Existen arbustos que embellecen cualquier espacio del hogar, pero aún mejor son aquellos que, además de su atractivo estético, ofrecen beneficios adicionales. El espatifilo es un claro ejemplo de planta que no solo decora, sino que también purifica el aire, lo que la convierte en una opción ideal para ambientes interiores.
Joshua Wood (licencia)
Un estudio realizado por la ONG ambientalista Greenpeace, con sede en España, reveló que en el polvo acumulado en la mayoría de los hogares europeos se encuentran entre 70 y 100 sustancias químicas tóxicas. Entre estas destacan compuestos como el xileno y el tolueno, ambos contaminantes comunes que el espatifilo es capaz de eliminar eficazmente. Además, esta planta ayuda a filtrar otros contaminantes nocivos como alcoholes, acetona y benceno, todos ellos sustancias perjudiciales para la salud.
Estos compuestos químicos, presentes en productos de limpieza, pinturas, adhesivos y otros materiales domésticos, pueden afectar la calidad del aire interior y, por ende, la salud respiratoria de los habitantes. La capacidad del espatifilo para absorber y neutralizar estas toxinas lo convierte en un aliado natural para mejorar el ambiente en hogares, oficinas y otros espacios cerrados.
Adicionalmente, el espatifilo es una planta de fácil cuidado, que requiere luz indirecta y riego moderado, lo que la hace ideal para quienes desean mejorar la calidad del aire sin complicaciones. Su flor blanca, elegante y duradera, aporta un toque de frescura y serenidad al entorno, consolidando su popularidad tanto por su belleza como por sus propiedades purificadoras.
Características del Espatifilo
El espatifilo (Spathiphyllum wallisii) es una planta originaria de las selvas tropicales de Suramérica, conocida popularmente por diversos nombres como bandera blanca, garza, lirio de la paz, cuna de Moisés y cala. Este género agrupa alrededor de 30 especies, muchas de las cuales son ampliamente utilizadas para la decoración y ambientación de espacios interiores debido a su elegante apariencia y facilidad de cuidado.
Esta planta puede alcanzar alturas superiores a los 50 cm y se distingue por sus hojas verdes brillantes y sus espatas, que tienen una forma característica similar a la vela de un barco. De estas espatas surgen flores blancas, delicadas y atractivas, cuya función va más allá de lo estético: el espatifilo es conocido por su capacidad para mejorar la calidad del aire interior, ya que ayuda a filtrar toxinas y contaminantes, contribuyendo a un ambiente más saludable.
Dinesh Valke (licencia)El espatifilo florece principalmente durante la primavera y el verano, aunque bajo condiciones óptimas de luz, temperatura y humedad, puede producir flores en otras épocas del año. Su resistencia y adaptabilidad lo convierten en una opción popular tanto para hogares como para oficinas, además de aportar un toque de frescura y serenidad a cualquier entorno.
Cultivo y cuidados del Espatifilo
Antes de iniciar el cultivo del espatifilo, es fundamental evaluar la cantidad de luz natural que recibirá, ya que esta planta no tolera la exposición directa al sol. En general, el espatifilo se adapta mejor a ambientes con sombra o luz indirecta. Durante el verano, es especialmente importante mantenerla alejada de fuentes de luz solar directa para evitar daños en sus hojas y flores.
Respecto al sustrato, el espatifilo no presenta exigencias estrictas. Lo ideal es utilizar una mezcla equilibrada que promueva un buen drenaje y retención de humedad, como una combinación de arena, turba y mantillo o tierra orgánica. Este tipo de suelo permite que las raíces respiren y evita el encharcamiento, que puede provocar la pudrición radicular.
Las raíces del espatifilo crecen de forma moderada, por lo que el tamaño de la maceta no debe ser excesivamente grande. Inicialmente, una maceta pequeña o mediana, preferiblemente de forma cónica o tipo paila, será suficiente. Sin embargo, es importante que el recipiente disponga de agujeros para un adecuado drenaje del agua. A medida que la planta se desarrolle, podrá trasplantarse a una maceta ligeramente más amplia, manteniendo siempre el control sobre el tamaño para evitar un crecimiento desproporcionado.
El espatifilo es originario de regiones tropicales, por lo que requiere temperaturas cálidas y estables para su óptimo desarrollo. La temperatura mínima recomendada para su cultivo es de 15 °C; por debajo de este umbral, la planta puede sufrir daños o un crecimiento lento. Lo ideal es mantenerla en un rango de temperatura entre 20 y 24 °C, condiciones que favorecen su floración y salud general.
David Santaolalla (licencia)Además de los cuidados en luz y temperatura, es importante mantener una humedad ambiental moderada, propia de climas tropicales. Pulverizar agua sobre sus hojas o colocar la maceta sobre una bandeja con piedras húmedas puede ayudar a crear un microclima adecuado. En cuanto al riego, debe ser regular pero evitando el exceso: se recomienda mantener el sustrato ligeramente húmedo, permitiendo que la capa superficial se seque entre riegos para prevenir problemas de hongos.
