Hortalizas 21

Composición de las hortalizas
Las hortalizas están compuestas principalmente por agua, presente en un 80%, y glúcidos, que varían según el tipo:- Grupo A: Poseen menos del 5% de carbohidratos, y contempla acelgas, apio, espinacas, berenjenas, coliflor, lechuga y pimientos.
- Grupo B: Contienen hasta un 10% de hidratos de carbono. Algunos de ellos son alcachofa, guisantes, cebollas, nabos, puerro, zanahorias y remolacha.
- Grupo C: Su índice de hidratos de carbono también es de un 10%, y entre ellos se cuentan la patata y la mandioca.
¿Por qué consumirlas?
Las hortalizas aportan vitaminas y minerales esenciales para una alimentación saludable y equilibrada, entre ellos Vitaminas A, E, K, B, C, potasio, magnesio, calcio, sodio, hierro, lípidos, proteínas y más. Específicamente la cebolla, contiene sustancias volátiles como las que nos hacen llorar al picarla. Gracias a sus componentes, su reducido valor calórico y su alta concentración de fibra dietética, muchas no alcanzan las 50 calorías por cada 100 gramos, excepto las alcachofas y las patatas. Por ello, se recomienda el consumo de hortalizas durante los programas de reducción de peso y-en general-en las principales comidas, de la forma más variada posible. Tome en cuenta que las hortalizas están ubicadas en el segundo escalón de la pirámide de alimentos, junto a las frutas, con lo cual queda clara su importancia para el consumo humano. Evidentemente hay otras pirámides nutricionales, igualmente aceptadas, que invitan al vegetarianismo, el veganismo o el crudiveganismo, pero independientemente de ello, las hortalizas son de los productos más sanos y provechosos para el organismo. De eso no hay duda.Conservación y almacenamiento
Cuando se trata de conservar y guardar hortalizas, es importante seguir ciertas recomendaciones que garantizarán su frescura y sabor:- Al llegar a casa procure sacarlas inmediatamente de la bolsa para que puedan respirar.
- Evite los cambios bruscos de temperatura o exceso de humedad ambiental. Lo ideal es mantenerlas en la parte menos fría del refrigerador (10-12ºC), por un periodo no mayor a los 3 días.
- La congelación es otro método al que puede recurrir. Sin embargo, sólo las zanahorias, coles de Bruselas, espárragos, alcachofas, espinacas y algunas legumbres son las más adecuadas para este procedimiento. El tiempo de conservación puede extenderse de 6 a 12 meses.
- Las verduras enlatadas deben ser consumidas de inmediato, una vez abierto el envase. Esto debido a que su periodo de conservación se disminuye considerablemente.
- Evite los recipientes herméticos. En su lugar, prefiera bolsas con agujeros o con láminas de aluminio.
Limpieza
Lo ideal es cepillar las hortalizas cuidadosamente antes de su consumo, sobre todo si se trata de hojas, raíces o tubérculos. Cuando la piel que la recubre es peluda o rugosa, debe limpiarlas muy bien al momento de pelarlas. Si su intención es comerlas crudas, las hortalizas deben sumergirse en un envase con agua y unas gotas de lejía, preparación que debe reposar unos cinco minutos antes de la inmersión de la hortaliza. Este procedimiento tiene una razón: cuando se riegan las hortalizas en los campos de cultivo, muchas veces no es con agua potable. De ser el caso, el vital líquido conserva numerosas bacterias que entrarán en contacto con la hortaliza y permanecerán en ella.Cocción de las hortalizas
El sol, el aire o calor excesivo pueden destruir las vitaminas presentes en las hortalizas. Mientras que las sales minerales se disuelven al cocerlas en agua. Lo mejor para prepararlas es usar poca agua o, mejor aún, vapor. Si elige la primera opción, debe meterlas tras el hervor, y no antes. La olla debe permanecer cerrada y el contenido se debe mover lo menos posible. El agua resultante de la cocción puede ser aprovechada para hacer sopas, consomés y diversos tipos de caldos, en ella se concentran la mayor parte de las vitaminas y minerales. Una gran parte del peso de las hortalizas es fibra alimentaria, formada por pectina y celulosa. Esta suele ser menos digerible que en la fruta lo que hace requerida la cocción de las hortalizas para su consumo en la mayor parte de las ocasiones. Las más ricas en fibra son: berenjenas, coliflor, judías verdes, brócoli, escarola y guisantes. Las hortalizas cocidas que serán consumidas en el momento, pueden guardarse en la nevera. No obstante, aunque se pueden volver a calentar, no debe excederse el tiempo. Después de todo, no es lo mismo un guisante fresco y preparado en una nube de vapor, que otro recién sacado del líquido de una lata de conservas.El chayote
Sechium edule, conocido comúnmente como chayote, es una planta de la familia de las cucurbitáceas, al igual que el melón, la sandía y el pepino. El chayote es altamente apreciado por sus propiedades nutritivas y su versatilidad en la cocina. Originario de América, sus principales centros de cultivo se encuentran en México, Costa Rica y Guatemala, aunque su cultivo se ha extendido a países como Italia, India y China, entre otros, desde la época de la conquista española.
