Como símbolo de buena fortuna y prosperidad, la planta del dinero es comúnmente vista adornando numerosos balcones e interiores de hogares. Esta planta, de un verde vibrante, es originaria del sudeste de África y pertenece a la familia de las Lamiáceas. Su nombre científico es Plectranthus verticillatus y se cultiva extensamente como planta de interior debido a su facilidad de cuidado y su exuberante follaje.
Características de la planta del dinero
La planta del dinero es perenne y se distingue por su capacidad de producir una significativa cantidad de aceites esenciales aromáticos. De baja altura, alcanza aproximadamente unos 30 cm. Sus raíces son fibrosas y dan lugar a ramas suculentas que varían en color del verde al morado. Aunque se le conoce popularmente como «hiedra sueca», no es una planta trepadora ni pertenece a la familia de las hiedras. En realidad, es una planta colgante.
Las hojas de la planta del dinero son gruesas y carnosas, características de las suculentas, y presentan una forma ovalada, casi redonda, semejante a una moneda. Los márgenes de las hojas son dentados, con entre 3 y 6 pares de dientes. Al igual que el romero y la salvia, plantas también pertenecientes a la familia de las labiadas, la planta del dinero exhibe pequeñas inflorescencias de color púrpura o azul y florece durante todo el año.
Cultivo de la planta del dinero
Para disfrutar de esta planta en nuestros hogares, podemos cultivarla a partir de esquejes tomados de una planta madre, lo que asegura la reproducción del mismo código genético. Los esquejes se pueden colocar en macetas en el suelo o como plantas colgantes. Es crucial situar la nueva planta del dinero en sombra para mantener la humedad necesaria.
Durante la primera semana de plantación, es esencial proporcionar riego diario sin acumular exceso de agua. Después de este periodo, las plantas pueden exponerse a la luz natural en un entorno cálido. La planta del dinero crece rápidamente, convirtiéndose en un hermoso ornamento en poco tiempo.
Cuidados de la planta del dinero
Es recomendable colocar la planta del dinero en lugares donde el sol no incida directamente, ya que la exposición excesiva puede amarillear las hojas e incluso provocar la muerte de la planta. El lugar ideal es dentro de la casa o en un balcón con semi-sombra.
El riego debe realizarse cuando el suelo lo requiera, aproximadamente tres veces por semana en verano y una vez en invierno. No se debe esperar a que el suelo esté completamente seco para regar, ya que la planta necesita un sustrato constantemente húmedo y bien drenado. La temperatura óptima para su desarrollo saludable es entre 18°C y 20°C; temperaturas inferiores a 5°C son perjudiciales. En invierno, especialmente durante heladas, es aconsejable proteger las plantas exteriores con una tela que permita la respiración. En interiores, se debe evitar colocarla cerca de fuentes de calor.
El sustrato ideal es uno universal, complementado con abono líquido cada 15 días durante la fase de crecimiento. Entre las enfermedades más comunes se encuentra la brotitis, fácilmente identificable por el ennegrecimiento de las hojas, causada por un exceso de agua y mala ventilación. La poda adecuada implica cortar las puntas ocasionalmente para favorecer el crecimiento de ramas laterales.
Usos y beneficios de la planta del dinero
Más allá de su atractivo estético, la planta del dinero es apreciada por sus propiedades aromáticas. Los aceites esenciales extraídos de sus hojas son utilizados en la elaboración de fragancias y productos de aromaterapia. Además, se le atribuyen propiedades repelentes de insectos, resultando útil en el hogar para mantener alejados ciertos insectos no deseados.
La tradición de esta planta
La planta del dinero está rodeada de una antigua tradición que se ha difundido en diversos lugares del mundo. Según esta tradición, si la planta se cuida adecuadamente, posee la capacidad de atraer fortuna y suerte. En muchos países, es costumbre regalar una planta del dinero a seres queridos o a aquellos que se mudan a un nuevo hogar, e incluso enterrar una moneda en la maceta como símbolo de prosperidad.