol de Judea.
Por otro lado, quienes lo llaman Árbol del Amor lo hacen principalmente por la hermosura de sus flores y por el aspecto en forma de corazón de sus hojas, que han servido como marco para infinidad de fotografías de parejas enamoradas.

El Cercis siliquastrum pertenece a la familia Fabaceae (Leguminosas). Es un árbol de porte compacto pero vistoso. Es originario del Mediterráneo oriental y de partes de Asia; se ha difundido en otras regiones templadas, donde se cultiva principalmente como ornamental.
Alcanzan con frecuencia entre 5 y 6 metros de altura; en condiciones adecuadas pueden superar los 8 o 10 metros, y ejemplares muy antiguos pueden acercarse a los 12 metros.
Es un árbol caducifolio. Su tronco, de corteza lisa, es de color marrón oscuro, casi negro. Su copa es amplia y frondosa, con ramas irregulares y abiertas. Aunque su follaje es relativamente poco denso, las flores aportan volumen a la planta.

Hojas y flores
Las hojas del Cercis siliquastrum son simples, alternas y con forma de corazón, y miden entre 7 y 12 centímetros de longitud. Tienen ápice redondeado y pecíolo largo. Presentan un tono verde pálido en primavera y se vuelven más intensos en verano.
<a href="https://www.flickr.com/photos/mauroguanandi/4681537457/in/photolist-88G6Z4-8e5m3q-88G6Lx-88Kka9-5qD8n2-7MF7EB-5qD85t-8e25gM-bvreoq-6PDBD5-rhukvw-66yXRb-4MKMuP-7AaUAD-5qvguo-7zTD4H-adKq7G-5iYivA-9t2uJv-89hFBS-66yYS9-5ioTCn-5kgy6f-5qvqp5-66yYkq-5rgbM6-5qqWTa-5qvfqA-5qvcW5-66yWDs-5gooMp-5qrA96-4C8TZC-66uDmi-6T7doM-63dT6m-5qqZnz-pBzGCf-66yXdW-pk7wH3-5qveds-pzyWCh-pzyWtu-5i1zJk-febeqt-iiAiXT-5QYYCN-9GSMBQ-5ktDB1-63dTJU"]mauroguanandiLas flores del Cercis siliquastrum son hermafroditas, pequeñas y nacen agrupadas en ramos de tres a seis flores. Estas cubren toda la rama y algunas partes del tronco. Son de color rosa-lila y blanco, miden entre 1 y 2 centímetros de longitud. Poseen estambres y pistilos. Nacen antes que las hojas, entre marzo y abril. Una vez marchitas, persisten en el árbol durante mucho tiempo.
Por su parte, los frutos se desarrollan en largas vainas, con una costura ventral de apenas 1–2 mm. Presentan tonalidades que varían de rojizo a marrón según la maduración.
Estas vainas son colgantes y suelen aparecer en abundancia. Miden entre 6 y 10 centímetros de largo y 1,5 centímetros de ancho. Maduran en julio y pueden permanecer colgando del árbol hasta la siguiente floración. Contienen una semilla ovoide-oblonga, comprimida, de color pardo, y presentan un hilo apical; carecen de endosperma.
Cuidados y cultivo
El Cercis siliquastrum prefiere suelos fértiles y bien drenados y tolera tanto pleno sol como sombra parcial. Es resistente a climas templados y mediterráneos, pero no prospera en suelos encharcados ni bajo heladas prolongadas. En jardines, conviene situarlo en una ubicación soleada para favorecer una floración más abundante. Requiere riego moderado durante el periodo de establecimiento y riego reducido una vez consolidado. Para mantener su forma y promover la salud de la planta, se recomienda una poda ligera tras la floración y la eliminación de ramas muertas o cruzadas.
Requisitos de cultivo y ubicación
- Suelo: prefiere suelos calizos, profundos y bien drenados. Tolera suelos algo secos, pero no admite encharcamientos ni drenaje deficiente.
- Exposición: requiere buena luminosidad; la floración y el desarrollo son mejores a pleno sol.
- Clima: resiste el frío, pero no las heladas prolongadas; en climas templados disfruta de inviernos moderados y veranos cálidos.
- Riego: es tolerante a la sequía, pero no admite exceso de agua; regar con moderación durante periodos de sequía, evitando encharcamientos.
