Lamiaceae 14
Plectranthus
Aunque en algunas culturas se le conoce como la “planta del dinero” o la “planta de la moneda, en referencia a sus hojas redondeadas, la Plectranthus puede ser cultivada como ornamento, verdura o tubérculo comestible. Incluso, puede emplearse para la elaboración de infusiones medicinales. Es fácil de cuidar y crece rápidamente.
Agastache
El término Agastache se usa para identificar a un género de planta perdurable, herbácea, de flores pequeñas, comúnmente conocido como hisopo gigante. Es un género que contiene alrededor de 30 especies perennes y erectas, la mayoría de las cuales son nativas de América del Norte.
Ajedrea
Como ajedrea o satureja se conoce a un arbusto muy aromático de la familia de las Lamiáceas. En ciertos lugares es llamado hisopillo, hierba olivera, tomillo real o albahaca de tomillo. Su origen no está muy claro, pero se cree que es oriundo del Mediterráneo, de las zonas templadas y calientes del sur Europeo, donde su cultivo es muy amplio. En los jardines caseros se aprecia mucho, en especial una variedad de sabor suave que es utilizada en las cocinas.
Salvia
La salvia es una planta originaria de Europa, que alcanza a medir medio metro de altura y siempre ha estado relacionada con la salud. Su nombre proviene del latín “salvare” que significa “curar”. Tiene hojas perennes, alargadas y pecioladas, de un tono grisáceo muy característico. Su flor, de color violeta, es de gran tamaño, y su tallo rectangular está cubierto de una fina vellosidad.
Ortosifón
La Ortosiphon stamineus, mejor conocida como ortosifón, es una planta originaria de Asía tropical, específicamente de Malasia e Indonesia, aunque también se puede conseguir en países como Birmania, Tailandia, Filipinas y Australia. Su cultivo se extendió además a ciertas regiones de Guyana y América central, donde predominan el clima subtropical, y los suelos fértiles y bien drenados.
Orégano
El orégano es una hierba aromática muy estimada en la gastronomía. Muchas recetas incluyen su hoja fresca o seca como condimento esencial, pero además de su uso culinario, tiene un alto valor medicinal. Su nombre científico es Origanumvulgare, que proviene del griego clásico y significa «hierba que alegra el monte” o «la alegría de la montaña«. Los griegos y romanos lo veneraban como símbolo de dicha y felicidad.
Planta del dinero
Como símbolo de buena fortuna y prosperidad, la planta del dinero es comúnmente vista adornando numerosos balcones e interiores de hogares. Esta planta, de un verde vibrante, es originaria del sudeste de África y pertenece a la familia de las Lamiáceas. Su nombre científico es Plectranthus verticillatus y se cultiva extensamente como planta de interior debido a su facilidad de cuidado y su exuberante follaje.
Características de la planta del dinero
La planta del dinero es perenne y se distingue por su capacidad de producir una significativa cantidad de aceites esenciales aromáticos. De baja altura, alcanza aproximadamente unos 30 cm. Sus raíces son fibrosas y dan lugar a ramas suculentas que varían en color del verde al morado. Aunque se le conoce popularmente como «hiedra sueca», no es una planta trepadora ni pertenece a la familia de las hiedras. En realidad, es una planta colgante.
Las hojas de la planta del dinero son gruesas y carnosas, características de las suculentas, y presentan una forma ovalada, casi redonda, semejante a una moneda. Los márgenes de las hojas son dentados, con entre 3 y 6 pares de dientes. Al igual que el romero y la salvia, plantas también pertenecientes a la familia de las labiadas, la planta del dinero exhibe pequeñas inflorescencias de color púrpura o azul y florece durante todo el año.
Cultivo de la planta del dinero
Para disfrutar de esta planta en nuestros hogares, podemos cultivarla a partir de esquejes tomados de una planta madre, lo que asegura la reproducción del mismo código genético. Los esquejes se pueden colocar en macetas en el suelo o como plantas colgantes. Es crucial situar la nueva planta del dinero en sombra para mantener la humedad necesaria.
