Es originaria de las zonas tropicales y subtropicales de África; no obstante, es muy apreciada en América.
Se distingue por su porte exótico y pertenece a la familia Malvaceae. Su nombre científico es Hibiscus sabdariffa. Recibe también los nombres comunes flor de Jamaica, agrio de Guinea y rosa de Abisinia.
PROChristian Frausto Bernal (licencia)Este arbusto ha despertado el interés de numerosos investigadores debido a sus compuestos que confieren cualidades alimenticias y medicinales. Gracias a ello, se cultiva y utiliza en diversas regiones del mundo. Sus calices rojos se emplean para preparar refrescos, infusiones y jarabes. Existen numerosas variedades que se adaptan a climas áridos, subtropicales y montañosos.
En África y el Caribe, la flor de Jamaica también se aprovecha como colorante natural y en preparaciones cosméticas tradicionales.
- Usos culinarios y bebidas: Los calices rojos se utilizan para preparar tés, infusiones, refrescos y jarabes; también se incorporan en mermeladas, salsas y colorantes alimentarios.
- Propiedades nutricionales y medicinales: Contiene vitamina C, antioxidantes y flavonoides; se investiga por posibles beneficios para la salud, como apoyo digestivo y potencial efecto sobre la presión arterial. No sustituye tratamiento médico.
- Cuidados y cultivo: Prefiere climas cálidos y suelos bien drenados; requiere exposición al sol y riego regular. La cosecha de los cálices se realiza cuando adquieren un color rojo intenso y se secan para su uso.
DESCRIPCIÓN Y CARACTERÍSTICAS
La planta es herbácea o arbustiva y puede comportarse como perenne en climas cálidos, o anual en regiones más frías. Su altura típica es de 1 a 3 metros.
Requiere exposición directa al sol durante varias horas al día. Es semileñosa, con un sistema radicular poco profundo y de distribución amplia.
Las hojas miden alrededor de 15 cm de largo y se disponen de forma alterna a lo largo del tallo. Pueden ser trilobuladas o pentalobuladas.
La flor es axilar y de gran tamaño, con una corola que puede ser blanca, amarilla o rosada, y con la base de color roja. Tiene forma acampanada, es autofecundante y está compuesta por cinco pétalos. Su diámetro típico oscila entre 8 y 10 cm.
Uno de los rasgos más distintivos de esta planta es el cáliz, de tono rojo vino y con una longitud de 5 a 8 cm. Está formado por cuatro o cinco sépalos que se fusionan en la base y se superponen en sus extremos, adoptando una forma cónica. También existe un epicáliz análogo, con sépalos separados y de menor tamaño.
El fruto es una cápsula que se divide en cinco sectores; en cada sector se encuentran tres o cuatro semillas de color marrón. El fruto queda protegido por el cáliz.
Variantes morfológicas
- Variedad de tallos ramificados: presenta múltiples ramas y un cáliz jugoso, con un desarrollo más extendido de la planta.
- Variedad de tallos erguidos: tallos erectos, sin ramas, a veces con espinas y con una fibra notable; suele resultar más compacta y resistente ante condiciones extremas.
HÁBITAT
La flor de Jamaica (Hibiscus sabdariffa) prospera en climas cálidos y con estaciones secas marcadas. Es una especie de fácil cultivo que puede adaptarse a una amplia gama de suelos, siempre que exista un drenaje adecuado. Sin embargo, su rendimiento es mayor en suelos rojizos y poco profundos.
Factores clave para su desarrollo:
- Temperatura y luz: requiere temperaturas elevadas y pleno sol; tolera bien la sequía, pero no soporta heladas.
- Riego: aunque tolera la sequía, un riego regular durante la floración favorece la producción de capullos y flores comestibles.
- Suelos: prefiere suelos con buena estructura, bien drenados y ligeramente ácidos a neutros (pH ~5.5–6.5); se adapta desde suelos ligeros hasta moderadamente pesados.
- Ubicación y altitud: cultivo de pleno sol, en zonas cálidas y bajas; puede tolerar alturas moderadas siempre que las temperaturas sean adecuadas y no haya heladas prolongadas.
- Propagación: se multiplica por semilla; el crecimiento es rápido desde la siembra.