Finalmente, para estimular un crecimiento saludable, se puede fertilizar el espatifilo durante la primavera y el verano con abonos líquidos o granulados balanceados, aplicados cada 4 a 6 semanas. Esto contribuirá a una floración más abundante y a un follaje vigoroso.
Riego del Espatifilo
No es necesario regar el espatifilo con demasiada frecuencia; con dos o tres riegos por semana suele ser suficiente. Durante el verano, cuando las temperaturas aumentan, es recomendable incrementar la frecuencia a un riego interdiario para mantener el sustrato adecuadamente húmedo. En caso de que las temperaturas sean especialmente altas, es conveniente pulverizar las hojas con agua para aliviar el estrés hídrico y mantener la humedad ambiental, lo que favorece su salud y vigor.
En invierno, el crecimiento de la planta se ralentiza y, por tanto, el riego puede espaciarse considerablemente, llegando incluso a realizarlo cada 10 días o más, siempre vigilando que el sustrato no se seque por completo.
Una técnica muy recomendable para regar el espatifilo es sumergir la maceta en una cubeta con agua, evitando que esta toque las hojas. Se debe mantener la maceta sumergida hasta que deje de salir burbujas de aire, lo que indica que el sustrato ha absorbido suficiente agua. Luego, se retira la maceta y se devuelve a su lugar habitual. Este método es especialmente eficaz debido a que el espatifilo desarrolla una gran cantidad de raíces fibrosas, lo que puede endurecer el cepellón (el bloque de tierra donde está sembrada la planta) y dificultar la penetración del agua cuando se riega de forma superficial. Al sumergir la maceta, el agua penetra de manera uniforme, asegurando una hidratación óptima.
Cuidados especiales
Para mantener el espatifilo en óptimas condiciones, es fundamental que sus hojas se mantengan limpias. La acumulación de polvo puede obstruir los estomas —los poros de la epidermis— lo que dificulta la correcta realización de la fotosíntesis y, por ende, afecta el crecimiento y la salud de la planta. Para limpiar las hojas, utilice un paño suave humedecido con agua, evitando productos abrasivos.
Es importante evitar el uso de abrillantadores comerciales para hojas, ya que estos productos también pueden tapar los estomas y perjudicar la respiración natural de la planta.
La ubicación del espatifilo dentro del hogar o jardín juega un papel crucial en su desarrollo y floración. Prefiere lugares con luz indirecta y evita la exposición directa al sol intenso, que puede quemar sus hojas. Asimismo, la falta de luz puede impedir que florezca adecuadamente.
Cuando las hojas y flores comienzan a aparecer pequeñas, las puntas de las hojas se secan o adquieren un tono verde pálido, es señal de que la planta necesita un cambio de maceta. Este trasplante debe realizarse al menos una vez al año para evitar que el cepellón se compacte y limite la absorción de nutrientes y agua, lo que perjudica su salud.
Para favorecer un crecimiento vigoroso, se recomienda aplicar abonos con fertilizantes ecológicos una vez al mes, preferentemente en la temporada de crecimiento. Esto proporcionará los nutrientes necesarios sin afectar el equilibrio del suelo.
Si desea multiplicar su espatifilo, puede dividir la planta cuando haya alcanzado un tamaño considerable y haya terminado su ciclo de floración. Este método garantiza que cada división tenga suficientes raíces para establecerse y crecer saludablemente.
En ambientes con calefacción, es recomendable rociar las hojas con agua pulverizada regularmente para mantener un nivel adecuado de humedad. El aire seco puede causar que las hojas se marchiten y se vuelvan vulnerables a enfermedades, por lo que mantener una humedad adecuada es clave para su bienestar.
Enfermedades y plagas del Espatifilo
El espatifilo puede verse afectado por un exceso de fertilización, lo cual se manifiesta típicamente con el secado y el oscurecimiento de los extremos de las hojas. En estos casos, es recomendable suspender la aplicación de abono y permitir que la planta se recupere. Además, la ausencia de floración puede estar relacionada con la falta de un período adecuado de descanso invernal o con la insuficiencia de nutrientes esenciales, como nitrógeno, fósforo y potasio, necesarios para su desarrollo y floración.
En cuanto a las plagas, las más comunes que atacan al espatifilo incluyen ácaros, pulgones, mosca blanca y hongos. Estas plagas pueden debilitar la planta y afectar su apariencia y salud general si no se controlan a tiempo.
Para el control natural de araña roja, pulgones y otros ácaros, se puede preparar un insecticida casero mezclando cebolla, ajo, alcohol y vinagre, que actúa como repelente y eliminador de estos insectos. Esta mezcla debe aplicarse mediante pulverización sobre las hojas, asegurando cubrir bien el envés donde suelen esconderse las plagas.
En el caso de infecciones fúngicas, una solución eficaz y natural es pulverizar las hojas con canela en polvo o preparar una infusión de canela para rociar, ya que posee propiedades antifúngicas que ayudan a controlar el desarrollo de hongos sin dañar la planta ni el medio ambiente.
