Todos hemos escuchado hablar alguna vez de la hiedra venenosa, otros, han sufrido los efectos que provoca el contacto directo con esta planta. Sin embargo, lo que pocos conocen es que no se trata de una verdadera hiedra, sino que es una planta trepadora, perteneciente a la familia de las Anacardiáceas. Su presencia se encuentra, mayormente, en los Estados Unidos. El contacto de la piel con estas plantas provoca irritación y erupciones cutáneas y en algunos casos, combinada con factores alérgicos puede requerir el uso de medicamentos para combatir sus efectos. A pesar de su estridente nombre, la hiedra venenosa no es una planta mortal.
¿Cómo identificar una hiedra venenosa? Sus características
La hiedra venenosa, al igual que el roble venenoso, es un arbusto trepador de un solo tallo que crece adherido a árboles en zonas boscosas o de manera rastrera en descampados. Particularmente es una panta que crece en América del Norte, pero con el tiempo, su presencia se ha ido extendiendo a diferentes lugares del mundo.
Una de las características más sobresalientes de la hiedra venenosa es que sus hojas crecen en ramilletes de 3 hojas. De allí el dicho popular “3 hojas, no me cojas”. Esta conformación aparece con una hoja central que presenta un largo tallo.
Las hojas son alternas, de forma oblonga. La hoja central, generalmente es más grande que las 2 laterales, aunque estas últimas presentan un tallo más prolongado.
Las hojas, durante la primavera presentan un color verde brillante y en otoño se vuelven rojizas. Sin embargo, a pesar del cambio de color, las hojas de la hiedra venenosa conservan su poder irritante.
En algunas variedades de hiedra venenosa, las hojas laterales suelen tener una mueca que asemeja un guante de los utilizados durante el invierno, con el espacio para el dedo pulgar.
Los frutos de la hiedra venenosa son pequeñas drupas de color blanquecino y se mantienen en la planta durante el invierno y la primavera.
¿Cómo actúa la hiedra venenosa?
Los efectos irritantes de la hiedra venenosa se producen a partir de la presencia de un aceite denominado urushiol. Este aceite provoca una reacción alérgica sobre la piel, que se manifiesta a través de un sarpullido rojizo, acompañado de una molesta comezón.
El aceite de urushiol también puede provocar efectos irritantes de forma área. Si las plantas de hiedra venenosa son quemadas, este aceite se esparce en ambiente con el humo, afectado vías respiratorias e irritación en los ojos.
El aceite que actúa como agente de irritación, permanece en ropas, animales domésticos y herramientas de jardinería que hayan estado en contacto con la planta.
¿Qué hacer ante el contacto con la hiedra venenosa?
Algunas pocas personas no presentan síntomas ante el contacto con aceite de urushiol, pero en general, la mayoría somos alérgicos a este veneno. Los síntomas de irritación se presentan de manera casi inmediata, una vez que hemos tomado contacto con la planta.
Ante los primeros síntomas de irritación es conveniente lavar las zonas afectadas con abundante agua fresca y de manera suave. De esta forma evitamos que el aceite penetre aún más en la piel. El aceite de urushiol permanece activo por largos períodos, por lo que debemos poner a lavar todas nuestras prendas de vestir para, de esta manera, eliminar cualquier vestigio de este agente activo.
Las personas que han entrado en contacto con la hiedra venenosa, pueden presentar diversos niveles de sintomatología, de acuerdo al agrado alérgico que presente ante el aceite. Algunos afectados pueden presentar síntomas leves y otros, más severos.
En general, las irritaciones producidas por la hiedra venenosa pueden combatirse con loción de calamina que ayuda a aliviar la comezón y la irritación. Pueden también usarse algunos antihistamínicos por vía oral.
¿En qué casos debemos consultar al médico?
En zonas boscosas o de campo, el contacto con la hiedra venenosa puede resultar inevitable, pero en algunos casos los síntomas pueden presentar de manera más severa y requerirán la intervención de un especialista.
Si entre las reacciones al contacto con el aceite de urushiol, el paciente presentar fiebre superior a los 37,8°C es necesario recurrir al médico. Lo mismo en el caso que el sarpullido afecte importantes áreas del cuerpo.
Si el contacto ha afectado la zona genital, las vías respiratorias o los ojos es necesaria la consulta al médico para establecer el tratamiento más conveniente.
Normalmente, los síntomas del contacto con la hiedra venenosa comienzan a desaparecer luego de la primera semana, en caso que esto no ocurra o que el sarpullido comience a manifestar ampollas con pus, se debe consultar de inmediato al médico.
A pesar de todo lo señalado, la hiedra venenosa es una planta que convive con los seres humanos desde hace muchos años, por ello sólo debemos tomar precauciones. La posibilidad de tomar contacto con esta especie vegetal es más común de lo que imaginamos. Existen más de 500 variedades de esta familia.
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