Plantación y trasplante
- Tiempo de plantación: el invierno es la estación más adecuada para plantar Cercis siliquastrum en climas templados; evitar periodos de calor extremo y heladas tardías.
- Trasplante: si es necesario mover un ejemplar, se recomienda hacerlo alrededor de los 4 años; pasado ese periodo, las raíces pivotantes pueden adherirse y dificultar el trasplante. No se recomienda cultivar en maceta para un desarrollo óptimo, ya que el árbol prospera mejor en su suelo definitivo.
Poda y manejo del riego
- Poda: no requiere poda regular; si se desea, puede realizarse para equilibrar la copa o eliminar ramas muertas. Sus ramas tienden a crecer con morfología zigzagueante, por lo que una intervención ligera puede favorecer una estructura más ordenada.
- Riego: en condiciones normales no necesita riegos frecuentes. En periodos de sequía extrema, regar aproximadamente una vez por semana, evitando encharcamientos y asegurando un drenaje adecuado.
Propagación
- Propagación: se multiplica principalmente por semillas. Las semillas suelen requerir tratamiento de presiembra para mejorar la germinación; entre los métodos comunes se incluyen el remojo en agua caliente o la estratificación. El uso de ácido sulfúrico no se recomienda en jardinería doméstica por riesgos para la salud y el ambiente.
Plagas y cuidados
- Vulnerabilidades: es sensible al viento intenso y puede verse afectado por plagas como cochinillas y pulgones. Vigilar la copa y el tronco, y aplicar medidas de control adecuadas si se detectan infestaciones, prefiriendo enfoques preventivos y respetuosos con el entorno.
Consejos prácticos de diseño y usos ornamentales
- Uso en paisajismo: gracias a su floración temprana y a su porte compacto, es ideal para alineaciones, setos ligeros o como punto de color en jardines. Plantar varios ejemplares puede crear una atractiva cortina floral en primavera.
- Valor estético: ofrece interés estacional con flores rosadas que surgen antes de que aparezca el follaje, seguido de un follaje verde que aporta sombra y belleza durante el verano. Es una opción adecuada para jardines urbanos debido a su comportamiento moderadamente compacto y su resistencia a condiciones comunes.
- Colaboración ecológica: las flores atraen abejas y otros polinizadores en primavera, aportando beneficios para el ecosistema del jardín.
Usos y valor cultural
La madera del Cercis siliquastrum no se considera de alta calidad para usos estructurales, ya que tiende a doblarse con el tiempo y a deteriorarse ante cambios de temperatura. Sin embargo, en la medicina tradicional sus frutos se procesan para obtener un astringente beneficioso. La corteza se ha utilizado para calmar dolores de cabeza y para aliviar catarros.
Las flores son comestibles y se han incorporado en la gastronomía de varias culturas para preparar ensaladas y adornar platos, gracias a su sabor dulce y ligeramente picante. En algunas regiones se preparan escabeches de los brotes florales con vinagre.
El uso más común del Cercis siliquastrum es ornamental: se planta en jardines, plazas y parques para delimitar senderos y embellecer el paisaje. A la hora de su cultivo, prefiere suelos bien drenados y exposición a pleno sol; su floración morada ofrece un espectáculo característico en primavera. Por ello, es uno de los árboles ornamentales más solicitados en entornos urbanos.
En la época bizantina fue uno de los árboles más difundidos en Constantinopla, especialmente a orillas del Bósforo, donde su floración morada era muy apreciada por los emperadores.
mauroguanandi (licencia)Fraxinus excelsior
El fresno europeo, también conocido como fresno común o fresno de hoja ancha, pertenece a la familia Oleaceae y su nombre científico es Fraxinus excelsior. Es un árbol de gran porte y, en algunos lugares, se valora por su elegancia y resistencia.

Es nativo de gran parte de Europa y de zonas de Asia occidental, donde prolifera en bosques caducifolios, riberas de ríos y bordes de caminos. En entornos urbanos, su uso es apreciado por su aporte estético, su sombra amplia y su capacidad para regular el microclima local.
Servicios ecosistémicos y usos
- Regulación del microclima y calidad del aire: la copa amplia y la evapotranspiración del fresno contribuyen a moderar las temperaturas y a mejorar la calidad del aire urbano, ayudando a reducir la radiación solar excesiva y a disminuir la concentración de contaminantes atmosféricos.