Durante la primera semana de plantación, es esencial proporcionar riego diario sin acumular exceso de agua. Después de este periodo, las plantas pueden exponerse a la luz natural en un entorno cálido. La planta del dinero crece rápidamente, convirtiéndose en un hermoso ornamento en poco tiempo.
Cuidados de la planta del dinero
Es recomendable colocar la planta del dinero en lugares donde el sol no incida directamente, ya que la exposición excesiva puede amarillear las hojas e incluso provocar la muerte de la planta. El lugar ideal es dentro de la casa o en un balcón con semi-sombra.
El riego debe realizarse cuando el suelo lo requiera, aproximadamente tres veces por semana en verano y una vez en invierno. No se debe esperar a que el suelo esté completamente seco para regar, ya que la planta necesita un sustrato constantemente húmedo y bien drenado. La temperatura óptima para su desarrollo saludable es entre 18°C y 20°C; temperaturas inferiores a 5°C son perjudiciales. En invierno, especialmente durante heladas, es aconsejable proteger las plantas exteriores con una tela que permita la respiración. En interiores, se debe evitar colocarla cerca de fuentes de calor.
El sustrato ideal es uno universal, complementado con abono líquido cada 15 días durante la fase de crecimiento. Entre las enfermedades más comunes se encuentra la brotitis, fácilmente identificable por el ennegrecimiento de las hojas, causada por un exceso de agua y mala ventilación. La poda adecuada implica cortar las puntas ocasionalmente para favorecer el crecimiento de ramas laterales.
Usos y beneficios de la planta del dinero
Más allá de su atractivo estético, la planta del dinero es apreciada por sus propiedades aromáticas. Los aceites esenciales extraídos de sus hojas son utilizados en la elaboración de fragancias y productos de aromaterapia. Además, se le atribuyen propiedades repelentes de insectos, resultando útil en el hogar para mantener alejados ciertos insectos no deseados.
La tradición de esta planta
La planta del dinero está rodeada de una antigua tradición que se ha difundido en diversos lugares del mundo. Según esta tradición, si la planta se cuida adecuadamente, posee la capacidad de atraer fortuna y suerte. En muchos países, es costumbre regalar una planta del dinero a seres queridos o a aquellos que se mudan a un nuevo hogar, e incluso enterrar una moneda en la maceta como símbolo de prosperidad.
La albahaca
Apreciada por su uso en la gastronomía, la albahaca es una hierba aromática cuyo cultivo y utilización se remontan a varios milenios atrás. Originaria de la India y de las regiones tropicales de Asia, la albahaca es una planta anual cuyo nombre científico es Ocimum basilicum. Esta planta pequeña, versátil y de fácil cultivo puede crecer en jardines, huertos y macetas, adaptándose a diferentes entornos, lo que facilita su propagación a nivel mundial.
La albahaca no solo es conocida por su sabor distintivo y aroma penetrante, que la convierten en un ingrediente esencial en la cocina de numerosos países, sino también por las diversas propiedades beneficiosas para la salud que se le atribuyen. Entre estas propiedades se destacan sus efectos antioxidantes, antiinflamatorios y digestivos, lo que ha aumentado su popularidad tanto en la cocina como en la medicina tradicional.
Debido a su amplia aceptación y versatilidad, la albahaca ha sido integrada en una variedad de platos típicos alrededor del mundo. En la cocina italiana, por ejemplo, es un componente clave del pesto, una salsa que se elabora mezclando albahaca fresca con piñones, queso parmesano, ajo y aceite de oliva. En la cocina tailandesa, la albahaca se utiliza frecuentemente en curries y otros platos para aportar un sabor único y fresco.
¿Cómo reconocer a la albahaca? Sus características
La albahaca es una planta herbácea que generalmente se comporta como anual, aunque en climas tropicales puede llegar a ser perenne. Es de tamaño relativamente pequeño, con una altura que varía entre los 30 y los 130 cm.
Las hojas de la albahaca, que son las partes utilizadas para el consumo, tienen una forma ovo-lanceolada y poseen pecíolos largos que resaltan el haz. Su color es un verde brillante y son estas hojas las que emiten un aroma fuerte y característico, utilizado ampliamente en la cocina.