USOS
La flor de Jamaica, obtenida de Hibiscus sabdariffa, presenta una amplia variedad de usos gracias a su contenido de ácidos cítrico, tartárico y málico, así como a sus compuestos antioxidantes como las antocianinas. A continuación se detallan algunos de sus usos principales:
- Colorante y pigmento. Sus cálices y pigmentos se emplean para teñir textiles, cosméticos, perfumes, medicamentos, artesanías y alimentos; en la industria se valoran sus tonalidades rojas y rubíes, y su uso es especialmente destacado en Alemania y Francia, entre otras regiones.
- Producción de aceite. De las semillas se extrae un aceite comestible; las semillas también se consumen tostadas como aperitivo o molidas para enriquecer recetas.
- Alimentación. Los cálices se utilizan para preparar helados, compotas, gelatinas, aderezos, jaleas, dulces, licores y conservas. Las hojas jóvenes se consumen en ensaladas. En algunas culturas se fermenta la flor para obtener una bebida fermentada que acompaña carnes rojas y guisos, o se consume como licor ligero en climas cálidos; en regiones caribeñas y africanas se la conoce con nombres como Agua de Jamaica, carcadé o chicha de saril, según la zona.
- Decoración y ornato. Por su vistoso color y forma, se utiliza para adornar espacios, jardines y eventos, aportando un toque tropical y exótico.
- Medicina y beneficios para la salud. Se le atribuyen propiedades antihipertensivas, diuréticas, antiparasitarias y laxantes. Contiene antioxidantes, como las antocianinas, comparables a las del arándano y el vino tinto, que contribuyen a la protección celular. Su consumo más difundido es en infusión, fría o caliente; también se valora como remedio para aliviar malestares de resacas. La infusión presenta un tono rojo intenso debido a las antocianinas. En distintas regiones recibe nombres variados: Agua de Jamaica (América), carcadé (África), Shandy Sorrel (Caribe) y chicha de saril (Panamá).
- Nutrición animal y usos de la fibra. La flor y la planta también se aprovechan en la alimentación de aves y como fertilizante orgánico; además, la fibra del tallo puede emplearse para fabricar cuerdas o tejidos simples, o contribuir a la elaboración de compost y artesanías.
CULTIVO
Jaec (licencia)Por sus propiedades medicinales, su sabor agradable y su color intenso, la flor de Jamaica se cultiva con éxito en diversas regiones del mundo. Se reproduce principalmente por semilla; la germinación de las semillas permite obtener plántulas aptas para trasplante. Su sistema radicular no es muy profundo, por lo que requiere suelos bien drenados y riegos regulares. Evite el encharcamiento, ya que el exceso de humedad favorece la aparición de nematodos, gusanos nematodos que atacan las raíces y las debilitan.
La flor de Jamaica no tolera climas fríos. En climas templados se cultiva a menudo como planta anual; puede alcanzar hasta 1,5 m de altura y, para favorecer la ramificación, se poda una vez que llega a ese tamaño. La cosecha comienza cuando las inflorescencias maduran. Su ciclo de vida suele ser de 6 a 7 meses. En regiones tropicales y cálidas, la planta puede producir durante varias temporadas si se mantiene bajo condiciones adecuadas. Se recomienda sembrar en julio en zonas donde la temporada de lluvias o el verano favorezcan el desarrollo; de este modo, la cosecha viable suele darse entre diciembre y enero. En otras latitudes, adapte el calendario a la estación local y a las temperaturas.
La planta se adapta a una gran diversidad de suelos, siempre que haya buen drenaje. Su labranza no es exigente. Aunque la plantación puede ser estacional, su producto está disponible a lo largo del año si se realizan cultivos escalonados y un manejo adecuado de riego y nutrientes. El cáliz seco, que es la principal materia prima para infusiones y preparaciones, puede conservarse aproximadamente un año si se almacena en lugares oscuros, frescos y bien ventilados.
- Requisitos de suelo y riego: suelos drenantes, pH ligeramente ácido a neutro (aprox. 5,5–6,5); riegos regulares evitando encharcamiento.
- Propagación y manejo: propagación por semilla; trasplante cuando las plántulas midan 10–15 cm; espaciamiento de 1–1,5 m entre plantas y 1,5–2 m entre hileras.
- Cosecha y procesamiento: recoger los cálices cuando las inflorescencias se vuelvan rojas y firmes; secar al sol o en deshidratadora hasta obtener el cáliz seco; almacenar en lugares ventilados.
- Usos y almacenamiento del producto: el cáliz seco se utiliza para infusiones y tés; almacenar en envases opacos para evitar la pérdida de color y aroma.