El chayote no solo es valorado por su sabor y textura, sino también por su bajo contenido calórico y su capacidad para enriquecer diversos platos. A continuación, exploraremos sus características botánicas, usos culinarios y beneficios para la salud.
Características de la planta de chayote
La planta de chayote es una trepadora robusta que puede alcanzar hasta 10 metros de longitud. Sus hojas lobuladas, de hasta 20 cm, presentan una tupida pilosidad en el anverso, lo que les confiere propiedades adherentes. Las flores son unisexuales: las masculinas son de color amarillo claro y se agrupan en inflorescencias racemosas, mientras que las femeninas son de color verde.
¿Cómo es el fruto?
El chayote, fruto de la Sechium edule, se asemeja a una pera grande. Su piel puede variar del verde oscuro al amarillo pálido, y algunas variedades presentan espinas, lo que llevó a los Aztecas a llamarlo «calabaza espinosa». La pulpa es blanquecina y en su centro alberga una semilla plana y lisa, rodeada de una formación fibrosa.
Las plantas de chayotera presentan diferencias de comportamiento según sean silvestres o cultivadas. Las cultivadas florecen en primavera y producen frutos en verano, mientras que las silvestres florecen desde primavera hasta el invierno, con frutos desde fines del verano hasta principios del invierno. Los frutos silvestres son más grandes y de color verde más oscuro.
Usos culinarios del chayote
El chayote se cultiva principalmente para su consumo humano. En América Central, se consume hervido o frito, similar a la mandioca, y también se utiliza como espesante en comidas para bebés. No solo se aprovecha el fruto; en algunas regiones, los tubérculos de las raíces se consumen como patatas, y las hojas tiernas se preparan en ensaladas.
Propiedades del chayote
El chayote es un excelente depurativo, facilitando la micción y la eliminación de toxinas a través de la orina. Se recomienda consumir chayote al cambiar de estación para potenciar este efecto depurativo.
Este fruto es rico en minerales como potasio y zinc, esenciales para la formación de enzimas y los procesos metabólicos de proteínas e hidratos de carbono. Además, contiene 7 de los 9 aminoácidos esenciales necesarios para la formación de proteínas, cruciales para la síntesis de enzimas, hormonas y neurotransmisores.
Aspectos nutricionales y beneficios adicionales
El chayote es bajo en calorías, lo que lo hace ideal para dietas de control de peso. Su alto contenido en fibra ayuda a la digestión, mientras que su aporte de antioxidantes contribuye a la reducción del estrés oxidativo en el organismo. Además, su consumo regular puede ayudar a mantener niveles saludables de presión arterial y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Cómo cultivarlo
Para cultivar chayote, es necesario un suelo con buen drenaje y abundante riego. Dado su origen tropical, la planta debe recibir mucho sol matutino. Como trepadora, se beneficia de estructuras de soporte, como árboles, que también proporcionan sombra adecuada.
En su variedad silvestre, el fruto cae al suelo y sus semillas germinan al descomponerse. En las variedades cultivadas, se seleccionan frutos que se guardan en un lugar oscuro y húmedo hasta que desarrollan yemas. Estas yemas se trasplantan cuando miden entre 20 y 25 cm, facilitando el crecimiento de nuevas plantas.