Las flores de la albahaca se agrupan en espigas, cada una compuesta por aproximadamente seis flores. Estas flores pueden ser de color blanco o rosado y presentan un cáliz pentalobular. Los estambres son de color blanco y, en conjunto, las flores también son aromáticas. De estas flores surgen los frutos que contienen pequeñas semillas, las cuales se utilizan para la reproducción de estas plantas herbáceas.
La albahaca pertenece a la familia de las Labiadas (o Lamiáceas), la cual incluye otras hierbas aromáticas de gran importancia en la gastronomía, como el tomillo, el orégano y la salvia. Estas hierbas comparten la característica de tener un intenso aroma, lo que las hace muy valoradas en la cocina de diversas culturas.
El placer de la albahaca fresca en casa: ¿Cómo se cultiva?
Para los amantes de la cocina, disponer de albahaca fresca es un auténtico placer. Además, dado que esta planta aromática es anual, cultivarla nos permite también secar sus hojas y usarlas como un excelente condimento en numerosos platos gourmet.
La albahaca es una planta que, para su cultivo en jardines, requiere un ambiente soleado y cálido, además de protección contra vientos fuertes. Si se cultiva en macetas de interior, es crucial proporcionarle abundante luz, aire y buena ventilación. La falta de luz puede causar que la planta se seque. Las temperaturas ideales para la albahaca oscilan entre los 15 y los 25°C; no tolera heladas, ni siquiera leves.
El cultivo empieza con las semillas, que pueden adquirirse en tiendas especializadas. En la primera fase, colocaremos las semillas en un semillero o almácigo antes de trasladarlas a su ubicación definitiva, ya sea en el jardín o en macetas. La tierra del semillero debe ser ligera y bien aireada. Si es necesario, podemos desmenuzarla con las manos para asegurar su suavidad. Las semillas deben cubrirse con una capa de tierra de no más de medio centímetro. En esta etapa, es recomendable regar con frecuencia. Para evitar el encharcamiento o que la tierra se endurezca, se puede usar un vaporizador o pulverizador.
Hasta que las semillas germinen, lo cual ocurre aproximadamente 15 días después de la siembra, debe mantenerse la tierra húmeda y el semillero alejado de la luz solar directa.
Cuando las plántulas alcancen una altura de 10 cm, estarán listas para el trasplante. Un consejo importante es proteger las plantas de la luz solar directa durante los primeros 10 días posteriores al trasplante.
El suelo para las plantas debe ser rico en humus y materia orgánica. Al igual que en el semillero, si el destino final es una maceta, es importante desmenuzar bien la tierra para facilitar el enraizamiento. En el caso de los jardines, es conveniente preparar la tierra removiéndola un poco antes del trasplante.
- Consejo adicional: La albahaca no solo es valiosa en la cocina, sino que también actúa como repelente natural de insectos, lo que la convierte en una excelente compañera para otras plantas en el jardín.
- Datos curiosos: La albahaca tiene variedades como la albahaca morada y la albahaca de limón, cada una con su propio sabor y aroma distintivo, lo que ofrece una variedad de opciones para experimentar en la cocina.
¿Cómo sacar el máximo provecho de las plantas de albahaca? Veamos sus cuidados
La albahaca es una planta anual que, tras completar su ciclo de crecimiento y floración, se seca y muere. No obstante, existen prácticas efectivas para aprovechar al máximo sus cualidades aromáticas.
Para prolongar la vida de nuestras plantas de albahaca y asegurar su regeneración en la próxima temporada, es crucial cosechar las flores antes de que produzcan semillas. Esto se logra cortando el pedúnculo floral con tijeras limpias y afiladas. Este procedimiento estimula el rebrote de la planta al año siguiente.
Durante el desarrollo de la planta, es recomendable retirar las hojas más grandes de manera cuidadosa. Estas hojas pueden utilizarse frescas o secarse a la sombra para luego almacenarlas en un frasco de vidrio, conservando así su aroma y sabor para usarlas como condimento.
Otra técnica común para preservar la albahaca es congelar las hojas frescas. Para ello, se deben colocar las hojas separadas unas de otras en el congelador. Una vez congeladas, pueden transferirse a una bolsa apta para freezer. Este método nos permite disponer de albahaca durante todo el año para sazonar nuestras comidas, manteniendo su frescura y aroma.