- Contenidos de madera: la madera de fresno es dura y resistente, adecuada para carpintería, ebanistería, herramientas y mobiliario, así como para suelos y pavimentos cuando se somete a un secado y acabado adecuados.
- Conservación y salud forestal: en algunas regiones, Fraxinus excelsior se ve afectado por la grafiosis, una enfermedad fúngica que ha causado pérdidas significativas en bosques. Por ello, la gestión forestal moderna enfatiza la diversificación genética y la vigilancia de la salud de las plantaciones y los bosques naturales.
Características del Fraxinus excelsior
El Fraxinus excelsior es un árbol de porte grande que alcanza alturas de entre 15 y 40 metros. Su copa es densa, de forma redondeada o ligeramente alargada, y puede superar los 8 metros de diámetro. Es un árbol caducifolio de crecimiento rápido. Se distingue fácilmente de otras especies del género Fraxinus por sus yemas prominentes, de color pardo oscuro a negro; suelen ser de tonalidad marrón.
El tronco es recto, con corteza lisa en la juventud. Su color varía entre gris y pardo-grisáceo; al envejecer tiende a agrietarse. Sus ramas son elevadas y gruesas, con lenticelas blancas, y se disponen de forma opposita.

El Fraxinus excelsior puede ser monoico o dioico, es decir, con flores masculinas o femeninas, o bien presentar flores de ambos sexos en la misma planta. Es resistente a las heladas y al viento, tolera el calor y se adapta bien a suelos básicos y compactos. Su vida útil ronda los 150 años y admite la poda sin problemas.
Hojas
Las hojas son imparipinnadas, compuestas, de unos 20 a 35 cm de longitud, con 9 o 13 folíolos de forma lanceolada. Sus bordes son denticulados, con los dientes orientados hacia el ápice. Su base es semiredondeada y la punta es aguda. El haz es verde oscuro y lustroso; el envés, verde más pálido.
En otoño, las hojas pueden adquirir un tono amarillo-marrón antes de desprenderse. Sin embargo, a veces caen aún estando verdes. Una particularidad de este fresno es que las hojas brotan muy tarde en primavera y suelen ser de las primeras en caer en otoño.
Flores

Las flores del Fraxinus excelsior brotan antes que las hojas y surgen en las axilas de las ramas del año anterior. Los frutos se desarrollan en esas mismas ramas. En un año, un árbol puede producir únicamente flores masculinas o femeninas; en otros años pueden coexistir flores de ambos sexos. Las flores femeninas son más largas que las masculinas y carecen de pétalos, presentándose de color púrpura oscura.
Las flores masculinas son pequeñas, sin cáliz ni corola, y se agrupan en panículas densas. Tienen un color púrpura que se vuelve amarillo al abrirse las anteras. Si las flores presentan pistilo, suele haber un único pistilo; si exhiben estambres, pueden haber dos. La floración se produce de marzo a mayo.
Fruto
Los frutos del Fraxinus excelsior se conocen como sámaras. Son vainas aladas de forma lanceolada u oblonga, que miden entre 28 y 48 mm de largo y entre 5,7 y 10 mm de ancho. Las sámaras son de color verde claro cuando son jóvenes y, al madurar en otoño, adquieren un tono castaño claro. Por lo general persisten en el árbol tras la caída de las hojas. En el interior de cada sámara se halla una semilla fusiforme y alargada, de color parduzco.
Distribución y hábitat: Es nativo de gran parte de Europa y Asia occidental. Crece principalmente en bosques mixtos, ribereños y laderas, y tolera suelos básicos y compactos. Se adapta a exposiciones de pleno sol y de semisombra y es una especie de crecimiento relativamente rápido. Se reproduce principalmente por semillas, aunque también puede regenerarse por brotes desde el cepellón tras perturbaciones del terreno. En paisajes y jardines, se valora por su sombra amplia y su presencia estética.
Amenazas y conservación: Fraxinus excelsior está afectado por la enfermedad de la ceniza, causada por Hymenoscyphus fraxineus, que ha causado pérdidas significativas en bosques europeos. Otras amenazas incluyen la deforestación, las plagas y el cambio climático. Se llevan a cabo programas de monitorización, conservación de poblaciones y reforestación para mantener la diversidad genética de la especie.
