Passifloraceae 3
Maracuyá
Maracuyá, parcha, parchita y chinola, son los nombres populares de una fruta que se produce en las zonas tropicales de Centro y Suramérica, y que se considera originaria de la región amazónica, muy posiblemente de Brasil.
Pasiflora
Passiflora incarnata es la designación científica de una planta trepadora, perdurable y de veloz desarrollo, perteneciente al género Passiflora, término que deriva del latín passio (pasión) y floris (flor). Es conocida en general como pasiflora, flor de la pasión, parchita, pasionaria y maracuyá, entre otros. Aparte de sus virtudes en el ramo de la salud y la belleza, es seleccionada para engalanar jardines ornamentales por la hermosura de sus exóticas flores.
La pasionaria
Conocida como flor de la pasión, maracuyá o burucuyá, la pasionaria es una planta trepadora típica de los climas tropicales y subtropicales de América. Su cultivo se extiende por Centroamérica y por la mayoría de los países de América del Sur. Sus frutos y flores son apreciados por sus propiedades medicinales como sedante natural. Además, a partir de sus frutos se elaboran mermeladas y conservas muy valoradas por su delicado sabor. Su nombre científico es Passiflora caerulea y existen aproximadamente 450 especies de este género.
Conociendo a la pasionaria, sus características
La pasionaria es considerada una enredadera con características leñosas. Si cuenta con árboles cercanos o algún tipo de soporte, puede llegar a trepar hasta los 20 metros de altura.
Sus hojas son alternas y palmadas, generalmente con cinco lóbulos, aunque algunas variedades pueden presentar hasta siete. Miden entre 10 y 18 cm de longitud y ancho. En la base de cada hoja, la planta presenta un zarcillo flagelado y enroscado de 10 cm de largo, que le permite asirse de otras plantas y soportes para trepar.
La flor es compleja y destaca por su belleza. Mide unos 10 cm de diámetro, con 5 sépalos y pétalos de apariencia similar, blanquecinos y montados sobre una corola de filamentos azules o violáceos, 5 estambres verde amarillentos y 3 estigmas purpúreos. En regiones de climas tropicales, la pasionaria florece durante todo el año.
El fruto de la pasionaria es una baya oval de color naranja amarillento, de 6 cm de largo por 4 cm de diámetro. En su interior, junto a una abundante pulpa, contiene numerosas semillas. Para muchos mamíferos y aves, los frutos de la pasionaria constituyen su principal alimento, contribuyendo así a esparcir sus semillas.
Usos y propiedades de la pasionaria
Los flavonoides que contiene la pasionaria producen un efecto sedante sin crear estados depresivos, por lo que se recomienda para afecciones vinculadas con el sistema nervioso. Se prepara una infusión a partir de plantas secas de pasionaria para este fin.
Los laboratorios han desarrollado diversos medicamentos a partir de la pasionaria que cumplen un rol sedativo, aunque también se considera que entre sus propiedades está la de mejorar el sistema circulatorio.
El fruto de esta planta puede consumirse como cualquier otra fruta, aunque su sabor es un poco desabrido, por lo que muchos prefieren disfrutarlo en zumos. En algunas regiones se elaboran mermeladas con el fruto. Es rico en vitaminas A, B y C, y su bajo contenido graso lo hace apto para dietas destinadas al tratamiento del colesterol.
Beneficios ambientales de la pasionaria
La pasionaria no solo aporta beneficios a la salud humana, sino que también juega un papel importante en los ecosistemas donde crece. Al ser una planta trepadora, contribuye a la biodiversidad proporcionando hábitat y alimento a diversas especies de fauna, especialmente aves y mamíferos, que dependen de sus frutos. Además, su capacidad para trepar y cubrir superficies ayuda a proteger el suelo contra la erosión.
Cultivo de pasionaria
El cultivo de esta planta puede realizarse tanto por acodos como por semillas. Para hacerlo de esta última manera, se deben seguir ciertos pasos para lograr plantas saludables, con frutos y flores de excelente calidad.
Algunos especialistas recomiendan adquirir semillas certificadas, disponibles en viveros. Sin embargo, también se pueden obtener de los frutos, donde son abundantes.
El primer paso es cubrir las semillas con agua para ablandarlas y facilitar la germinación. Es conveniente dejarlas bajo el agua durante 3 o 4 días. Pasado este tiempo, se deben lavar bien para eliminar la capa mucilaginosa formada durante el remojo. Como acción complementaria, pueden tratarse con un fungicida.
Las semillas tratadas se plantan en un semillero, cubriéndolas con una fina capa de tierra. Luego se riega adecuadamente y se coloca el semillero en un lugar sombreado, manteniendo la humedad constante del suelo.
Las semillas de pasionaria comienzan a germinar unos 20 días después de ser plantadas. Cuando las plántulas alcanzan una altura de 10 cm, se pueden trasplantar a su lugar definitivo. Para esta labor, se retiran del semillero y se colocan individualmente en bolsas aptas para plántulas, con un poco de fertilizante orgánico.
El suelo donde se establecerán definitivamente las plantas de pasionaria debe trabajarse previamente para eliminar hierbas y malezas. Se hace un pequeño agujero donde se coloca fertilizante orgánico y las plantas, cubriendo sus raíces. Los suelos más adecuados son aquellos profundos, bien drenados y con abundante materia orgánica.
Riego y poda
La pasionaria necesita un volumen anual de 800 a 1500 litros de agua. Si este no es provisto por el régimen anual de lluvias, debe completarse mediante riego. Es crucial que estas plantas mantengan una humedad adecuada del suelo de manera permanente.
La poda del maracuyá se realiza eliminando las ramas inferiores hasta un metro de altura. Con el tiempo, se pueden dejar solo algunas ramas principales, favoreciendo los brotes trepadores.