Mejorana
Al considerar la renovación o diversificación de las especies en el jardín, a menudo nos inclinamos hacia las flores. Sin embargo, existen otras plantas que, aunque no ofrecen el esplendor visual de las rosas o los claveles, son opciones excepcionales debido a sus múltiples beneficios terapéuticos y gastronómicos. Una planta que destaca en este sentido es la mejorana. Esta hierba es sencilla de cultivar, fácil de cuidar, respetuosa con el medio ambiente y, sobre todo, extremadamente beneficiosa.
La mejorana es un miembro destacado de la familia Lamiaceae, la cual incluye múltiples especies reconocidas como la menta, el tomillo, el romero y el orégano, entre otras. Originaria de Asia y la India, esta planta ha logrado expandirse a casi todos los rincones del mundo. En la gastronomía griega e italiana, es muy apreciada por su suave y delicioso aroma, lo que la convierte en un ingrediente popular en estas culturas culinarias.
Junto con la ajedrea, el romero, el tomillo, la albahaca y el orégano, la mejorana forma parte de las hierbas provenzales, un conjunto de especias muy utilizadas para sazonar carnes a la parrilla, pinchos, cordero, pescado y una amplia variedad de platos franceses. Además, se emplea para realzar el sabor de caldos y gratinados, y para aromatizar salsas y estofados. Gracias a su versatilidad, la mejorana es una adición valiosa en la cocina, aportando un toque especial a innumerables recetas.
Características de la mejorana
Aunque a menudo se confunde con el orégano, la mejorana posee características distintivas que permiten diferenciarla claramente de otras especies similares. La mejorana crece en forma de arbustos, y sus tallos son rectos, ramificados, leñosos y presentan una apariencia cuadrangular. Esta planta puede alcanzar hasta 50 cm de ancho y 60 cm de altura.
En cada tallo se desarrollan varios ramilletes que constan de aproximadamente siete hojas ovaladas, aunque este número puede variar. Las hojas están recubiertas por una delicada vellosidad, lo que les confiere una textura suave al tacto. Son de un tono verde pálido y, al alcanzar su máximo desarrollo, pueden medir hasta 25 mm de largo por 7 mm de ancho.
La mejorana también produce pequeñas flores que emergen acompañadas de cuatro brácteas. Estas flores pueden tener un cáliz de color blanco, rosado o púrpura, aportando un toque decorativo a la planta. Además, produce un fruto diminuto conocido como aquenio, el cual protege las semillas necesarias para su reproducción.
La mejorana no solo es apreciada por su apariencia y fragancia, sino también por sus usos culinarios y medicinales. Tradicionalmente, se utiliza para dar sabor a diversas preparaciones culinarias, y se le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud, como la mejora de la digestión y el alivio de dolores leves. Estas características hacen que la mejorana sea una elección popular tanto en jardines como en cocinas alrededor del mundo.
Siembra y cuidado de la mejorana
El nombre científico de la mejorana es Origanum majorana. Esta planta prospera en climas cálidos y puede mantenerse viva durante todo el año sin requerir demasiados cuidados. Aunque es resistente al frío, puede no sobrevivir a inviernos extremadamente fríos. En tales casos, es posible sembrar un puñado de semillas en una maceta y mantenerla en el interior de la casa en un ambiente cálido.
Al sembrar mejorana, es recomendable elegir un lugar con sombra, ya que la exposición directa al sol puede marchitarla. Una opción ideal es dedicar un área específica para la mejorana, donde pueda crecer junto a otras hierbas aromáticas. Los cultivadores experimentados a menudo construyen viveros techados que protegen la planta de la radiación solar excesiva y ayudan a conservar su aroma.
Los suelos ligeros, sueltos y medianamente secos son ideales para el desarrollo óptimo de la mejorana. El riego es crucial durante las etapas iniciales de crecimiento. Una vez madura, la planta puede mantenerse con pulverizaciones de agua antialcalina cada dos a cuatro días. Es importante que el riego se concentre en las hojas, evitando saturar el suelo, ya que un exceso de humedad puede dañar las raíces.
