La sarracenia, sarracena, jarra norteamericana, planta trompeta o cuerno de caza, es una planta originaria de Estados Unidos y Canadá, perteneciente a la familia Sarraceniaceae. De ella existen ocho especies: sarracenia alata, flava, leucophylla, minor, oreophyla, psitassina, purpurea y rubra, de las que se desprenden variedad de híbridos, todos ellos terrestres.
Características de la Sarracenia
Crece de forma vertical, excepto la purpurea que se apoya del suelo. Su tallo llega a medir 80 centímetros, a lo mucho un metro de alto, mientras que las flores no sobrepasan los 10 centímetros.
La sarracenia es una planta carnívora, por lo que sus flores tienen características particulares. Son en apariencia similares a un globo pequeño de colores rojizos o amarillentos, pero con forma de cono, vaso, jarros o trompetas, de allí sus diferentes denominaciones. Produce un líquido y olor dulce (néctar) que atrae a los insectos, que se resbalan en las lisas paredes y caen hasta el fondo del jarro, donde pelos yuxtapuestos les impiden salir y son procesados por los líquidos digestivos o sustancias enzimáticas.
La sarracenia psitassina funciona además como trampa de nasa, primero porque puede permanecer sumergida por un tiempo y segundo porque desarrolla en su interior pelos más fuertes, capaces de retener inclusive a animalillos acuáticos.
Los jarros poseen una especie de tapa inmóvil y crecen de tal forma que permiten sólo la entrada del agua necesaria para sostenerse. Demasiada agua de lluvia -por ejemplo- diluiría sus líquidos digestivos.
cuidados de la sarracenia
A pesar de ser carnívora, la sarracenia es de fácil cultivo tanto en suelo como en macetas, aunque por supuesto requiere condiciones esenciales:
- Iluminación: La sarracenia amerita de sol, abundante sol, para desarrollarse y exponer sus vivos colores, pero no debe ser expuesta a él de manera abrupta, debe írsele acostumbrando, sobre todo cuando despiertan de la hibernación. Una vez se adapte, será capaz de permanecer en exteriores todo el año, sin importar la época, inclusive durante las heladas cortas.
- Temperatura: La planta sarracenia soporta hasta los 35 grados centígrados en verano, mientras que en invierno exige bajar de los 10°, preferiblemente a 5°, porque es el período durante el cual hiberna, y esta es una etapa fundamental para el género. Su descanso invernal puede durar de tres a cinco meses según la especie. Durante este período debe reducirse al máximo la humedad para evitar la aparición de moho u otros hongos.
- Suelo: Prefieren los suelos ácidos. Se recomienda mezclar la arena con musgo de esfagnos, turba rubia, vermiculita, polietileno expandido (corcho) y perlita. Pero si sólo es turba rubia estará bien. Las macetas a utilizar deben ser altas (profundas) y tener 20 centímetros de ancho o más, las plantas adultas ocupan un buen espacio y deberán ser trasplantadas cada tres años solo si su tamaño y la disposición de las raíces así lo ameritan.
- Riego: Se riega en bandeja, no conviene pulverizar sus hojas, y debe mantenerse el sustrato siempre húmedo a excepción del tiempo en el que hiberna, en el que más bien se debe dejar secar el sustrato. El agua más adecuada es la de lluvia, sino destilada, pero no se recomienda el agua directa del grifo, pues contiene mucha cal y podría debilitar sus paredes.
Reproducción de la sarracenia
Las sarracenias se reproducen de dos formas, sexual: a partir de las semillas; y también dividiendo el rizoma una vez finalizada la hibernación. En el primer caso, se deberá ayudar a la planta cogiendo parte del polen de uno de los estambres y colocándolo sobre el pistilo de la flor de otra planta, donde desarrollará sus semillas en el verano, y podrán recogerse en otoño.
Estas semillas se colocarán en un recipiente húmedo en el refrigerador por un mes aproximadamente y luego deberán ser expuestas a temperaturas más altas y al sol hasta que germinen. Las semillas también pueden plantarse directamente, pero sus posibilidades de germinación aumentan con el frío. Estas semillas se disponen en un sustrato húmedo y donde llegue suficiente luz. Cuando la planta muestre dos o tres hojas podrá ser trasplantada al lugar que se desee.
Al dividir los rizomas hay que asegurarse que ambas partes tengan raíces y, de ser posible, agregar fungicida en los cortes, disponerlos en el suelo o maceta de forma horizontal y cubrirlos con esfagnos.
Esta planta es una buena opción para principiantes en la jardinería, pues no amerita de excesivos cuidados, tampoco de poda ni abonos especiales. Lo único es resguardarla de los pulgones y cochinillas que la atacan en verano y respetar su descanso hibernal, pues de no cumplirlo dejará de crecer naturalmente y el siguiente año comenzará a mostrarse débil y pálida, puede inclusive llegar a morir. En el caso de las sarracenias obtenidas de semillas y menores de tres años, hay que saber que éstas no ameritan de descanso, sólo después de haber cumplido su mayoría de edad.
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