Usos
La madera de fresno es densa, resistente y flexible; se utiliza tradicionalmente en carpintería, muebles, herramientas y como madera de uso general. También es valorada para la fabricación de instrumentos deportivos, mangos de herramientas y, históricamente, en obras de embarcaciones. En jardines y parques, se planta por su porte majestuoso y su amplia sombra, que favorece microclimas frescos en entornos urbanos.
Por su parte, las hojas se han utilizado tradicionalmente como forraje para el ganado, constituyendo un alimento de reserva en invierno; sin embargo, esta práctica es cada vez menos habitual.
El Fraxinus excelsior es, además, un árbol ornamental empleado en calles con aceras anchas o avenidas. Requiere un buen espacio de terreno para no ocasionar daños al pavimento ni a las infraestructuras urbanas.
También se utiliza en medicina tradicional. A partir de la corteza y de los foliolos se obtienen tratamientos para fiebre, gota, artralgias, artritis, oliguria, inflamaciones, retención de líquidos, edemas y estreñimiento.
Reproducción
La propagación más eficaz del Fraxinus excelsior se realiza por semillas. Estas presentan dormancia interna y requieren tratamientos previos para lograr una germinación fiable. También se puede multiplicar por esquejes, aunque la propagación por semillas permite obtener ejemplares a menor costo y en mayor cantidad.
- Propagación por semillas — Recoja frutos maduros en otoño; extraiga las semillas y ordénelas para su germinación. Para superar la dormancia, es aconsejable realizar una estratificación en frío durante 6–12 semanas (aprox. 5–7 °C). Alternativamente, puede remojar las semillas en agua tibia 24 h antes de la estratificación. Sembrar en semillero con sustrato bien drenante (arena gruesa y turba ligera). Mantener la humedad y una temperatura de germinación de 15–20 °C; la germinación suele ocurrir en 2–6 semanas. Transplante las plántulas cuando midan 5–10 cm de altura y el sistema radicular se haya desarrollado.
- Propagación por esquejes — Tomar esquejes semihardwood o de madera dura en invierno; para esquejes herbáceos, en verano. Los esquejes deben medir aproximadamente 15–20 cm, con 2–3 yemas, y ser tratados con hormona de enraizamiento. Enraizar en sustrato ligero (turba con perlita o arena) a 20–24 °C, con alta humedad. El éxito es mayor en condiciones de invernadero o ambiente controlado y puede tardar varias semanas en desarrollar raíces. Transplantar a macetas individuales cuando el sistema radicular esté bien establecido.
Requisitos de cultivo y crecimiento
Fraxinus excelsior prospera en suelos profundos, fértiles y bien drenados; prefiere exposición a pleno sol o sombra ligera. Es sensible a la sequía y necesita riego regular, especialmente durante la fase de establecimiento; no tolera suelos encharcados. Aunque tolera bajas temperaturas y heladas, un estrés prolongado por sequía o cambios bruscos de temperatura puede afectar su desarrollo. En jardines y calles, ofrece una sombra amplia y aporta valor ornamental y ecológico.
Notas finales sobre hábitat y usos
El Fraxinus excelsior es propio de los bosques húmedos de Europa. Su distribución se extiende desde el extremo norte (con presencia en Trondheim, Noruega) hasta el norte de Grecia en su extremo meridional. La madera del Fraxinus excelsior es muy utilizada en ebanistería, carpintería y tornería, presentando un color que varía entre amarillo pálido y rosado. Es una madera noble, dura, trabajable, elástica y de densidad media o alta. Su textura es gruesa y su grano recto. Por su gran flexibilidad y firmeza, esta madera se emplea para fabricar mangos de herramientas y componentes de muebles curvos. Asimismo, se utiliza en la fabricación de palas para juegos de pelota, así como en elementos de hockey y raquetas de tenis. También se utiliza como leña, ya que arde bien incluso estando verde.
Las hojas, por su parte, se han utilizado tradicionalmente como forraje para el ganado, constituyendo un alimento de reserva en invierno; sin embargo, esta práctica es cada vez menos habitual.
El Fraxinus excelsior es, además, un árbol ornamental empleado en calles con aceras anchas o avenidas. Requiere un buen espacio de terreno para no ocasionar daños al pavimento ni a las infraestructuras urbanas.