La primavera es la época más propicia para sembrar mejorana. Las semillas se pueden esparcir directamente en el suelo o en una maceta. Si se opta por una maceta, esta debe tener una capacidad mínima de 5 litros y una profundidad de al menos 20 cm. El tiempo de germinación es aproximadamente de 15 días. Para un crecimiento saludable, se puede usar abono ecológico como humus, compost o estiércol fermentado.
Conservación y uso de la mejorana
Secado para almacenamiento
La recolección de la mejorana se lleva a cabo al inicio de la floración, particularmente en el verano. Este momento es crucial, ya que permite evitar que la hierba adquiera un olor amargo. Al igual que muchas otras hierbas, la mejorana suele someterse a un proceso de secado antes de su uso. Para ello, se recomienda cortar los tallos, sin llegar al ras del suelo, y atarlos en forma de ramo. Posteriormente, estos ramos deben colgarse con las hojas orientadas hacia el suelo, en un lugar oscuro, seco y fresco.
El tiempo de secado varía según las condiciones ambientales, pero una vez que las hojas y tallos están completamente secos, se procede a triturarlos y almacenarlos en recipientes herméticos. Aunque muchos entusiastas de la gastronomía prefieren utilizar la mejorana fresca para maximizar su sabor y aroma, el secado es una opción ideal para aquellos que no tienen la posibilidad de cultivarla. Este método facilita su conservación a largo plazo, permitiendo que sus propiedades se mantengan intactas hasta el momento de su uso.
Además, la mejorana seca es versátil y se incorpora fácilmente en diversas recetas, desde sopas y guisos hasta adobos para carnes, enriqueciendo los platos con su característico perfil aromático. Este método de conservación no solo es práctico, sino que también asegura que la mejorana esté disponible durante todo el año, independientemente de la estación.
Otras formas de uso
La mejorana, tanto fresca como seca, es ampliamente utilizada para condimentar diversos platos gracias a su abundante contenido de aceites esenciales. Además de las hojas, las flores de mejorana también son un valioso complemento culinario, aunque su principal uso reside en el ámbito de la aromaterapia. El aceite esencial de mejorana es altamente apreciado en la industria de la perfumería por su fragancia distintiva.
Los beneficios terapéuticos de la mejorana han contribuido significativamente a su popularidad. Se le atribuyen propiedades digestivas que pueden aliviar molestias estomacales como la gastritis, los espasmos intestinales, los cólicos, las úlceras estomacales y la indigestión. Además, la mejorana apoya el funcionamiento del hígado y actúa contra las bacterias responsables de infecciones. Sus propiedades expectorantes y mucolíticas naturales la hacen efectiva para mejorar la congestión nasal, aliviar dolores de garganta, tratar la bronquitis, el asma y otras afecciones respiratorias.
La mejor manera de consumir la mejorana con fines terapéuticos es mediante infusiones. Para preparar una, basta con hervir 250 ml de agua y añadir 5 gramos de hojas y flores de mejorana en un recipiente. Sin embargo, se recomienda consultar a un especialista antes de su consumo para asegurar que su uso es apropiado y beneficioso para su situación específica.
El tomillo
El tomillo es una planta ampliamente reconocida, que presenta una gran variedad de tipos. Una de las características más destacadas de esta planta es su uso en la medicina tradicional, donde se le atribuyen múltiples beneficios para la salud. Además, el tomillo se utiliza con frecuencia de manera ornamental, lo que incrementa su valor en el mercado. Estas dos razones subrayan la importancia de sus características.
En este artículo, exploraremos las particularidades del tomillo y su creciente popularidad en nuestra gastronomía. Además, abordaremos las técnicas de cultivo esenciales para aquellos interesados en establecer su propia plantación de esta versátil hierba. Desde su uso en platos tradicionales hasta sus aplicaciones modernas, el tomillo ofrece un mundo de posibilidades. ¿Te gustaría conocer más sobre cómo puedes integrar esta planta en tu vida diaria y aprovechar al máximo sus beneficios? Acompáñanos en este recorrido por el fascinante mundo del tomillo.
Características Generales del Tomillo
El tomillo (Thymus) es una planta silvestre que se encuentra en diversas regiones de España y es apreciada tanto por sus cualidades culinarias como por sus propiedades medicinales. En distintos textos, esta planta puede aparecer con diferentes nombres; en catalán se conoce como timó y farigola, mientras que en euskera se denomina elharr y erle-bedarr.
Aunque pueda parecer un vegetal no leñoso, el tomillo es en realidad un arbusto muy ramificado con un crecimiento rastrero que generalmente no supera unos pocos centímetros de altura. Sus hojas son pequeñas, numerosas y redondeadas, cubriendo completamente los tallos durante todo el año.
En el extremo de estos tallos, se desarrollan las flores, que añaden un valor ornamental al tomillo. Estas flores emiten un aroma agradable, lo que las hace ideales para perfumar espacios interiores de manera natural y fresca.
El periodo de floración del tomillo comienza al inicio de la primavera. La planta prospera en laderas y entre matorrales frondosos donde recibe abundante luz solar, lo cual favorece su desarrollo en un ambiente cálido. Esta capacidad de florecer en condiciones soleadas y su resistencia hacen del tomillo una planta valiosa tanto en jardines como en la naturaleza.
Cuidados para la Plantación de Tomillo
El tomillo es apreciado tanto por sus propiedades curativas como por sus usos ornamentales. Si estás interesado en cultivar esta planta y deseas asegurar un crecimiento óptimo, a continuación te ofrecemos algunos consejos útiles:
- Exposición solar: El tomillo es una planta que prospera en posiciones soleadas. Crece naturalmente en laderas donde recibe luz solar directa. Por lo tanto, al cultivarlo en casa, es esencial proporcionarle un espacio muy luminoso para favorecer su desarrollo.
- Resistencia al frío: Durante los meses de invierno, el tomillo es capaz de soportar las bajas temperaturas. No es necesario preocuparse en exceso por el frío; sin embargo, es fundamental que el tomillo reciba luz solar directa, incluso en esta época del año, para mantener su vitalidad.
- Suelo y riego: El tomillo prefiere suelos bien drenados y no tolera el exceso de humedad. Es recomendable regarlo moderadamente, permitiendo que el sustrato se seque entre riegos.
- Poda: Realizar una poda regular puede ayudar a mantener la forma del tomillo y estimular su crecimiento. Se aconseja podar después de la floración para evitar que la planta se vuelva leñosa.
Asegurarte de seguir estos pasos te ayudará a tener una plantación de tomillo saludable y vigorosa. Además, podrás disfrutar de sus múltiples beneficios, tanto en la cocina como en el ámbito de la salud.
Propiedades Curativas del Tomillo
El tomillo es una planta que destaca por sus notables propiedades curativas, siendo el timol su componente más relevante. Este compuesto ha sido objeto de numerosos estudios científicos que han demostrado su capacidad para mejorar la circulación y fortalecer los centros nerviosos.
Además de sus beneficios para el sistema circulatorio, el tomillo posee cualidades digestivas. Consumido frecuentemente en forma de infusiones, ayuda a facilitar la digestión y a aliviar la sensación de pesadez estomacal. Sus propiedades calmantes también lo hacen efectivo para aliviar la tos seca, brindando un apoyo natural para el sistema respiratorio.
El tomillo no solo se utiliza en infusiones; sus ramas pueden incorporarse en sopas y caldos, lo que ayuda a estimular el apetito, especialmente en personas con poco deseo de comer. Si buscas aumentar tu ingesta alimentaria pero te falta apetito, añadir tomillo a tus comidas puede ser una solución eficaz.
La popularidad del tomillo como planta medicinal ha crecido significativamente, en gran parte debido a la creciente conciencia de sus múltiples beneficios para la salud. Además, el tomillo es fácil de cultivar en casa, convirtiéndolo en una excelente adición tanto para el jardín como para la cocina. Su agradable sabor y sus propiedades curativas lo convierten en una opción ideal para quienes buscan mejorar su bienestar general mientras disfrutan de un toque decorativo en su hogar.